Estamos andando por el pasillo, desplazándonos a la plazoleta de Nevermore. Ahí esperamos encontrarnos a Enid. Alberto le está dando vueltas a como contarle todo, mientras Marco y yo nos limitamos a observarle. No era nuestra responsabilidad, ¿por qué buscar con él la mejor manera de decírselo? Dijera lo que dijese, voy a tener que aguantar una crisis existencial de Enid, al menos estoy intentando librarme de cavarme mi propia tumba, aunque ahora lo que pienso, sería bastante estimulante. 

-¿Si se lo digo así creéis que se lo tomará bien?-pregunta por enésima vez Alberto

-Hermano, no estás rompiendo con ella, sólo le estás explicando tu situación, no le des tanta importancia-resopla Marco

-Pero es que, es muy guay y divertida y no quiero cagarla-dice muy agobiado por enésima vez

-Digas lo que digas vas a cagarla y a mí me va a tocar escuchar su discurso de cómo la has cagado. Intentar huir de ello es como quién huye de su condena-respondo

Alberto se me queda mirando petrificado. Se lleva las manos a la cabeza, alborotando su pelo de corte medio. Marco sujeta las manos de su hermano y las pone a lo largo de su cuerpo, haciendo que pare. Marco me fulmina con la mirada y respira hondo. 

-A esa chica le gustas, da igual lo que le digas, le seguirás gustando

-¿Tú crees?-pregunta Alberto, con la mirada iluminada

-Bueno, aun así...-empiezo a comentar

-Sí lo creo-contesta Marco mientras me fulmina con la mirada. 

Yo me callo, no porque tenga razón, que no la tiene, sino porque a los aliados hay que intentar no enfadarlos. Quiero que un día luche por mí, enfadándolo no lo lograría. 

Alberto respira hondo, aliviado al fin. Intenta tranquilizarse mientras Marco le aporta paz. Yo me quedo observándolos, no llevan tanto conociéndose y ya han conectado bastante. Es curioso las relaciones entre la familia, y no han necesitado ningún ritual de sangre satánico ni nada por el estilo para conseguirlo, interesante. 

Llegamos a la plazoleta y ahí están Enid, Eugene, mi hermano y Cosa. Eugene, mi hermano y Cosa se emocionan al vernos y aplauden mientras nos observan. Enid, al contrario, está algo avergonzada, mientras saluda tímidamente.
-¿Podemos hablar un momento?-le pregunta Alberto a Enid indicándole con la mano el camino hacia el exterior

Enid le sigue, algo asustada. De momento, Alberto le coge la mano y Enid se tranquiliza. Empieza a hablar con ella, pero no se escucha nada porque ya están bastante lejos. Espera un momento, eso significa que me quedo sola con el hijo perdido, demasiado expresivo; Cosa, alegre; Eugene, agradecido y mi hermano, aliviado tras haberse preocupado. ¿Qué clase de tortura era esa? La clase no divertida, desde luego.

Cuando quiero darme cuenta, mi hermano me ha abrazado por detrás. Si estuviésemos en casa, ya tendría un motivo para torturarlo. Una pena que allí no fuese posible. Le miro y está abrazándome con una gran sonrisa. Marco observa a mi hermano con gran emoción y Eugene se ríe al ver la escena. 

-¿Te ríes? Porque conozco torturas más divertidas que esto-le digo a Eugene como respuesta a sus carcajadas. Este se aguanta la risa y mira a Cosa con miedo. 

Marco se acerca a mi hermano y le da unos golpecitos con el índice en el hombro. Plugsey levanta la cara de mi cuerpo, al fin, y mira a Marco. Éste, muy motivado, mueve la mano con gran velocidad como saludo. 

-Hola, me llamo Marco, ¿tú eres el hermano de Miércoles?

-Sí-asiente Plugsey

-¡Eres adorable! Me encanta que no tengas la cara de enfadada y odiar a la gente que tiene tu hermana. Es increíble, eres realmente increíble.

-Muchas gracias-sonríe Plugsey

-Esta cara es porque la vida es un oscuro lugar y la humanidad es demasiado ridícula e incompetente. Además, de producto de una vida muy agotadora-le contesto a Marco

-Todo suena durísimo-contesta Marco-nada comparable con la vida de fugitivo durante tu preadolescencia y adolescencia... Espera, no, es mucho mejor que eso, así que, ¿por qué no nos animamos un poco?

Marco sonreía de oreja a oreja mientras decía esto, al terminar, nos abraza a mi hermano y a mí y nos levanta en el aire con gran emoción. Demasiado entusiasmo, me irrita demasiado entusiasmo. Este chico va a hacer que realmente este curso sea una tortura. 

