81 - 'Alivio'
— ¿Kyle? — tocó de repente una persona que entró a aquella habitación con cuidado, rompiendo abruptamente la tensión y el silencio entre el pelinegro y el pelirrojo, quien volteó de golpe para ver con recelo al sujeto de larga cabellera clara y ojos celestes que entraba al lugar con ellos — Oh, lo siento, ¿interrumpo algo?
— No, nada importante — murmuró con frialdad, dándole la espalda al pelinegro para caminar hacía el rubio, tomarle del cuello y plantarle un beso en los labios, cosa que asombró totalmente a Haze, pero de inmediato mostró nuevamente su semblante incrédulo, sobre todo al ver al pelirrojo voltearse nuevamente — Volveremos luego, espero que al volver no deba verte la cara de nuevo.
— Vas a verla, te lo garantizo — afirmó alzando los hombros con cinismo, cosa que hizo al pelirrojo gruñir con fastidio, y al rubio mirarlos a ambos con curiosidad absoluta.
— Vámonos, Ray — dijo mientras tomaba la muñeca del rubio y se iba con él de aquella habitación, dejando solo al chico pelinegro, quien gruñó con molestia para voltear a ver al sujeto que dormía plácidamente en la camilla, a quien le dedicó una sonrisa penosa mientras un ligero suspiro se escapaba de sus labios.
— Ay amor, vaya que vamos a tener líos cuando despiertes — susurró con pesar para caminar nuevamente hacía la camilla y recostarse junto a Jessie nuevamente, quería que su calor reconfortara a Jessie aún en su estado de inconsciencia, esperaba que al sentirlo cerca de él, el pelirrojo recobrara las fuerzas que necesitaba para despertar.
-
Miraba con desdén el celular entre sus manos, cada media hora se iban sumando más llamadas y más mensajes, todos de la misma persona, y cada uno con un nivel más brusco de amenaza y violencia, niveles que él ya conocía, pero igual odiaba tener que verlos nuevamente.
— ¿Hambre? — habló alguien que llegó con un café y un sandwich en sus manos, y logró que el gótico rápidamente alzara la mirada con curiosidad, sintiendo un extraño nivel de gusto y alivio al recibir tales bocadillos de parte del sujeto en cuestión.
— Gracias — susurró recibiendo tímidamente la comida y la bebida, mientras que su acompañante se sentaba a su lado para mirarle detenidamente con tranquilidad, pero un poco más serio que antes.
— ¿Cómo estás?
— Abrumado — admitió — Dick no deja de llamar, ya debe saber que Haze se volvió a escapar.
— ¿Y qué harás?
— No lo sé — murmuró con debilidad — No puedo seguir cooperando con él, pero al no hacerlo, eso solo hace las cosas más peligrosas para todos, sobre todo para Haze.
— Habla con tu padre.
— Mi padre no hará nada, le tiene miedo al alcalde — renegó con pesar — Nadie en la policía quiere alzar el dedo hacía él, la ley no es una opción.
— Pues... entonces a Dalton y a Haze no les queda de otra que huir, ¿no?
— Viéndolo desde todos los ángulos, es lo más probable — murmuró mirando de reojo al sujeto junto a él, quien le miraba de una manera extraña, dudosa y seria, algo que abrumó mucho al gótico, pero al notar que faltaba cierto "enrojecimiento" en los ojos ajenos, asumió rápidamente lo que estaba pasando, e inevitablemente soltó una leve risa de pesar — Mh, comprendo, como ya no estás drogado ya te pesa estar cerca de mí ¿no es así?
— Si ese fuese el caso, me habría ido desde que se me pasó el efecto del porro — renegó mirándole con molestia, le desagradaba el tono incrédulo con el que Shun le hablaba casi siempre — ¿O acaso ya te irritó que yo esté aquí, y tomas eso de excusa para echarme?
— No te obligué a acompañarme, lo hiciste por gusto.
— Porque quería saber cómo estaba Jessie.
— ¿Desde cuándo te importa Dalton?
— ¿Desde cuándo te importa a ti?
— Es el novio de mi amigo, estoy aquí por lealtad.
— Yo igual — afirmó con frialdad — Es mi compañero de equipo, debemos apoyarnos aunque tengamos nuestras diferencias.
— Siempre han sido compañeros y se odian ¿qué cambió ahora? ¿de la nada empezó a caerte bien?
— Supongo que he aprendido a tenerle estima a imbéciles que me han odiado por mucho tiempo — dijo en un ligero tono ácido que erizó por completo la piel de Shun, e inevitablemente le hizo agachar la mirada con vergüenza — ¿Te lo tomaste tan personal que tuviste que desviar la mirada?
— Sigues siendo tan idiota, Trevor — renegó, logrando que el pelinegro riera de mala gana y mirara a otro lado con molestia.
— Tú igual, vampi — dicho esto, se levantó de su asiento para caminar en dirección a la salida de aquel hospital, cosa que hizo que Shun gruñera con frustración y cubriera su rostro con su mano, al mismo tiempo que un nudo espantoso se formaba en su garganta "¿porqué me pasa esto?" pensó con molestia, odiaba ese cóctel amargo de emociones que se formaba cada al pensar en aquel sujeto pelinegro, odiaba que le causara tantos conflictos, y que el más grande, fuera el cálido sentimiento que empezaba a sentir cuando estaba cerca de él.
-
— ¡Jessie! — clamó aquel hombre bruscamente al entrar a la habitación sin siquiera tocar la puerta, frenando su paso al ver a dos chicos que estaban sentados junto a la camilla, y cómo ambos le hicieron bruscamente un gesto para que guardara silencio apenas entró.
— ¡Shh! — hicieron ambos al unísono mientras le hacían una seña al entrenador para que se acercara sin hacerle ruido al pelirrojo y al pelinegro, quienes dormían plácidamente apegados el uno al otro sobre la camilla, cosa que asombró y abrumó bastante al hombre recién llegado.
— Es bueno verlo, entrenador Peters — le saludó Quincy en tono susurrante mientras se levantaba junto a Shun para hablar con el mayor.
— ¿Chicos qué fue lo que pasó con Jessie? díganme por favor, casi me da un infarto cuando Trevor me llamó.
— Sufrió un accidente de auto — dijo Shun — Al parecer estaba ebrio.
— ¡Maldita sea, ese bastardo obstinado! — renegó entre jadeos de frustración y pesar, se notaba que enserio estaba preocupado por él — ¿Y-Y cómo está él? ¿s-se pondrá bien?
— El doctor dice que sus heridas fueron graves, pero con reposo se pondrá bien — dijo Quincy mientras suspiraba sutilmente — Haze se llevó un susto terrible.
— No es el único — dijo el entrenador con algo de pesar — Maldición, debí saber que al no llegar anoche tuvo que haber pasado algo grave con él.
— Lo importante es que ya está fuera de peligro, ahora solo necesitamos que descanse y— hablaba Quincy con tranquilidad, hasta que escucharon de repente un ligero gruñido que les hizo a los tres voltear la mirada en seco.
Jadearon con asombro al ver cómo cierto sujeto de cabellera rojiza abría de a poco los ojos, mirando a su alrededor sin entender lo que estaba sucediendo, ni porqué esas personas estaban ahí presentes.
— ¡Jessie! — clamaron los tres al unísono, aunque el pelirrojo todavía les estaba mirando sin entender lo que estaba sucediendo.
— ¿Dónde est— trató de levantarse, pero al notar que una persona estaba acurrucada junto a él, de inmediato detuvo sus acciones y miró perplejo al chico frente a él — ¿Cherry?
— Está dormido — murmuró Shun mientras se acercaba a la camilla — No ha dormido desde ayer, apenas logró quedarse dormido.
— Cherry — murmuró débilmente para abrazar a Haze con fuerza y suspirar con alivio, aunque le alertó oír un brusco regaño de parte del mayor.
— ¡¿Cómo se te ocurre conducir ebrio, Jessie?! ¡¿acaso planeabas matarte o qué?!
— ¡Shhh! — le callaron Shun y Quincy por el tono brusco con el que estaba hablando.
— ¿Conducir ebrio? — balbuceó a causa del cansancio, aunque rápidamente tuvo un destello de realidad, en el que recordó vívidamente la última conversación que tuvo con "un espejismo" de Haze, y la cual le hizo tomar la decisión de ir a buscar a su pareja para pedirle perdón, pero acabó chocando contra algún objeto sin poder evitarlo — Ah, claro... ug, lo siento, entrenador, le prometo que pagaré los daños del auto.
— ¡¿Lo sientes?! ¡¿pagar los daños?! ¡¡Jessie pudiste matarte!!
— Lo lamento, ¿de acuerdo? s-solo quería ir a buscar a Haze, pero por alguna razón perdí el control del auto en plena calle y—
— ¡No me digas más! ¡se me alteran los nervios tan solo escucharte! — renegó mientras miraba seriamente al pelirrojo, pero luego de unos segundos relajó el ceño y le miró con pesar y algo de alivio — Me alegra tanto que estés bien, hijo.
— A todos nos da gusto — dijo Quincy, aunque la mirada de Jessie se clavó sobre cierto sujeto gótico que le miró con seriedad y algo de vergüenza.
— ¿Todos? — murmuró con frialdad.
— A todos — recalcó con tranquilidad y algo de firmeza — Eres la vida de mi mejor amigo, moriría de pena si te llegara a perder, y no quiero que Haze siga sufriendo.
— Irónico que tú digas eso — renegó, aunque rápidamente Quincy intercedió.
— Ya todo quedó atrás, Jessie; Shun se disculpó con Haze, y le dijo toda la verdad.
— ¿Qué? — dijo con asombro, observando perplejo al sujeto gótico.
— No miento, enserio estoy harto de que Haze sufra, quiero lo mejor para él.
Aquellas palabras hicieron que Jessie arqueara abrumado una ceja, pero que poco a poco fuera relajando el ceño y observando con asombro absoluto a Shun.
— Te lo agradezco, Jones.
— No es nada, Dalton — murmuró llevando uno de sus mechones negros tras su oreja.
Miró con asombro el cómo cierto sujeto pelinegro empezaba a moverse entre sus brazos y alzaba la mirada con fatiga, rápidamente su respiración se agitó y su pecho empezó a latir con mucha fuerza, no sabía qué pensar al estar de esa forma con Haze nuevamente, pero el simple hecho de que estuviera ahí con él, le daba una paz sin igual.
Se sentó en la camilla para tallarse los ojos y ver al pelirrojo frente a él, jadeando bruscamente al verle con los ojos abiertos, de inmediato todo el sueño le abandonó, y sin dudarlo dos veces, se fue sobre él para abrazarlo con fuerza, un abrazo que reconfortó como nunca a Jessie.
— ¡Mi amor! — clamó entre jadeos desesperados, ver a Haze así logró conmoverlos a todos, sobre todo al ver cómo Jessie empezaba a llorar al igual que él — Estás vivo, ¡estás vivo!
— Hola, Cherry — le saludó tímidamente, mientras le acariciaba el cabello y el cuello — Tranquilo, estoy bien, enserio lamento haberte preocupado de esta forma.
Le alertó sentir cómo se apartaba bruscamente de él para darle una fuerte bofetada que le hizo jadear con asombro, al igual que a todos los presentes.
— ¡¡Haze!! — clamaron Shun y Quincy de inmediato, pero Haze les hizo caso omiso, y solo se quedó mirando con seriedad a Jessie, aún cuando varias lágrimas iban rodando por sus mejillas.
— ¡¡¿En qué carajo estabas pensando?!! — reclamó bruscamente — ¡¡¿Qué carajo tienes en la cabeza, Jessie?!! ¡¡¿cómo se te ocurre hacer algo así?!! ¡¡¿crees que matándote nuestros problemas se iban a resolver?!! ¡¡¿cuál es tu maldito problema?!!
— Haze yo no creo que— el entrenador trató de interceder al ver lo abrumado que quedó Jessie por los regaños ajenos, pero el pelinegro no le dejó proseguir.
— ¡¡¿Creíste que matándote ibas a borrar todo el daño que me has hecho?!! ¡¡¿que nos hemos hecho mutuamente, Jessie?!! — decía entre jadeos de dolor, tomando los hombros ajenos y apretándolos con fuerza, mientras el pelirrojo le observaba totalmente perplejo — ¡¡¿Qué tan loco tienes que estar para creer que tu muerte era la solución de todo, Jessie?!! ¡¡tu muerte es mi muerte también, imbécil, porque yo no puedo vivir sin ti!!
Miró con pesar cómo Haze agachó la cabeza para sollozar con dolor, sin dejar de sujetarle de los hombros con mucha fuerza.
Quincy le hizo una seña a Shun y al entrenador para que salieran de la habitación, para así poder dejar que sus amigos hablaran con tranquilidad, y apenas se marcharon, Jessie soltó un pesado suspiro para intentar tomar los hombros de Haze, pero este se lo impidió en seco.
— ¿Porqué lo hiciste?
— No traté de matarme Cherry, lo juro.
— ¡¿Entonces qué carajo pretendías?! — clamó bruscamente, mientras Jessie suspiraba y buscaba las palabras correctas para decir eso.
— ... Te ví, hablándome de repente, dijiste cosas muy... ciertas — admitió mirando a otro lado con pesar, mientras Haze cerraba los ojos y sonreía con dolor, al saber a lo que su novio se refería — Estaba delirando a causa del alcohol, te veía en todos lados, estaba harto de solo verte en sueños y delirios de embriaguéz, así que tomé la loca decisión de ir a buscarte y... bueno, no me fue muy bien que digamos — murmuró riendo sutilmente, aunque ver la cara de seriedad que Haze le dedicó, hizo que dejara de reírse en seco.
— ¿Delirios? — preguntó bastante abrumado — ¿C-Cómo, Jessie? ¿a-acaso no recuerdas que nosotros...?
— ¿Nosotros...? — murmuró confuso, arqueando una ceja al ver que Haze suspiraba pesadamente con dolor.
— ¿Cómo no me di cuenta de lo mal que estabas? — susurró con pesar, para pasar sus manos por su rostro y decir — Esa tarde fuiste al campus... todas esas "cosas ciertas" no te las dijo un delirio de borrachera... todo eso salió enserio de mi boca.
Aquella revelación hizo que Jessie jadeara con asombro y mirara muy perturbado a Haze, al mismo tiempo que un dolor empezaba a adueñarse de su ser.
— Entonces... — susurró tratando de hallar las palabras correctas para preguntarle a Haze "¿entonces sí me odias?" sin sonar como un mártir, aunque la voz ajena le interrumpió en seco.
— Fuí un maldito insensible contigo, Jessie — dijo entre lágrimas mientras lo observaba con pesar — Si tan solo no te hubiera dejado solo esa tarde, y no hubiera actuado por el impulso de mi ira, nada de esto habría pasado.
— Vamos ¿porqué culparte por algo que yo mismo me busqué? aceptémoslo, el error fue mío por ser un maldito ebrio sin remedio.
— La pena te llevó al alcohol, ¿y quién te ha causado pena, Jessie? dilo, he sido yo — sonrió con pesar mientras empezaba a sollozar nuevamente, aunque un tacto en sus mejillas de parte de Jessie le brindó rápidamente de un confort sin igual.
— No me gusta que llores, Cherry — susurró limpiando las mejillas ajenas con sus pulgares — Y creeme que me duele ser el principal causante de tu llanto desde hace tanto tiempo.
— No has sido el único — susurró dejando que Jessie le limpiara el rostro sutilmente — Y yo también te he hecho llorar, y eso es bastante difícil.
— Dejemos de hablar de mí ¿de acuerdo?
— ¡¿Cómo no quieres que hablemos de ti, imbécil?! ¡por poco te terminas matando! ¡¿tienes idea del maldito susto por el que pasé?! ¡¡me quería morir cuando te subieron a la ambulancia y te ví con la cara llena de sangre!! t-te juro que yo... y-yo— gimoteó con dolor para cubrir su rostro con ambas manos, aunque un agarre en sus muñecas de parte de Jessie le hizo alzar tímidamente la mirada y observar curioso al sujeto pelirrojo, quien le acarició gentilmente la mejilla mientras lo observaba con pena y algo de ternura, una ternura que reconfortó como nunca a Haze.
— Lamento mucho haberte asustado de esta forma, Cherry.
Sonrió de lado disfrutando del tacto en su mejilla de parte de Jessie, al mismo tiempo que le miraba a los ojos con tranquilidad, le encantaba ver de nuevo los ojos verdes de su pareja.
— ¿Me odias?
— Nunca podría odiarte, Haze, lo sabes.
— Pero todo lo que te dije, la manera e la que actué—
— Estabas enojado, lo entiendo, yo más que nadie sé lo que es cegarse por el enojo ¿lo olvidas? — murmuró recordando amargamente la noche de su cumpleaños, en la que le gritó a su novio sin razón alguna, era un recuerdo que le seguía atormentando, aún cuando ya habían pasado varios años de ese hecho.
— Pero tus arrebates de ira nunca me hicieron caer en el licor, ni me pusieron en peligro.
— Si no te hubiera gritado la noche de mi cumpleaños, no habrías creído que te abandoné.
Sonrió apenado al oír las palabras ajenas, para acercarse tímidamente a él y pegar su frente con la de Jessie, mientras el pelirrojo le acariciaba sutilmente la mejilla.
— Me alegra tanto que estés vivo, Jessie — susurró entre suaves jadeos.
— A mí me alegra mucho que estés aquí conmigo — respondió suavemente.
— Perdóname por todo lo que te dije, cariño, f-fuí todo un imbécil, n-no merezco ni siquiera que me perdones.
— Tómalo como estar a mano, por todo lo que yo te hice también, incluído el hecho de casi morirme.
— ¡Tienes razón, nunca te hubiera perdonado si terminabas muriéndote! ¡t-te juro que me habría suicidado solo para ir a estrangularte!
— ¿Cómo ibas a lograrlo? contigo en el cielo y yo en el infierno, es casi imposible que lográramos vernos — bromeó, haciendo que Haze frunciera el ceño con molestia.
— ¿Cómo sabes que te irás al infierno?
— ¿Y tú cómo saber que me iré al cielo?
— No hablo del cielo, ambos no encajamos ahí, estoy seguro de que acabaré en el infierno por mi manera de ser, y por mi gusto casi obsesivo por el sexo.
— ¿Obsesivo? — murmuró con asombro, logrando que Haze frunciera el ceño y arrugara la nariz, cosa que hizo reír a Jessie a carcajadas — Ay por Dios, sigues siendo tan lindo como antes.
Sonrió apenado al oír las palabras ajenas, y sin dudarlo, ambos se acercaron al otro para condensarse en un tímido y cálido beso, sin un solo ápice de lujuria, sino lleno de ternura y cariño, para remarcar en aquellas instancias tan dramáticas que aún con todo lo que les había ocurrido, ambos aún se amaban con locura, y el casi haberse perdido el uno al otro sirvió para que ambos dejaran de lado los rencores y finalmente se dedicaran todo el amor y afecto que se tenían desde hace años.
— Te amo — dijeron al unísono, para después reír tímidamente mientras se miraban el uno al otro con ternura absoluta, al mismo tiempo que la respiración de ambos empezó a agitarse considerablemente.
— No vuelvas a dejarme, Jessie, te lo ruego.
— Cherry— trató de hablar, pero el contrario le detuvo en seco.
— ¡No me importa! — clamó con enojo — ¡No me importa que Dick te obligara a dejarme, no me importa que sientas que contigo estaré mal, no me importa si ya no quieres vivir como gitanos! ¡todo me da malditamente igual, Dalton! ¡yo te amo, y no volveré a vivir sin ti, mucho menos después de casi perderte!
Dichas palabras asombraron totalmente a Jessie, pero en vez de parecerle desagradables, solo sonrió con ternura para tomar delicadamente las mejillas de Haze, y plantarle un beso en la naríz.
— Vivo por ti, Cherry, creo que ya te diste cuenta de que sin ti no me importa mi propia vida — bromeó, aunque su broma solo hizo que Haze le jalara del cabello bruscamente — ¡Auch, oye eso duele!
— ¡Deja de hacer esos malditos chistes, no me gusta que pienses así! — renegó derramando una lágrima nuevamente, gesto que hizo a Jessie reír de lado e ir hacía él para besarlo en los labios con ternura.
— Ya entendí, me disculpo entonces — susurró rozando sus labios con los de Haze delicadamente — ¿Y qué quieres que te diga entonces?
— Que vas a vivir conmigo, sin importar qué.
— ¿Aunque volvamos a vivir en una ratonera, y comamos solo una vez al día?
— Cualquier vida a tu lado será un sueño para mí, ¿o acaso para ti no es así? — murmuró con pesar.
— Claro que lo es, Cherry, pero estos años he aprendido de mis errores, y mi mayor error siempre fue no esforzarme por nada — dijo mientras acercaba a Haze a su cuerpo para hundir su cara en el hombro ajeno — Y no pienso repetir dicho error.
— ¿De qué hablas? — murmuró tímidamente mientras le acariciaba el cabello.
— Hablo de que este maldito pueblo ya me fastidia — renegó mirando a otro lado — Sé que te dije que no quería que vivieras con miedo, y que lo mejor era sacar el problema de raíz, pero francamente me aterra lo que pueda hacerte ese tipo un día que nos descuidemos, así que lo mejor es—
— ¿Irnos? — le interrumpió rápidamente, jadeando al sentir cómo Jessie asentía con la cabeza.
— No quiero que te hagan daño, Haze — susurró apartándose un poco para verle a los ojos con pesar — Me volveré loco si él te vuelve a tocar, no sé lo que sería capaz de hacer.
— ¿Y la denuncia qué? ¿n-no la haremos?
— Claro que sí, pero la haremos ya cuando estemos lejos de él, así no nos arriesgamos a que te haga daño.
— Jessie — gimoteó mirando muy abrumado a su pareja, pero luego de unos segundos solo pudo sonreírle con emoción y tomarle de las mejillas para besarlo lentamente, besos a los que Jessie correspondió sin dudarlo dos veces, manteniendo a Haze lo más apegado a su cuerpo posible.
Continuará
Voten y comenten si les ha gustado el capítulo, también recuerden apoyar el libro en la plataforma Alphanovel para poder seguir publicando capítulos gratuitos con más frecuencia <3
Y no te olvides de dejar un comentario de apoyo, enserio te lo agradezco <3
- Gema
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro