Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35

Estoy en una sala amplia, bastante alta, con ventanas lejanas a la vista y las paredes blancas. Hay varios pupitres y varios niños de 3 o 4 años. Están jugando y haciendo cosas variadas con el agua. De fondo, hay una profesora que los anima a jugar y a divertirse. Esta se va un momento de la sala. 

Hay una niña pequeña con el pelo rizado y grandes ojos oscuros, leyendo sola un libro. Un niño de su misma edad, de piel algo morena, pero ojos achinados se acerca a ella con una sonrisa dulce. 

-¿Quieres jugar?

-No-dice la niña mientras sigue leyendo

El fantasma empieza a reír al ver este recuerdo. Yo me quedo perpleja mientras lo observo. ¿Por qué se ríe? ¿Qué tiene que ver esto con lo que me tiene que contar? No me gusta perder el tiempo y estos días, estoy haciendo demasiadas cosas que no me gustan. 

El niño le echa una gran mirada de odio, que riza el pelo de cualquiera y le pega una patada al libro. Este sale por los aires y la niña de pelo rizado observa como su pequeña diversión sale volando por los aires. Marina le mira con los ojos abiertos de par en par. Después, cambia por completo su rostro a uno dulce a adorable y vuelve a decir:

-¿Quieres jugar?

Espera un momento, eso me recuerda al señor mayor de antes. Espera un momento. ¿Quiénes son? No serán...

-Mateo, ¿por qué le haces eso a mi libro? Estaba a punto de saber que le pasaba al señor cerdito-empieza a quejarse la niña, la cual estira la mano y hace que una gran cantidad de agua salga disparada hacia el niño. El niño eleva su mano y la para. 

-Ay, Marina, a veces eres muy aburrida-reprocha el niño, el cuál es el fantasma de pequeño

Ese montón de agua es devuelto a Marina. Así, empiezan a jugar a pasarse una pelota de agua, que cada vez es más grande, acabando, siendo del tamaño de una persona. Empiezan a saltar, esquivar compañeros, subirse a las mesas y de todo. Parecía una coreografía organizada. Son pequeños, pero ya se puede ver lo poderosos que eran. 

Los compañeros se quedan observando con asombro y diversión. Los animan a seguir e incluso lo celebran. Todos menos un compañero. Bueno, una compañera. Una niña de ojos claros los mira con asco y desprecio. 

-¿Ves esa mocosa repugnante?-dice el fantasma señalando a esa pequeña niña-Es la zorra de Amelia. ¿Cómo va a ser su gran amor si mira cómo la observaba cuando era adorada desde el minuto uno? Maldita zorra que nunca ha valorado como se debe a Marina, obsesionada con el poder y el control. 

¿Está hablando de la misma Amelia que conozco? ¿Por qué me suena a alguien distinto? ¿Qué ha pasado? Bueno, esto sólo es cuando eran pequeños, habrá que ver como continúa la historia. Sin embargo, si finalmente es una obsesionada del poder, tiene sentido que pueda verla. 

La niña con cara mosqueada se sube encima de una mesa y empieza a gritar, una "A" bastante aguda. Mateo y Marina paran en seco y toda el agua que había formado, cae en el suelo, salpicando a todos y creando un gran charco. 

-Sois ridículos. El poder del agua no es para jugar. Es para defender quienes somos, nuestros valores. Sois seres repugnantes.-dice la niña con todo respectivos y miradas de asco todo el tiempo

-¿Qué significa repugnantes?-pregunta Marina a Mateo con cara de inocente

-Que se tira pedos-contesta Mateo riéndose

-¡Eso es verdad!-responde Marina muy alegre mientras se tira un grandísimo pedo. Los compañeros empiezan a reírse con ellos. 

Entonces, Marina y Mateo empiezan una guerra de pedos. Es bastante ordinario, pero se lo están pasando bastante bien y están siendo muy felices, comportándose de forma indecente. Una pequeña Amelia, baja de la mesa y se golpea así misma el brazo, intencionadamente. Empieza a gritar de dolor y Marina y Mateo se sobresaltan. Van a acercarse a ella con cara de preocupación cuando empieza ésta a gritar. 

-Señorita, Marina y Mateo me han pegado-Amelia empieza a llorar

La profesora entra de forma instantánea al aula y se encuentra el panorama. Manda rápidamente a Amelia a enfermería y eleva del suelo a Marina y a Mateo, agarrándolos del cuello de sus babis. Los sacan de la clase con cara de pocos amigos mientras Marina y Mateo intentan contar lo que realmente ha pasado. No les cree. Mientras tanto, Amelia se va con una sonrisa malvada, acompañada de tres personas. 

Nos quedamos en esa aula. Los compañeros se miran y no dicen nada. Vuelven a sus juegos, como si nada hubiese pasado. Me quedo perpleja mientras observo que acaba de suceder y me giro a Mateo. 

-Siempre ha hecho lo imposible para fastidiarnos nuestros planes, juegos y diversión. Cuando era pequeña, manipulaba a todo el mundo para ello. Cuando creció, manipuló a Marina directamente. Es una zorra, Miércoles. Este es sólo un ejemplo de ello. Aquí se nota más porque tenía menos experiencia, pero en los siguientes recuerdos que te voy a enseñar, ya era una experta. Había conseguido contactos con las grandes élites, con esperanza de ir creciendo. Su problema siempre ha sido que le faltaba poder, por eso se especializó en la esgrima de espadas de hielo. El poder que se usa para ello es mínimo, es más cuestión de técnica y práctica. Por eso siempre fue a por nosotros. Viniendo, supuestamente, de ninguna familia... teníamos mucho más poder que con el que ella soñaba. Nunca ha querido a Marina, Miércoles, sólo a ella misma y su poder, que no se te olvide. 

Si me hubiese dicho eso el primer día Amelia, la hubiese incluso admirado. Sin embargo, en este momento, me da rabia y me arde por dentro. No sé si Mateo decía la verdad o no aún, pero me siento engañada por Amelia. Siento que ha jugado conmigo y no me gusta esa sensación. Más aún, siento que han jugado con Marina y me enfada más. ¿Ahora me preocupo por Marina? ¿Qué me está pasando?

-Pero... ha cuidado de su hijo... y... la ama mucho y...-empiezo a decir, intentando defender que no era cierto

-¿Lo has visto con tus propios ojos o te lo han contado, Miércoles? Una cosa es lo que te hacen creer, otra muy distinta es la verdad. Amelia siempre fue una especialista en hacer creer a los demás a su antojo, Miércoles. ¿Seguro que cuidó de su hijo? 

-A lo mejor, la muerte la cambió-estoy tan a cuadros que ya empiezo a decir cosas que no suenan a mí

Mateo empieza a reírse a carcajadas al escuchar esto. Se limpia los ojos porque tanta risa le ha hecho llorar incluso. Después de hacer lo posible por parar de reír, contesta:

-No la cambió, Miércoles. Cuando lo veas todo, acabarás dándome la razón. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro