Capítulo 15
Necesito hablar con alguien. Hablar con alguien que no tenga nada que ver con este drama familiar en el que me he metido sin darme cuenta. Hablar con alguien que no tenga que contarle toda la historia de Tyler, si no que ya la sepa. Hablar con alguien que sea mi amigo y sea leal. Así que, me dirijo a ver a Eugene a las colmenas. Sin embargo, Cosa ha insistido en venir conmigo. Así que ambos vamos a las colmenas.
Llego a las colmenas y ahí está Eugene, recogiendo la miel de sus abejas. Eugene deja lo que está haciendo y me mira con una sonrisa.
-¡Miércoles!¡Qué alegría verte aquí, aunque nos acabamos de ver en el salón de actos!-Eugene se emociona
Eugene está distinto a como lo conocí hace un año. Ya no tiene el aparato que llevaba el año pasado, sino brackets. Además, tiene el pelo más corto y es un poco más alto. Después de todo, ha pasado bastante tiempo. Sin embargo, no ha perdido su esencia y autenticidad, me gusta la gente única. Es de la poca gente que soporto.
-Hola, Eugene, necesito un confidente y te he elegido. ¿Podemos hablar?
-Claro, siempre unidos, pero confidente... ¿de qué?
-Digamos que este curso ha empezado interesante
Entramos dentro y le cuento todo lo que me había pasado a Eugene y a Cosa. Las visiones, el fantasma, mi hermano siendo un brujo de la luz y Enid y Alberto hechos el uno para el otro. Obviamente, no hablo sobre las veces que recuerdo a Tyler y que todavía no lo he superado. Es decepcionante que todavía no lo haya hecho, por eso no lo cuento. No quiero que me vean como un ser débil, no soy débil.
Cuando termino, Eugene está alucinando y Cosa también. Se miran fijamente, me miran y luego vuelven a mirarse fijamente.
-¿Decís algo o simplemente vais a miraros desorientados? Me gusta dejar desorientada a la gente mediante torturas, no mediante palabras.
-Miércoles, ha pasado mucho y sólo llevamos unos días. ¿Cómo te ha dado tiempo?-pregunta Eugene sorprendido
-Parece que cuanto menos quieres socializar, más socializan contigo.
-¿Sabes quién es Alberto? Es una celebridad de TikTok, por eso las chicas se ponen así al verlo. Me alegro haber superado ya a Enid, si no, no superaría que se fuera otra vez con otro que no fuese yo.
-Lo siento, Eugene, pero no tienes probabilidades con Enid.
-No me importa, ahora estoy con nuevos objetivos-me guiña el ojo
-Lo siento mucho por tus nuevos objetivos
-Bueno, ¿sabes qué es TikTok? Si lo supieras, a lo mejor me hubieses continuado ese comentario y no el de Enid-Eugene saca su teléfono
-No, creía que te había dado un lapsus por un momento
-Es una red social donde Alberto tiene miles y miles de seguidores. Muchos de ellos harían cualquier cosa que él dijese. Además, muestra su poder y hace algunos trucos.
Eugene me enseña su teléfono y veo un vídeo donde Alberto eleva el agua de un vaso y empieza a hacer figuras tontas con el agua. Es una tontería con lo que he visto que son capaces de hacer. Son trucos tontos para contentar a las masas. Realmente, me parece muy triste de parte de Alberto, pero hay algo que me choca.
-¿Es famoso en una red social? No se le ve muy interesado por los teléfonos móviles. De hecho, le llama ese artilugio de los humanos.
-Ni idea, sólo sé que es famoso y por eso todas las chicas cuando lo ven se vuelven locas. Al menos se ha centrado una y nos deja el resto para los demás.
-Espera un momento-asimilo lo que me ha comentado antes Eugene-¿Harían cualquier cosa que él dijese? Interesante. Inteligente. Demasiado inteligente.
-¿Por qué demasiado inteligente?
