Ya estamos en verano. Han pasado unos meses desde la batalla final. Ambas asociaciones se disolvieron, las ciudades mixtas empezaron a crear y los brujos de los elementos se abrieron al mundo, completamente. Han conseguido grandes avances gracias a eso, tanto para la madre naturaleza como para sus vidas. 

Ya han legalizado las parejas entre otros brujos de elementos y otras especies. Si se puede tener hijos, se obliga a que haya un hijo como mínimo de cada especie, los brujos de fuego han compartido su conocimiento para que no sea necesario que las mujeres queden embarazadas para que se creen descendencia entre sus hermanos brujos. 

Además, han enseñado sus innovaciones a la cultura científica y viceversa. El mundo está evolucionando más y mejor gracias a esto. Todo es felicidad, dentro de lo que cabe. Alguna reunión toca, alguna revuelta hay que apagar, etc. Sin embargo, se podría considerar que todo lo que se habían propuesto cuando vinieron a Nevermore, lo han conseguido. 

Además, ya nos hemos graduado Xavier, Enid, Alberto, Marco y yo. De hecho, Alberto y Marco tuvieron que examinarse de mucho para llegar a conseguirlo, nada que no pudiesen lograr. Marco y Alberto han decidido que se van a ir a Noruega a estudiar, a Trondheim para ser exactos. Dicen que pueden estudiar ahí de sobra con el dinero que ha ganado Alberto de influencer y la carrera es mucho más barata que en EEUU. Cuando Marco me comentó que le esperan varios meses de pura oscuridad, se lo comenté a mis padres y estudiaré allí con ellos. Después de todo, ¿qué son las distancias si tu hermano se puede teletransportar por la luz y tu novio por la tierra? Enid también se ha unido, los cuatro volveremos a vivir aventuras juntos. No sé qué será de nosotros, pero tiene pinta de que será bastante interesante. Ella estudiará algo de comunicación, yo, medicina forense (para hacer un hobbie trabajo), Alberto estudiará relaciones internacionales y Marco, arquitectura. Va a ser grandioso. 

Marina y Juan se han mudado a una de las ciudades mixtas y van y viene cuando tienen que dar clase. Según Marina: "Un año en un internado, conviviendo con adolescentes, es más que suficiente.". Ahora, viven tranquilamente su amor públicamente y disfrutan de ello. Son realmente felices. De hecho, ahora estamos haciendo los últimos preparativos para su boda que será dentro de pocas horas. 

Marina nos ha elegido a Enid y a mí como damas de honor. Obviamente, vamos de negro, no podía permitir otro color en mi cuerpo. Enid se adaptó a ello, poniendo como condición que ella tendría la última palabra en el resto de los preparativos. Me pareció bien. 

Estamos en una playa con arena amarilla situada en España, país del que vienen. Es una playa pequeña, con un gran peñón al lado y un castillo al fondo. La verdad, es que está bastante bien. La ceremonia será en la playa y después, la comida será en un recinto que hay en la urbanización que rodea dicha playa. Va a ser muy bonito. Aunque para mi gusto, falta negro en la decoración. Sin embargo, aquí mi español es horrible. Crees saber español hasta que llegas al sur de España. 

Estoy poniendo unas flores en los bancos plegables que hemos puesto cuando Enid llega agobiada y horrorizada, algo común en la preparación de la boda. Intento descubrir que le pasa. Me acerco a ella para ver qué información saco. 

-¿Qué pasa, Enid?

-Marina, no está. Tenía que estar en peluquería, pero no está. Nadie sabe dónde está. ¡Todo va a ser un desastre!-empieza a gritar histérica

-¿Habéis mirado en la cala?-pregunto

-¡Ya he mandado a Mateo y no está ahí!-grita angustiada e insultada

-Vale, voy a buscarla. Puede que haya ido a la tumba-le digo tranquila y fríamente, lo normal en mí

-¿A la tumba? ¿Hoy?-pregunta extrañada

-¿Se te ocurre algo mejor?-le pregunto y ella resopla

-¡Marco!-grita Enid y Marco viene a nosotras, como un buen mandado-¡Lleva a Miércoles a la tumba!

Marco me mira extrañado, pero con miedo de que Enid le mire a la cara. Tiene terror cuando Enid se pone en plan organizadora. Suele decir que no sabía que los lobos podían dar tanto miedo cuando lideraban. Yo le asiento, como respuesta y el respira hondo. Ya llevamos varios meses juntos, hemos llegado a ese momento que no necesitamos palabras para comunicarnos. Eso es irónico, dado como suelo ser con las expresiones corporales. Nos entendemos y sacamos la mejor del otro, formando juntos un gran equipo. Podemos ser nosotros mismos y nos adoramos por ello. Es realmente increíble.

Marco me abraza y nos teletransportamos a la tumba de Amelia. Aquí está amaneciendo. Después de la batalla, Marina nos indicó donde había enterrado el cuerpo y conectaron la tumba con el verdadero cuerpo de Amelia. Ahora, se puede hablar con ella, al igual que pude hablar con Mateo, si en algún momento es requerido. Es una tradición de los brujos de tierra que puede ser útil. Espero que nunca necesitemos acudir a sus recuerdos. 

Cuando llegamos a la tumba, efectivamente, Marina está en frente. Unas cuantas flores están delante de la tumba de Amelia, en el suelo. Marina tiene marcas de haber llorado. Tiene su vestido de boda, azul cielo, como costumbre de los brujos de agua. Falta maquillaje y peluquería, pero aun así, está radiante. Marina nos mira sorprendida y triste al mismo tiempo. 

-Tenía que venir a verla, pensé mucho tiempo que sería la persona con la que me casaría. No me odiéis-dice Marina secándose alguna lágrima

Marco se separa de mí y abraza a su madre. Esta se hunde en su pecho y Marco pone su cabeza sobre la de su madre. Cierra los ojos y la aprieta con ternura, para apoyarla mejor.

-No te preocupes, yo también la echo de menos muchas veces-le dice Marco

-¿Soy mala persona por no quererla eternamente y casarme con otra persona?-le pregunta Marina con un tono muy triste-Me siento culpable

-No, mamá-Marco la separa y pone sus manos en el hombro de tu madre-Ella quería que fueses feliz y Juan te hace feliz. Disfruta el momento y no te sientas culpable. Tú seguiste viviendo. ¿Vale? Hay una gran ceremonia esperándote. Vas a ser muy feliz. 

-Lo sé-Marina se seca sus lágrimas-Gracias por venir a por mí, hijo

-No me las des a mí, ha sido idea de Miércoles que estuvieras aquí-Marco me señala y Marina me mira. Empieza a reír tras escucharlo. 

-Al final eres quién mejor me conoce, Miércoles-ríe Marina

-Bueno, después de todo, soy tu vidente y voy a todas partes contigo. Algo bueno debe tener-esbozo algo parecido a una sonrisa y ella sonríe con ternura al escucharlo

-Me gusta tenerte de nuera-asiente Marina y después, señala a su hijo-¡No la cagues!

Marco suelta a su madre y le mira sorprendido, incluso dolido. Le da una palmadita en el hombro mientras ríe y se separa de él. 

-Bueno, es hora de volver. Llevarme a que me pinten, chicos. 

Todos nos abrazamos tras estas palabras y Marco nos lleva primero a la peluquería y luego de vuelta a la playa. Tras unas horas, la ceremonia empieza. Es una ceremonia hermosa. Sven y Ango contando anécdotas, Zao siendo quién los casa, Mateo rodeado de agua llevando a Marina al altar, Juan y Marina llorando de alegría y todos sonriendo y disfrutando, incluso mis padres, los cuales llaman la atención entre los invitados. 

Finalmente, estamos en la fiesta de después de la comida. Hay música y todos están celebrando el gran momento. Algunos más borrachos que otros. Yo me dispongo a estar sentada y observar con mi bloody mary, esperando que salga una canción lo suficientemente gótica como para salir. En ese momento, una Marina borracha se sienta al lado de mí, totalmente alegre. 

-Miércoles, gracias-me dice, poniendo su mano sobre mi hombro-nada de esto sería posible gracias a ti. Eres increíble

-Lo sé-respondo y ella empieza a reírse

-Gracias por ser una impertinente que no llama a la puerta-me contesta con una amplia sonrisa

-Gracias por ser una bruja interesante con una vida patas arriba-le contesto

-Gracias por poner mi vida en orden-me contesta

-Gracias por poner mi vida en orden-le contesto

Ambas nos sonreímos tras esto. Es irónico que, finalmente, hemos acabado siendo importante la una a la otra. Ahora, somos familia. No sé qué nos deparará el futuro, pero sé que estaremos preparadas para ello.