El momento ha llegado. Queda una hora para comenzar la batalla. Estamos todos los que vamos a ir en el despacho de Marina, de pie, en posición de círculo. En medio de nosotros, hay una mesa de piedra redonda, con una representación exacta, también de piedra, de cómo será el campo de batalla. 

Era una maqueta perfecta, no falta detalle de nada. Es algo totalmente asombroso. Primero, todo el edificio está sobre una media esfera, con tubos de gran tamaño con hélices que hacen que está suspendido en el aire. Sin embargo, en comparación con la media esfera, no se ven grandes, sino todo lo contrario. 

El edificio está dividido en dos partes bastante significativas. La primera parte, la que está más pegada a la esfera, es un prisma circular perfecto. Tiene pequeñas ventanas con barrotes, colocadas en ZIP ZAP, alrededor del edificio. Es una parte sosa, sin grasa, incluso un lugar que invita que te vuelvas loco. ¿Cuánta luz podría tener las habitaciones de esa parte? La segunda parte, es todo lo contrario. Encima de ese edificio feo y sin luz, hay un parte precioso y que cumplen las proporciones perfectas del círculo. En la circunferencia exterior hay 18 árboles, todos separados a la misma distancia. De esos árboles conectan puentes, que cruzan un lago con fuentes y estatuas sumamente realistas de mármol, que llevan a un gran césped lleno de flores. En el centro de todo ello, se encuentra un edificio que es un cilindro perfecto, lleno de grandes ventanales y hermosos diseños en las partes. La primera planta de ese edificio está llena de columnas de arte griego y grandes arcos. En el centro, está la escalera que lleva al resto del edificio. Es bastante alto, tiene varios pisos. Al final del todo, hay una cúpula muy parecida a las de la Basílica del Sacré-Coeur, sin la cruz arriba del todo. Es realmente alucinante. Si este edificio lo ha diseñado Amelia, es realmente una mente prodigiosa. Un enemigo al que hay que respetar. 

Me quedo embelesada con la escultura y Juan se acerca a mí con una sonrisa pícara, mientras nos estamos preparando para la reunión. 

-¿Te gusta? ¡Lo he hecho yo!

Supongo que esta es la eficacia de la que hablaba Zao. Es realmente increíble. 

-¿Cómo lo has hecho?-le pregunto curiosa

-Es un secreto, no puedo contarlo-me da un ligero codazo en el brazo como muestra de afecto

-Una pena que sea lo primero que voy a decir en la reunión-dice Marina mientras ordena varios papeles y se coloca las gafas mientras los analiza

Juan se queda sorprendido, con una cara incluso cómica. Sven, Ango y Zao se empiezan a reír, fuertemente. Supongo que era una escena común cuando eran estudiantes de Zao. Realmente, esos días debieron de ser bastante interesantes. A saber, todas las locuras que llegaron a hacer. 

-Bien, ya estamos todos aquí y no falta nadie. Es el momento de la reunión empiece-dice Marina cortante, totalmente seria, haciendo que todos callaran y le prestaran atención. 

Ha tomado la misma actitud que cuando da clase. Esa actitud serie y firme que hace que todos cumplan los límites. Después, a la hora de contar historia, una leve sonrisa se le escapaba alguna vez, e incluso hacía que los alumnos participaran y había alguna broma. Eso sí, todos le temíamos, aunque pudiese hacernos reír, así que ninguno pasaba el límite. Era realmente increíble, el aire de poder y sabiduría que podía desprender. Espero que esta reunión vaya igual que sus clases, fluidas y sin interrupciones, así empezaremos pronto la gran batalla. Después de todo, dicen que los adultos se portan mejor que los adolescentes, ¿no? ¿Por qué iba a ir peor que una de sus clases?

-Ango y Juan han volado sigilosamente hasta el lugar donde se haya el corpus infinitus. Es una especie de sede con laboratorios incorporados. La sede sería el edificio de arriba y los laboratorios sería el edificio de abajo. Por lo tanto, el mejor plan de acción que podemos definir es el siguiente. 

-¿Juan? ¿Has volado con un brujo del aire y has sobrevivido? ¿Cómo es no sentir la tierra? Mareante, ¿verdad?-le empieza a decir Zao a Juan, el cual está lo más lejos posible de Zao. Juan tiene los ojos abiertos y parpadea varias veces mientras mira de reojo a Marina. Zao se gira hacia ella. Ésta le mira no con cara de pocos amigos, si no de que va a matarle mientras duerme. Zao da un rebote cuando la ve y se calla. 

