Cinco.
Tus ojos son como el atardecer sin nubes ni estrellas, y eso es lo que me hace enloquecer.
¡Ay me vuelves un romántico y cursi, todo esto por tus labios agridulces!
No me reconozco a mí mismo cuando te observo, actúo totalmente distinto; y tú caminas tan tranquila sin pensar en cómo por ti mi corazón suspira.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro