Capítulo 4
Ahí estamos. Mi hermano, mi madre, mi padre, Cosa y yo, en aquel despacho en el que no pegábamos mucho. Detrás del escritorio, estaban Alberto y Marina, su mentora, observándonos detenidamente. Marina analiza todo gesto y vestimenta de mi familia, en cambio, Alberto, se limita a mirar perplejo a todos y a todo. Ese muchacho necesita ver mundo, es tan fácil de sorprender que resulta hasta curioso.
-Alberto, las miradas-le reprocha Marina
-Pero... ¿Me estás diciendo que esto, fuera del poblado, es normal?
-No, por favor, no nos insultes de esa manera. Nosotros somos únicos-contesta mi madre
-Es tan...-mi padre se emociona de una forma demasiado sexual. Algo habitual en ellos. -único lo que tenemos
-Vaya, veo que Miércoles nació de un exceso de pasión, nadie lo diría-Marina comenta mientras escribe notas
-Bueno, ahora está pasando por su fase adolescente, pero ella también es muy pasional, lo que pasa es que va de dura-reprocha mi madre
-Insultante me parece tu comentario, madre, creo que deberías recordar que no somos iguales y nunca lo seremos.
A mi madre se le cambia la cara y mi padre le da un abrazo, mientras me mira con cara de decepción. Marina apunta y Alberto alucina. Mientras tanto, Plugsey está tan normal, jugando con Cosa.
-Plugsey, ¿tú que piensas al ver todo esto?-pregunta Marina
-Es su extraña forma de expresar cariño.
-¿Y cómo dirías que expresa cariño tu hermana contigo?
-Me tortura y tortura a aquellos que se meten conmigo, pero sólo me tortura para que sea fuerte. Luego como dulces y se me pasa.
-¿Torturas a tu hermano?-pregunta Alberto extrañado
-¿Te sorprendo?-pregunto
-No, me preocupas-contesta Alberto
-Ya está bien-contesta Marina-estoy hablando con Plugsey, no con vosotros. De hecho, ahora vamos a probar una cosa, ¿vale, Plugsey? Es algo muy sencillo y nada de tortura.
-¿Y eso es divertido?-contesto
-Sí, muy divertido-contesta Marina-ya verás. Alberto, ¿puedes hacer una demostración?
En ese momento, se dirige a otra parte del despacho, con unos sillones color agua y bastante espacio. Alberto coloca un vaso de agua encima de un taburete.
-Bien, no sé si sabéis algo de la cultura de los brujos de agua. Cuando los niños tienen dos años, les hacemos esta prueba si todavía no han presentado poderes. Es muy sencillo. Les pedimos que se centren en el agua que hay en el vaso, que se hagan uno con el agua del vaso y que sólo piensen en eso. Si el niño tiene poderes, conecta con el agua de tal manera que la propia agua le mostrará algo que está relacionado con lo que le hace realmente poderoso. Como pasará con el vaso de agua en unos momentos.
Después de esa explicación, nos quedamos todos mirando al vaso. Entonces, empieza a salir el agua de este y a formarse una figura. Es una figura humana de mujer. Poco a poco, se va adivinando la forma. Lleva dos tiras en cruz sobre su pecho, llegando a un pantalón alto pegado. Sujeta dos espadas bastante largas y lleva una trenza. Cuando finaliza, me doy cuenta de que reconozco ese rostro. Es el rostro del fantasma.
-Bueno-carraspea Marina-a Alberto le sale...
-Su madre muerta-termino
Entonces, todos se giran para mirarme. Alberto y Marina, dolidos y extrañados y mi familia, sorprendentemente feliz. El fantasma aparece en la habitación y se pone en frente de mí, con cara de pocos amigos.
-¿No puedes ser menos dura? ¿Has pensado en cómo les puede afectar?
-Fascinante-se emociona mi madre al ver también el fantasma. Esta se sobresalta al percatarse de que mi madre también la ha visto y se esconde. Esto puede terminar en la primera conversación que realmente me gustaría tener con mi madre.
-Sí, su madre... muerta. Su poder viene de hacer lo posible para que su madre esté orgullosa de él, esté donde esté-explica Marina
Ah, esa lo sé yo, yo sé dónde está. Lástima que no pueda decirlo.
-De hecho, podéis ver ahí que lleva el uniforme de entrenamiento de esgrima de espadas de hielo. Es uno de los campos de poder que trabajamos los brujos de agua. Ella era la mejor que nunca va a haber en todos los tiempos. De hecho, la figura que ha hecho Alberto refuerza lo fuerte y valiente que era. Es cierto que es fascinante, señora Addams. Ella era fascinante.
Marina y Alberto se miran y se sonríen. En cambio, es una sonrisa a la que no estoy habituada. Mezcla felicidad con tristeza. Me gusta. Sin embargo, el fantasma se ha puesto demasiado emotivo para mí ante este comentario, y abraza a su amor perdido, aunque ésta no lo notara. Esto le ha gustado a mi madre.
-Bien, pero esto no es sobre su madre, es sobre Plugsey. ¿Estás preparado?-Marina cambia de tema
-Sí-asiente mi hermano con gran ilusión
Alberto le indica el camino y mi hermano le sigue con una gran sonrisa. Deja caer sus manos en los hombros de mi hermano, bajando por sus brazos. Luego, cambia el vaso de agua por una bombilla y le indica a mi hermano que la mire fijamente.