-Levanta la mano si quieres hablar-le susurra Juan

-¡¿Cómo que levantar la mano?! ¡Ella en mis clases no se callaba! ¡Esto es muy hipócrita de tu parte, Marina!-reprocha Zao, indignado

Marina vuelve a mirarle igual que antes y resopla, como un dragón antes de empezar una matanza. Zao abre los ojos de par en par y se acerca a quién tiene al lado, que es el jefe de los brujos del agua. 

-No me habías dicho que como profesora tiene tan mala leche-le susurra a su compañero

-¡Zao! ¡Ya!-suelta Marina un bocinazo y Zao se incorpora e indica con gesto que ya no va a hablar más.

 Al final, los adultos se pueden comportar peor que los adolescentes. Lo tendré en cuenta para cuando necesite argumentarlo. 

-Bien, prosigo-dice Marina mientras fulmina a Zao con la mirada y carraspea para volver a centrarse en la explicación. Por lo que han percibido, en la parte de laboratorios, hay tantos normales como marginados, aunque mayoritariamente normales. Hacen los experimentos finales para obtener resultados directos a sus metas. Han concluido esto porque no hay marginados sufriendo como en el laboratorio de anoche, si no, pruebas finales, sitios de entrenamiento y todo tipo de células, pieles, porciones... las cuales usarán para sus metas. El laboratorio de anoche sería más bien de dónde sacan el producto y "juegan" con el producto y aquí sería donde lo usan para sus estudios y su beneficio. Es un poco frío, teniendo en cuenta que hablamos de marginados, pero es como lo ven ellos, por lo que nos han contado los supervivientes del laboratorio. Por cierto, agradezco ya la ayuda proporcionada por todos. Hemos conseguidos grandes avances.   

-El privilegio es nuestro. Ahora sabemos la importancia de la batalla. Me he quedado cautivado por todo el trabajo que habéis hecho. Mi enhorabuena, a Juan y a Ango por esta maqueta y a todos los que participaron en el asalto de esta noche del laboratorio-comenta el que, después de todo, es el gran maestro de aire. Supongo que es un hombre que se viste sin seguir géneros. 

-Muchas gracias-sonríe Marina-sólo hacíamos nuestro deber

-¡Ah! ¿Ella si puede hablar y no la miras mal?-contesta Zao de mala manera y Marina le fulmina con la mirada. Zao da un bote. 

Empiezo a escuchar una risa. La busco.  Ahí está Mateo, bueno, el espíritu de Mateo, riéndose con la escena. Se percata que lo estoy mirando y me indique que mire hacia la ventana. Ya ha empezado el atardecer, así que es el tiempo mágico que me comentó antes. Ya está aquí para saber cuál será su papel y por lo tanto, cuál será el mío. 

Levanto la mano, igual que hago en clase y Marina me da permiso para hablar, indicando con la cabeza a Zao como debe hacerse. Él se lo toma personal. 

-El espíritu de Mateo está aquí, preparado para saber su papel. 

A Zao se le ilumina la cara y empieza a mirar por todas partes, sin acertar donde está. Mateo sonríe al ver lo que está haciendo su padre. Marina también sonríe y suspira, llena de felicidad. 

-Gracias, Miércoles. ¿Puedes transmitir la información que quiera compartir o las preguntas que quiera hacer Mateo?

-Sí-respondo firme

-Perfecto. Continuamos. Zao, ¿vas a hacer el ridículo delante de tu hijo? No, ¿verdad?-esboza Marina media sonrisa y ahora es Zao quién le fulmina con la mirada. Esto hace que Marina sonríe completamente. Esto hace que los grandes maestros de aire y fuego se asombren, como quién de repente descubre como hacer ecuaciones de segundo grado. El jefe de los brujos de agua ni se inmuta, seguramente, ya lo supiese.-Prosigo. Bien. La batalla va a tener dos partes bien diferenciadas. Una, la llamada de atención y destrucción de la sede y otra, la verdaderamente importante, la búsqueda del corpus infinitus y destrucción del mismo. Empezaré explicando este último porque es el más importante. En esta parte estarán Mateo, Plugsey, Alberto, Miércoles y Mateo. Al ser Mateo un fantasma, podrá cruzar sin ser visto hasta confirmar si el corpus infinitus está en el mismo sitio que ha visto Juan o a cambiado de sitio. Puede ser que lleguemos tarde y ya haya despertado, lo cual, es un contratiempo que tenemos que estar preparados. Incluso, puede que despierte cuando lleguéis a él. Entonces, tendréis que luchar y Mateo con Miércoles irá sanando vuestras heridas con su poder. Si no está despierto, mejor, le cortáis la cabeza y punto, aunque sea un cuerpo igual al de vuestra madre, es bastante necesario hacerlo. Puede llegar a ser muy peligroso, pero su derrota es algo fundamental. Por eso, no quiero que peléis, quiero que vayáis con sigilo sin ser descubiertos. Además, si por algún casual, encontráis el espíritu de Amelia-traga saliva al decir esto-Plugsey deberá practicar el hechizo que le he indicado, haciendo que vaya hacia la luz y se dirija a su descanso eterno. Va con vosotros ya que puede ser que el espíritu esté en el mismo sitio que el corpus infinitus. No os pueden pillar y menos poneros a matar a la mínima de cambio. Mateo debe asegurarse de ello. 

-Lo iba a hacer de todas maneras. No soy partidario de las matanzas-comenta Mateo

Genial, al final la batalla va a ser más aburrida de lo que esperaba. Levanto la mano y Marina me da turno de palabra:

-¿Y cuando tengamos la cabeza, podemos empezar a matar a todo el que encontremos?-le pregunto bastante interesada

-¡Niña!-responde Mateo y noto como un látigo de agua me da en la cabeza-¡Estás hablando de vidas!

-No sé qué te ha dicho Mateo, pero he visto la colleja, así que ya te habrá regañado él-responde Marina intentando aguantarse la risa, algo que Zao no ha podido evitar y se está riendo a carcajada limpia con tan sólo ver la colleja.-Lo que debéis hacer es subir a la parte superior, donde estaremos el resto batallando, como voy a explicar ahora. Levantaremos la cabeza cortada para indicar el fin de la batalla. 

-Entonces... ¿la verdadera batalla estará arriba? ¿La sangre y destrucción... estará arriba?-comento decepcionada y todos me miran extrañados

-No-responde el gran maestro de aire con actitud de sabiduría y ternura al mismo tiempo-la verdadera batalla es lo que hacéis vosotros. Nosotros gastaremos sus fuerzas para que podáis pasar aún más desapercibidos. ¿Verdad, Marina?

-Sí y no, en parte, Miércoles tiene razón. Nosotros nos encargaremos de destruir a los grandes cargos de la sede. Los cuales, están en el edificio de arriba. Sé que alguno seréis más o menos partidarios, para lo más seguro es ir a matar. Habrá marginados de todo tipo y también... brujos de los elementos. 

-¡No podemos matar brujos de los elementos!-responde el gran maestro de aire

-¡Oh! Los de aire sois tan monos...-responde Zao

-No somos monos, tenemos sentido común, no cómo la barbarie que hacéis vosotros de ascender matando-contesta el gran maestro de aire

-¿A quién llamas bárbaro?-contesta Zao de forma agresiva

-¡Ya!-grita Marina dando un golpe en la mesa con su taco de folios. Ellos callan al momento y todos nos quedamos mirándola, esperando la siguiente dirección-Podemos acordar que intentemos no matar a los brujos del aire y que a los brujos de tierra no, ellos se lo han buscado y es la cultura que tienen. ¿Os parece bien? 

-Sí-responde el gran maestro de aire

-Sí-responde Zao

-¿El resto de elementos?-pregunta Marina

-Para los dragones es un honor morir en combate-responde el gran maestro de fuego

-Ellos se lo han buscado, que mueran. Es una batalla -contesta el jefe de los brujos de agua

-Bien, pues intentemos no aniquilar a brujos del aire. Continuamos. Es importancia recordar que agua vence a fuego, fuego vence a aire, aire vence a tierra y tierra vence a agua, al menos, esas son las normas de la naturaleza. 

-Sí, porque yo os pegaba una paliza-responde el gran jefe de fuego con risas. Marina responde fulminándolo con la mirada. Él se asusta y se calla. Marina resopla. 

-Bien, continuo. Me refiero a esto para que los que somos de agua, intentemos luchar contra los de fuego, el control de la sangre nos beneficia con los dragones. Los que son de fuego, vayáis a por los de aire, que alzarán vuestras llamas y podéis ganar con más facilidad, los de aire vayáis a los de tierra, que podéis elevar y que pierdan todo control de su elemento al no tener contacto con él y los de tierra, ir a por los de agua, a los que podéis frenar su elemento y hacer que no puedan moverse. Bueno, a mí no, pero alguno en la batalla habrá que sí. 

-¡Oye!-responde Zao indignado y los demás empiezan a reírse, incluida a Marina. Esta, se esfuerza para dejar de reír. 

-Vale, vamos a seguir que no nos da tiempo. Dicho esto, lo primero que haremos será ir Sven y Zao. Sven es un dragón más pequeño, así que lo verán más tarde y tiene una gran velocidad, necesaria para lo que necesitamos. Bien, Sven, lazarás llamaradas a la base del edificio al césped, haciendo que arda. Debes volar veloz, sin llegar a estar lo suficiente cerca para que te alcancen, pero lo suficiente cerca para lanzar grandes bolas de fuego. Además, en tu lomo estará Zao, que, cuando ya haya un incendio y estén intentando apagarlo, debe bajar, directo al edificio y hacer que caiga. Te he visto hacer cosas peores, te resultará fácil. 

-¿Qué tengo que estar en el lomo de este?-pregunta Zao asustado y Sven le lanza un besito. Zao le da una colleja y Sven empieza a reírse. No deja de ser su antiguo profesor, después de todo. 

-Bien, cuando haya pasado esto, es cuando llegaremos todos. Juan me ha comentado que subirá elevado por tierra, Ango prefiere subirse así mismo usando los flujos del aire

-Yo también-responde el gran maestro del aire

-¿Y yo encima de un dragón?-pregunta Zao decepcionado

-¡Zao! ¡Ya!-suelta un bocinazo Marina y Mateo empieza a reírse a carcajada limpia. Zao reprocha como un niño pequeño, cruzándose de brazos ante el bocinazo de Marina. Me giro y Mateo los mira con una sonrisa llena de cariño, disfrutando ese momento. 

-Entonces, ¿el jefe y yo a lomos del gran dragón? A mí me parece una gran forma de entrar a la batalla-dice Marina mientras mira a los dos jefes restantes

-A mí me parece perfecto. Ya sabes que me encantan tus planes-dice el jefe de los brujos del agua

-Me parece bien, así puedes ver lo que te has perdido por adelantarte unas semanas-empieza a presumir el gran maestro de fuego

-Dicho esto, creo que no hay nada más que comentar. Juan, Sven, Ango y yo formaremos algún ataque en grupo, dado que llevamos mucho trabajando juntos. Si necesitáis algún ataque, gritarlo, aunque confío en vuestra gran habilidad. 

-Zao, a lo mejor necesitas mi ayuda-ríe el gran maestro del aire

-Antes muerto que ayudado por uno del aire-responde al acto y todos empiezan a reír

Me quedo observándolos, hay algo que no tengo claro. Algo realmente importante, así que levanto la mano. Marina me da turno de palabra. 

-¿Y cómo subimos nosotros?-le pregunto

-Ah, creía que ya lo habíais hablado con Plugsey-Marina se queda extrañada-mediante la luz

-¿Qué?-pregunto extrañada-¿Cómo mediante la luz?

-Vamos a viajar por la luz y vamos a llegar enseguida, hermana-contesta Plugsey-Nos cogeremos de la mano, diré unas palabras y puff, dentro del interior de las hélices. Va a ser genial. Te va a encantar. 

Después de haber sido teletransportada por agua y por tierra, no sé si va a ser genial teletransportarme por la luz. Todo sea por ver derramar sangre. Aun así, algo me extraña. Todos están felices y animados, dentro de lo que cabe. Vamos a una batalla y no veo el terror en sus miradas. ¿Eso es porque es su día a día o porque no le temen a la muerte? Viene una batalla que recordarán en los libros de historia, una grandeza de lucha, sangre y mucha destrucción. ¿No sienten miedo? 

-Los brujos no tememos a la muerte, Miércoles. Somos parte de la naturaleza y por eso, la aceptamos como parte de la misma-dice Mateo, escuchándolo obviamente sólo yo-¿Esperabas el terror en sus miradas? 

-Sí. Al menos. 

-Verás el terror del enemigo en la batalla. ¿Te basta?-ríe Mateo

-Me basta-contesto con media sonrisa-¿Cuánto podré disfrutar de la batalla, Mateo?

-Necesitaré ocupar tu cuerpo hasta que destruyamos el corpus infinitus. Después de eso, iremos por caminos separados si es necesario. 

-Bien, al menos podré contemplar la parte divertida. Me parece bien. 

-Miércoles-me dice Marina y todos se callan para escuchar-¿Hablas con Mateo? ¿Qué habláis?

-Cotilla-ríe Mateo

-Sobre como actuaremos en la batalla. Dice que ocupará mi cuerpo hasta que destruyamos el corpus infinitus y después, dependiendo de la situación, iremos por caminos separados si es necesario. 

-Me parece perfecto. Mateo siempre ha sido el cerebrito. Confío en su criterio. 

-¿Y en el mío no, que soy su padre?-reprocha Zao

-No-responden todos al unísono