Cuando nos baja, Plugsey se separa y le mira con una gran sonrisa. Comparado con Marco, era un ser enano y mindundi. Espero que pueda defenderse como le he enseñado, ya que no puedo seguir preparándolo porque no se me permite torturarlo. 

-¿Tú quién eres?-pregunta Plugsey

-Soy el hijo de Marina, ¿a qué tengo gran parecido?-pregunta, posando de forma realmente ridícula

-Sí, te das un aire-contesta Plugsey y Marco se emociona

Me alejo de ellos, ya que no me apetece escuchar esta gran conversación. No me da confianza este chico, pero se ve que puede hacer a Plugsey feliz. Aunque la felicidad es algo sobrevalorado y estigmatizado, a Plugsey le importa. Tendré que aguantarlo algo más, aunque no sea de mi agrado. 

Me siento al lado de Eugene y Cosa. Eugene me mira con emoción, alegre, en cambio, controla su alegría. Eso lo agradezco bastante, espero que no sea tan emotivo como Marco, quiero descansar de seres intensos. 

-Creía que no íbamos a verte tan rápido, nos hemos preocupado mucho cuando os ha llevado la policía. ¿Cómo habéis conseguido salir tan rápido?-pregunta Eugene mientras Cosa se pone en mi hombro. Le miro fijamente, espero que ponerse en mi hombro sea su mayor muestra de afecto. 

-Marina nos ha sacado, aunque he tenido que pedir disculpas en público. No me ha gustado, ha tocado bastante mi ego. Aunque es el precio que se debe cumplir cuando fui la gran protagonista de la investigación que llevó al hijo del Sherrif a ser encarcelado. Sin embargo, que todo gire alrededor de ti, a veces es agotador. 

-Vaya, menos mal que está Marina. La verdad es que ha sido muy maja con nosotros y nos ha relajado bastante. Me alegro de que haya venido a Nevermore, gracias a eso, también tu hermano está aquí-comenta con media sonrisa

-Sí, es agradable, una pena que al final no quiera dominar el mundo, si no ayudar al mundo. Un motivo bastante aburrido. 

Cosa se baja del hombro para colocarse en mis piernas y comentar que tiene razón y debo escucharlo más. 

-Que no se te suba a la cabeza, era un motivo demasiado decepcionante para siquiera haberlo considerado

Cosa se queja, diciendo que es un buen motivo y que se alegra a que esté ayudando a entrenar a Plugsey. 

-Espero que al menos le dé el poder para que él si pueda dominar el mundo, y después, sea yo quién lo controle-respondo con media sonrisa

-¿Puedo tener una posición de poder en ese mundo dominado por ti?-pregunta Eugene

-Todos mis aliados tendrán un lugar justo con su ayuda

-Bien-exclama Eugene levantando las manos, bastante emocionado

Marco se acerca curioso a Cosa y lo mira fijamente, con gran admiración. Cosa se siente observado y se gira a mirarlo. Le saluda y Marco se emociona, como si su gran ídolo le hubiese dedicado unas palabras. 

-¡Qué guay! Nunca he conocido a una mano, es un placer conocerte. ¿Cómo te llamas? ¿Qué haces aquí?

Cosa empieza a decirle que se llama Cosa y que está aquí porque lleva siglos ayudando a la familia Adams, además, mis padres se sienten más seguros si está con nosotros. Eso me dejaba un tanto débil, así que debo contar esa conversación. 

-Dice que...-empiezo a decir

-Sí, lo he entendido perfectamente, no necesito que me traduzcas-me comenta Marco con una sonrisa mientras sigue mirando interesado a Cosa-tienes una vida muy interesante después de todo, Miércoles. Nos vamos a llevar muy bien. 

Se sienta al lado mía con una gran sonrisa y se apoya en mi hombro. Sigue mirando a Cosa, atento de lo que debe decir. Su peso en mi hombro era una sensación nueva, aunque curiosa. Era una sensación cálida, ya no me sentía débil, a lo mejor porque noto que alguien tan poderoso como el hijo de Marina me ha elegido como aliada y eso significa tener grandes soldados a mi merced. A lo mejor, simplemente era porque, curiosamente, me gusta cómo se siente su cabeza en mi hombro, porque el dolor en el pecho ahora es distinto. Sin embargo, el dolor en el pecho por Tyler no se va y no creo que se vaya. 

-Si sigues tan cercano, seguramente no-contesto

-Ya veremos-sonríe con media sonrisa