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73 - 'Prioridad'

— ¡Jessie! — clamaba frente a la puerta mientras la tocaba con algo de insistencia, le abrumaba mucho ver que el chico pelirrojo aún no se levantaba de la cama, a pesar de que ya hace un buen rato que debía de estar levantado y listo para ir a clases — ¡Jessie por amor de Dios! ¡se te hace tarde!


Miró curioso cómo abrían la puerta de aquella habitación, aunque se quedó helado al ver a cierta criatura de cabello negro con el cuello y los hombros llenos de chupones y mordidas bastante alarmantes, además de varios moretones más en su rostro, aunque lo que más le abrumó, fue ver cómo aquel chico estaba aparentemente desnudo, usando solo una camiseta ancha de Jessie para cubrir su cuerpo.


— Buenos días, entrenador — dijo entre sutiles bostezos, mientras el sujeto frente a él le miraba perplejo — Perdone, Jessie sigue dormido.


— ¿C-Cómo? ¿J-Jessie sigue dormido? — repitió, aunque estaba demasiado abrumado como para objetar o cuestionar, solo sacudió su cabeza y miró a Haze con algo de curiosidad — ¿Sabes si planea ir a clases hoy?


— Creo que no — murmuró mientras acariciaba el cráneo del animal que asomaba la cabeza por la puerta, y le "sonreía" ampliamente al entrenador, quien tragó en seco al verle — Perdone, ¿le molesta que hayamos traído a Boby con nosotros?


— N-No, B-Boby es... b-bienvenido también — dijo mientras sonreía ampliamente con algo de nerviosismo — B-Bueno yo amm... m-me voy ya al trabajo, ha-hay comida abajo por si, bueno... tienen hambre.


— Gracias entrenador Ford — le saludó amigablemente para entrar de nuevo junto al perro y cerrar la puerta detrás de él, dejando al entrenador con un raro sentimiento de asombro en su pecho, pero que al mismo tiempo, se volvía en un sentimiento de alegría muy refrescante.


Bostezó nuevamente para regresar a la cama y acostarse encima del cuerpo de cierto sujeto desnudo que dormía tranquilamente sobre el colchón, habían pasado la noche entera besándose y acariciándose tímidamente, y en algún momento de la madrugada, dejaron que sus cuerpos finalmente se fusionaran, de manera lenta y muy apasionada, que logró que ambos se sintieran unidos nuevamente, aunque las inseguridades seguían a flor de piel, y ellas se negaban a irse así como así.


-


— Me va dar un maldito infarto — murmuró entre gruñidos de molestia, mientras se movía de un lado a otro en la amplia habitación de la casa de su hermandad, mientras cierto chico rubio que estaba sentado estilo indio en la cama le miraba con algo de preocupación.


— ¿No te contesta los mensajes?


— ¡No! y le escribí a la servidumbre y me dijeron que Haze salió ayer en plena madrugada con Boby luego de que Dick lo golpeara y se fuera a una fiesta.


— ¡¿N-No se habrá fugado?!


— ¡Ni lo pienses, Quincy! n-no creo que Haze sea tan tonto, ¡¿s-sabes lo que haría Dick si Haze llegara a huir de nuevo?!


— ¿Y-Y Dick ya sabe que Haze no aparece?


— No, al parecer no ha vuelto de su fiesta de ayer, ¡y menos mal que no! si llega a casa y vé que Haze no está, ¡va a ser todo un escándalo, Quincy!


— Debemos seguir insistiendo entonces, Shun — murmuró tomando su teléfono para marcar el número de su amigo — Ay Haze, ojalá que estés bien.


"Y que no estés con Dalton" pensó Shun de inmediato, no era coincidencia para él que su amigo hubiera desaparecido días después de que Jessie Dalton regresara a la ciudad, pero le aterraba si quiera tomar en consideración que ambos estuvieran juntos, esas eran unas piezas que él se negaba a juntar, por miedo de que encajaran a la perfección.


-


Abrió los ojos con algo de dificultad, sintiendo un agradable corporal al que echaba muchísimo de menos, y que le reconfortaba mucho sentir.


— Hola Boby — saludó con voz ronca al animal que estaba recostado encima suyo mirándole fijamente, mientras alguien más estaba sentado en la ventana de la habitación fumando un cigarrillo y sonriéndole tranquilamente — ¿Me dejas levantarme, amigo?


— Le gusta ser el primero en dar los buenos días por la mañana — dijo mirando cómo el pelirrojo se sentaba en la cama y acariciaba al animal sutilmente.


— Recuerdo que las primeras veces eso te asustó — dijo entre sonrisas penosas, a las que Haze correspondió dando una calada a su cigarrillo.


— Su tamaño asusta, pero Boby siempre ha sido una criaturita frágil llena de amor, y que quiere amor de vuelta — murmuró mientras el humo del cigarrillo se escapaba por la comisura de sus labios — Igual que tú.


— Mh, hace años que no me comparaban con animales de esta forma — bromeó sutilmente mientras se levantaba de la cama para acercarse a Haze, quien le miraba detenidamente con una sonrisa tímida, y algo indecisa.


— El entrenador te llamó temprano — dijo sutilmente, aunque le alertó sentir cómo le tomaban de las mejillas para verle fijamente a los ojos.


— Deja de fumar — le pidió con voz suave y gentil, contrastando totalmente con la voz tosca y dominante que usaba en los momentos de intimidad sexual.


— No puedo — dijo sutilmente, sin dejar de verle a los ojos.


— ¿Porqué?


— Porque el olor a nicotina me hace pensar en ti.


— Eso debería darte razones de sobra para dejarlo entonces.


— Te equivocas — dijo mientras sonreía tímidamente — Pasé años añorándote, Jessie, echándote de menos, y lo único que tenía a la mano para sentir que estabas conmigo, era el humor del cigarrillo y el amargo sabor en mi boca, que me recordaba a cuando me besabas luego de cenar dos cigarrillos y una barra de chocolate.


— Vaya que intentaba matarme — murmuró cínicamente, haciendo a Haze sonreír de lado mientras lo observaba detenidamente.


— ¿Me extrañaste tanto como yo te extrañé?


— Casi me vuelvo loco — admitió mientras se colocaba de rodillas frente a él, permitiéndole a Haze tomarle de las mejillas con delicadeza — Moría por verte, soñaba contigo cada día, cada noche echaba de menos oírte decirme al oído "descansa Jessie, sueña algo bonito".


— "Soñaré contigo entonces" — respondió en corto, recordando la respuesta que le daba su novio ante tal saludo, y sin poder controlarlo, una lágrima rodó rápidamente por sus mejillas, lágrima que Jessie limpió con cuidado — ¿Podrías decírmelo?


— ... No sé si sea correcto — murmuró débilmente, sintiendo algo de dolor en su pecho — Me fuí por razones de fuerza mayor, Cherry, y sé que si te lo digo, te vas a asustar enserio.


— Nada me asusta más que volver a mi infierno, Jessie — murmuró con pesadez — Solo quiero saber que... q-que no fuí yo quien causó nuestra separación.


— ¿Tú? — cuestionó algo incrédulo — Amor, ¿cómo pudiste haber sido tú?


— Porque... m-mi actitud empezaba a hartarte — admitió con pesar, agachando rápidamente la mirada — S-sentía que yo... y-yo con mis berrinches estaba... colmando tu paciencia.


— Si ponemos berrinches sobre la mesa, el de mi cumpleaños no tiene enemigo alguno — admitió cínicamente, logrando que Haze sonriera de lado con algo de picardía.


— Tienes razón — murmuró alzando los hombros, dejando que Jessie se acercara a él y le cargara con fuerza — ¿Me prometes que no te fuiste por mi culpa, Jessie?


— Te lo juro, Cherry, nunca quise alejarme de ti, ¿cómo podría querer abandonar a la pieza más importante de mi vida? es bastante tonto creerlo.


— Supongo que soy el rey de los tontos — dijo con algo de pesar.


— Yo te hice creerlo, así que en teoría soy la reina de los tontos — bromeó, logrando sacarle a Haze una sonrisa tranquila y tímida, para acercarse a Jessie y juntar sus labios delicadamente.


— Perdóname por todo lo que te dije anoche, y el otro día... y estos últimos días.


— Tú perdóname a mí, por todo lo que te he hecho y dicho.


— Si no te perdonara no me tendrías aquí contigo, campeón — dicho esto, prosiguió con aquella ronda de suaves y delicados besos, a los que Jessie correspondió sujetando con fuerza las piernas de Haze y manteniéndolo pegado a su cuerpo, gozando del suave sabor de los labios de su pareja, aunque algo de añoranza llegó a su ser al sentir el amargo sabor de la nicotina en su boca deslizarse cuidadosamente.


— ¿Me sigues amando, Cherry? — preguntó débilmente, mirando con atención aquellos ojos azules que tan embelesado le dejaban — ¿Sigo siendo el hombre de tu vida?


— Nunca dejaste de serlo — admitió tímidamente, mientras tomaba las mejillas ajenas y las acariciaba sutilmente — ¿Y yo sigo siendo el amor de tu vida?


— Nunca has dejado de serlo, Cherry — murmuró tratando de volver a besar los labios ajenos, aunque el ruido del celular de Haze, lo es interrumpió a ambos en seco.


— Debe ser Shun — susurró repartiendo besos por el cuello ajeno.


— ¿Seguro? no creo que se trate de Jones.


— Es él, creeme — insistió, mientras se apartaba de él para caminar hacía la mesa de noche donde reposaba su teléfono celular, para tomar este mismo y verlo con fastidio — mgh, debería saber de sobra que si no contesto es porque estoy ocupado.


— Deberías contestar — murmuró acercándose a él para besarle el cuello lentamente — Tal vez está preocupado por ti.


— O tal vez solo quiere asegurarse de que no estoy durmiendo contigo — renegó con fastidio, mientras miraba de reojo a su "pareja" con algo de frustración — No quiero darle la cara aún.


— No dejará de insistirte, contesta y ya.


— Mgh — bufó con fastidio para abrir su teléfono (el cual era uno de esos teléfonos plegables muy populares en aquellos años) y contestar finalmente la llamada de su amigo — ¿Diga?


— ¡¡Maldita sea, Sasha!! ¡¡¿dónde carajo se supone que estás?!!


— Algo ocupado, Shun — dijo con desdén mientras se sentaba al borde de la cama, jalando a Jessie de la mano para que se acercara a él y poder abrazarle el torso mientras hablaba por teléfono, gesto que hizo a Jessie sonreír tímidamente y sonrojarse de golpe — ¿Qué quieres?


— ¿Te estás revolcando con alguien, verdad?


— Mhhm — asintió cerrando los ojos y gozando del calor corporal del pelirrojo, mientras el sujeto al otro lado de la línea jadeaba horrorizado y miraba incrédulo al chico rubio que le acompañaba.


— ¡¿Sasha en qué carajo estás pensando?!


— Tengo veintiún años, Shun; tengo derecho de hacer lo que quiera con mi cuerpo sin recibir reproches de por medio.


— ¡Entiende que no lo digo por eso, Sasha! ¡me preocupa es— trató de hablar, pero la voz ajena le interrumpió en seco.


— ¿Que no sea Jessie Dalton quien me esté cogiendo? — preguntó con desdén, erizando por completo la piel de Jessie, le abrumaba muchísimo ver a su novio actuar de esa manera, aunque a una parte de él, le encantaba que su pareja finalmente desarrollara cierta "fortaleza" para darse a respetar, aunque le dolía pensar en todo lo que tuvo que pasar Haze para desarrollar dicha fortaleza.


— Y-Yo... ¡s-solo lo hago por tu bien, Haze!


— Despreocúpate, porque no es Jessie — dijo mientras se apartaba un poco para empezar a besar el abdomen del pelirrojo, haciéndole sonrojarse y mirar embobado a su contrario.


— Bien... s-solo — chasqueó la lengua algo abrumado, quería advertir a Haze sobre el peligro que era exponerse de esa forma, pero al mismo tiempo que alegraba que su amigo tuviera un poco de "libertad", fuera de las fauces de su temible captor — ¿C-Cómo hiciste para librarte de Dick?


— Nada, simplemente salí y ya, ante cualquier percance diré que me quedé en tu casa — murmuró mientras pasaba su lengua por el abdomen ajeno, le encantaba lo bien formado que estaba el cuerpo de Jessie, se notaba que los años solo le hicieron verse aún más sexy de lo que ya era de por sí.


— ¡¿Qué?! ¡¿estás loco?! ¡¿y-y si Dick sospecha?!


— Dick nunca pone mala cara cuando se trata de ti, Shun — dijo tranquilamente, aunque sus palabras hicieron que Jessie frunciera el ceño y mirara hacía otro lado con seriedad, gesto que él creyó que había pasado inadvertido, pero que Haze notó a la perfección.


— Bueno... — gruñó con molestia — ¡Y-Yo te cubro, Haze, pero que no se te haga un hábito esto de desaparecerte de esta forma para coger con extraños!


— Ajá — murmuró mientras su mano libre iba hacía los glúteos del pelirrojo para apretarlos un poco, cosa que tomó totalmente desprevenido a Jessie, pero que le hizo sonreír de lado con cinismo y picardía.


Rápidamente colgó el celular y lo dejó tirado en el suelo sin más, para apegarse a Jessie y besarle el cuello descaradamente, mientras el pelirrojo deslizaba sus manos por debajo de la camiseta que cubría la desnudez de Haze.


— ¿Porqué pusiste esa cara? — le preguntó al oído, logrando que Jessie le mirara curioso.


— ¿De qué cara hablas?


— De la cara que pusiste cuando dije que Dick siempre era permisivo al tratarse de Shun — murmuró pasando sus manos por la espalda ajena para apretar un poco los glúteos ajenos — ¿Tienes algo que decirme al respecto?


— Para nada — mintió, siempre recordaba que el sujeto gótico era consciente de su situación, y que él podía abogar a su favor, pero recordar la plática hostil que tuvo con él al volver, le hacía darse cuenta de que Shun Jones no era un aliado, era solo un peón de su enemigo — Símplemente me sigue encelando que Jones sea tan dominante contigo.


— Shun no me domina — renegó de mala gana — Simplemente se pone histérico cuando no hago lo que Dick quiere, empiezo a creer que en el fondo Dick le gusta.


— Me espero lo que sea de alguien que se dejaba coger por Trevor Thompson — dijo en un ligero tono incrédulo que hizo a Haze reír por debajo, para después apegarse a Jessie y volver a besarlo lentamente, besos a los que el pelirrojo no dudó dos segundos en corresponder.


— Jessie — murmuró mientras acariciaba el cuello ajeno — No miento con lo que te digo, enserio quiero quedarme contigo, y que todo vuelva a ser como antes.


— Yo igual, Cherry — susurró besando la frente ajena — Volví para recuperarte, y recuperar nuestra vida juntos.


— Sigo teniendo mis reservas, pero... m-miento si digo que... q-que mi corazón no me grita que me quede a tu lado.


— El mío igual, desde hace tres años solo ha podido pronunciar tu nombre, el de nadie más.


— Oír eso es bastante reconfortante — murmuró pegando su frente con la de Jessie, y acto seguido, le jaló de los brazos para atraerlo hacía la cama y hacer que se colocara encima de él, para volver a besarlo lentamente, mientras el pelirrojo masajeaba delicadamente sus caderas.


— Este es un lindo sueño del que no quiero despertar — murmuró mientras Haze abrazaba sus caderas con sus piernas y le impedía por completo alejarse de él, gesto que hizo que Jessie sonriera por debajo y le mordiera sutilmente el labio.


— Te extrañé tanto — susurró rodeando el cuello ajeno con sus brazos, dejando que la pasión y el romance los controlara nuevamente, mientras el animal en la habitación dormía plácidamente e ignoraba por completo lo que aquellos tórtolos estaban haciendo.


Ambos gimieron de manera ronca y sutil en cuanto Jessie inició con el "intercambio físico", mirándose el uno al otro con detenimiento mientras sus cuerpos temblaban y sus labios susurraban jadeantemente el nombre del otro, como si tuvieran miedo de que les alejaran de nuevo.


— ¿Te duele? — preguntó mientras se movía lentamente, sin afán alguno de lastimar a su pareja, acciones que solo hacían a Haze sonreír tímidamente y mirarle con ternura absoluta.


— No — negó con la cabeza mientras una pequeña lágrima rodaba por su mejilla.


— ¿Y por qué lloras, Cherry?


— Porque esto es hermoso — admitió sin pena alguna, aferrándose al cuerpo ajeno con sus piernas mientras sus manos apretaban las sábanas de la cama — T-Te extrañé demasiado, Jessie, m-moría por volver a... a estar así contigo.


— ¿A que hiciéramos el amor?


— No, a-a que volviéramos a amarnos de esta forma — susurró mientras tomaba las mejillas ajenas delicadamente — El sexo sin amor fue... t-tan sofocante, que me dolía el pecho cada vez que quería decirte "mi amor", pero recordaba de inmediato que... que no lo eras.


— ¿Y ahora lo soy? — preguntó mientras acariciaba los muslos ajenos con delicadeza, sacándole a Haze una tímida sonrisa de los labios.


— Mi amor — gimoteó tomando a Jessie del cuello para besarlo hambrientamente, besos a los que el pelirrojo correspondió mientras se movía dentro del cuerpo de Haze de manera lenta y muy apasionada, sacándole al de ojos azules roncos gemidos de placer, que alegraban como nunca el pecho de Jessie, aunque más le alegró oír cómo la persona a la que amaba, volvía a decirle "mi amor" luego de tantos problemas y tanto sufrimiento.


— Haze — jadeó entre besos mientras aceleraba un poco su vaivén, los gemidos leves y el ruido de sus pieles rozarse era el único ruido que emitía aquel intercambio físico entre ambos, no era tan escandaloso como cualquier otra de sus sesiones lujuriosas, pero eso no significaba que esa sesión no estuviera llena de sentimientos de parte de ambos, con verse a los ojos ambos lograban darse cuenta de que seguían amándose, a pesar de que los primeros días lucharon con uñas y dientes por demostrarse lo contrario, y efectivamente, no lo lograron.


— Mi amor — gimoteó al sentir cómo Jessie aceleraba la velocidad de su vaivén, haciéndole temblar y hundir su cara en el hombro ajeno — Estoy a nada.


— Yo igual — admitió mientras apretaba el cabello ajeno con una mano y con la otra apretaba las sábanas de la cama; susurraba débilmente el nombre del chico que se aferraba a él como si tuviera miedo de ser alejados de vuelta el uno del otro, aunque en el fondo ese era un miedo que el chico pelirrojo compartía, sobre todo al recordar esa aterradora tarde en la que amenazaron su vida y la del chico al que amaba.


"No podemos quedarnos aquí, es peligroso para ambos" pensaba mientras hundía su cara en el cuello ajeno y lo mordía con algo de fuerza, mientras Haze chillaba sutilmente a causa del orgasmo que le aquejaba, y al oír y sentir cómo su pareja se corría por su culpa, Jessie no pudo evitar copiar las acciones ajenas, para acurrucarse en el pecho ajeno mientras jadeaba pesadamente, disfrutando del calor corporal y de la agitada respiración de Haze.


— Te amo, Jessie — dijo entre jadeos y gemidos ahogados, que fueron acompañados por un par de tímidas lágrimas — Te amo con mi vida, mi campeón. Por favor, no vuelvas a dejarme... te lo ruego.


— Nunca — respondió con voz ronca y exhausta, abrazando con fuerza al pelinegro debajo suyo — Prefiero morir antes de abandonarte de nuevo, Cherry; ni loco te voy a dejar a tu suerte otra vez.


— Júralo con tu vida — dijo mientras alzaba la cabeza para mirar detenidamente a Jessie, quien le sonrió de lado mientras acariciaba delicadamente la mejilla ajena.


— Lo juro con mi vida, Cherry — dijo suavemente, y sus palabras hicieron que Haze lo abrazara con fuerza y hundiera su cara en el hombro ajeno, mientras Jessie miraba abrumado a la nada sin saber qué hacer de ahora en adelante, sentía que estaba caminando sobre hielo muy delgado al tomar una decisión tan inconsciente como esa, pero prefería mil veces el exponer su propia vida, a que Haze siguiera sufriendo a manos de ese hombre, su prioridad era proteger a su pareja, sin importar qué tuviera que sacrificar para lograrlo.



Continuará


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- Gema


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