El silencio entre ambos era ensordecedor, ninguno dijo nada de camino al lugar donde se iban a quedar esos últimos días en la ciudad, a Jessie empezaba a enloquecerle la mirada afligida y la nuca capacidad de Haze de expresarle lo que sentía, pero no quería hostigarlo, ya hablaría cuando se sintiera capaz de hacerlo.

— ¡Ya llegamos! — dijo al entrar a la casa del entrenador, siendo seguido por Haze, quien avanzó hacía la habitación sin siquiera detenerse a saludar a la pareja que estaba en la sala viendo televisión, algo que hizo a la mujer fruncir el ceño con molestia, al entrenador ver a Jessie con curiosidad, y a Jessie suspirar pesadamente con preocupación.

— ¿Todo bien, hijo? ¿qué sucede? — preguntó mientras se levantaba para hablar con Jessie, mientras su esposa miraba el televisor con molestia — ¿Qué tiene Haze?

— Es complicado de explicar — dijo mientras suspiraba pesadamente y avanzaba hacía la habitación — Disculpe entrenador, le cuento en un rato, iré a ver a Haze.

— Adelante hijo — respondió mientras veía al pelirrojo irse detrás de su pareja hacía su habitación.

— ¿Cherry? — preguntó al entrar a la habitación, observando curioso a cierto sujeto pelinegro que estaba sentado al borde de la cama, dándole la espalda a la puerta, y acariciando el cráneo de un animal que lo miraba con inocencia, aunque el animal en cuestión fue corriendo hacía Jessie cuando le vió llegar.

Acarició al canino para avanzar hacía Haze, parándose frente a él y mirando con preocupación la cara perdida del pelinegro, y cómo sus manos temblaban sutilmente, gesto que alertó mucho más a Jessie.

— ¿Todo bien, Cherry? — preguntó mientras se acercaba a él para acariciarle el cabello, aunque le tomó por sorpresa sentir cómo Haze aprovechaba que Jessie estaba de pié para abrazarle el torso — ¿Cherry qué ocurre?

Haze negó con la cabeza sin despegarse del cuerpo de Jessie, aunque este le miró con preocupación, sobre todo al sentir la respiración tensa de Haze cerca de su cuerpo.

— ¿Quieres tomar una ducha para calmarte? — murmuró acariciando suavemente el cabello ajeno.

Haze asintió con la cabeza, pero no se movió en absoluto, cosa que hizo a Jessie inhalar profundamente y agacharse frente a él para verlo con atención.

— Oye, ya dime algo, Cherry — murmuró con tono suplicante mientras acariciaba las mejillas de Haze, gesto que hizo al pelinegro sonreír apenado y apegar su frente con la de él, empezando poco a poco a derramar varias lágrimas y a soltar suaves jadeos de dolor que preocuparon considerablemente a Jessie.

— Yo... — gimoteó débilmente, como si el dolor le impidiera hablar libremente. Jessie al darse cuenta de esto, lo apegó a su pecho para acariciarle la espalda y repartir besos por el rostro de Haze para intentar consolarlo.

— Adelante, dilo, no te sigas ahogando en tu pesar, Cherry, yo estoy aquí para ti, puedes decirme lo que sea.

Jadeó pesadamente al oír las palabras de Jessie, y poco a poco, Haze sucumbió ante el dolor, y se dispuso a soltar de golpe aquel llanto que luchaba por mantener controlado dentro suyo, pero por más que lo intentó, el dolor simplemente prosiguió, y al no poder seguir tolerando tanto dolor, comenzó a sollozar ahogadamente, aferrándose al cuerpo de Jessie mientras su cuerpo temblaba casi por completo, acciones que preocuparon a Jessie como nunca, pero en ningún momento se apartó de su pareja, solo se mantuvo apegado a él para intentar darle confort.

— O-Odio tanto que aún duela tanto — admitió pesadamente, con la voz ahogada y llena de pesar.

— ¿Qué cosa, Cherry?

— Ella... Mamá — murmuró hundiendo su cara en el pecho de Jessie — Toda la vida he cargado con el peso de saber que mi madre me abandonó, con el dolor de saber que ella nunca me quiso, c-creí que al pasar el tiempo simplemente ya no me molestaría tanto pero, y-yo, l-la manera en la que esa mujer admitió que mi madre no me quiere... N-No pude soportarlo.

— Respira Cherry — murmuró tomándole de las mejillas para hacer que le viera a los ojos detenidamente — Una mujer que abandona a su hijo no tiene alma, quien no quiere a sus hijos no quiere a nadie, no quiero que creas que fue cosa tuya, definitivamente la del problema era ella, no tú.

— ¿Cómo no iba a ser yo el problema? Nací enfermo, me llevaban de incubadora en incubadora, probablemente ella se hartó de tener que lidiar con eso.

— Que te abandonara en un momento como ese solo me deja más claro que ella era la desgraciada Cherry, no tú, por favor, solo eras un bebé, ¿qué culpa tenías de ser tan enfermizo? ¡ninguna! — insistió tomándole de la barbilla para mantener su mirada sobre él, aunque Haze chasqueó la lengua con pesar al oír las palabras ajenas — Amor, no fue tu culpa, deja de creer que lo fue.

— Jessie — jadeó apenado para abrazar a su novio y hundir su cara en el hombro ajeno — Odio tanto seguir dedicándole tantas lágrimas a esa mujer, a quien poco o nada le importé.

— No está mal que lo hagas — murmuró correspondiendo a aquel abrazo con gentileza.

— Claro que lo está, odio que ella siga atormentandome tanto, y que le siga dando tanta importancia, y un evidente espacio en mi vida,, ¡cuando claramente mi vida nunca le ha interesado a esa mujer en absoluto! — murmuró mirando a la nada mientras varias lágrimas seguían escabulléndose por sus mejillas.

— Entonces dedícale este último llanto, y olvídate de ella para siempre — sugirió para apartarse un poco y mirar detenidamente a Haze, quien miró a su novio con algo de asombro, como si realmente le gustara la propuesta de Jessie.

— Eso no... No suena mal, amor.

— Seguirá doliendo, eso lo sé de sobra, pero al menos te queda el consuelo de pensar que esta es la última vez que te propones a sufrir por ella, y ya en el futuro solo te dedicarás a sentir indiferencia total, eso incluye no preguntar nada a tu tía sobre ella, y hacer oídos sordos a cualquier cosa que digan sobre tu madre; creeme, es la mejor opción para ti, Cherry.

— Suena sencillo, pero no sé qué tan fácil se me haga ignorar el dolor — murmuró agachando apenado la mirada, hasta que un agarre en su barbilla de parte de Jessie le hizo alzar la mirada.

— No dije que sería sencillo, claramente será complicado, pero sé que podrás hacerlo, Cherry; Además, aunque puedas o no con eso, yo estaré aquí para apoyarte, ya sea a ayudarte a ignorarla o a consolarte cuando sientas dolor.

— Me parece perfecto — murmuró sonriendo algo apenado mientras varias lágrimas seguían rodando por sus mejillas — Gracias Jessie, enserio, no sé qué haría sin tí.

— No agradezcas, mi trabajo es hacer tu vida menos dolorosa.

— Lo haces excelente — dijo cálidamente para acercarse al rostro de Jessie y frotar su nariz con la de él, pero antes de poder darse un beso, ambos escucharon el brusco ladrido de cierto animal que les observaba curioso, y que les hizo reír a ambos por igual.

— Parece que no soy el único que te quiere consolar — bromeó mirando cómo Haze abrazaba al perro con fuerza.

— Gracias Boby, tú siempre tan lindo — murmuró acariciando el cráneo del animal, mientras este le lamía las manos con ternura — Jej, tú siempre consolándome, buen chico.

— Él te cuida ¿Eh?

— Desde que te fuiste ha sido así, nos consolamos mutuamente.

— Me alegra que al menos se tuvieran el uno al otro para consolarse mutuamente — susurró mientras se acercaba a Haze para besarlo con ternura, beso al que Haze correspondió de manera cálida y sutil, pero poco a poco fue dejándose llevar, convirtiendo aquel beso en un intercambio un poco más lujurioso y apasionado.

— Ya me siento mejor — susurró entre besos.

— ¿Vamos a ducharnos?

— Estás herido, no podemos tener sexo así como estás.

— No estoy tan débil, además, el sexo oral no está descartado — canturreó pícaramente, logrando sacarle a Haze una suave carcajada de los labios.

— Deberíamos comer primero, al menos así aguantas un poco más.

— ¿Por quién me tomas, Sasha? — canturreó juguetonamente, riendo al ver cómo Haze fruncía el ceño con fastidio — Jajajaja amo esa carita tuya de enojo.

— No me digas Sasha durante el sexo, sabes que es incómodo.

— ¿Sabes? Siempre me quedó claro que tu nombre te acomplejaba, pero jamás imaginé que lo odiaras tanto.

— No lo odio, solo no me gustaba la manera en la que esos extraños me llamaban, como si me conocieran de toda la vida.

— Mh, entiendo — susurró apegándose a él para besarlo hambrientamente, besos a los que Haze correspondió sin dudarlo dos veces.

Le sorprendió sentir cómo el contrario lo cargaba entre sus brazos para guiarlo hacía la cama y recostarlo en la misma, bajandole el pantalón y besandole la cadera suavemente, cosa que hizo a Haze reír mientras jadeaba suavemente.

— Mi amor — gimoteó jugueteando con los mechones rojizos de Jessie — ¿Hablabas enserio con lo del sexo oral?

— No me gusta prometer cosas y no cumplirlas, Cherry — murmuró con voz ronca, mirando a Haze de manera intensa llena de deseo, cosa que hizo al pelinegro sonrojarse de golpe y mirarle con un éxtasis sin igual, al mismo tiempo que cooperaba con Jessie y se bajaba voluntariamente la ropa interior.

— A-Ah, J-Jessie — gimoteo débilmente mientras separaba las piernas y miraba embelesado cómo el pelirrojo se encargaba de lamer de arriba a abajo su intimidad, sacándole suaves jadeos de placer.

— ¿Se siente bien? — murmuró dejando varios chupetones entre las piernas de Haze.

— Mhm — asintió con la cabeza mientras cubría su boca con su muñeca.

— Oye, no es divertido cuando te callas, Cherry, ¿porqué pareces apenado de repente?

— E-Es que me da vergüenza con el entrenador y su esposa, p-podrían oírnos.

— Creeme, ya nos han oído bastante — canturreó pícaramente, cosa que hizo a Haze arrugar el ceño con incomodidad, cosa que hizo a Jessie reír, pero igual se apartó para acercarse al rostro de Haze y acariciarlo débilmente — ¿No quieres hacer ruido, cielo?

— N-No mucho — gimoteó mirando tímidamente a Jessie, quien sonrió conmovido al ver nuevamente a su pareja de esa forma, esa reconfortante para él volver a amarse mutuamente tal y como hacían hace varios años.

— De acuerdo, ¿quieres morder la almohada para evitar el ruido?

— N-No, yo... e-en realidad quiero intentar... otra cosa — dichas palabras confundieron bastante a Jessie, sobre todo al ver el sonrojo que se apoderó del rostro de Haze.

— Te escucho, Cherry.

— V-Ven — le tomó de los brazos para hacer que se pusiera de pié — ¿T-Te sientes bien físicamente? ¿no te duele nada?

— No, pero creí que no querías tener sexo.

— No es... n-no es exactamente sexo lo que quiero... b-bueno, mejor dicho, no quiero "coito" — trataba de explicar su punto con nerviosismo, aunque la mirada incrédula del pelirrojo empezaba a ponerle nervioso.

— Okey, y ¿quieres que me quite la ropa?

Asintió con la cabeza rápidamente ante tal pregunta, sonrojándose de golpe al ver cómo su pareja se despojaba poco a poco de su ropa.

— Eres hermoso — se escapó de sus labios al ver a Jessie sin ropa frente a él. El pelirrojo sonrió pícaramente al oír las palabras ajenas.

— Te agradezco, tú igual eres precioso — susurró para acercarse a él e intentar besarlo, aunque Haze rápidamente lo empujó sutilmente para hacerle recostarse en la cama, dejando totalmente abrumado al pelirrojo — Amm, ¿todo bien?

— Todo perfecto — murmuró apoyándose de las rodillas ajenas para ver fijamente los ojos de Jessie con pasión absoluta, cosa que hizo al pelirrojo gruñir sutilmente y palmear sus piernas para indicarle a Haze que fuera con él.

— Ven Cherry, no aguanto.

— No, no vamos a hacer eso contigo herido.

— Estoy que reviento, Haze, no me obligues a verte así y a no metértela.

— No seas impaciente — murmuró sutilmente para apartarse de él y caminar al otro lado de la cama, confundiendo totalmente a Jessie.

Jadeó al sentir cómo le tomaban de los hombros y le obligaban a acostarse bruscamente en la cama boca arriba, y al hacerlo, pudo sentir cómo se colocaban sobre él de repente, aunque le asombró totalmente ver que Haze colocaba su cara en su entrepierna, y dejaba la suya totalmente expuesta frente a la cara de Jessie.

— Wow — murmuró entre risas coquetas, observando embelesado aquella vista frente a él — Me gusta cuando me sorprendes así, Cherry.

— Estás herido, te quiero consentir — murmuró coquetamente mientras pasaba su lengua por la virilidad ajena, mordiéndola un poco al sentir cómo Jessie lo nalgueaba con fuerza.

— Qué alegría estar herido entonces — canturreó para separar más los glúteos ajenos y empezar a lamer y morder la virilidad de Haze, haciendo al pelinegro jadear débilmente y soltar húmedos gemidos que callaba metiéndose la hombría de Jessie a la boca sin un solo gramo de pudor o vergüenza, aunque a su novio no parecía enojarle aquella actitud desvergonzada de su parte.

— Mgh, sabes tan bien.

— Tú igual — respondió apretando bruscamente una de las nalgas de Haze, para después morderla y dejar varios chupones en dicha zona — Qué idea tan buena, Cherry.

— Se nota que te diviertes — gimoteó débilmente mientras se recogía el cabello para evitar que este le estorbara en su labor.

— ¿A tí no? — canturreó moviendo sus caderas para embestir la boca de Haze y facilitarle la labor, haciendo al pelinegro gemir ahogadamente mientras arañaba un poco las piernas y caderas de Jessie.

— Mgh, ¡Mhm! — gimoteó mientras se movía al compás de las embestidas de Jessie, haciendo al pelirrojo gemir de manera ronca y echar la cabeza hacía atrás.

— Ay Cherry, c-carajo — gruñó apretando con fuerza los glúteos ajenos — S-Sigue, n-no pares.Movió las caderas de un lado al otro mientras proseguía con su labor, indicándole a su novio que le ayudara también, cosa que Jessie hizo, no sin antes darle una fuerte nalgada que le hizo jadear bruscamente y sacarle un momento la virilidad ajena de la boca.

— ¡Ah, o-oye! — clamó volteando a verle con algo de enojo, aunque al ver la expresión severa y sensual que Jessie le dedicó, bajó la guardia y alzó las caderas de manera sumisa — Amor, ¿te gusta?

— Me encanta — gruñó jalándole de las piernas para hundir su cara en la intimidad de Haze, haciéndole jadear de placer mientras arqueaba la espalda.

— Ahh, a-ay mi campeón — gimoteó repartiendo besos por el vientre de Jessie hasta llegar hasta su virilidad nuevamente, lamiéndola y jugueteando con ella con ayuda de sus manos — Me encanta que estemos juntos de nuevo.

— Cherry — jadeó suavemente sin parar con su labor, haciendo al pelinegro gemir de manera sumisa, sonidos que lo enloquecían por completo.

— A-Ah, v-voy a— trató de apartarse al sentir una corriente recorrer su vientre, aunque Jessie solo lo jaló de las piernas y le impidió apartarse de él, cosa que hizo a Haze gemir de forma ronca y arquear un poco la espalda — ¡A-Ay Jessie, v-voy a— no pudo terminar de hablar, ya que su novio empujó su cara contra su virilidad, obligándolo a atragantarse con ella para callar los agudos gemidos que soltó ante aquel orgasmo provocado por todo lo que su novio estaba haciendo con su cuerpo.

— Ah, carajo Cherry — gruñó mientras se relamía los labios y se tragaba con gusto todo lo que logró extraer del cuerpo de Haze, quien gemía ahogadamente sin dejar de lamer la virilidad de su novio, aunque a Jessie le causó ternura notar cómo las piernas ajenas temblaban débilmente luego de haber hecho al chico pelinegro venirse tan de golpe — ¿Quieres ayuda?

— No — respondió acariciando las caderas ajenas con suavidad, aunque le tomó por sorpresa sentir una brusca mordida en uno de sus glúteos — ¡A-Ah, a-amor!

— Ponme atención cuando te hablo, Cherry — gruñó para lamer el área que acababa de morder — Ahora dime, ¿quieres ayuda?

— Sí — respondió rápidamente de manera sumisa, haciendo al pelirrojo reír lascivamente y palmearle suavemente la pierna.

— Levántate — pidió tranquilamente, cosa que Haze hizo, para ponerse de rodillas junto a Jessie y observarlo de manera sumisa, mirada que fascinaba como nunca al pelirrojo.

Le tomó de la barbilla para besar hambrientamente sus labios, beso al que Haze correspondió sin un solo ápice de vergüenza.

— Sigue con lo tuyo — demandó al apartarse de aquel beso, y apenas lo dijo, Haze agachó la mirada para seguir atragantándose con la virilidad de su novio, haciendo a Jessie gruñir de placer y morderse el labio inferior sutilmente.

Ambos dieron un leve brinco al oír cómo de repente tocaban con insistencia la puerta de aquella habitación.

— ¡Oigan chicos! ¿ya están dormidos? — preguntó la voz del entrenador al otro lado de la puerta, aunque ninguno fue capaz de responderle, Haze se negaba a detener sus acciones, y a Jessie no le quedó de otra de cubrir su boca con su mano para evitar que escucharan sus gemidos afuera — ¿Hola? ¿chicos?

Gruñó sujetando con su mano libre el cabello de Haze, obligándole a ir más profundo con sus movimientos, cosa que les hizo a ambos temblar de placer por igual.

— ¿Holaa? ¿siguen despiertos?

— Ahh — gimoteó al apartarse de Jessie y acercarse a su rostro para verlo a los ojos con éxtasis y algo de incomodidad — ¿Vas a salir?

— Ni loco — gruñó jalándole del brazo para besarlo hambrientamente, besos a los que Haze correspondió de igual forma.

— Vé qué quiere, Jessie — murmuró apartándose de aquellos besos, haciendo al pelirrojo gruñir con fastidio.

— ¡¿Sí entrenador?! — preguntó sin siquiera levantarse de la cama o apartarse de Haze, quien se hundió en el cuello de Jessie para empezar a morderlo descaradamente.

— ¡Ah, solo quería avisarles que saldré con Tracy a cenar, y llegaremos tarde, pueden comer sin nosotros, hay mucho para cocinar en el refrigerador!

— ¡De acuerdo, gracias, diviértanse! — respondió con algo de fastidio para tomar a Haze de los hombros y volver a besarlo lascivamente, mientras el pelinegro llevaba su mano a la hombría ajena para masajearla rápidamente.

— ¿Osea que podremos hacer ruido?

— Mgh, ojalá — gimoteó entre besos para apartarse un poco y ver detenidamente lo que su novio estaba haciendo con su cuerpo — Carajo Cherry, ¿c-cómo eres tan bueno para darme placer?

— Conozco tu cuerpo, así como tú conoces el mío — canturreó para volver a agacharse frente a Jessie, haciéndole echar la cabeza hacía atrás y gimotear débilmente.

— O-Ojalá Peters se haya ido ya — murmuró entre jadeos, acariciando el cabello de Haze suavemente.

— Mgh — jadeó para hundir de golpe la hombría de Jessie en su boca, cosa que hizo al pelirrojo gemir ahogadamente y sacar la lengua, al mismo tiempo que sentía un brusco orgasmo apoderarse de su cuerpo, y hacerle derramar su semilla finalmente.

— O-Oh Cherry — gimoteó sonriendo sutilmente y mirando atentamente al chico pelinegro, quien empezó a relamerse lascivamente los labios, vista que solía acomplejar un poco a Jessie, pero en ese instante, le fascinó totalmente.

— ¿Quieres que me limpie la cara? — preguntó coquetamente mientras se relamía el labio inferior.

— No, te ves lindo tragándote lo que te doy — murmuró tomando la barbilla ajena para acariciarla suavemente — ¿Ya te sientes mejor?

— Por completo — respondió sonriendo tranquilamente — Todo gracias a ti.

— No agradezcas, mi trabajo siempre será garantizar tu tranquilidad.

— Me gusta como suena eso — susurró alzando la cabeza para acercarse a la boca de Jessie y besarle los labios lentamente, beso al que Jessie correspondió con ternura, acariciando el cuello de Haze con una mano, mientras que con la otra lo apegaba más a su cuerpo para hacerle sentarse en su regazo y, de esta forma, tenerlo totalmente apegado a su cuerpo, disfrutando por completo del calor corporal de su ser amado.

Continuará

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- Gema