Capítulo 23
Todos nos sentamos en nuestros respectivos sitios. Los asientos están hechos de piedra, bueno, si eso se le puede llamar asientos, ya que es un enorme bloque de piedra que rodea la sala. No hay mesa, lo cual hace que Marina sea la única que haya hecho por traer algo de documentación. Todos la miran mal, en cambio, a mí me parece la única inteligente. Todos eran hombres, con miradas de frustración, como si quisiesen el poder, pero supieran que nunca va a ser suyo y por eso quisieran hacer que todo se consuma en cenizas. Ojalá lo hagan, eso sería digno de ver.
-¿Qué se sabe del asesinato?-pregunta el líder
Varios se levantan al preguntar esto. El líder los observa con detenimiento, como si analizara cuál podría ser la mejor opción.
-¿Alguno tiene algún vidente que pueda proyectar el acto?
Casi todos se sientan, menos uno de ellos. Es un hombre de constitución esbelta y rasgos asiáticos. Al lado suya se encuentra un señor de mediana edad, vestido con prendas beige. Los dos bajan hasta la explanada que hay debajo de todos los asientos. Se dan la mano y el señor de mediana edad levanta la otra mano. Una visión empieza a proyectarse detrás de ellos, como si hubiese una pantalla, pero no había ninguna. ¿Eso lo hace ese señor? ¿Cómo lo hace y por qué yo no puedo hacerlo? A lo mejor tenemos que jugar a un pequeño juego que llamo tortura para que Amedio me enseñe hacer ese tipo de cosas.
En la pantalla se veía aquel poblado donde trascurrió la batalla, pero algo cambiado. Después de todo, había pasado bastantes años desde entonces. Se ve como está caminando por un pasillo, cuando empieza a escucharse gritos de desesperación. Música para mis oídos. El enfoque cambia hacia donde están la anciana y el jefe de los mentores. Se ve como están sacando toda el agua que está contenido en el cuerpo de esa anciana, quedado totalmente seco y sorprendentemente, más arrugado. El jefe de los mentores mira asustado y grita por ayuda mientras pasa esto, pero nadie hace nada, nadie puede hacer nada. Ojalá ser tan poderosa como Amelia y matar a alguien delante de todos y que nadie sea capaz de evitarlo. Cuando termina, transforma toda esa agua en dos espadas de hielo. El jefe de los mentores intenta esquivarlos, pero no sirven para nada, la habilidad de Amelia es tal que rápidamente corta su cabeza. Después, transforma las dos espadas en las dagas que encontraron. Coge su cabeza y la clava en la pared, metiendo las dos dagas en los ojos. Lo mejor de esta visión es que no se ve Amelia, sólo se ve lo demás. Amelia no se ve, es como si no lo hubiera hecho, como si no existiese. Menuda obra maestra.
Tras finalizar, el señor de mediana edad abre los ojos y los dos miran directamente al líder. El señor que estaba sentado ahí era el líder de todo, el líder de todos los brujos del agua de todo el mundo. ¿Cómo de poderoso puede ser ese señor? ¿Podría destruir tanto como Marina o más? Sería un placer verlo.
-Muchas gracias, mentor, por traer esta información y nuestro vidente por proyectarlo. Su trabajo siempre es un placer.
Ambos hacen una reverencia y vuelven a su sitio. El líder empieza a apuntar un par de cosas y mira a su alrededor, buscando a alguien que pueda darle alguna respuesta. Sin embargo, todos han quedado sorprendidos al ver la escena, incluso, Marina se haya estupefacta, mientras mira donde antes se hallaba la visión. Yo me quedo observándola, ¿está actuando? Será, porque lo ha hecho su gran amor ha sido una verdadera obra del arte.
Marina saca un papel y empieza a escribir algo, no sé qué escribe, pero está muy concentrada. Al terminar, se levanta y el líder le toma la palabra. Marina agradece con la cabeza y empieza a hablar.
