La vida en una celda no está tan mal, en cambio, me gustaría más si estuviera sola. Miro de reojo a Alberto mientras medito esto. Éste se ha apoyado en la pared y ha cerrado los ojos. No sé si está durmiendo o no, pero me parece el momento perfecto para atacarlo. Una pena que no tenga mis armas conmigo. Aprovecho y observo su rostro. Rostro fino pero marcado, pestañas largas y pelo sumamente oscuro. Nariz fina y algo alargada. Piel pálida, bastante pálida. La verdad es que tiene un gran parecido con su madre, aunque ella no tiene el rostro tan fino. Se parece mucho al prototipo de belleza de Enid, espero que no le haga daño. Desgraciadamente, matarlo no sería tan fácil. 

-¿Por qué me miras tanto, Miércoles? ¿Estás descubriendo que soy guapo?-Alberto sonríe de forma pícara mientras sigue con los ojos cerrados

-Yo no te estaba observando

Abre los ojos y me mira mientras se ríe. 

-Me han entrenado para saber cuándo alguien me observa hasta con los ojos cerrados. No te hagas la fuerte. Sobre todo, porque a saber cuánto tiempo nos queda. 

-No me gusta esperar, encuentro pelear mucho más divertido

-Yo también, pero hay veces que para vencer no debemos usar la violencia, por mucho que guste

-¿Cómo crees que nos sacará de aquí?

-Por tu padre, gracias a entrenar a tu hermano, es el nuevo abogado de mi familia. Más motivos para que seamos aliados, ¿no crees?

-Entonces, ¿entrenar a mi hermano es un paso más hacia dominar el mundo?

Alberto se empieza a reír a carcajada. 

-¿Qué? ¿Crees que estamos aquí para dominar el mundo?

-Tú no, Marina

-¿Marina dominando el mundo?

Alberto empieza a reírse aún más. Se ríe tanto que me siento ofendida, no me gusta que no se tomen en serio lo que digo. 

-¿Por qué es tan loca la idea?

-Porque si quisiese dominar el mundo, ya lo hubiese hecho. Tiene poder más que suficiente. De hecho, Marina no quiere dominar el mundo, quiere liberarlo. 

-¿Liberarlo? Cuando la gente es libre se vuelve estúpida, es mejor tenerlos a tu merced

-No, Miércoles, la gente libre se vuelve feliz y cuando es feliz, te deja tranquilo y vivir en paz. Además, liberar el mundo no es liberar a los humanos, incluso no es liberar a los marginados. Liberar el mundo es salvarlo de la destrucción que se avecina y ayudar a todas las clases de seres a convivir en equilibrio con la madre naturaleza. Esa es la principal misión de mi pueblo y nunca dejará de serlo. Además, si supieras la historia de tu familia, sabrías que esa era también la principal misión de Goody Adams. Quiso liberar a la madre naturaleza de los ciudadanos que trajeron la destrucción consigo, no lo consiguió y por eso le acabó consumiendo la venganza, el mayor enemigo de los brujos. 

-Eso significa, que los humanos son el enemigo, ¿no? ¿Quiere destruirlos?

-No, quiere convivir con ellos y ayudarles a encontrar el equilibrio con el resto de los seres. Para eso necesita contactos, tanto de humanos como de otras especies, información y una buena posición. Por eso estamos aquí. Yo sigo votando que matar a la escoria humana sería más fácil, pero ella es demasiado comprensiva. 

-¿No te gustan los humanos?

-No, obviamente. Marina dice que tengo que abrir la mente, conocer nuevas experiencias para aprender a ver que no son tan malos, por eso me trajo con ella. Se lo estaba comentando hoy a Enid y por eso hemos dado la vuelta, quería mostrarme que los humanos no son tan malos. En cambio, si no fuesen tan malos, ¿por qué os han hecho esto y por qué tenemos que ir casi todas las noches Marina y yo a limpiar el río ya que cada día está más lleno de suciedad? Esta zona está realmente podrida y encima, el agua siempre es quién sale perdiendo. 

-La verdad es que estoy de acuerdo. He estado en colegios e institutos lleno de humanos, no se me ocurren mayores torturas que estar por esos pasillos, con esas personas. Del último me echaron porque liberé pirañas en una piscina lleno de chicos que habían pegado y ridiculizado a mi hermano. No por su bien, ni para prepararlo para el futuro que hay fuera. Simplemente, porque era divertido. La única que puede hacer lo que le hicieron soy yo, obviamente. 

-¿En serio liberaste pirañas? Miércoles, deberías empezar a aplicarte lo de que la violencia no es la mejor solución. Hay mejores formas de hacer daño. 

-¿Cómo ser una celebridad de una red social para tener un ejército de seguidores?-le contesto

-Eso es idea de Marina, no mía. Ese artilugio me parece que sólo sirve para controlar a los que lo llevan. No sé qué plan tendrá, pero como ahora, sólo espero. Confío en ella, después de todo, es mi madre, aunque no nos siga la genética, como bien viste en la visión. 

-Por una parte, sé mucho de tu historia familiar que preferiría no saber y por otra, me he divertido sabiéndolo. La guerra fue preciosa, había mucha destrucción. 

-Sabía que esa parte te encantaría

En ese preciso momento, se escuchan pisadas acercándose a nosotros. Aparece un policía con un juego de llaves en la mano y Marina, con cara de pocos amigos mientras nos observa. Alberto se encoge al verla. Amelia está detrás mía, indicándome que no se me ocurra hablar. Veo que ambos temen a Marina, me gusta. Ojalá me temieran así. 

-Lo sentimos mucho, no volverá a ocurrir-comenta el policía-realmente creíamos que los chicos decían la verdad. No sabíamos que fue en defensa propia. Gracias por mostrarnos el vídeo. 

-De nada, está en todas las redes sociales, sólo había que encender el teléfono para verlo-comenta Marina-realmente espero que sea la última vez

-Sí, lo será

El policía teme si quiera mirar a Marina a la cara. Un aura de odio la rodea. Es increíble, realmente increíble. Marina nos indica con la cabeza que salgados, después de que el policía haya abierto la puerta. Levanta ligeramente la mano, indicando que nos paremos. 

-Miércoles, antes de irnos, debes ir a la oficina del policía al que le has pegado y pedir disculpas. 

-¿Qué? Yo no pido disculpas-comento 

-Miércoles, haz lo que dice, por favor-me suplica Amelia por detrás. Veo que todos los que la conocen la teme, a lo mejor debería hacerlo. 

-Pues hoy es un buen día para empezar. Si no quieres pedir disculpas, no haber pegado a un policía. Da gracias en que quede en eso-comenta Marina con cara de pocos amigos

-Así haré-digo mientras me duele simplemente decirlo

Nos dirigimos a la oficina del policía que he pegado. Ahí está el policía con el ojo morado y al lado está el padre de Tyler. Me quedo mirándolo con los ojos muy abiertos. Recuerdo todos los momentos que pasaron el año pasado y recuerdo lo que Tyler decía de él. En un momento de debilidad como el de pedir disculpas, lo último que necesito es sentirme más débil recordando a alguien que tenía que haber olvidado. Ambos nos observan impacientes a la disculpa. Respiro hondo. 

-Siento mucho haberle pegado, no se repetirá. Quería defender a mi... amigo. 

Marina deja un momento su cara de odio para cambiarla a asombro. Alberto deja a un lado su cara de miedo a cara de asombro. Amelia se acerca a mí y comprueba si respiro. Una pena que no pueda matarla por ser un fantasma, si no, volvería a hacerlo. 

-Siempre has tenido una idea particular de la justicia-dice el padre de Tyler

-Mejor que dejar que se lleven a Tyler a no sé dónde y seguramente lo torturen, es mucho mejor-le contesto y la cara de Marina vuelve a la de odio de nuevo

-Es mucho mejor torturarlo uno mismo, ¿no?-contesta con desdén el padre de Tyler

Marina me agarra del brazo y mira al padre de Tyler. 

-Ya ha pedido disculpas. Eso son cosas del pasado. Ha cumplido y por lo tanto, nos disponemos a irnos. Espero que cumplan su palabra y que se aseguren que los alumnos del centro no vuelven ser atacados. Yo no soy tan comprensiva como la anterior directora. 

Con esto, Marina me empuja hasta la salida y Alberto me sigue. Nos montamos en un coche un tanto antiguo y empezamos a desplazarnos hasta Nevermore. En el coche reina el silencio. Nadie habla, Marina no habla, Alberto mira con terror a su mentora, Marina nos observa y yo me dispongo a observar por la ventana. Me gusta el silencio. 

En ese momento, Marina se desvía y se mete en medio del bosque con el coche. No me gusta esto, el coche empieza a dar botes al no pasar por un suelo decente. Frena en seco haciendo que por poco me coma el asiento de delante y sale del coche con cara de pocos amigos. 

Alberto me mira sorprendido y sale del coche. Le acompaño. No sé si es buena idea salir del coche, pero después de tanto bote, me apetece poner los pies en el suelo. Además, siempre me ha gustado una buena pelea. 

Marina sigue andando hasta que llega al lago del bosque. La estamos siguiendo. Respira hondo y hace que miles de litros de agua se eleven en el aire. Luego, con gran velocidad los sube al cielo. Empieza a crear nubes que provocan una tormenta, haciendo que el clima de repente se vuelva en un clima hermoso. 

-¿En qué estabas pensando?-Marina grita mientras observa a Alberto

-Eran demasiados y tenían armas-responde Alberto frustrado

-¿Y qué? ¿A ti te parece que Miércoles necesite ayuda? Podría haberlos vencido sin problema, mírala, por dios. Además, ¿de qué iba lo de ahogar a uno de ellos? ¿Se te ha ido la olla? He podido sacaros de ahí porque había fans cerca que lo han grabado todo, si no llega a ser por Enid estaría muerto. No hemos venido desde España para esto. 

-¿Y qué si hubiese muerto? Era un puto insolente. ¿Escuchas le que decía?

-Por eso estamos aquí, hijo, para cambiar ese punto de vista, pero con miedo no conseguiremos nada-empieza a gritar Marina

-No tienen solución, deja de pensar que este mundo puede ser un mundo maravilloso mientras los humanos sigan existiendo

-No todos los humanos son malos-responde Marina

-Ni todos son buenos, y lo malos que hay ya son suficientes para consumir el planeta. Esperas algo de aquellos que no pueden dártelo. Nos han perseguido, aniquilado e incluso han matado a los pocos humanos buenos que había, diciendo que eran uno de nosotros. ¿Cómo puedes tener esperanzas en una especie así?

-Porque Mateo tenía esperanzas y no voy a hacer que su muerte sea en vano

¿Mateo? ¿Ese no fue el que los humanos torturaron hasta la muerte? ¿Está usando de ejemplo a alguien así?

-Tratar bien a los humanos, como hizo él, es como va a hacer su muerte en vano, mamá

Marina me mira de reojo. 

-Te he dicho que no me llames así en público. 

-¿Por qué no? Eres mi madre le pese a quién le pese. Es agotador vivir una mentira a cara al público con la esperanza de un día poder hacerlo y que el mundo sea mejor, cuando el mundo simplemente se va a la mierda. ¡Deja de luchar por algo totalmente ridículo, deja de ser tan ridícula!

En ese momento, una Amelia bastante enfadada, se pone en medio de ellos y marca su silueta con el agua de la lluvia. Ambos se quedan sorprendidos al verla. Convierte más agua de lluvia en dos espadas de hielo y apuntan a su hijo. ¿Qué? ¿Por qué estaba haciendo eso? ¿No se supone que no se iba a involucrar en su camino?

-Dile que no le vuelva a hablar de ese modo-me dice Amelia

-Dice Amelia que le vuelvas a hablar de ese modo-repito

Alberto mira de arriba abajo la silueta de su madre biológica y Marina se me queda mirando a mí. Su odio se ha ido y una felicidad incalculable la rodea. 

-¿La ves? ¿Desde cuándo está aquí?

-Desde siempre. Te ha acompañado y ha velado por los miembros de la familia, sin hacerse notar porque decía que no era lo mejor para vosotros y no quería ser un obstáculo en vuestro camino. Creo que ha cambiado de parecer después de revivir los momentos antes de su muerte y ver que la mató su mentor tras las órdenes de esa anciana. Sí, me mostró su pasado y la llevé a su propia visión, lo bueno de que sea un fantasma es que me salió bien. Alberto, esto era lo que estaba ocultando. Decirlo al fin sienta bien.-resoplo al soltarlo todo de golpe, al fin 

-No hacía falta contarlo todo-responde Amelia, una pena que puedan verla y no escucharla

-¿En serio no te has hecho notar porque era lo correcto? ¿Después de todos estos años sigues haciendo lo correcto? ¿No se te ha ocurrido pensar que te necesitábamos? - exclama Marina desconcertada 

Amelia hace que las espadas se conviertan en agua que cae y se gira a ver a su amada. 

-Dice que siempre fue un obstáculo en tu camino hacia la felicidad y que no quería serlo más-contesto, recordando nuestras conversaciones

Amelia se queda extrañada al oírme, pero luego me sonríe. 

-¿Un obstáculo? Eras mi razón para ser feliz y lo sigues siendo. Mi lucha es para crear un mundo en el que hubiésemos podido ser felices. En el mundo humano hubiéramos tenido problemas, pero ser una familia podría haber sido una opción, mucho mejor que la que tuvimos nosotros. No fuerzan a las mujeres a reproducirse y son mucho más libres. ¿Cómo has podido pensar eso todos estos años? 

Amelia empieza a emocionarse y abraza a su amada con gran fuerza. Marina lo siente al estar hecha de agua y la abrazada de nuevo, igual que hicieron en su visión. 

-¿Mamá?-dice Alberto dudoso mientras se levanta-¿siempre has estado conmigo, cuidándome?

Amelia se separa de Marina y asiente con la cabeza. Alberto empieza a llorar y coge la mano de agua de su madre. 

-¿He conseguido que estés orgullosa de mí?

Amelia asiente. Ellos no lo ven, pero empieza a tener los ojos vidriosos. Alberto empieza a sonreír y a llorar mucho de la emoción, incluso llega a moquear. Marina abraza el brazo húmedo de su amada y apoya su cabeza en hombro. Esto hace que Amelia suelte una lágrima por su mejilla. Abraza a su hijo con el otro brazo. Una imagen familiar preciosa, una pena que no me interese tanto. 

-Perfecto, ahora que estamos hablando de verdades-les interrumpo y me miran extrañados-¿de dónde ha salido el mono?