-¿Estás listo y preparado, Plugsey?-le pregunta con calma Alberto, demasiada calma
-Sí-asiente éste
-Bien. Céntrate en la luz y sólo en la luz. Escúchala y hazte uno con ella. Sólo céntrate en eso.
Claro que sí, porque la luz va a hablarle. Esto es lo último que esperaba escuchar hoy. La única parte que me ha gustado sobre proceder de brujos de luz es que surgen de la oscuridad, pero esto me parece pasarse.
Mi madre y mi padre se miran emocionados, Marina sonríe al ver cómo le está guiando Alberto y yo, bueno, estoy haciendo tiempo ya que veo bastante difícil que la luz hable. Entonces, un rayo de luz sale de la lámpara, formando una bola que deja la lámpara apagada. Esta bola de luz empieza a formar una silueta, es Plugsey con una antorcha. Esta silueta está andando por un bosque, un camino, y tiene mucha gente detrás, ahora que miro bien, esos individuos de detrás se parecen a los que vi en la visión que me mostró Goody, son los que fueron quemados en esa casa. ¿Qué significa eso?
-Es oficial, vuestro hijo es un brujo de luz. Muy bien hecho, Alberto-sonríe Marina al ver la escena-tu poder procede del mismo sitio que tu antecesora Goody, mostrar la luz en tiempos de oscuridad, hasta a aquellos que ya no están. De ahí que aparezcan marginados que fueron quemados por el fundador del pueblo de al lado. Aunque este poder es muy peligroso, Plugsey, viene acompañado de demasiada oscuridad, tanta, que puede ir contra ti como le pasó a Goody.
-No pasa nada, estoy acostumbrado a la oscuridad, me he criado con mi hermana-dice mi hermano con una sonrisa
-Es verdad, lo ha preparado para todo, mi pequeña tormentita-se emociona mi padre y mi madre le abraza el brazo y sonríe de oreja a oreja
-Bueno... eso ya lo veremos-responde Marina
Esto me sienta como una jarra de agua fría, sin la parte divertida.
-No sé si os interesaría matricular a vuestro hijo. Una vez matriculado, puedo prepararlo junto a Alberto. Es un entrenamiento bastante distinto al que sigue Alberto, pero hay disciplinas del poder del agua en el que el entrenamiento es igual para el poder de luz y otros tipos de entrenamiento que he estudiado que pueden beneficiarle. En cambio, sin estar aquí, es difícil que reciba el entrenamiento adecuado y sin entrenamiento, puede que hasta en unos años pierda su poder. La luz se consume si no le das energía, después de todo. Por eso no le he propuesto hacer la prueba, señor Addams. Viendo la vida que tiene y su edad, me temo que, si tenía luz, se ha apagado.
-No pasa nada, mi vida está iluminada por esta increíble mujer-responde mi padre de forma demasiado pasional y mis padres empiezan a... ¿rugirse? Muchas veces, son demasiado.
-Sé que un gran-carraspea Marina-amor os une, pero os agradecería si se dejase para otro momento y nos centráramos en su hijo
-Perdona, es que a veces no podemos evitarlo-ríe mi madre
-Ya... bueno. ¿Qué les parece?
-Nos parece bien. Además, siendo antiguos estudiantes, nos emociona que nuestros dos hijos vengan aquí. ¿Tú quieres, Plugsey?
-Sí-sonríe y aplaude de la emoción
-Entonces, así será-responden mis padres a la vez
-¿A él le preguntáis? A mí fue en contra de mi voluntad.
-Si sigues aquí, es porque al final te gustó, ¿no?-pregunta Alberto con media sonrisa, metiéndose en la conversación a la que no le han llamado. Le fulmino con la mirada y él levanta y baja las cejas numerosas veces.
-¡Alberto!-exclama Marina y Alberto deja de hacerlo y mira hacia otro lado. Me cae bien Marina, impone.
-Tengo una pregunta para usted antes. ¿Cómo de poderoso puede llegar a ser con su entrenamiento? No es que dude de usted, pero quiero pruebas-comenta mi madre
-Bien, ¿sabe que los brujos podemos transmitir vivencias pasadas a los videntes?
-A eso me refería. Algo me dice que tiene y ha tenido una vida realmente interesante.
-¿Podemos hacer eso?-pregunto al escuchar esto-¿por qué no lo sabía? Estas son las cosas que quiero que me cuentes y no tus noches de pasión con padre
Alberto me mira con los ojos abiertos de par en par y Marina parpadea varias veces para asimilar lo que acabo de decir. Vaya, un poco decepcionante que eso les sorprenda.
-Tampoco me has preguntado-me contesta mi madre-¿Cómo crees que te transmitía vivencias Goody?
-Sobre las noches de pasión con padre, tampoco-contesto
-Bueno, bueno-Marina intenta poner orden, aunque algo me dice que no quiere saber cómo continúa esa conversación-Morticia, ¿quiere que se lo muestre?
Mi madre pone su mano sobre el escritorio y con una sonrisa picaresca asiente con la cabeza. Entonces, Marina respira hondo, pone su mano sobre la de mi madre. Ésta recibe una gran visión, que hace que se caiga de lleno al respaldo de la silla y mi padre la abrace. Pocos segundos más tarde, mi madre vuelve y empieza a reír.
-Fascinante, simplemente, fascinante. Eres realmente poderosa. Espero que mi pequeño sea así de poderoso algún día.
-¿Qué has visto?-pregunto interesada
-Oh, Miércoles, algo que te encantaría.
-¿Ha sido la batalla?-pregunta el fantasma a mi madre
-Ha sido la batalla-responde mi madre haciendo énfasis en el la.
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