Capítulo 26
Marco me mira fijamente. Entre sorprendido y extrañado. Se acerca a mí. Crea una silla con la piedra del suelo de la terraza y se sienta al lado de mí. Pensativo. Respira hondo y vuelve a clavar sus ojos verdes en mí.
-Estuvo a punto de matarte a ti y a Enid
-Lo sé-respondo firme
-Entonces, ¿por qué quieres salvarle? Dame una buena razón y lo haré
Es la primera vez que veo a Marco tan firme y serio. No le ha sentado bien que se lo pida, pero al menos no me ha dicho que no al instante.
-Porque lo necesito. Necesito saber qué ha sido de él.
-¿Eso te ayudará a pasar página?-respira hondo mientras lo dice. Preparándose para mi respuesta.
-O me confirmará que no es una locura recordarle
Marco resopla tras esta respuesta. No tiene cara de felicidad, sino todo lo contrario. Traga saliva y mira al frente. Se queda observando el paisaje y después me mira a mí. Se levanta. Es sumamente alto, estando yo sentada y él de pie, parece hasta de una especie distinta.
-Xavier sigue conectado con él. Deberías preguntarle antes de querer hacerlo, a lo mejor, sólo necesitas pasar página.
-No necesito eso, necesito verle, Marco.
Marco se gira y me observa, con una fosa nasal levantada y resoplando. Vuelve a mirar al frente y respirar hondo. Luego, me observa de arriba abajo. Esa postura pensativa me recuerda a su madre. Algo me dice que está analizando cuál es la mejor opción y cómo podría llevarse a acabo. Eso hace que recuerde lo poderoso que puede llegar a ser. Me gusta tener a gente así cerca.
-Lo haré, pero sólo si vienes conmigo
-De acuerdo-asiento-mataré si hace falta
-Justamente, te voy a pedir que no mates a nadie.
-¿Qué diversión tiene no matar a nadie?
-Miércoles, lo digo en serio. Debe ser sigiloso. No sabemos dónde está ni lo que le rodea. Debemos ir con cuidado e ir dejando cadáveres no es sinónimo de ello. Además, a lo mejor los cadáveres son los nuestros cuando volvamos, así que cuanta menos gente se entere, mejor.
-Entonces, lucharemos-digo muy digna
-No, lucharás tú. Esto lo hago por ti y porque quiero hacerte feliz, no porque me parezca buena idea.
-¿Cómo qué...?-empiezo a preguntar confundida
-No rasques. Si le doy más vueltas, no lo hago.
Marco ha subido su tono de voz al decirlo y ha hecho que se me erice hasta el alma. Me ha encantado esa sensación. Es la sensación que quiero que me transmita un gran aliado. Asiento con la cabeza y él resopla.
-Bien, cuanto ante lo hacemos, mejor. Voy a hacer todo lo posible para percibir sus vibraciones, con las descripciones que se me han dado, son más que suficientes. Luego, iremos juntos por tierra hacia donde esté. Se viene con nosotros, si no es a las buenas, inconsciente. Después, intentamos crear un sótano en el despacho de mi madre. Si alguien sabe qué hacer con este caso, es ella. Seguidamente, ella es la que se encarga y decide cuando es momento de sacarlo de ahí.
-¿Va a quedarse encerrado?-pregunto preocupada
-Es peligroso, Miércoles. Se quedará ahí hasta que esté confirmado que no lo es. Esa es una condición que no pienso discutir. Has dicho que necesitas verle, no en qué condiciones. Además, puede ser interesante estudiarlo. ¿Aceptas o no?
Algo me dice que no tengo opción. Necesito verle, pero no necesito enfadar a uno de los seres más poderosos que conozco. Lo quiero ver, pero no es el momento de saborear el dulce sabor de la muerte. Además, no sé si puedo hacerlo sin su ayuda. A saber, las vueltas que daría hasta conseguirlo. Puedo sola, pero esto es mucho más rápido.
-Acepto-respondo firme
Él, en ese momento, se acerca a mí, demasiado a mí. Me abraza la cintura y me levanta a la altura de su rostro, a pocos centímetros de él. Trago saliva. No sé por qué, pero me estoy poniendo nerviosa. Esta sensación es parecida a cuando destripo un cadáver fresco. Abro los ojos lo máximo posible.
