Capítulo 46
Marina se levanta y me indica con la cabeza que lo haga. Nos dirigimos a aquella sala. Es circular, de hecho, más que una sala, parece una plataforma. Todos los grandes maestros están en círculo. Ya conocía a los grandes maestros de tierra y agua, pero los de fuego y viento son la primera vez que los veo. Teniendo a Sven de referencia, es extraño que el gran maestro de fuego sea un señor de unos cincuenta años bajito, moreno y ojos oscuros. La verdad es que tiene bastante parecido a Marina. ¿Vendrán del mismo laboratorio? ¿Será su padre biológico? Creo que nunca podré resolver mis dudas. El gran maestro de viento no se sabe si es maestro o maestra. Es mezcla de varias razas y tiene unos ojos claros y decididos en una piel algo oscura con pelo realmente rizado. Lleva pendientes, maquillajes extravagantes y el mismo ropaje que lleva Ango.
Todos los que están en la sala inclinan la cabeza cuando entramos y Marina también lo hace. Con la cabeza inclinada, me fulmina con la mirada por no hacerlo. Resoplo, supongo que, debida la situación, he de inclinarme, aunque esté en contra de mis principios. Si no fuera por derrotar a mi enemigo y plantear una gran batalla con muerte y destrucción, no lo hago ni con esa mirada de Marina.
Vuelven a una postura erguida y Marina hace lo mismo. Intuyo que es lo que debo hacer, así que los imito. En ese momento, el suelo empieza a subir y el techo empieza a abrirse. Efectivamente, era una plataforma. Intento mostrar serenidad, pero esa experiencia no está siendo de mi agrado.
Salimos al exterior, estamos en una gran terraza con sus plantas, fuentes y barandillas altas que permiten ver, pero no caerse. Es una gran obra arquitectónica. Los maestros del aire saben montárselo bastante bien. Aunque le falta tonos oscuros para que termine de ser de mi gusto, algo más tétrico sería realmente lo ideal.
-Bien, Marina, hoy nos reunimos aquí por un asunto de gravedad. Al fin hemos descubierto quién está detrás de las dos asociaciones que más revueltas nos han provocado en los últimos años. Necesitamos la información clave para plantear que hacer al respecto y el gran maestro de tierra dice que tú tienes esa información, además, el gran jefe de agua colabora esto. Nos interesaría que dejase las emociones a un lado para esta reunión y seamos lo más objetivos posibles. El futuro de los brujos de los elementos dependemos de ello - comenta el gran maestro o maestra... lo denominaré gran maestre de aire, por no tener claro su género. A lo mejor a lo largo de la conversación lo descubro... o a lo mejor no tiene. La gente es muy complicada y yo no soy quién para descifrarla.
Marina asiente y se desplaza al centro del círculo. Me indica que yo no avance hasta ahí. Así lo hago, quedándome quieta. Ahora que veo al gran maestro de fuego y a Marina en el mismo plano, realmente parecen padre e hija. Sin embargo, no voy a meterme en esa conversación. Seguro que todos se han dado cuenta de ello.
Respira hondo antes de hablar, sus manos tiemblan. Intentan taparlas para que no se noten. Hay demasiadas emociones sobre la mesa y está buscando la manera de reprimirlas. Empieza a respirar muy rápido. Entonces, el gran jefe de agua pone su mano en el hombro de Marina. Esta se relaja y empieza a respirar normal. Mira al gran jefe con media sonrisa y susurra: "Gracias". Él sonríe y asiente, seguidamente, vuelve a su sitio. El gran maestro de fuego y le gran maestre de aire se miran tras ello con los ojos abiertos, dándose cuenta de la relación cercana que tienen ambos.
-Como ya sabéis, quién está detrás de todo es Amelia. Ella es...-empieza a decir y se queda mirando el suelo, con la tristeza notándose con diferencia-ella procede de esta civilización, de los maestros del aire. Nació unos días después de que terminará la época de Acuario, naciendo en Piscis y siendo llevada a nuestro poblado. No tenía gran poder, pero tenía determinación por llegar a tenerlo. Entrenaba mucho, se juntaba con los grandes cargos para que fuese así y estudiaba todos los campos de saber que podía adquirir. Era una estratega nata y una gran luchadora. Sin embargo, todo empeoró cuando descubrió que era lesbiana, un estilo de vida que se acepta aquí, en los poblados de aire de donde procede... pero no en los poblados de agua. Se obsesionó con ser poderosa y juntarse aún más con los altos cargos para salir del armario y a que nadie le importase. Se obsesionó tanto con el poder, que el poder se llevó a todo aquellos que quería, a su familia, a mí incluida y a ella también. Provocó que mi hijo naciera en la época de tierra para usarlo como chantaje. Hizo que un ejército de humanos viniera a mi poblado para mostrar el gran poder que tenemos contra ellos por perseguir ese poder... y eso provocó su muerte. Fue recordada como una mártir de su pueblo, cuando realmente fue ella quién lo provocó. Yo misma luché para que ese recuerdo fuera así, sin saber todo lo que hacía a mis espaldas. Como podéis notar, estábamos juntas en ese momento, yendo yo también en contra de las normas de mi pueblo, pero no me arrepiento de ello. Por eso lucho hoy en día para cambiar esas normas que, por ejemplo, aquí no están, y que mi gente pueda elegir como quiera vivir. Es cierto que Amelia ahora es perversa, y como fantasma ha conseguido hacer más daño que en vida y que, hemos descubierto que está diseñando el corpore infinitus y que lo más seguro es que lo tenga preparado, lo cual la hace aún más peligrosa. Sin embargo, Amelia es producto de sus circunstancias. El odio que tiene por los humanos se puede saborear en las calles del pueblo, el ansia de poder se puede saborear en nuestras gentes, la impotencia por no poder ser lesbiana abiertamente desde el minuto que lo descubrió es algo que compartíamos y por eso entiendo. Luego yo seguí viviendo y descubrí que no sólo me gustaba las mujeres, pero para Amelia no era así, y por eso vivía realmente frustrada con el mundo... por eso esa ceguera de poder... y por eso esa ambición que acabó con nosotros, con demasiada gente y por eso debemos frenarlo. Puso incluso una de las pocas escuelas que hay para marginados en el mundo humano en peligro el año pasado para conseguir toda la cantidad de sacrificios para el corpore infinitus, removiendo viejas heridas del pasado y metiendo la llaga donde no debía. Lo peor de todo, es que lo ha conseguido igualmente, atrapando marginados y tratándolos como experimentos para conseguir más poder. Teníais que ver las caras de esos pobres marginados, algunos son niños que ya han visto la mayor crueldad de este mundo, tenemos un brujo de la luz que les está ayudando... pero no es suficiente para salir de ello, sobre todo porque llevamos sólo pocas horas con ellos y el brujo también es un estudiante. No sé si tendrá alguna salvación, pero eso salvación la debe encontrar en el más allá, no entre nosotros. Por, os pido sobre reflexionar para encontrar donde está el corpore infinitus, destruir su sede y todo lo relacionado con estas dos asociaciones... y poner fin a esto. Gracias por escuchar mis palabras.
Después de esto, Marina se retira y se coloca al lado de mí. Me quedo observándola, pensativa en lo que acabo de escuchar. Ese brujo de la luz... ¿era Plugsey? ¿Les estaba ayudando con aquellos marginados? Después de todo, era su propósito según la prueba que le hicieron, ¿no? Estoy tan distraída con todos estos dramas y tantas visiones que no sé ni qué está haciendo mi hermano. Menos mal que por lo menos había conseguido salvarle. Hay algo que me extrañada. Estoy en una reunión y no es momento, pero tengo que hacerles unas preguntas.
-¿Qué es el corpore infinitus?-le susurro a Marina
-El trabajo que hice con Sven que me has comentado antes-me susurra Marina
-¿Cómo sabes que lo del año pasado fue para eso?-le susurro
-Atando cabos. Sabíamos que había sido efecto secundario de la organización, que habían movido hilos para que tu profesora acabase un poco ida y provocando todo eso. Si unes eso, Amelia y corpore infinitus, todo cobra sentido. Por cierto, ¿he estado muy emocional?
-Siempre estás muy emocional-respondo sin dudarlo un segundo
Marina se gira y me mira dolorida por lo que acabo de responder. El gran maestro de tierra empieza a reír mientras nos observa y el gran jefe de agua intenta aguantarse la risa. Ambos conocen a Marina y saben que lo que acabo de decir es cierto. El gran maestro de fuego nos observa con una sonrisa, mientras le gran maestre de aire nos observa con determinación, analizando lo que está ocurriendo.
-Gracias por la información otorgada, Marina-comenta le gran maestre de aire-Es momento que comentemos nuestro plan de acción, compañeros. Marina, le ruego que nos informe si hay algo que comentemos que no sea cierto sobre este tema.
Marina asiente con la cabeza de forma firme. Los cuatro grandes jefes, brujos, maestros o como quieran llamarse, se miran fijamente tras esto. Han dejado de reír y sus miradas muestran serenidad y firmeza. Todos quieren lo mejor para su pueblo, espero que su interés en una batalla sea tan grande como la mía.
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