Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 52

Nos hallamos en la plaza principal de la academia, al lado del famoso árbol de la pelea con Joseph Crackstone. Es irónico que la batalla sea justamente encima de este lugar. Supongo que todo acaba donde empezó. Miro a mi alrededor, sólo estamos nosotros. El resto del colegio están en el subsuelo, ayudando a los indefensos que salvaron. Es interesante lo que acaba pasando por ser curiosa. Si no investigara a la mínima, nada de esto hubiese sucedido. 

Me fijo en mi hermano. Está contento mientras habla con Alberto. Veo que él no tiene miedo. Al contrario, temo más yo por su vida que él por la suya misma. Resoplo mientras le observo. Espero que vaya todo bien. 

Noto una mano en mi hombro, me giro y es Juan. Mirando a Plugsey y a Alberto mientras hablan. 

-Tranquila, Miércoles-me susurra-hemos acordado con él que se teletransportará una vez cumpla su cometido. No le va a pasar nada. 

-Gracias-respondo mientras le observo y me libero de esa presión

-Miércoles me ha dado las gracias-dice Juan mientras quita su mano de mi hombro, y la lleva a su pecho, con una gran sonrisa y una mirada llena de ilusión. 

Yo le miro extrañada, pero él ya se está yendo a donde está Marina. Le agarra de la cintura y empieza a comentarle algo. Marina se gira hacia él y comienzan a hablar, ambos sonríen al mirarse y sus ojos están iluminados. Están en pura armonía. Supongo que, aunque encuentres un gran amor, no significa que no haya otros amores en la vida que puedan hacer sentirse así. 

-¿A qué son monísimos?-comenta Mateo justo detrás de mí, con gran alegría

Ya me había acostumbrado a no tener un fantasma cerca todo el tiempo. Entonces, llega Mateo. Esto de ser al único ser al que pueden hablar es un tanto incómodo. Nunca he sido sociable, no voy a ser distinta con los fantasmas. 

-Ahora tienen un amor legal, según la reunión que han tenido los grandes maestros. En insistencia de tu padre, en cierto modo.-le comento

-Papá siempre ha soñado con casarlos, no me extraña-ríe mientras no le quita ojo a la pareja

-Bueno, exactamente, ¿en qué momento vas a controlar mi cuerpo? Es para hacerme a la idea. Después de todo, mientras lo hagas, estaré en un trance y no sentiré nada. Me gustaría saber el momento justo.

-Cuando ya te hayas teletransportado. Yo soy un fantasma y no necesito viajar por la luz. Además, no me apetece sentir eso, tiene pinta de incómodo. 

-¿Y por qué lo tengo que sentir yo? No es el tipo de tortura que quiero que me hagan-le reprocho

-Porque eres su hermana y bueno, teniendo ese modo de transporte en la familia... ¿Cómo no lo vais a aprovechar?-comenta con gran entusiasmo y alegría, algo que no comparto

Parpadeo varias veces como respuesta y me giro a mis compañeros de batalla. Marco me mira con media sonrisa. Siento ese calor de nuevo, así que aparto la mirada involuntariamente. Mateo se acerca a mí, con mirada burlona. 

-¿Esos son sentimientos?

-Calla-le ordeno

-Bueno, luego cuando tenga control de tu cuerpo, pregunto y me entero bien del drama-empieza a reírse sólo. No me está pareciendo bien que vaya a poseer mi cuerpo. 

-¿Todo bien, Miércoles?-me pregunta Marco-Porque sigues siendo tú, ¿no?

-Sí, sí. Sigo siendo yo. Me comenta Mateo que cuando lleguemos allí, será cuando tome mi cuerpo, aunque no sé si quiero que tome mi cuerpo-digo mientras miro a Mateo con cara de pocos amigos

-Entiendo. Quieres que Marco sea quién tome tu cuerpo-empieza a reír Mateo. Me pongo nerviosa y abro los ojos de par en par tras este comentario, noto calor en mi rostro-¿Te estás poniendo colorada? ¿Tienes color y todo, Miércoles?-sigue vacilando Mateo

-Bueno, será un momento. Después, podrás disfrutar de la batalla y podremos hacer lo que hemos practicado-dice Marco, mientras guiña el ojo

-Uy, Miércoles, ¿practicado? ¿Qué has practicado? ¿Lengua?-ríe Mateo 

Me giro y le miro con total cara de desprecio. 

-Eres un ser despreciable-le comento muy serie. Él ríe aún más con este comentario. Espero que no ría tanto con mi cuerpo, no está acostumbrado a ello, seguro que me dan nauseas después. 

-¿Por qué le dices eso?-pregunta Marco inocente-¿Todo bien?

-Sí, sólo que es demasiado bromista para mi gusto

Ríe Marco levemente ante este comentario. Cruza su brazo por mis hombros y me mira con una sonrisa dulce y tierna. Algo hace que me ponga nerviosa, otra vez calor en los mofletes. No me acostumbro a esto de los sentimientos. No es interesante en absoluto. 

-Bueno, un poco de bromas antes de una batalla, vienen bien y todo. Ayuda a liberar el miedo y el estrés. 

-¡Íos a un hotel, pareja!-empieza a gritar Mateo. Después de eso, empieza a aplaudir y a decir, repetidamente "Que se bese, que se besen". Creo que es el ser más insoportable que he conocido hasta este momento. 

-¡Te quieres callar!-le grito en un momento de desesperación para que se calle

Todos se callan, todos, menos Mateo, que sigue con su broma. Todos me miran extrañados, viendo como le gritan a la nada. Después, miran a Marco y seguidamente, a mí. Marina y Zao se miran, con una sonrisa burlona. 