-Suena a algo que haría alguien poderoso, que aprende cómo funciona el mundo para vivir como quiere. Alguien que diría cosas como: "Puedes luchar por un mundo en el que no ocurra lo que tuviste la mala suerte de vivir. ". Alguien que es capaz de mover hilos para que elijan los líderes que a ella le interesa. Alguien que podría perfectamente dominar el mundo.
-¿De quién hablas?
-Hablo de Marina. Es de una sociedad cerrada, que vive escondida. ¿Por qué vendrían a Nevermore si no es para dominar el mundo?
-Se le ve maja, ¿crees que quiere dominar el mundo? ¿Dominarlo para mejorarlo o para que sufra un gran dolor y desgracia?
-No lo sé, pero que el mundo sufra y la desgracia le acompañe suena a algo bastante maravilloso, ¿no crees?-hago una mueca que se supone que es una sonrisa
-Miércoles, estamos hablando de dominar el mundo, es algo muy serio
Cosa se pone entre nosotros y empieza a decirnos que dejemos de delirar, que no tenía sentido lo que decíamos. Ella ha contado todo lo que le hemos preguntado y está haciendo por ayudar a Plugsey. Comenta que antes de aceptar que quiere dominar el mundo, deberíamos preguntar sus intereses. Además, recuerda cuando acusé a Xavier de ser el Hyde y lo apresaron sin serlo.
-Cosa, ¿por qué preguntarle? Es más interesante descubrirlo
Cosa empieza a ponerse nervioso y me indica que pare de meterme donde no debería.
-Miércoles, creo que Cosa tiene razón. Si puede hacer lo que dices que puede hacer, deberíamos ir con cuidado.
-Siempre me ha ido más atacar y matar que ir con cuidado.
-Eso es bueno cuando tu adversario es menos poderoso que tú, pero este no es el caso. Deberías dejarlo, Miércoles. Si necesitas saberlo, ya lo sabrás. Si el año pasado no hubiese investigado cuando debería estarme quiero, no hubiese acabado en el hospital. Aprende de mis errores.
-No fue culpa tuya, fue culpa de Tyler, que fue quién te atacó
Al decir esto, una punzada en el pecho apareció en mi ser. Otra vez. Decepcionante sentir esa punzada.
-Hablando de Tyler. ¿Cómo lo llevas?-Eugene pone su mano sobre la mía. La aparto en el momento.
-Perfectamente. No me importa en absoluto.
-¿Sabes dónde está? Se supone que lo llevaron a una prisión, ¿no?
-Ni lo sé, ni me importa
Mentí, desgraciadamente mentí. Me gustaría que no fuera mentira, es frustrante que no sea mentira. En cambio, se ve que era débil después de todo.
-Entonces, ¿podemos ir a la cafetería que solía trabajar? Quiero probar el nuevo batido que han puesto.
-Por supuesto, no me importa en absoluto
Fuimos al pueblo para probar el nuevo batido que había puesto. En el camino, Eugene habla con entusiasmo sobre su verano, cuenta anécdotas con sus madres y sus abejas. Yo me limito a escuchar, bueno, Cosa escucha y yo finjo que escucho. Sigo pensando en que vamos a la cafetería donde trabajaba Tyler, donde nos conocimos, donde vivimos tantos momentos, donde va a dolerme acudir. En cambio, así lo superaré con tratamiento de choque. Aunque el tratamiento de electroshock me parece mucho más divertido.
En este camino, cuando estamos a punto de llegar. Nos rodean quince chicos, de más o menos nuestra edad. No los he visto nunca, y aunque los hubiese visto, no me acordaría de sus existencias. Todos sacan un arma y todos nos apuntan.
-Miércoles, ¿qué pasa?-Eugene se esconde detrás mía, algo que no sirve para nada ya que también tenemos chicos detrás nuestro.
-Los marginados debéis iros de aquí. Este verano no hemos tenido muertes, vosotros traéis la muerte como una plaga. Por eso vais a hacer lo que os digamos-comenta uno de los chicos grabando con un teléfono. Genial, encima con pruebas. Iba a tener problemas en el juicio si quedaban pruebas.
-¿En serio creéis que esto es suficiente para hacer lo que digáis?-les pregunto-Ridículo
Veo el miedo en el chico que tiene el teléfono. Perfecto, me gusta que me tengan miedo. En cambio, Eugene tiene más miedo ahora. Levantan todas sus armas y apuntan a Eugene. No, a él no. A mí, no a él. Como echo de menos mi látigo en este momento. No sé cómo proteger a Eugene y me siento impotente. No me gusta sentirme impotente.
En ese momento, un látigo de agua atiza al teléfono y lo rompe. Además, Alberto aparece junto a nosotros tras dar un salto de varios metros que atraviesa la muralla humana. Agita el látigo y empuja a todos varios metros de distancia. Un látigo como ese era el que quería.
-Digamos que esto es uno de los beneficios de nuestra alianza. Un gracias no estaría nada mal-comenta Alberto tras hacer esto, mirándome con una sonrisa pícara.
Miro a Alberto extrañada y Eugene abraza a Alberto y empieza a dar las gracias en bucle. Alberto sonríe y le acaricia la cabeza mientras le dice que no ha sido nada.
-Así se hace-grita Enid de fondo mientras aplaude muy emocionada. Espera un momento, ¿qué hacen Alberto y Enid?
-Menos mal que estaba dando una vuelta con Enid, si no, a saber, que haces-me dice Alberto mientras sigue acariciando la cabeza de Eugene
-Si hubiese tenido mi látigo, lo hubiese hecho yo. A partir de ahora no saldré sin él.
-Me parece buena idea-Alberto sonríe al decir esto
Cosa empieza a asomarse por mi espalda, salta hacia Alberto y acaricia su hombro como forma de agradecimiento. Alberto asiente con la cabeza y lo acaricia de vuelta. En ese momento, uno de los chicos empieza a levantarse. Junto a él, empiezan a levantarse el resto y todos agarran sus pistolas. Le indico a Alberto que mire y este hace que Eugene se separe de él. Nos miramos fijamente, y me señala la pared. Puedo usarlo para patear a varios a la vez, me gusta cómo piensa.
-Malditos marginados-empieza a gritar uno de ellos-venís aquí, a nuestras tierras. Nos pegáis y encima no queréis hacer lo que nosotros dictamos. ¿Quién os creéis que...?
No termino, ya que Alberto ya había creado otro látigo de agua y lo había rodeado sobre su cuello. Cada vez lo apretaba con más fuerza con la miraba baja y llena de odio. Ahora, quiero ser su amiga más que nunca.
-Esta tierra no es vuestra, ninguna la es. Así que dejar de comportaros como si todo girara alrededor de vosotros, cuando el mundo es mucho más que los humanos.
Enid está asombrada y horrorizada al mismo tiempo.
-Alberto, ¡bájalo!-le grita
Alberto la mira al escuchar esto y su mirada cambia por completo. Pasa a ser cara de preocupación tras ver cómo le ha sentado a Enid. Hace desaparecer el látigo, convirtiéndolo en agua que cae alrededor del chico.
-Eres débil-le digo
-No soy débil, elijo las batallas que valen la pena-me responde
Todos empiezan a sacar sus armas y a apuntarnos con ellas. Vale, si ahora le da cosa matar por Enid, ¿cómo íbamos a vencerlos?
Justamente en ese momento, empiezan a gritar que no pueden moverse, que qué brujería estábamos haciendo.
-¿Estás haciendo dominio de la sangre con ellos?-le pregunto
-No, ¿cómo sabes que eso existe?
-Sé más de lo que imaginas
Miro a todos lados y descubro quién lo está haciendo. Amelia está con los brazos estirados y haciendo gestos con las manos, mientras mira fijamente a los chicos. Esta está subida a un tejado, supongo que son los beneficios de ser un fantasma. Tenerla de aliada no está nada mal. Sin embargo, algo no cuadra, la del dominio de la sangre es Marina, no Amelia. ¿Qué está pasando?
En ese momento, aparece de la nada un... mono. Un mono de 60 centímetros y unos 10 kilos. Pelaje marrón, tirando a rojizo y cara desnuda, totalmente rosado. Este mono va de chico en chico cogiendo las armas y guardándolas en una bolsa en su espalda que es tan grande como él. Estos insultan al mono mientras lo hace, este le hace bromas mientras lo hace. Después, salta al tejado y desaparece de la escena. ¿De dónde ha salido ese mono?
-¿Nos acaba de salvar un mono?-pregunta Eugene extrañado
-Eso... parece-Alberto responde dudoso
-¡Miércoles!-grita Amelia-íos de aquí. ¡Ya!
-Deberíamos irnos antes de que empiecen a moverse-les comento como si fuese idea mía
Nos colamos por los chicos como si estatuas fueran y vamos hacia donde está Enid. Corremos con ella, lejos de allí, cruzando varias calles. Después, paramos en seco un momento para asimilar lo que acababa de pasar. Sin embargo, ¿cómo se asimila que te haya salvado un mono que roba armas?
-¿Ibas a matarlo?-pregunta Enid horrorizada
-No iba a matarlo, sólo le estaba asustando. Además, son simples humanos. ¿Por qué deberíamos respetarlos si no nos respetan ellos?-exclama Alberto
-Porque es la única forma de que ellos empiecen a hacerlo-responde Enid
-¿Sí?-respondo yo-Te portaste bien con un humano y fuiste con él al baile y llenó el sitio de pintura roja. ¿Eso es respetarte? No va bastante bien tu punto de vista, ¿no crees?
Enid hace un ruidito de ofendida y se cruza de brazos. Nos quedamos fijamente mirando y Alberto nos mira, con miedo de decir cualquier cosa. Entonces, viene un coche de policía y de este salen dos hombres con uniforme. "Queda arrestado por intento de asesinado": gritan.
-¿Intento de asesinato? Los que han intentado asesinarnos son ellos a nosotros. Además, nosotros no hacemos intentos de asesinatos, si queremos asesinar, lo hacemos, no queda en el intento-les exclamo bastante frustrada
Todos están horrorizados mientras observan a los policías. Alberto pone su mano es mi brazo y me indica que pare. A la vez, uno de ellos se acerca a Alberto con unas esposas, como acto reflejo, le doy una de mis mejores patadas para evitar que lo alcance.
-¡Miércoles!-Amelia grita, apareciendo al lado de mí-Deja que lo lleven, ya lo sacará Marina. No te involucres que va a ser peor.
Maldita sea, no me interesa enfadar a un fantasma que puede hacer que quince chicos no se muevan. Eso si ha sido ella... Un mono no puede hacer eso, ¿no?
-Quedas tú también arrestada por agresión a un oficial-grita el otro policía
Alberto y yo nos miramos, indicándonos que no luchemos. Enid está preocupada por nosotros y empieza a respirar más fuerte de la cuenta. Eugene abraza a Cosa mientras nos observa. Los policías nos esposan y nos llevan en el coche.
Miro por la ventana mientras estamos en el coche y observo a Alberto bastante frustrada. Este intenta respirar hondo. Hay algo en su mirada que no se va, mientras observa todo a su alrededor, ese algo era odio. El mismo odio que tenía mientras estrangulaba a aquel chico.
-Marina nos sacará de esto, ¿verdad?-le comento
-Sí. Si no lo consigue, entonces te seguiré y lucharemos contra quién tengamos que luchar. ¿Trato hecho?
-Trato hecho
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