Tocó varias veces la puerta de aquel hogar, mirando con recelo los alrededores, no dejaba de sentir que había algo muy raro en todo eso, y en su hombro resonaba la voz de Haze diciéndole "vete de aquí, no te arriesgues", pero sabía de sobra que no podría deshacerse de la insistencia de sus hermanos, así que no le quedó de otra que darle un voto de confianza y entrar para hablar con ellos, aunque sus ganas de hacerlo eran nulas.

Apenas abrieron la puerta de aquel hogar, observó con odio absoluto a cierta chica de cabello corto que le dedicó una expresión igual de odiosa por varios segundos, aunque para sorpresa de Jessie, esta misma se fue relajando en cuestión de segundos.

— ¿Y ahora para qué carajos me— clamó con molestia, aunque se quedó helado al sentir cómo aquella chica se iba sobre él para abrazarlo fuertemente, abrazo que le dejó totalmente petrificado.

— Gracias a Dios que estás bien — murmuró con una voz suave y gentil, una voz totalmente opuesta a la tosca y cruda manera de hablar de su hermana, hecho que le hizo pensar por un segundo que no era con Lina con quien estaba hablando, sino con algún tipo de impostora.

— Claro que estoy bien, idiota — susurró de manera un poco más sutil, mientras la tomaba de los hombros para apartarla un poco de sí, asombrándose al ver una lágrima resbalar por la mejilla ajena.

— Jessie... No sabes el susto terrible que nos diste.

— Y todo por un sujeto al que ni siquiera conoces — habló una tosca voz masculina que iba saliendo de la casa, y al chocar con las gemas verdes de Jessie, le miró con desdén absoluto — Yo que tú me sentiría muy avergonzado, hermanito.

— ¿Avergonzado? Para nada, Kyle, de hecho volvería a hacerlo las veces que sean necesarias.— Vaya que estás loco — renegó, aunque la voz de su hermana le interrumpió.

— Jessie, Kyle, paren ya por favor, ¡d-demos gracias de que estamos juntos a pesar de todo!

— ¿Dar gracias? ¿de qué, de que mi hermano está obsesionado con un imbécil solo porque se deja coger? ¿quieres que sea agradecido por eso?

— No hables así, Kyle — dijo Lina con desdén, asombrando por completo a su hermano menor — Haze y Jessie tienen más historia de la que crees, y-y de no ser por... p-porque Coral y yo fuimos unos cobardes, ellos no habrían tenido que pasar por muchas cosas.

Jessie miró totalmente perplejo a su hermana, no podía creer el cambio tan brusco en la personalidad de ella, incluso llegó a pensar que todo se trataba de un truco, pero al verla a los ojos sentía que ella estaba siendo franca, y tal sentimiento solo logró erizarle por completo la piel y hacerle soltar un leve suspiro de preocupación.

-

— Me casé a los diecinueve años — explicó la mujer con tranquilidad, aunque en su voz se notaba algo de dolor al hablar — Y desde entonces he tratado de tener hijos, pero... simplemente no... n-nunca pude.

— ¿Usted es estéril? — preguntó Haze mientras les miraba atentamente, logrando que ella asintiera con la cabeza algo apenada.

— A mí me negaron el derecho de ser madre, y a la infeliz de Sonya, mi hermana, se le otorgó sin chistar aquel derecho, y ella lo desechó, solo porque no quería atarse a un hombre y a una vida monótona en américa.

Escuchar eso hizo que Haze apretara sus puños sobre sus rodillas de golpe, y que un sudor frío bajara por su frente, trataba de controlar su lenguaje corporal por fuera, aunque por dentro, aquellas palabras empezaban a causarle mucho dolor.

— Desde que supe que existías, hijo, he tratado de localizarte, me dolió en el alma que tu madre simplemente te haya abandonado, así que me propuse a encontrarte para cuidarte como a mi hijo, no confiaba en tu padre, y prefería ser yo la que velara por tu bienestar, y-y creeme que me duele haber llegado tan tarde a tu vida, porque se nota que has tenido que pasar por muchas cosas a tus veintiún años de edad, corazón.

La mujer estiró su mano para acercarla hacía Haze, y aunque este estaba algo inquieto por su actitud, no pudo evitar levantarla igualmente y sujetar la mano de la mujer para apretarla un poco, gesto que hizo a esta misma sonreír con ilusión, una sonrisa que le causó al pelinegro con raro cosquilleo en el corazón.

— Haze, sé que nunca podré compensar la ausencia de tu madre, ni los años que has estado solo, pero... por favor déjame intentar ser una madre para ti, déjame darte la vida que se te negó, t-te prometo que tu tío y yo haremos todo lo posible para que estés bien.

— Para eso debo marcharme a Nueva York con ustedes, ¿no es así?

— Ni locos nos quedaremos aquí con tu padre tan cerca, ese hombre nunca nos agradó — dijo el hombre con severidad — Y en Nueva York está una sede de nuestra empresa, nos será mucho más fácil vivir allí.

— A ustedes, a mí se me hará muy complicado.

— S-Sé que te pedimos mucho, Haze, p-pero tal vez un cambio de aires te sienten mejor, t-te inscribiremos en la mejor academia, te garantizaremos una vida y un ambiente social mucho mejor que este.

La oferta cada vez sonaba más y más tentadora, o al menos para Haze era así, le fascinaba la idea de finalmente tener una familia, una vida alejado de ese asqueroso pueblo que tanto dolor le provocó, no obstante, no quería irse y abandonar a sus amigos, sabía que los extrañaría demasiado, y por sobre todo, no estaba seguro sobre si Jessie querría irse, y no estaba dispuesto a dejar a su novio otra vez, mucho menos ahora que finalmente se estaban librando de los problemas.

— ... Tengo varias condiciones — murmuró con firmeza — Si logran acatarlas sin problemas, acepto a irme con ustedes.

Los adultos sonrieron emocionados al oír las palabras del chico, aunque su emoción se desvaneció cuando este se cruzó de brazos y los observó con absoluta severidad.

— Tengo familia — aclaró sin más — No es tan grande y "convencional" como ustedes piensan, pero moriría si me separan de ellos.

— ¿De qué hablas? — preguntó la mujer.

— Este pequeño de aquí — murmuró acariciando el cráneo del animal sentado a su lado — Me ha acompañado en los peores momentos de mi vida, me volvería loco sin él.

— Supongo que... podemos concederte el hecho de tener una mascota — dijo el de cabello castaño con desdén.

— Y lo más importante... tengo a Jessie — murmuró con seriedad — Él es una pieza indispensable en mi vida, ya no puedo vivir sin él; si quieren que me vaya con ustedes, deben aceptar que él se vaya también, y lo más probable es que viva conmigo.

— ¡N-No, S-Sasha eso es inaudito! — clamó la mujer con severidad — ¡¿Ha-Has perdido la razón?! ¡¿c-cómo se te ocurre exigirnos algo así?!

— Les estoy dando mis condiciones, ni loco me iré sin Jessie, y si creen que podrán llevarme a la fuerza sin que él vaya por mí, están muy equivocados.

Ambos adultos se miraron el uno al otro con absoluta seriedad, para después ver a su sobrino de igual forma, aunque a Haze no le intimidaban sus miradas de desdén, de hecho, lograba corresponder con el mismo nivel de frialdad y odio que ellos, algo que le irritaba a ambos adultos por igual.

— No vivirá contigo, Sasha, no pienso permitir algo así.

— He pasado veintiún años sin madre, tía Irina, no me afecta pasar unos veinte más sin familia, ustedes son los que quieren llevarme a Nueva York para ser su bebé.

— E-Ese maldito indecente no vivirá en nuestra casa — amenazó, logrando que Haze apretara sus dientes con odio absoluto — S-Si tanto quieres verlo, que se vaya a Nueva York con sus propios medios, pero no vamos a costearnos un boleto de avión para alguien que solo va a seguir pervirtiéndote.

— ¿Tu última palabra? — preguntó con incredulidad, logrando que la mujer le mirara con algo de inquietud y seriedad, como si al notar la frialdad en los ojos de Haze, empezara a sentirse muy insegura de lo que estaba diciendo.

Apretó sus puños mientras pensaba qué hacer, maldecía entre dientes aquella terrible situación, muy pocas veces se doblegaba ante las personas, pero esa vez, sentía que no tenía otra opción.Gruñó con desdén para agachar la mirada, su marido la observó con preocupación, sobre todo al notar cómo su mujer alzaba la mirada, y como si le doliera la lengua al hacerlo, abrió la boca para murmurar de mala gana:

— Bien. Irá a Nueva York... pero no vivirá con nosotros.

Una sonrisa cínica se dibujó en el rostro de Haze en cuanto escuchó las palabras ajenas, y después simplemente se levantó para acercarse a ella y abrazarla con fuerza, abrazo que tomó a ambos adultos totalmente desprevenidos.

— Gracias tía — susurró suavemente, logrando conmover como nunca a la mujer, aunque esta seguía bastante inquieta y enojada tras haber accedido a algo que en su mente seguía siendo totalmente inaudito, más por cuestiones ideológicas que por algo personal contra el chico en cuestión.

-

— Supe que vives con Peters — habló la pelirroja mientras le daba una lata de refresco a su hermano menor, y una de cerveza a su hermano mayor.

— ¿No bebes cerveza? — preguntó Kyle de manera incrédula, ganándose una mirada de odio de parte de Lina, y una de fastidio de parte de Jessie.

— ¿Vas a cuestionar todo lo que haga, Monty? — preguntó ácidamente, logrando sacarle a su hermano un tosco gruñido de odio.

— Kyle, Jessie está tomando medicamentos, ¡ni loca voy a darle alcohol!

— Tienes razón en eso, además de que fue el alcohol el que casi logra matarlo — canturreó incrédulamente, logrando que el menor riera de mala gana.

— ¿Exactamente para qué me llamaron? ¿para jugar al hermano bueno y al hermano imbécil? ¿cuándo en nuestras malditas vidas hicimos algo así?

— Yo te mandé llamar porque quería saber cómo estabas — dijo Lina mientras se sentaba en un sofá frente a él — Coral y yo estábamos muy angustiadas cuando supimos de tu accidente.

— Pero igual no fueron al hospital — murmuró con desdén, logrando que Lina agachara la mirada con pena.

— Yo... t-temía encontrarme con papá, n-no le he dado la cara en mucho tiempo, y francamente no quiero hacerlo aún.

— ¿Porqué? Eras por mucho la hija favorita.

— Hasta que se enteró que les dimos asilo a ti y a Haze cuando lo ayudaste a escapar de casa — admitió con frustración mientras masajeaba su propia mejilla — Él y mamá me gritaron, incluso me abofetearon, Coral intercedió, pero no hubo mucho que pudiera hacer, así que solo nos largamos, para nunca más volver.

— Yo... n-no tenía idea — dijo Jessie con pesar — L-Lina lo lamento tanto.

— Ya ves que no eres el único que la ha pasado mal ¿Verdad?

Dichas palabras hicieron que Jessie riera por debajo con incredulidad para dejar de lado la lata de refresco y ver a su hermano con absoluta severidad.

— Kyle, no creo que seas el apropiado para hablar sobre "pasarla mal" — dijo Jessie de mala gana — Tú solo te largaste y nunca más te interesó voltear a vernos, al menos a Lina la veías a veces, pero ¿Y a mí? es hipócrita que quieras reprocharme tantas cosas, siendo que ¡jamás, te importó mi vida! ¡siempre fui un completo extraño para ti! ¡por eso ahora no sé qué carajos pretendes obtener de mí con todo este circo absurdo del "hermano abnegado"!

— ¡Quiero arreglar eso! ¡¿de acuerdo?! — clamó de mala gana mientras se colocaba de pie — ¡Tu accidente me hizo darme cuenta de que estás tomando decisiones muy cuestionables sobre tu vida, y quiero encargarme de guiarte por un mejor camino para que esto no se repita!

— Pff — bufó de mala gana — ¿Enserio? ¿ahora sí quieres ser mi guía? ¡¿porqué cuando enserio necesitaba apoyo nunca estuviste?! ¡¿ahora sí la consciencia te remuerde y quieres hacer "lo mejor para mí" solo para sentirte bien contigo mismo?!

— Jessie— el mayor trató de hablar, pero Jessie se apartó de él para caminar hacía Lina, jalarla del brazos y darle un fuerte abrazo.

— Haze y yo nos vamos mañana — murmuró mientras la abrazaba con fuerza — Vé con Coral a casa de Peters, me gustaría que se despidan de él como se debe.

— ¿Adónde van? — preguntó ella con preocupación.

— A Tennessee, este pueblo ya no nos ofrece nada bueno a ninguno de los dos.

— ¿C-Cómo? — dijo ella entre jadeos de horror — ¿S-Se irán a otro estado, s-sin dinero o algún sustento?

— Estaremos bien — insistió, aunque volteó rápidamente para ver a su hermano con incredulidad — ¿Algún comentario más, señor Dalton?

— Cometes un error.

— Gracias, ahora vete muy al diablo a follar con tu oxigenado — dicho esto, volvió a abrazar a su hermana para apartarse de ella y caminar hacía la puerta, aunque le detuvo un brusco agarre en su brazo de parte de su hermano mayor.

— Te estás precipitando, no vale la pena cometer una locura así, Jessie.

— Tú te fuiste a vivir con Ray cuando ni siquiera eras mayor de edad, me parece muy cínico y estúpido de tu parte reclamarme por hacer exactamente lo mismo que tú.

— No te atrevas a comparar a Ray con ese bastardo sin vergüenza que te— trató de hablar, pero rápidamente la voz de Jessie le interrumpió.

— ¡¡Y tú no te atrevas a llamar "bastardo" a mi novio, Kyle, te lo advierto!! ¡Haze es todo lo que quiero en esta vida, y me da igual que tú o alguien más quiera aceptarlo o no!

Y sin más, se apartó de ambos para caminar hacía la salida de aquel hogar, cerrando bruscamente la puerta detrás de él, al mismo tiempo que un amargo cóctel de emociones se apoderaba de él; siempre había creído que Kyle sería más comprensivo y amigable con él que Lina, pero nuevamente la vida le dió una dura lección, y le hizo darse cuenta que quien menos esperaba, fue la persona que más demostró interés en su bienestar y el de su pareja, algo totalmente insólito, pero reconfortante.

-

— ¡¿Nueva York?! — clamaron ambos al unísono, mirando perplejos cómo su amigo abrazaba un cojín del sofá y miraba a la nada con pesadez absoluta.

— S-Sé que fue precipitado tomar una decisión sin consultarlo primero con Jessie, ¡p-pero esto podría ser una gran oportunidad tanto para él como para mí!

— Sasha, ¡Nueva York es absolutamente otro mundo, tanto para él como para ti! — clamó Shun de manera brusca, aunque, como rara vez solía ocurrir, sus palabras sonaban sensatas, lo suficiente para poner aún más nervioso a Haze.

— T-Tal vez no, ¡t-tal vez en Nueva York se nos abran nuevos horizontes!

— Cariño sé que hago mal al preguntar esto, pero ¿al menos confías en esas personas? ¿si quiera sabes si realmente son quienes dicen ser? — dijo Quincy con algo de cautela al hablar, como si notase la preocupación en los ojos de Haze, y no quisiera afectarlo aún más — Jessie y tú han pasado por mucho, lo que menos queremos es que vuelvan a utilizarte y a alejarte de él.

— Es cierto — dijo Shun — ¿Si quiera crees que Dalton quiera irse a ese sitio, y con ellos?

— No lo sé... — admitió con frustración.

Shun y Quincy se acercaron a él para palmear los hombros de Haze, haciendo a este mismo sonreír de lado con pesadez.

— ¿Qué haré si dice que no?

— Lo correcto — dijo Shun — Sé que no cometerás una estupidez, no después de casi perder al chico al que amas.

Sonrió aliviado al escuchar a su mejor amigo decirle eso, y sin más, solo pudo apegarse a ambos para abrazarlos con fuerza, abrazo al que estos correspondieron sin dudarlo dos veces.

— Wow, ¿qué ven mis ojos? — canturreó un sujeto pelinegro que iba entrando a la sala con una cerveza en su mano, acompañado por un sujeto de piel morena y sonrisa coqueta que también tenía una cerveza en su mano — ¿Una especie de jugueteo entre perritas?

— Di eso frente a Dalton y te saca los dientes — dijo el gótico de mala gana, aunque bajó la guardia cuando el sujeto se acercó para sentarse junto a él y rodear su cuello con su brazo, hecho que hizo a Shun sonrojarse sutilmente, mientras sus amigos lo miraban con diversión.

— Siempre me causó curiosidad saber quién era el chico que tenía tan mareado a Dalton, ¿quién diría que acabarías siendo amigo de mi tulipán? — dijo el sujeto de piel morena mientras se acercaba a Quincy para jalarlo del brazo y atraerlo hacía otro sofá, y al hacerlo, se sentó junto a él para besarle suavemente el hombro, cosa que hizo al chico rubio sonreír embobado.

— A mí también me sorprende que... bueno... Jessie acabara en el mismo equipo que ustedes — admitió con una leve sonrisa tímida.

— Perdona, ¿te incomodamos?

— ¡No no, ignóralo Josh! — clamó Shun bruscamente — ¡Él no tiene de qué quejarse, no hay un par de tontos más desvergonzados y presumidos que él y su noviecito!

— Es cierto — admitió Quincy entre risas — Aunque me alegra que los tres tengamos como una "cita grupal", es muy divertido.

— Es una pena que no podamos hacerlo antes de que tú y Jessie se vayan — dijo Shun.

— B-Bueno... t-tal vez sí — murmuró Haze mientras inclinaba la cabeza — Q-Quizá pueda decirle que retrasemos el viaje un día.

— ¿No es arriesgado? — preguntó Quincy.

— N-No lo creo, a-además, siempre que estemos lejos de Dick y de la ciudad, no creo que haya muchos problemas.

— Mgh, siendo así, ¿qué tal si hacemos una excursión? — preguntó Josh con una sonrisa tranquila, logrando captar de golpe la atención de todos.

— ¿Excursión? — preguntaron Haze, Shun y Quincy al unísono con recelo.

— Sí, tal vez a la playa, o a una cabaña en la montaña.

— No sé si Jessie quiera, s-sigue algo débil por el accidente.

— No será algo muy demandante — dijo Shun para acercarse a Haze y sacudirle los hombros — ¡Vamos, Haze, hace muchísimo tiempo que no salimos juntos!

— ¡B-Bueno, l-le voy a preguntar a Jessie a ver si quiere! — murmuró entre risas, aunque le alertó escuchar de repente cómo abrían la puerta de aquel lugar.

— ¿Preguntarme qué? — habló cierto sujeto pelirrojo que iba entrando con varias bolsas de comida en su mano, y apenas escuchó su voz, Haze rápidamente se levantó del sofá para ir corriendo hacía él y brincarle encima para darle la bienvenida.

— Hola — murmuró mientras empezaba a besar a Jessie lentamente, besos a los que el pelirrojo correspondió de igual forma, importándole poco que sus amigos los estaban viendo.

— ¿Lo ves? ¡un presumido bastardo! — dijo Shun cínicamente, mientras Josh miraba asombrado y divertido las acciones de Haze, y cómo Jessie sucumbía ante él de manera casi inmediata.

Continuará

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- Gema