Una vez más, escribo con tinta de noche, acostada en la nieve del sueño de un recuerdo que pronto será borrado. Soy un Montauk sin hogar al cual volver.

Una vez más mis dedos sangran poesía rota. Mis labios intentan resoplar una risa perdida que no rima con el amor. Mis ojos lanzan una mirada que derrama pasado por mis mejillas.

Soy un bucle que se incendia como la historia de Roma en reversa: un amoR que se vuelve imposible de olvidar porque se ha tatuado en mis huesos. En las ramas de mis alas otoñales. En mis labios que te besaron hasta impregnarse de tus palabras esperanzadoras.

Soy una alfa que se ha quedado sin manada.