-Mateo, hijo, deja a la niña-dice Zao mirando a todas partes-Seguro que le estás haciendo alguna gracieta de las tuyas

Mateo para y se cruza de brazos, como un niño al que le acaban de quitar el juguete, al igual que Zao antes en la reunión. Después de todo, son padre e hijo. Al fin, paz. 

Marina se acerca a nosotros, con determinación. Pone su mano encima del hombro de su hermano. Asiente la cabeza con mirada dubitativa, y mi hermano la asiente con una amplia sonrisa. 

-Bien, es vuestro turno. Os daremos de margen veinte minutos para que os vayáis adelantando. Recordad, debéis ser sigilosos. 

-Sí-contestamos todos al unísino

Marina agarra con un brazo la espalda de Marco y con otro, la de Alberto. Le da un beso en la cabeza a Alberto y tira hacia abajo de Marco para que se agache. Él lo hace y le da un beso en la cabeza. 

-Tened cuidado, por lo que más queráis-dice Marina con una mirada triste

-Lo tendremos, mamá-dicen los dos al unísono. Marina se emociona al escuchar esto y está a punto de llorar de felicidad. Se aguanta como puede y se aparta de ellos. 

-No hagas locuras, Miércoles-me indica señalándome con el dedo-te quiero viva

-No prometo nada. Aunque, yo también me quiero viva. 

Marina sonríe al escuchar esto y me revuelve el pelo como muestra afectiva. No me gustan las muestras de afecto, y menos, si estropean mi imagen gótica y fría. 

-Mateo, cuídalos-dice Marina, mirando al cielo al no saber dónde está

-Por supuesto, Marina-dice con media sonrisa

Finalmente, ella se va con sus compañeros de combate. Nos va mirando mientras lo hace con una media sonrisa. Orgullosa de lo que ha conseguido. 

En ese momento, Sven y el jefe de los dragones de fuego se convierten en dragones. Ya había visto la forma de dragón de Sven antes, pero no el del jefe. Es una monstruosidad de 20 metros de altura y bastante ancho. Es de color rojo y la parte del vientre, amarillo claro. Sus ojos están tintados en sangre y tiene unos bigotes de bastantes metros de largo que le salen del hocico. Es realmente impresionante. No sé ni cómo cabe en esta plaza. 

-Los brujos de fuego eligen a su jefe segur el tamaño de su...-empieza a decir Mateo y se queda callado tras decir esto, haciendo señas con la cabeza y media sonrisa. Yo no entiendo a qué se refiere, pero esperaba que al fin se callase-de su... dragón

Parpadeo varias veces mientras dice esto y vuelvo a observar esa magnífica bestia. ¿Quién diría que ese ser tan pequeño se podría convertir en un ser tan enorme y majestuoso? Los brujos de fuego son realmente increíbles. 

Salgo del trance tras una palmada de mi hermano. Me giro y le observo, Alberto y Marco también lo han hecho. Sonríe de oreja a oreja, mirándonos con cariño a todos. 

-Bueno, llegó el momento. Hay que teletransportarnos allí. Para ello, todos tenemos que ponernos en círculo y darnos de la mano. 

Me limito a hacer lo que acaba de ordenar mi hermano. Le cojo la mano a Marco y a Alberto. Ambos me miran con media sonrisa y me asienten cuando lo hago. El mismo gesto que Marina le ha hecho a mi hermano hace un momento. 

-Ahora, cerrar los ojos y respirar hondo. Dejadme el resto a mí. 

Cierro los ojos y respiro hondo. De fondo, oigo como mi hermano empieza a recitar unas palabras que desconozco. Noto como poco a poco peso menos, como poco a poco mis partículas me van dejando hasta sentir que soy ligera como el aire y que vuelo. A los pocos segundos, noto como mi materia vuelve a mí, como poco a poco me vuelvo más pesada, hasta sentirme como siempre. 

-Ya está-dice Plugsey-ya podéis abrir los ojos

Abro los ojos y miro a mi alrededor, estamos en una plataforma pequeña dentro de la hélice. Todo es metálico y oscuro, aunque hay varias señales rojas de luz led a nuestro alrededor. Estamos en una pequeña plataforma, colocada en la pared cilíndrica del recinto en el que estábamos. Dejado teníamos la hélice y el exterior, arriba teníamos otra hélice. Supongo que es así como se mantiene en el aire. La plataforma está conectada a un pasillo, amplio pero oscuro, donde las únicas luces son de led. 

-Esperad un momento, voy a ocultar nuestras vibraciones-comenta Marco

Pone su mano en el pecho y respira hondo. Después de un minuto o dos, nos mira a todos con una sonrisa y asiente, indicando que ya lo ha hecho. Hace señas con la cabeza, dirección pasillo. 

-Bueno, Miércoles, es el momento-comenta Mateo

-Es cierto, es el momento que posees mi cuerpo, no hagas locuras-resoplo

-Haré sólo las necesarias-sonríe Mateo

No me transmite confianza, eso que acaba de decir. Le miro extrañada. Sacudo mi cabeza para centrarse y respiro hondo. Me limito a dejar mi cuerpo relajado, preparado para la ocasión. Respiro hondo, intentando entrar en trance y poner la mente en blanco, hasta conseguir no sentir... nada. Todo blanco. 

Vaya, vaya. Así que esto se siente al estar en el cuerpo de Miércoles. Esto va a ser muy divertido. Una pena que no pueda aprovechar y fumarme un porro.    


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro