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89 - 'Suma Frustración'

Acariciaba el cráneo de aquel animal que dormía en una manta junto a la cama en la que reposaba cierto sujeto de cabellera negra que gruñía con fastidio y maldecía entre dientes al recordar la absurda discusión que tuvo con su novio hace algunas horas, no entendía porqué, aunque a medida que iba recordando los detalles de su viaje con su "familia", empezaba a darle la razón al pelirrojo en cierto modo.


Cerró de golpe los ojos al escuchar cómo abrían con cuidado la puerta de la habitación, y al escuchar pisadas por la alcoba, se dispuso a hacerse el dormido, aunque abrió uno de los ojos al sentir cómo se sentaban en la orilla de la cama y suspiraban con frustración.


— ¿Dónde estabas? — preguntó con voz ronca mientras alzaba la mirada y veía detenidamente al pelirrojo, quien se empezó a quitar la ropa nuevamente a la par que soltaba pesados suspiros de cansancio.


— Iba a dormir en el auto, pero es jodidamente incómodo y caluroso — admitió para ponerse de pié y empezar a bajarse el pantalón, logrando captar por completo la atención de Haze.


— Déjame ayudarte — murmuró para ponerse de rodillas en la orilla de la cama, Jessie le miró con algo de frialdad en seguida, cosa que hizo a Haze mirarle con desdén y reír de mala gana — Bien, olvida que te dije algo.


Trató de levantarse e ir hacía el baño de la habitación, pero un agarre brusco en su brazo detuvo por completo sus acciones.


— No te dije que te fueras — murmuró con una voz ronca y pesada que erizó por completo la piel de Haze, y le hizo morderse el labio inferior con algo de deseo.


Jadeó al sentir cómo se apegaban a su cuerpo y empezaban a besarle el cuello lentamente, al mismo tiempo que deslizaban una mano por su abdómen e iban bajando poco a poco hacía su hombría.


— A-Amor — murmuró con voz aguda — ¿N-No estás enojado conmigo, campeón?


— Estuve pensando... — susurró besando suavemente el hombro ajeno — Yo también iría al fin del mundo por ti, Cherry, pero me frustró que hayas dejado que esa gente te manipulara tan fácilmente.


— Lo sé, a mí también me molesta un poco, pero... n-no lo sé, sentí que podía aprovecharme de ese interés que ellos tienen hacía mí, y eso podría ayudarnos a tener una vida mejor que la que tendríamos en Tennessee, así no empezamos tan de cero.


— ¿Bajo qué condición? estoy seguro de que no te dejarán irte conmigo sin alguna condición de por medio.


— El que puso condiciones fui yo — admitió mientras sentía las manos de Jessie acariciarle cada parte del cuerpo, haciéndole jadear tímidamente — A-Ah, m-mi amor para un minuto, s-si me tocas así no puedo ni pensar en lo que digo.


— ¿Porqué? ¿Te vuelves una perrita cuando te toco? — murmuró con picardía, aunque le asombró sentir cómo Haze se empezaba a frotar contra su cuerpo sin recato alguno.


— Como no tienes una idea — admitió moviendo las caderas y volteando a verle de manera suplicante — ¿P-Podemos jugar y luego hablar del tema?


— ¿Jugar? — preguntó de manera algo ronca para apegarse al cuerpo de Haze y morderle bruscamente el hombro — No te voy a dejar caminar mañana.


— E-Eso no me molest— no pudo terminar de hablar, ya que repentinamente le jalaron de las caderas para hacerle caer de golpe en la cama, aunque él en vez de quejarse solo sonrió con deseo y se abrió de piernas sin más.


— Eres dócil cuando te conviene serlo, otras veces eres un jodido dolor en el trasero — canturreó para jalarle de las piernas y apegarlo a su cuerpo.


— Soy tu dolor de trasero, cariño — murmuró tomando la barbilla de Jessie para besarle hambrientamente los labios, besos a los que el pelirrojo correspondió mientras abría las piernas de Haze e iba adentrándose poco a poco en su interior, haciéndo chillar y jadear al pelinegro.


Gimió bruscamente mientras echaba la cabeza hacía atrás, dejándole espacio a Jessie para besarle y marcarlo a sus anchas, al mismo tiempo que empezaba a moverse de manera lenta y poco sutil en el interior de Haze.


— ¡A-Ah, d-duele! — chilló arqueando la espalda — ¡Pa-Para, m-me duele!


— Carajo — gruñó para frenar su vaivén y ver detenidamente los ojos de Haze con deseo y algo de molestia — E-Estás demasiado estrecho ¿sabes?


— De haber sabido que se te pasaría rápido el enojo me- ¡a-ah! — jadeó débilmente para arquear las piernas — M-Me habría preparado un poco.


— Sabes que no puedo pasar mucho tiempo enojado contigo, Cherry, ¿adónde nos llevó pelear hace tres años? — murmuró pasando su mano por la mejilla ajena — Además, n-no me molesta adaptarme a ti, e-extrañaba oírte jadear de desesperación y éxtasis.


— Te amo — susurró rozando sus labios con los de Jessie — Lamento tanto haber accedido sin consultarte.


— Descuida, debí imaginar que ellos lograrían persuadirte, sobre todo aprovechándose del hecho de que tu familia nunca veló por ti.


— ¿Soy muy predecible, verdad? — murmuró con pesar.


— En absoluto, entiendo perfectamente tu situación, ni loco podría recriminártelo, lamento si algo que dije te pareció un reproche o algo así.


— Ah — gimoteó moviendo las caderas sutilmente — A-Amor, c-creo que ya.


— ¿Listo? — preguntó tomando las piernas de Haze para juntarlas y ponerlo de costado, cosa que abrumó al pelinegro y le hizo ver a su novio con curiosidad.


— ¿Qué haces?


— Tranquilo, es algo que aprendí en Tennessee — dichas palabras hicieron que Haze alzara la mirada y viera con odio absoluto a Jessie, aunque este rió por debajo y le miró con picardía — Es chiste, lo ví hace unas semanas en un vídeo porno que Trevor me prestó.


— ¿Porqué Trevor te prestó porno?


— "Si aprendes cosas nuevas en la cama tal vez Sasha te perdone más rápido" — murmuró riendo por debajo.


— Mgh, suena a algo que él diría sin duda — murmuró algo receloso, aunque luego de unos segundos solo se dejó llevar y se acomodó de mejor forma para facilitarle a Jessie el moverse en su interior — Aunque no suena mal.


— Sabía que te gustaría — murmuró riendo por debajo para besar el cuello de Haze y empezar a moverse lentamente, sacándole al pelinegro suaves jadeos de éxtasis que fueron escalando hasta ser bruscos gemidos de intenso placer.


— ¡A-Ah, a-ay Jessie! — chilló arqueando la espalda, mientras apretaba las sábanas y miraba inquieto a su novio — ¡M-Más rápido!


— M-Mierda — gruñó para tomar una de las piernas ajenas, extenderlas bruscamente y hundirse de golpe en el cuerpo de Haze, haciendo al de ojos azules gemir desesperadamente y reír gustoso.


— ¡A-Ah! ¡¿t-tanto aprender para-¡ahh! ¡¿v-volver a lo básico?!


— Lo básico funciona, ¿porqué cambiarlo entonces? — gruñó mirando fijamente los ojos azules de Haze, los cuales le detallaban con deseo y sumisión absolutas — Carajo Cherry, m-me encantas, me fascinas.


— ¡A-Ah, J-Jessie no pares, m-mi amor! — chillaba arqueando la espalda y mirando con deseo absoluto al pelirrojo, quien rió por debajo y se agachó para besar y morderle los labios sin recato alguno.


— Eres mío — gruñó mientras le mordía bruscamente el labio y le hacía jadear de dolor — De nadie más, ¿está claro?


— Totalmente — gimoteó arqueando la espalda y sonriendo pícaramente.


— ¿Te gusta que te trate así?


— ¿Tú qué crees? — preguntó moviendo las caderas coquetamente, haciendo a Jessie reír y gruñir con deseo.


— Carajo Cherry, y pensar que antes temblabas con solo besarme, ahora te encanta ser mi perrita — dicho esto, jaló bruscamente las caderas ajenas para empezar a penetrar con más fuerza y desesperación a Haze, haciéndole gritar y arquear de golpe la espalda.


— ¡¡Ahh, J-Jessie, m-mi campeón!! — chilló echando la cabeza hacía atrás, todo mientras Jessie seguía moviéndose encima suyo y detallando la figura de Haze con deseo y satisfacción.


— Dios santo, eres tan hermoso — susurró apretándole las caderas de tal manera que sus dedos se iba quedando grabados sobre la pálida piel de Haze.


— ¡¡Ahh, ah, ahh!! ¡¡m-me vas a hacer venirme!! — chilló jalando la camiseta que llevaba puesta para tratar de cubrir su desnudes, aunque Jessie rápidamente la levantó para irse sobre los pezones ajenos y empezar a chupar y morder bruscamente, haciendo al pelinegro gemir bruscamente y mover su cuerpo por inercia a causa del repentino orgasmo que empezaba a sentir — ¡¡Ahh, ay Jessie no, n-no pares, no pares!!


— Mierda — gruñó apartándose del pecho de Haze para verle con deseo — Juraría que me ibas a arrancar el pene, ¿te viniste ya?


— N-No — murmuró mirando curioso la falta de "viscosidad" en su abdomen — E-Es raro, juraría que sí lo había hecho.


— Seguro fue un orgasmo seco — susurró con picardía.


— Mgh, quiero otro — murmuró tomándole de los hombros para besarlo hambrientamente, besos a los que Jessie correspondió de igual forma.


-


— ¡¡A-Ahh, m-más fuerte!! — chillaba sintiendo cómo cada vez se iban adentrando más y más en su cuerpo, al mismo tiempo que el calor corporal de su novio le rodeaba y le hacía sentir totalmente protegido y cómodo aún en aquellas instancias poco convencionales.


— Cherry — gimió al oído del pelinegro, aprovechando que estaba detrás suyo bien pegado a su cuerpo, moviéndose de una manera lenta pero brusca que desquiciaba por completo a su novio — Cherry mi amor.


— ¡¡Ah, ah, Jessie, Dios santo!! — chilló echando la cabeza hacía atrás y sonriendo entre gemidos — ¡Ah, ay qué rico!


— Te noto felíz — preguntó entre risas y gruñidos de placer — ¿A-A qué se debe eso, eh?


— ¡Ah, ah! ¡¿s-sabes hace cuánto quiero que me tengas así?! — preguntó con desesperación — ¡¡Fue una maldita eternidad no tenerte para cogerme así, Jessie!!


— Qué boquita, ¿y así besas a tu novio?


— Así le chupo el pene también — murmuró sacando la lengua y haciendo gestos lascivos, que hicieron a Jessie gruñir y apegarse más a él para moverse con más intensidad, logrando sacarle toscos alaridos de intenso placer a Haze.


Ambos gimieron al unísono cuando la fuerte corriente del orgasmo le hizo correrse por última vez esa noche, al mismo tiempo que sus cuerpos temblaban y que ambos jadeaban el nombre del otro con desesperación.


— M-Mierda Cherry — gimoteó para recostarse poco a poco en la cama con Haze en su pecho — Mierda, sí que necesitaba eso para sentirme mejor.


— Ahh, qué rico — susurró recostándose en el pecho de Jessie y cerrando los ojos con cansancio — El mejor sexo de la vida.


— ¿El de hoy? Mh sí, vaya que fue bueno.


— No, tonto, todo el seco contigo en general; Nadie logrará darme nunca ni la mitad de placer que tú me das, Jessie, de eso estoy seguro.


— Digo lo mismo, corazón — murmuró acercándose a la boca ajena para besarla con ternura, aunque miró apenado la herida que provocó en el labio de Haze — Ups, creo que me pasé un poco.


— Descuida, no me molesta — sonrió mientras palpaba su labio con su dedo índice — Es el único tipo de dolor que me gusta durante el sexo, este y el de las mordidas en todo el cuerpo.


— Lindo dato — susurró rozando sus labios con los de Haze, aunque le abrumó notar cómo este se apegaba a él para abrazarle del cuello y hundir su cara en su hombro — ¿Mh? ¿intentas seducirme de nuevo?


— No, solo... c-cuando tuviste el accidente yo... p-por un minuto creí que nunca volvería a estar así contigo, Jessie.


Suspiró sutilmente al escuchar las palabras ajenas, y sin dudarlo abrazó a su novio y repartió algunos besos por su cuello y cráneo para intentar darle confort.


— Cherry, tranquilo, estoy aquí contigo, no me pasó nada malo.


— Pero pudo pasarte... todo por mi culpa.


— No fue culpa tuya — le susurró al oído mientras pasaba su mano por la espalda ajena con delicadeza — Fuí un tonto que quiso refugiarse en el alcohol, ¿cómo se supone que ibas a predecir algo así?


— Debí saber que no estabas bien — susurró para recostarse en el pecho de Jessie y mirar a la nada con pesar, al mismo tiempo que pasaba su mano sobre uno de los pectorales de su novio — Cuando fuiste a verme delirabas de borracho, si tan solo no hubiera sido orgulloso y te hubiera ayudado.


— Shh — susurró tomándole de la mejilla para besarle la frente — Deja de castigarte así, yo estoy así, alégrate por eso y no sigamos sufriendo por pensar qué hubiera o no sucedido ese día.


— Pero— murmuró, pero el pulgar de Jessie sobre sus labios sirvió para hacerle callar, cosa que le hizo sonreír de lado con algo de fastidio.


— Mejor cuéntame sobre esa condición que le impusiste a los Volkova para que te fueras con ellos.


— Simple, les dije que si me querían a mí, tenían que llevarnos a los tres — murmuró señalando al animal que, sorpresivamente, aún después de su festival de gemidos y lujuria seguía profundamente dormido junto a la cama.


— ¿Y ellos qué dijeron?


— La idea les horrorizó, pero no les quedó de otra que aceptar. Lo malo es... que no podré vivir contigo.


— ¿Qué? ¿Haze estás de mente? ¿accediste aún cuando dijimos que— trató de hablar, pero un beso corto le interrumpió en seco.


— Relájate — susurró acariciándole el cuello — Los primeros días les haremos creer que nos distanciamos, pero cada que tenga oportunidad iré a tu departamento y me quedaré contigo y con Boby.


— ¿Me darán un departamento?


— Solo pagarán los primeros tres meses, pero afortunadamente será cerca del nuestro así que, podremos estar cerca al menos.


— Mh, no lo sé, la idea no me emociona del todo.


— Cielo — susurró de manera algo suplicante para tomar las mejillas ajenas y verle con pesar — Por favor, es la única forma en la que podremos irnos muy lejos de Dick, y nuestra vida juntos no será tan complicada al inicio.


Suspiró con algo de frustración para tomar el cuello de Haze y darle un beso lento y apasionado, al que el pelinegro correspondió sin dudarlo dos veces.


— Tú ganas — susurró entre besos — Pero si esa gente son malos contigo, y no dicen ser quienes realmente son, nos largamos en seguida.


— Hecho — respondió apegándose más al cuerpo de su novio para proseguir con aquella ronda de besos lentos y apasionados, besos que prosiguieron gran parte de la madrugada, hasta que ambos ya de plano cayeron exhaustos uno encima del otro sobre el colchón, y se dedicaron a dormir profundamente las pocas horas de madrugada que les quedaba para descansar.


-


— Cherry — escuchó una voz suave y galante hablarle desde atrás de su hombro, aunque él estaba demasiado ensimismado en su embriagador sueño como para querer prestarle algo de atención — Cherry, despierta.


— Mgh, no molestes — gruñó sin si quiera abrir los ojos, aunque unos besos en su espalda le hicieron jadear un poco y alzar la cadera.


— ¡¿Cómo para coger sí me haces caso pero de resto me ignoras?!


— ¡¿qué carajo quieres?! — renegó volteando a verle, y al abrir los ojos finalmente, miró receloso que su novio estaba usando unos jeans y un suéter gris, además llevar una mochila en su hombro, cosa que hizo al pelinegro arquear una ceja y mirarle con recelo — ¿Adónde carajo vas?


— 'Vamos' corazón — le corrigió pícaramente para sentarse a su lado en la cama y repartir besos por su rostro rápidamente.


— ¿Adónde vamos? — susurró acariciando el cuello de Jessie y dejándole morderle el cuello sin más.


— ¿Olvidas que vamos de excursión con los chicos?


Al escuchar tales palabras, Haze se sentó de golpe en la cama para ver abrumado a su novio.


— ¡¿Q-Qué?! ¡¿e-enserio vamos a ir?!


— No empaqué por nada — murmuró sonriéndole con picardía para empezar a caminar hacía la salida de aquella habitación — Dúchate y baja, todos te están esperando.


— ¡Ay por Dios! — clamó para levantarse de golpe en la cama, aunque tambaleó un poco a causa de la debilidad en sus piernas, debilidad que en vez de mortificarle le hizo sonreír con picardía, por el simple hecho de recordar con lujo de detalles el porqué sus piernas estaban tan debilitadas ese día.


-


— ¡Por favor cuiden mucho de Boby, les prometo que no va a causarles problema alguno!


— Descuida, Haze, cuidaremos muy bien de él — decía el entrenador con una suave sonrisa en el rostro — Ustedes cuídense mucho por allá ¿de acuerdo? En halloween es cuando los lunáticos salen a pasear.


— ¡Sasha mueve el trasero de una maldita vez! — clamó cierto sujeto gótico que asomó la cabeza por la ventana de aquella camioneta en la que le estaban esperando sus amigos y su novio para finalmente irse todos juntos.


— Creo que el lunático ya nos alcanzó — murmuró entre risas para despedirse del entrenador e ir corriendo a dicho auto.


Subió al mismo y se sentó en las piernas de su novio, más por cuestión de espacio que de manera intencional (aunque no le desagradaba en absoluto haber hecho esto).


— ¿Y adónde vamos? — preguntó mirando a sus amigos con atención, mientras Jessie aprovechaba la cercanía para besarle el cuello lentamente.


— Logré conseguir reservaciones para pasar dos días en una cabaña cerca de un lado — dijo Josh mientras empezaba a conducir con cuidado.


— ¡¿Un lago?! — preguntó con emoción.


— ¿Te emociona la idea? — preguntó Jessie con picardía.


— D-De niño siempre quise ir a uno, y-y papá siempre decía que no — murmuró sonriendo con algo de pesar, aunque un beso en su mejilla de parte de Jessie logró relajarle rápidamente.


— Podremos cumplir tu sueño antes de irnos — dijo Jessie con picardía, logrando que Haze lo tomara de las mejillas y lo besara hambrientamente, cosa que hizo a Quincy sonreír emocionado, y a Shun rodar sus ojos con fastidio.


Le alertó sentir cómo le acariciaban la rodilla de repente, y al voltear, observó curioso que cierto sujeto pelinegro le miraba con picardía, y de inmediato se acercó a él para olfatearle un poco el cuello.


— Parece que Sasha y Dalton se divierten — susurró pasando su mano por la pierna de Shun — ¿Qué te parece si nos dejamos llevar y nos divertimos también?


— No soy de demostraciones públicas de afecto — murmuró tratando de disimular su nerviosismo.


— Bueno, en ese caso, podemos divertirnos solos cuando lleguemos ¿qué opinas? — estuvo a punto de besar los labios de Shun rápidamente, aunque este reaccionó por inercia y se apartó de él para voltear a ver a Haze y a Quincy.


— ¡O-Oigan chicos! — clamó rápidamente, logrando captar la atención de sus amigos — ¡¿Y-Y si al llegar nos arreglamos el cabello?!


— Nos lo vamos a arruinar con el agua — dijo Quincy mientras bajaba sus lentes de sol para ver mejor a Shun.


— Y con la humedad — dijo Haze mientras se limpiaba algo de saliva de sus labios.


— ¡P-Pero puedo ponerme un gorro, y-y ustedes igual! — Haze y Quincy se miraron el uno al otro con curiosidad ante las palabras de Shun, totalmente ignorantes de que aquella artimaña solo era una desesperada manera en la que el gótico trataba de evitar tanto "contacto meloso" con Trevor, quien gruñó por debajo y volteó a ver fijamente la ventana del auto con suma frustración lo que quedaba del viaje en carretera.



Continuará


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- Gema


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