Capítulo 14
Salimos del salón de actos Alberto, Xavier, Enid y yo. Acabamos de apuntarnos en las asignaturas que nos interesan. Enid está muy emocionada mientras Alberto disfruta de su gran emoción. Xavier está cabizbajo. Lo miro y una punzada en el pecho aparece. Estaba mejor cuando no tenía amigos. Esto de que empiece a importarte alguien que no seas tú, es agotador.
-¿Qué asignaturas habéis elegido?-nos pregunta Marina, acercándose a nosotros
-Hola-saluda Enid muy nerviosa-la asignatura de conocer a la bestia interior y psicología de los marginados. La verdad es que tiene pinta de ser muy interesantes.
-¿No has escogido ninguna de mis asignaturas? Me siento muy dolido-bromea Juan, el brujo de tierra, apareciendo entre Enid y Alberto. Enid dio un salto al verlo y se queda sin palabras. No quiere ofenderle, así que no sabe que decir.
-Déjala, Juan, has elegido unas asignaturas que no molan tanto, no es culpa suya-contesta Alberto
-Oye, oye, Marina, tu niño no me respeta
-Le he enseñado a respetar a los que merecen ser respetados-se encoge de hombros y Juan abre la boca, sorprendido, y pone su mano en el pecho para indicar su dolor. Marina ríe y le da ligeramente con el hombro.
-Yo he escogido su asignatura de venenos, me parece muy interesante y que puede ser de gran utilidad-contesto. Juan me mira de arriba abajo y me señala.
-Eres Miércoles, ¿verdad? Marina me ha hablado de ti, dice que le pediste algo de veneno en una infusión o algo así. La verdad es que es algo bastante inteligente. Enhorabuena.
-Obviamente es algo bastante inteligente, yo soy bastante inteligente.
-Dios, es como contabais-dice Juan mirando a Alberto y a Marina con el ceño fruncido. Alberto y Marina asienten con la cabeza mientras me observan. ¿Debería ofenderme? No, es demasiado agotador.
-¿He escuchado que alguien ya ha escogido nuestras asignaturas?-comenta Ango. Aparecen el brujo de fuego y el brujo de aire por detrás de Xavier, este se gira para observarlos. El brujo del aire pone su mano en el hombro de Xavier y le sonríe. Xavier se siente... ¿aliviado? ¿Cómo lo ha hecho?
-Sí, las he escogido yo-dice Enid
-Yo he escogido las dos del brujo del aire-dice Xavier-me parecen muy interesantes. Además, para dibujar el aire primero hay que entenderlo.
-¿Dibujar el aire? Me caes bien-dice Ango y Xavier sonríe-Luego debes mostrarme algunos de tus dibujos.
-Será un placer-dice Xavier ilusionado
-Ango-empieza a decir Alberto-él es mi compañero de habitación. Es el hijo del famoso vidente, es el que hace realidad todo lo que dibuja. Te hablé de él ayer.
-Lo sé, lo he sentido desde el primer momento. Un gran poder le rodea. Enhorabuena.
Xavier escucha las palabras que lleva tiempo esperando. El malestar en el pecho desaparece y una sensación extraña me recorre el cuerpo, en cambio, es buena. ¿Me estoy alegrando por alguien que no soy yo?
El brujo de fuego pone sus manos en los hombros de Enid. Ésta se asombra y se gira. El brujo de fuego le sonríe y mira a Alberto. Éste empieza a reírse a carcajadas y le da una palmada en la espalda a Alberto con bastante fuerza.
-Vaya, Alberto, es verdad que es mona, te veo coladito
-¿Qué?-Enid se pone colorada y pone sus manos en sus mejillas. Alberto le mira con los ojos abiertos, indicándole que parase
-Sven, no te pases con el niño. Deja que disfrute y conozca marginados de otro tipo, de la forma que le apetezca-le regaña Marina
-Venga, Marina, era una broma-suelta a Enid y pone su brazo alrededor de los hombros de Marina.
Era literalmente el doble de Marina en todos sentidos. Su brazo musculoso era comparable con la cabeza de Marina. También era el doble que Juan, que sólo era un poco más alto de Marina. En cambio, medía algo más que Ango, pero no mucho más.
-Mira a la muchacha, Sven
Sven se fija en Enid y se horroriza al ver la vergüenza que le está dando. Se siente culpable. Debería. Suelta a Marina y dobla las rodillas hasta que su cabeza queda a la altura de Enid. Hace que su mano se convierta en fuego, tras irse la llama, aparece una garra de dragón amarilla. La aproxima.
-¿Quieres tocarla?
Enid se queda mirando la garra. Quita su mano de las mejillas y, tímidamente con el índice, acaricia la mano. Sus ojos se abren de par en par y vuelve a hacer los mismo. Su cara se ilumina al hacerlo. Alberto ríe al ver su reacción. La verdad es que su reacción ha sido divertida.
-¿Qué clase de marginado eres?-pregunta Sven a Enid
-Licántropa
-Nos lo vamos a pasar genial en clase-sonríe de oreja a oreja Sven. Enid hace lo mismo.
Marina se coloca detrás de mí. Se acerca a mi oído y comenta:"¿Qué te parecen los amigos a los que he llamado para ayudar a tu hermano?"
Me giro hacia ella, extrañada, mientras observo a todos los nuevos docentes de Nevermore. Ella sonríe de forma pícara mientras observa mi reacción.
-Parecen bufones, ¿realmente son poderosos?-respondo
-Juan es el jefe de los mentores de su poblado, que no cualquiera puede llegar a esa posición. Sven es uno de los embajadores de los mentores de fuego, sólo los mejores del mundo pueden tener ese puesto y Ango es fundador de uno de los templos del aire, lugar donde se prepara mentores de todos los elementos. Eso significa que no sólo es poderoso, sino un gran líder. Es un experto en sacar los mejor de los demás y darles confianza. De hecho, es el que creo que más puede ayudar a tu hermano. ¿Suficientemente poderosos para ti?
-Ya veremos si lo son. Los he visto antes en una visión y no me han dado confianza. En cambio, eso puede poner a prueba a mi hermano, me gusta.
-¿En una visión?-pregunta Juan extrañado metiéndose en la conversación-Las visiones no son objetivas, puede ser que lo que hayas visto no sea lo que parece, incluso que no sea tu futuro, o cualquier futuro.
-¿Qué no sea mi futuro o cualquier futuro?-pregunto extrañada-No me interesa el futuro de los demás, ¿por qué iba a ver el futuro de otros?
Juan y Marina empiezan a reírse de mi comentario.
-No le veo la gracia-les comento
-Eso dices, pero no te lo crees ni tú. Estabas feliz de ver a Enid hablando con Alberto, simplemente de ver a tu amiga feliz-comenta Juan-A un brujo de tierra no se le engaña tan fácilmente. Estamos conectado con la tierra, escuchamos las vibraciones que liberamos al simplemente vivir. Sabemos cuándo alguien miente, y tú estás mintiendo. ¿No hay nadie a quién le puedan decir esas palabras?
Fulmino con la mirada a Juan, este ni se inmuta. Me siento ofendida al escuchar esas palabras, en cambio, puede ser cierto. En Nevermore había empezado a preocuparme por gente que no era yo y estoy sufriendo por un asesino en serie. Al final, era cierto que iba a hacer amigos e iba a enamorarme. Vaya, qué decepción, tenía que darle la razón a mi madre en algo.
Me quedo pensando sobre lo que ha dicho. Recuerdo las palabras que decían, y entonces, un nombre viene a mi cabeza. Tyler. En cambio, no puede ser.
-Sí hay alguien, pero es imposible. Es una persona que se fue para no volver.
-Si no ha muerto, cualquiera puede volver-comenta Marina
-La pregunta es- Juan se acerca a mí y susurra -si debería hacerlo
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