-Unas imágenes bastante estremecedoras, es una pena saber que unos grandes seres como ellos murieron de esa manera. Viendo lo que pasó, está claro que todo ha sido usando a distancia el poder del agua. El asesino debía encontrarse en un lugar donde la escena del crimen fuera visible, ya que, si no, sería imposible poder realizarlo. Desgraciadamente, tenían muchos enemigos y el número de candidatos es demasiado numeroso. Es lo único que veo claro, una pena que los videntes no puedan meterse en las visiones de los presentes, parar el tiempo y analizar bien la escena del crimen.
Marina ríe al decir esto último y muchos la siguen, aunque muchos otros no. Ya sé quiénes son sus enemigos.
-Sin embargo-termina de reírse y sigue hablando-esto último es mentira. Tengo conmigo una vidente realmente poderosa, tanto que es capaz hacer esto último que he dicho. Si el líder lo quisiese, podría conectar con José y el vidente que lo acompaña, podría proyectarlo. Como podéis ver, sólo tiene 16 años, pero es muy poderosa. Después de todo, yo con un año más vencí a todo un ejército. Quién es poderoso, es poderoso desde el principio.
Los presentes se encuentran sorprendidos y me miran de arriba a abajo, analizándome. No me gusta que me miren tanto, ojalá poder soltar un gas lacrimógeno y hacer que todos llorasen por observarme tanto. Esto me parece una trampa de Marina, espero que luego sepa compensarlo. Además, después de escuchar todas las mentiras que ha dicho, me planteo seriamente si a mí también me miente.
-Gracias por la información que ha aportado. Por favor, que tu vidente demuestre que estás en lo cierto-responde el líder
Marina me indica que vaya al centro de la esplanada y los dos de antes vuelven. El señor de media edad le coge la mano a aquel hombre con rasgos asiáticos y él me tiende la mano. No sé si seré capaz de hacerlo, la última vez que lo hice fue con un fantasma, pero debo intentarlo.
Tomo su mano y vuelvo a aquel poblado. Esta vez no ha venido el brujo conmigo, sin embargo, siento que tengo control del lugar, igual que cuando hice lo mismo con Amelia. Miro a mi alrededor y estudio los lugares desde donde puede verse, sin embargo, el mejor sitio para resolver la pregunta de desde qué lugares puede haberse hecho, es ir al lugar donde se ha hecho. Iba a tener aquella gran matanza en primera fila, estoy tan emocionada que se me pone el pelo de punta.
Paro la visión y me desplazo a donde se encuentran. Están pasando por un balcón enorme que es como un pasillo. Salto desde el exterior hasta llegar al balcón. La escalada siempre me ha parecido interesante, colarte donde te interesa es una gran forma de destruir a tus enemigos. Una vez que estoy al lado de los brujos que están a punto de asesinar, hago que la visión comience. Es cierto que me emociona poder verlo, pero medito al respecto y prefiero mirar más sobre aquellos que están en el punto de mira. En la visión de Marina vi más de lo que quería mostrarme y algunos aspectos eran subjetivos, temo que, si miro, vea a Amelia asesinándolos.
Escucho como el cuerpo de la anciana se va disecando mientras el jefe de los mentores exclama y muchos de los brujos del exterior y alrededor exclaman sorprendidos. Los que están sorprendidos no me interesan. Paro otra vez la visión y vuelvo a bajar. Veo un resplandor, así que lo sigo. En ese resplandor se encuentran dos hombres mirando fijamente al asesinato, perfecto, podemos culparles de los hechos. Además, son de los dos que estaban mirando mal a Marina. Eso era bueno, muy bueno. Vuelvo al lugar del crimen y observo más allá, veo una ventana donde hay un niño asomado a la ventana, queriendo mirar y no queriendo mirar al mismo tiempo. Me acerco a él y miro los que se hallan con él. Muchos de los presenten están en el mismo lugar que aquel niño de unos cinco años. Está lleno de niños y había algunos adultos con ellos, los cuales deben ser los mentores. De hecho, entre ellos está el que proyecta la visión, he vuelto al lugar del que he partido. Miro dirección al asesinato y efectivamente, es el mismo punto de vista. Había niños de muchas razas y muchos tamaños. Me pregunto qué pensarían al vivir eso y me sentía identificada con ese niño mirón. Yo también hubiera querido presencial un asesinato así con esa edad.
Salgo de nuevo y busco otro lugar donde puede haber alguien más. No hay nadie más, sólo he visto a ellos. Los demás están a simple vista y están demasiado impactados y están siendo demasiado emocionales para poder hacerlo a la vez. No sé qué estaban haciendo ahí aquellos hombres o de qué estarían hablando, pero lo que sé, es que Marina va a eliminarse enemigos y eso, siempre es un placer.
Hago que la visión continúe y espero a que termine. Mientras tanto, me fijo en el niño que observa, tiene un ojo dorado, igual que Marco. ¿Marco sería así cuando quisieron matarlo? Seguro que era más adorable, es un ser bastante adorable. Un momento, ¿he dicho adorable? ¿Qué es esto? ¿Por qué alguien me apetece adorable? Esto no me hace ninguna gracia.
Vuelvo a aquel lugar lleno de enemigos que sólo se enfrentan con miradas. Me pregunto si estarán ahí para lo mejor para el pueblo o lo mejor para ellos mismos. Con los humanos tengo clara la respuesta, mi pregunta si en eso se diferencian o no a los humanos. Todos me miran sorprendidos, todos menos Marina, la cual me mira orgullosa y me indica que vuelva con ella. Los otros dos vuelven a su sitio tras hacer una reverencia. No sé si yo debía haber hecho una reverencia, sin embargo, yo no hago reverencias a nadie, sino que espero que los demás me las hagan a mí.
Marina se acerca a mí sigilosa mientras los otros dos se terminan de colocar.
-Ese niño no tiene el ojo dorado como Marco, eso ha sido añadido por ti.
Me quedo sorprendida mientras la escucho y observo directamente al líder. Menos mal que no había mirado al asesinato, podía haber proclamado a Amelia como asesina y todo el plan se hubiera desvanecido. Menos mal que tengo esta gran inteligencia.
-Brujos Miguel Ijyfg y Tomás Fedws, ¿tienen algo que decir en su defensa?-pregunta el líder, mirándolos con cara de arrogancia
-Nosotros no fuimos, mirábamos así porque estábamos intentando evitar que sucediera, estábamos intentando que esas muertes no se provocaran-responde uno de ellos. Era rubio, con ojos claros y piel pálida y tenía una mirada llena de odio, lo cual era bastante interesante.
-¿Cómo puede demostrar eso?-pregunta el líder ante esta declaración
-Puedo pedir a mi vidente que muestre la conversación que estábamos teniendo antes, sin embargo, me parece que es una pérdida de tiempo. Marina siempre ha complicado las cosas, todo era mucho más simple hasta que decidió ser la primera mentora de la historia y decidió aniquilar a esos soldados que ya se iban. No hacía falta matarlos, ya se iban, no iban a hacer daño a nuestro pueblo. Además, no hubiesen estado ahí si no fuese de su querido amigo Mateo, que creía que había que tener esperanza en el humano. Lo cuál debería recordarnos por qué son seres despreciables, no a lo que se dedica ella, que ha ido directa al mundo humano buscando alianzas. ¿Alianzas? No nos interesan las alianzas, nos interesa estar a salvo, algo que va a conseguir que no estemos. Además, ahora está junto a su hijo, el cuál es un brujo de tierra. Un brujo de tierra fugitivo que aún no se ha aniquilado como sus normas indican. ¿A dónde vamos a ir a parar?
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