-¿Estás segura que necesito verle?
-Sí
-Bien-resopla-vamos a ello
En ese preciso momento, una muralla de piedra nos rodea, haciendo que nos peguemos aún más. Puedo notar la respiración de Marco junto a la mía. Cada vez me estoy poniendo más nerviosa, pero a la vez no quiero que pare ese momento. Desde esta distancia, su rostro es más admirable incluso. Necesito matar algo.
Entonces, empezamos a desplazarnos a gran velocidad, como si eso fuese una montaña rusa. Él ni se percata de la velocidad, yo tengo ganas de vomitar, pero no quiero que se me note. Soy Miércoles Addams, eso no puede conmigo. Lo que está pudiendo conmigo era tenerlo tan cerca. De repente, no tengo tan claro que quiera verle. Ahora, estoy más confundida que antes. Espero verlo y aclararme. A Tyler, digo.
Paramos en seco y él me abraza con fuerza, clavando mi rostro en su hombro. En ese momento, me doy cuenta de que es bastante musculoso y que no me había percatado hasta ahora. ¿Siempre ha tenido estos músculos?
-Vamos a entrar a la sala donde está Tyler. Tenemos que entrar con sigilo. Sus vibraciones indican que está muy mal, lo más seguro es que esté inconsciente, así que será fácil desplazarlo.
Después de eso, empezó a decir un plan de acción, el cual no escuché. Estoy ocupada intentando separarme de él y observándolo de cerca mientras lo hago. Desde esta distancia, se observa distinto, se siente distinto. Ni se inmuta por llevarme abrazado tanto tiempo. Es admirable.
-Miércoles-escucho que me llama y vuelvo a mí-Vamos a salvar a Tyler, estamos a tiempo de no hacerlo-sonríe de forma picaresca
Yo me separo lo máximo posible y me centro. No, voy a ver a Tyler, necesito verlo, no es momento de distracciones.
-Sí, salvar a Tyler. Salvar a Tyler, estoy lista.
-¿Segura? Por un momento, no has tenido cara de muerta
-Salvar a Tyler, he dicho-contesto con firmeza
Marco se aguanta la risa y abre el techo, el cual da a una habitación que tiene las luces apagadas. No sé qué sitio es ese, pero transmite sufrimiento y limpieza. Eso me gusta, pero no sé si me gusta en este contexto.
-Pues entonces, adelante, a seguir el plan
Me sube y me siento en el borde de ese hueco. Bien, ahora no sé qué hay que hacer. Decepcionante, distraerme por el físico de alguien cuando hay que escuchar un plan de ataque.
Miro a mi alrededor, intentando averiguar qué es lo que debo hacer. Entonces, mi corazón se encoje. Veo a Tyler en una camilla, enganchado a múltiples vías. Está dormido, inconsciente. Su cuerpo está lleno de moratones, incluido, su rostro. Tiene el pelo rapado y la chispa que transmitía, ya no está presente. Respira difícilmente. Por un momento, pienso que sería una gran idea quemarlo todo, pero recuerdo la parte de ser sigilosos.
Le quito las vías como puedo e intento cargar con él. Lo consigo, porque, ante todo, nunca he dejado de ser fuerte. Además, verlo así, me hace sentir más fuerte para poder sacarlo de allí. Es cierto que fue un asesino, pero verlo así, me hace recordar el chico con el que fui al baile, al chico con el que fui de cita, al chico que no dejo de recordar.
Irónicamente, se lo entrego a Marco, el chico por el que acabo de dudar. Marco lo agarra y apoya su cabeza en su hombro. Hace que el hueco sea más grande y me indica que me coloque detrás de Tyler.
-Abrázalo, está muy mal y tenemos que asegurarnos que no se sale. Me alegro de que lo saquemos de aquí, Miércoles, esto no se le hace ni a un asesino. Además, percibo a muchos marginados sufriendo. Gracias a salvarle, podemos salvar a otros. Al final, valía la pena.
Hago lo que dice. Lo abrazo como puedo, pero igualmente, ya no se siente como recordaba. Después de todo, ya no es como recordaba. Está tan mal que no parece él. Ahora quiero salvarle y no me gusta la sensación de querer salvar a alguien.
Volvemos a viajar de la misma manera que antes, pero esta vez se me hace más lenta. Mucho más lenta. Llegamos a una sala hecha de piedra rugosa, donde hay una camilla hecha de piedra.
-Suéltalo, Miércoles, voy a colocarlo
Lo suelto, observando lo que ha construido. Por una parte, estoy preocupada por Tyler y quiero que mejore pronto, por otra parte, estoy alucinando con lo que es capaz de crear. Ha creado esta cavidad de la nada y está como si nada. ¿Cómo puede ser tan poderoso?
Lo observo mientras coloca a Tyler en la camilla. Me indica con la cabeza unas escaleras que ha creado.
-Voy a hablar con mi madre y explicarle todo. Tardaré un momento, espero que no quiera matarnos y querer aprovechar después de tanto tiempo separados nos salve el culo. Ahora vengo, quédate con él.
Observo como Marco se va, me quedo más dubitativa. Luego, me giro y observo a Tyler, moribundo. ¿Qué le han hecho? ¿Qué ha pasado?
Me acerco y pongo mi mano sobre su brazo. Es el mismo brazo que tenía, pero lleno de moratones. Le han hecho mucho daño. Es cierto que he deseado múltiples veces su muerte, pero visto así, no quiero que sufra. Quiero que esté bien. Eso es lo que realmente quiero.
-Miércoles...-susurra Tyler, despertando
-Tyler-exclamo emocionada, más emocionada que he estado nunca.
Tyler se acerca a mí como puede y pone su mano en mi mejilla. Me mira fijamente, con esos ojos marrones de los que me enamoré. Algo en mí, se estremece.
-Genial, ahora que estás tan cerca... podré matarte
Su mirada cambia a una mirada agresiva y llena de odio. Me aparto y él se balancea. Está demasiado débil y casi se cae. Él empieza a reír a carcajada limpia.
-¿En serio creías que te ibas a librar de que te matase? Sólo uno de los dos puede estar vivo, Miércoles. No pienso ser...
Se desploma sobre la camilla, como si le hubieran pinchado un tranquilizante. Me giro y observo a Amedio con la mano levantada hacia él, en el hombro de Marco. Marina está detrás de ellos, mirándose con cara de pocos amigos.
-Marco, ponle unas esposas de tierra. Desde aquí, nos encargamos los adultos. Ahora, ir cada uno a su habitación, mañana hay clases. No salgáis ninguno de los dos de sus respectivas habitaciones hasta que os lo indiquemos
-Pero...-empieza a decir Marco
-Gracias por la información, ahora, haz lo que te digo y te vas
-Pero...-intenta contestar
-Te vas, hijo, te vas
Marina tiene cara de pocos amigos. Muy pocos amigos. Marco hace lo que le indica Marina. Amedio se sube al hombro de Marina y bajan a la sala. Marco y yo nos disponemos a subir. Arriba, están entrando los otros brujos de los elementos y Amelia está cruzando el suelo para ir con su amada. No sé qué se viene, pero algo me dice que una regañina.
-¿Te ha servido recordar que quiere matarte?-me pregunta Marco mientras estamos ya fuera del despacho
-Sí, me ha servido. Gracias por llevarme.
-De nada-responde de forma fría y siguiendo su camino
-Marco-le paro en el camino
-He tenido dudas cuando estábamos yendo. Sólo quiero que lo sepas.
Después de decir esto, me giro muy digna hacia mi habitación. Necesito estar en mi habitación, aislada, en ese momento, demasiadas emociones por un día.
Entonces, noto una mano apoyarse en mi hombro. Hace que me dé la vuelta, es Marco. Me agarra el rostro y lo acerca al suyo. Me besa, no sé cómo pasa, pero lo hace. De repente, todas las emociones que sentía de camino se intensifican. Se separa y sonríe.
-Espero que esto te aclare
Después de eso, me suelta y se va. Así, como si nada. Yo lo miro mientras se va, alucinando. Con los ojos como platos. Dispongo a respirar hondo e irme a mi habitación. Necesito hablarlo con Enid. Ella es la experta en estas cosas, yo no.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro