Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 56

Salgo del cuerpo de Miércoles y voy directo a la batalla que hay en la superficie. Miro a mi alrededor, todo es guerra, sangre destrucción y cadáveres. Todos por parte del enemigo. No queda nada de la superficie que mostró juan en la maqueta. Sólo rocas tiradas en el suelo que sirve de escondite a aquellos que buscan refugio. Ya está prácticamente oscurecido, pero el fuego de la batalla hace que se vea igual que si el sol estuviera en su posición más alta. Es realmente catastrófico. 

Los nuestros están cansados y empiezan a agotarse, pero siguen ilesos. En parte, gracias a Marina, la cual ha curado más de una herida. No es su especialidad, entonces, no puede evitar dejar cicatrices cuando une miembros mutilados y cura heridas graves. Casi todos tienen cicatrices de ese tipo. 

Busco a mi padre. Mierda. Varios brujos del aire han conseguido elevarlo. Han tenido que juntarse más de cincuenta para conseguirlo. Hay una gran pila de cadáveres a su alrededor y otros cuantos mal heridos. Todos los que no han intentado antes. No puede controlar la tierra. Lo está intentando, pero es prácticamente imposible. Marina lo ve e intenta ayudarle, pero está demasiado lejos y no puede bajar la guardia. Le mira con temor que este sea su último momento. Si no hago algo, así será. 

Me centro en los cuerpos de esos brujos de aire, debo llegar a sus cerebros igual que aquellos vigilantes. Hecho. Chasqueo los dedos para hacer que se desmayen. Mierda, no tengo tanto poder como fantasma. No puedo hacerlo. Sin embargo, no puedo dejar a mi padre morir. Tengo que hacer algo, lo que sea. 

Tengo suficiente control para matarlos. Mi especialidad es el cuerpo, en general. Puedo parar sus corazones en seco. Así mi padre viviría. No puedo permitir que muera. Eso sí que no me lo permitiría. He vuelto para disfrutar de mi familia otra vez, criar a mis hijas, disfrutar de los momentos de abuelo, padre y nietas. No voy a quedarse con eso, aunque eso signifique renunciar a todos mis principios. 

Chasqueo los dedos y los corazones de todos esos brujos se paran en seco. Caen en el acto, muriendo todos y cada uno de ellos. Mi padre cae desde varios metros de altura. Creo una balsa de agua donde cae suave, sin hacerse daño. Mira a su alrededor, buscando a Marina o al jefe de los brujos del agua para dar las gracias. En cambio, ellos no son. Ríe al darse cuenta. 

Lo bajo poco a poco, haciendo que la balsa de agua desaparezca y vuelva a las nubes, de donde he conseguido el agua. Él no deja de reírse al ver lo que acabo de hacer. 

-No le contemos esto a tu madre, ¿vale? Seguro que me hecha la bronca porque hayas tenido que matar a gente-dice entre carcajadas

Yo me río también al escucharlo. Tiene razón. No quiero tener que pasar por eso. Escribo algo en el aire con hilos de agua:

"Me parece perfecto."

Él empieza a reír e incluso empieza a secarse unas lágrimas que brotan de sus ojos. Yo hago lo mismo. Tras tanta catástrofe, hay un poco de luz, la felicidad de mi padre. Eso vale más que mil vidas. 

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Salgo de la mente en blanco y aparezco en un laboratorio lleno de sangre. ¡Sangre! ¡Es una sangre increíble! Respiro hondo para disfrutar de su preciado aroma. Sonrío mientras miro el gran charco de sangre. Tiene pinta de haber sido una batalla apoteósica. Una pena que me la haga perdido. Hubiera disfrutado mucho. 

-Sí, vuelve a ser mi hermana-sonríe Plugsey mirándome directamente

-Miércoles, es mi sangre mezclada con la del corpus infinitus-comenta Alberto, con una gran preocupación en el rostro

-Una sangre maravillosa, espero verla pronto

-¡¿Qué?!-responde Alberto horrorizado 

Plugsey y Marco empiezan a reírse y yo esbozo algo parecido a una sonrisa. Alberto abre los ojos de par en par, horrorizado. 

-Sí, es Miércoles-responde Marco con una amplia sonrisa. 

Lo noto más tranquilo, pero con marcas de haber llorado. Me sale un nudo en la garganta al ver las marcas de sus lágrimas. ¿Me duele que esté triste? ¿Qué me pasa?

-¡¿Acaba de decir que quiere ver pronto la sangre de tu hermano y la miras así?!-dice Alberto, horrorizado

-Venga ya, Alberto, no te lo tomes personal-le responde Marco para quitarle importancia

-¡Es mi sangre!-reprocha éste

-Se pondría así con cualquier sangre, no es porque sea tuya-responde Marco. Totalmente cierto, he de decir. 

-Es verdad, supongo-suspira Alberto, intentando consolarse con esas palabras

Ambos hermanos, aunque tienen marcas de lágrimas, están de mejor humor que antes. Es como si hubiesen cerrado un capítulo que les consumía desde hace tiempo. No sé exactamente qué ha pasado, pero algo me dice que ya no tendré que soportar tantos llantos y dramas. No aguantar las emociones de la gente me parece razón suficiente para alegrarme por lo que acaba de pasar. 

-Es hora de que salgamos de aquí. Hay un paquete que de llegar a tiempo-dice Alberto, refiriéndose a la cabeza que lleva

Salimos de aquel laboratorio y nos disponemos a seguir a Marco. Son pasillos fríos, oscuros, pero con leves luces que permiten ver. Son pasillos claustrofóbicos y tenebrosos, que pueden asustar a la mayoría de las personas que lo crucen. Me encantan, realmente, me encantan. Quién ha ideado esto, es una mente brillante. 

Poco después de caminar, nos encontramos otra puerta igual a la del laboratorio que hemos dejado atrás. Marco nos indica que demos unos pasos atrás y usa su poder para crear un agujero en medio de la puerta metálica, permitiéndonos el paso. Entramos a otro laboratorio más grande, lleno de muestras, armarios y... ¿gente escondida? Se ve la parte superior de las cabezas a través de las mesas. 

Miro a mi alrededor, hay una ventana desde la que se ve la escena de la batalla, si miras hacia arriba. Esa ventana estaba conectada al lago que rodeada el gran edificio de arriba, pero todo el agua que había ha sido tomada para la guerra y ahora no queda nada. Ahora es un cristal que permite ver una obra de arte de terror, sangre, destrucción y victoria. Es totalmente glorioso. Me quedo embelesada observándolo. 

-¿Qué hacemos aquí?-pregunta Alberto extrañado-Esto no es parte del plan

-Cambio de planes-dice Marco bastante decidido-Plugsey, puedes ir a todo lugar que hayas visto antes, ¿no? El lugar donde nos has dejado al principio es porque Ango y Juan te han traído antes a un sitio desde el cual se podía ver para la batalla, cuando han venido a explorar, ¿verdad?

-Sí, todo cierto-asiente mi hermano

-Entonces, ¿puedes viajar directamente con Alberto allí? Hay que hacérselo llegar a mamá cuanto antes. 

-Vale-asiente

-¿Y vosotros no?-pregunta Alberto

-No,-mira el laboratorio a su alrededor con mirada fría y determinada-noto todo tipo de muestras aquí. Quiero eliminar toda probabilidad de que vuelvan a formar un corpus infinitus y a Miércoles le gusta la destrucción. Son dos pájaros de un tiro-sonríe al decir esto último

Al decir esto, se escuchan murmullos de los científicos escondidos. Muchos temen por su vida, otros se horrorizan al escuchar que todo su trabajo será destruido, otros se preguntan sobre qué ha pasado con el corpus infinitus ya formado. Realmente, son ridículos y humillantes estos científicos. Tienen la frialdad de dejar que Tyler haga una monstruosidad como violar a alguien igual a mí, pero luego en este momento, les parece muy cruel todo lo que está pasando. Malditos hipócritas. Siempre me ha dado pereza la gente y este es uno de los motivos.

-Me parece bien-responde Alberto, algo preocupado-pero ten cuidado, todavía no hemos tenido la charla

Yo le miro extrañada y Marco se pone nervioso al escuchar esto. ¿De qué están hablando? A saber, Mateo habla demasiado, puede haberles dicho cualquier cosa. 

Alberto toma la mano de mi hermano y ambos se teletransportan. Nos quedamos solos Marco y yo, con unos cuantos científicos asustados a nuestro alrededor. Ambos nos miramos. Marco me sonríe y no puedo evitar sonreír de vuelta. 

-¿Qué te parece... si voy destruyendo los armarios llenos de muestras... y tú les metes miedo y les sacas información?

-Tú sí que sabes lo que me gusta-sonrío de oreja a oreja. Algo que hace que los científicos se asusten aún más. 

Saco mi espada. Es el momento de usarla. Me acerco a una de las mesas y me subo sobre ella de un salto. Clavo mi espada en ella y dos científicos gritan del susto, apartándose del lugar donde estaba la espada. Me asomo y veo a dos hombres con bata atemorizados, debajo de la mesa. Yo giro mi cabeza varias veces para observarles bien. Ellos se asustan aún más y siguen suplicando por su vida. Esto es realmente estimulante. 

-¡No nos hagas daño, por favor!¡Haremos lo que sea!¡Por favor!-suplican

Esto es poco divertido. No he podido ni empezar y ya van a decirme todo lo que quiera. Mi oportunidad para poder torturar a alguien y ha sido desaprovechada. 

-Queremos toda la información sobre los proyectos, sobre la localización de los materiales y sobre las personas que están en la organización. 

-Por supuesto. Está todo en los ordenadores-dice señalando algo encima de la mesa. Vaya, he aplastado un ordenador cuando he saltado sobre la mesa. Miro a mi alrededor, cada mesa tiene un ordenador distinto. 

-¿Cómo consigo acceso?-pregunto autoritaria, clavando más la espada a la mesa. Esto hace que se asusten más. 

Uno de ellos sale, totalmente temblando. Cuando me ve completamente, se asusta aún más. Bien, me alegro de que mi apariencia asuste. Me paso mucho tiempo arreglándome para que sea así. Veo que tanto tiempo invertido da sus frutos. 

Se dirige a un ordenador que no está estropeado, pone sus claves y me enseña la pantalla. Está lleno de carpetas de muchos proyectos y mucha información. Se aparta cuando me acerco a mirarlo, atemorizado. 

-Está todo-le comento a Marco

-Entonces-dice, mientras crea un gran bloque de piedra que destruye por completo tres armarios a la vez-permite que se vayan. Esta ya no es su guerra.

-¿Tan pronto?-pregunto desanimada. He perdido completamente mi oportunidad para torturar a alguien. Era demasiado bonito para ser cierto. 

-¿No quieres que estemos solos?-me pregunta con media sonrisa. Sí, me ha convencido. 

-Está bien, que se larguen todos

Tras decir esto, una gran cantidad de gente sale de su escondite y salen por el hueco que ha creado Marco para entrar. Todos con el rabo entre las piernas. Todos seres horribles que, a la hora de la verdad, son sólo una panda de cobardes. Despreciables. 

Busco en algunos cajones de las mesas. Debe haber algún pen-drive donde guardar toda la información. No nos va a dar tiempo a mirarlo todo hasta que termine la batalla. Es mejor tenerlo por si acaso. Finalmente, encuentro uno de un conejito adorable. Realmente terrorífico. 

Me dispongo a enchufarlo y guarda toda la información, tras borrar todo lo que había en el pen-drive, total, su dueño no va a volver a por él. 

-¿Hay mucha información?-me pregunta Marco, apareciendo detrás de mí

-Mucha, va a requerir mucho tiempo y la batalla está a punto de finalizar. Mejor, nos lo llevamos y vamos destruyendo todo poco a poco, ¿no?

-Sí, así podemos aprovechar el tiempo y podemos centrarnos en destruir el laboratorio. Es donde presiento más muestras, algo me dice que, si destruimos lo que hay aquí, destruiremos lo más importante de toda la información que estás guardando. Buen trabajo, Miércoles. 

Me giro y Marco está mirando fijamente la pantalla. Después, se gira y mira todos los armarios y todos los sitios que quedan por destruir, con mirada decidida al hacerlo. No sé si es por como ha dicho la palabra "destruir" o por el furor de la batalla, pero estoy muy excitada en este momento. Él se gira al percatarse que le estoy mirando. Me mira fijamente. No aparta la mirada y yo, tampoco. 

-No sólo vamos a destruir cosas, ¿verdad?-me pregunta

-No-le respondo lanzándome a besarle. Él me agarra de la cintura y me sube a la mesa. No, definitivamente, no sólo vamos a destruir cosas. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro