La pulsera de Marina empieza a brillar. Según lo que le dijo Mateo en aquella visión, eso significaba que venían a la cala. Ella ya está ahí, así que debe de estar viniendo a quién espera. 

Marina se queda mirando la pulsera, preocupada y aliviada al mismo tiempo. Se pasa las manos por la cara, no lleva las gafas, así que puede hacerlo sin problemas. Se abraza las rodillas mientras espera, mientras suspira y espera. 

Al poco rato, se escuchan pasos hacia la habitación, es Juan, con unas grandes ojeras y gran cansancio. Mira a Marina y sonríe. Esta, se levanta y va hacia a él. Le abraza y pone su cabeza en el hombro de Juan. Éste apoya su cabeza en la suya y sonríe aliviado. 

-Todo está bien, Marco ya está bien. Sólo es una gripe. Los médicos le han dado los remedios correspondientes. No me he venido hasta que estaba dormido. 

-¿Gripe?¿Cómo que sólo una gripe?-Marina se separa de golpe, empieza a ponerse nerviosa

-Sí, es normal, Marina, tiene seis años. Los niños suelen ponerse malos. No pasa nada, está todo controlado. 

-No me basta-responde Marina, ya rabiosa

-¿No te basta?-contesta Juan confundido, incluso, decepcionado

-Tengo que ver a mi hijo, sé mucho de magia curativa. A lo mejor puedo ayudarlo. Mi pequeño, tengo que verlo.

Empieza a dar vueltas por la habitación. Juan la abraza por detrás y apoya su cabeza en su hombro. Después de esto, Marina respira hondo y se relaja. Pone su mano en el brazo de Juan. 

-Si vas, te vas a pelear con todo el mundo. Si lo haces, yo empezaré a defenderte y empezaré a pelear con toda la aldea. Sabes que no es buena idea. Te entiendo, sé que es importante para ti y por eso me he quedado hasta que estaba a salvo, pero si vas, empeorarán las cosas. Piensa en Alberto. Es cuestión de tiempo que consigamos ser felices los cuatro, no la caguemos ahora. 

Después de decir esto, Marina agarra el brazo de Juan y apoya su cabeza en él. 

-¿Crees que se llevarán bien?-pregunta Marina con media sonrisa

-Se llevarán genial

-¿Lucharías con toda la aldea para protegerte?

-Con todo el planeta si hiciese falta

Marina sonríe tontamente y se separa de Juan para darse la vuelta y mirarle a la cara. Pone sus manos en el cuello de Juan y él pone sus manos en su cintura. Ambos se miran llenos de amor. La verdad es que son adorables, lo cual, resulta hasta vomitivo. Aunque bueno, mucho menos que mis padres. Esos dos tienen un problema. 

-¿En serio te has quedado con Marco hasta que estaba bien por mí?

-No ha sido por ti, ha sido por él. Es un niño encantador y mi mejor alumno, estoy deseando presentártelo. 

Marina sonríe y besa con cariño a Juan. Él sonríe y también la besa. No es un beso de pasión, si no de ternura. Marina se separa y le mira de arriba abajo el rostro. Juan sonríe como un tonto. La cara de Marina empieza a nublarse y se separa. Juan se queda extrañado y preocupado al mismo tiempo. 

-¿Qué pasa, Marina?

-Serías muy buen padre

-¿Qué me quieres decir con eso? Marina, no lo hagas. Marina, sé por dónde va esto. No. 

Mientras va diciendo esto, los ojos de Marina ya se estaban llenando de lágrimas. Ahora, a empiezan a deslizarse por sus mejillas. Mateo le dijo que ella lo alejaría y que él querría ser el padre de sus hijos. Mateo estaba en lo cierto. 

-No puedo darte hijos, Juan, y aunque pudiera, no podríamos tenerlos. Deberías buscarte a una bruja de tierra con la que tener hijos y formar la familia que te mereces. 

-Marina, yo no quiero unos hijos que no sean contigo. ¿Es que no lo ves? ¿Es que no ves que eres la única persona con la que me gustaría estar el resto de mi vida? Me da igual si eso significa salir en secreto o quedarme como amigo para estar lo suficiente cerca para saber que eres feliz. La única persona con la que quiero una familia eres tú. Quiero a ese niño como si fuese mío, Marina. ¿Cómo no voy a quererlo si se parece muchísimo a ti? No quiero un hijo que no se parezca a ti, no quiero una familia en la que no formes parte. Si no es así, prefiero no tenerla, Marina, porque te quiero a ti por encima de todo. Porque los únicos planes que quiero cumplir en esta vida, Marina, son los tuyos, porque eso te hará feliz. ¿No lo ves? No lo hagas, por favor.  

Marina está llorando aún más. Se seca las lágrimas como puede. 

-¿Por qué eres tan adorable? ¿Te hago feliz entonces? Quiero hacerte feliz, Juan

-Me haces muy feliz-Juan se acerca a Marina y pone sus manos en sus mejillas-la persona más feliz del mundo. 

-¿La persona más feliz del mundo? Pero... si sólo podemos estar saliendo en secreto y no te puedo ofrecer nada más. Tengo una situación demasiado complicada para ello...

-Y eso es más que suficiente, porque te quiero igual

-¿Aunque esté loca?

-Aunque estés loca

-¿Aunque sea una llorica?

Al fin lo admite. El primer paso para cambiarlo, es admitirlo. 

-Aunque seas una llorica

En ese momento, Marina empieza a llorar aún más y Juan la abraza. No entiende nada, pero quiere estar ahí para ella, esperando que eso la consuele. 

-¿Por qué lloras exactamente, Marina?-le pregunta

-Estoy llorando de felicidad, gilipollas. Me haces muy feliz y quiero pasar toda mi vida contigo, imbécil. Lo siento por alejarte tantas veces y gracias por volver tantas veces. 

-¿Y por las que vas a alejarte también?-bromea Juan

-Por esas también-llora Marina y Juan ríe

Juan se separa y besa a una Marina mocosa y nada atractiva. Sin embargo, él la mira como si fuera el ser más bello de este mundo. 

-Te quiero, Marina, y siempre voy a hacerlo

-Deja de ser tan adorable, que entonces no paro de llorar, subnormal

Juan se ríe y abraza con cariño a Marina, mientras le masajea la espalda. Realmente se quieren mucho. 

Vuelvo en mí. Marina observa como salgo de la visión, intenta mantener una mirada fría, pero la preocupación por lo que pueda haber visto se nota demasiado. Yo la miro, algo decepcionada y ella abre los ojos de par en par, esperándose lo peor. 

-Marina, eres realmente una llorica, deberías hacértelo mirar

-Y tú lo de no tener empatía. Sólo disfruto de mis emociones, eso es bueno. La gestión de las emociones es bueno, ¿sabes?-intenta defenderse Marina

-Si supieras gestionar las emociones, no alejarías a la mínima alguien que realmente quieres y que te quiere. No presumas de algo que no haces-le respondo y Marina se siente realmente insultada

-Eso ha dolido-me responde

-No haberme mentido

Marina ríe levemente tras mi respuesta y mira al cielo, intentando así salir de allí. Sonríe a este y luego vuelve a mí. 

-Realmente llevo haciendo el gilipollas todo este tiempo alejando a Juan cuando es con quién realmente quiero estar, ¿verdad?

-Sí-respondo rápidamente

Marina resopla con una sonrisa y me mira directamente. 

-Tiene cojones que me lo diga una alumna. En fin, espero que lo que tengas contra Amelia sea bueno. Tenemos una reunión que superar. 

-Sí. En efecto, provocó que parieras ante de tiempo a Marco para tener algo con el que hacerte chantaje. Además, ella movió los hilos para que vinieran tantos humanos a la aldea para que tú los matases y si morías, fueras mártir de la causa. 

-Hay que joderse-contesta a esto último mientras pone cara de pocos amigos-¿Por qué hizo eso?

-Para promover el odio hacia los humanos, pero dejar claro que erais más fuertes que ellos. De hecho, lo que no estaba en sus planes era morir. Se colocó en un lugar seguro para que eso no sucediese, pero no contaba con la reacción de esa anciana. 

-¿Y lo de Marco? ¿Para chantajearme? ¿Con qué?

-Tenía varios planes para hacerse con el poder del mundo y que los humanos vivieran a la merced de los brujos de los elementos, algo que no parece tan mal, por cierto. En fin, el primer paso era esa batalla y para que cumplieras sus planes, quería dejar claro que, si conseguías sus planes, al final podrías conseguir a Marco. 

-¿Utilizó a nuestro hijo como moneda de cambio? ¿Cómo un premio? Pero... pero... será zorra. 

-Sí, esa es la conclusión que también llegó Mateo en su momento

Marina empieza a reír, recordando lo mal que le caía Amelia a Mateo y asiente con la cabeza. 

-Bueno... ¿Qué más hay?-pregunta Marina 

-Hicisteis un trabajo Sven y tú sobre un cuerpo que no envejece que se necesitaba...

-¡No!-exclama con los ojos sumamente abiertos-¡Mierda, Miércoles! Hostia, por eso le hicieron eso a la pobre cambia-formas, para el semen de hyde. Joder, ese cuerpo amplifica el poder del espíritu que lo toma, es mucho más complejo que con el que luchaste el curso pasado, Miércoles, y mucho más poderoso. Había todas las especies para construirlo... pobre marginados. Espera, por eso se ha presentado ahora, quería recuperar sus planes.

-¿Cómo?-le pregunto

-Quiere volver a la vida para retomar sus planes, ¿no lo ves? Por eso ha vuelto, diciendo ser la madre ideal, quería volver a usarme como arma según se interés porque iba a volver a la vida. El último ingrediente era el semen de hyde, Miércoles. Ese cuerpo está a punto de crearse, incluso a lo mejor está ya preparado. 

-¿Qué quieres decir con esto?

-Que puede ser que Amelia vuelva a la vida... o que ya lo haya hecho, aprovechando que la han echado de Nevermore

Unas grandes puertas se abren. Dentro de la sala a la que nos invitan pasar, se encuentran los cuatro líderes de los distintos elementos con sus respectivos videntes. Marina y yo nos miramos fijamente y asentimos, como si con eso ya hubiésemos ideado el plan de acción. La siguiente reunión es vital. ya no sólo para los intereses de Marina, sino también para los míos. Tenemos que salir de allí con un gran plan para destruir a Amelia, aunque sea lo último que hagamos.