¿Cómo explicarte, cariño, que amo tu risa? Aun psicótica como una sombra del viento peinando al otoño, es una dicha tal melodía que me lleva a suspirar.

¿Cómo hacerte entender, cielo, que te pertenecía aun antes de saberlo? Que si pensaba en el amor de los libros, has sido tú el que has llevado las letras a palabras y las palabras a acciones.

Que si el universo me creó con su materia fue solo para atraerme como imán hacia ti, buscando esa vieja estrella a la que mi mitad pertenece y a la que tu mitad pertenece. Que somos un rompecabezas de historias inconclusas que buscaban encontrarse sin saber que intentaban hallarse.

Eres la carta que le faltaba a mi baraja para hacerme ganar el póker, soy el rompecabezas que quiebra más allá de la jaula de tu mente pero que no abandonas porque crees que puedes unirme, y no puedo mentirte, no puedo mentirme, me has unido en el más maravilloso paisaje entre tus manos cálidas que me gusta llamar hogar.