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71 - 'Sálvame'

— ¡Alza más el codo, Reynolds! — gritaba el sujeto rubio mientras hacía que varios chicos practicaran su lanzamiento, mientras otro grupo corrían por toda la cancha, y un tercer grupo empujaba caballetes bastante pesados, pero que ellos hacían parecer que no pesaban en absoluto.


— Aghh, maldito calor — renegó mientras se sentaba en el suelo y suspiraba con frustración, mirando curioso cómo cierto sujeto pelirrojo empujaba uno de estos caballetes con una ira bestial — Oye Dalton cálmate, ¿el caballete te insultó o qué?


— Con alguien debo desquitarme — renegó mientras empujaba el objeto en cuestión, para después secarse la cara con la camiseta negra que llevaba puesta.


El de cabello negro chasqueó la lengua y se levantó del suelo para acercarse a él y mirarle con algo de curiosidad y recelo, la expresión de Jessie dejaba muy en claro que algo le pasaba.


— ¿Ahora qué sucedió?


— No vale la pena que te lo cuente.


— Como quieras, quería dejarte desahogarte, pero si lo que quieres es atragantarte con tu malestar— estuvo a punto de apartarse, pero Jessie le sujetó de la camisa para jalarlo hacía él mientras suspiraba pesadamente.


— No sé qué estoy haciendo, Trevor — renegó con frustración — Estoy complicando todo, mucho más de lo que ya está de por sí.


— ¿Hablamos de Sasha?


— Por supuesto que hablo de él ¿de quién más? si él es todo en lo que puedo pensar — dijo con molestia mientras se cruzaba de brazos y miraba abrumado a su contrario.


— ¿Qué sucedió?


— ... Dormí con él — murmuró con la voz algo tensa, logrando que Trevor le observara algo asombrado — Dos veces.


— Wow, vaya que no perdiste el tiempo.


— ¡Trevor tú no lo entiendes! ¡e-esos momentos no tuvieron sentido alguno! s-simplemente ignoramos todo l o que pasaba a nuestro alrededor y—


— Y cogieron — dijo cínicamente, logrando que Jessie le miraba con desdén — ¿Y bien, qué pasó después, todo bien entre ustedes?


— ¡No, nada está bien entre nosotros, Trevor! n-ni siquiera entiendo porqué quiso dormir conmigo, ¡s-si se nota en sus ojos que me desprecia a muerte!


— Odiar a alguien no siempre es un impedimento para tenerle ganas — admitió alzando sutilmente los hombros — Mírame a mí, detestaba a Shun Jones, y aún así me lo cogía cada que quería.


— Gracias por el dato — dijo con fastidio mientras caminaba en círculos por aquel campo, cosa que hizo a Trevor suspirar algo frustrado y avanzar detrás de él.


— Foxy deberías dejar de darle tantas vueltas al asunto, ya durmió contigo dos veces, ¿no es eso un avance?


— No Trevor, esto no es un avance en absoluto, de hecho lo considero un... retroceso total — admitió con pesadez.


— ¿Tanto así?


— Sí — suspiró nuevamente — Ayer me dijo tantas cosas... me dejó muy en claro lo que sentía.— El proceso del perdón requiere de un poco de dolor, Dalton.Es ingenuo de tu parte creer que perdonará tres años de ausencia solo por dos noches de sexo.


— Sé de sobra que es así, Trevor; Pero realmente dudo mucho que Haze esté dispuesto a perdonarme... por la forma en la que me habló ayer, sé muy bien que me llevará mucho tiempo para lograr que al menos no me tenga tanto rencor.


— Si te sugestionas de esa forma menos lograrás ganarte su confianza de nuevo — renegó mientras se acercaba a él para rodear su cuello con su brazo — ¿Sabes? deberíamos encargarnos primero del abusivo de Jenkins, y ya sin él en la ecuación, podrás ser totalmente franco con Sasha, y le dirás finalmente el porqué tuviste que marcharte sin avisar.


— Lo dices como si eso fuera sencillo.


— Tal vez lo sea — murmuró juguetonamente, alertando considerablemente a Jessie, y haciendo que una cara de extrema confusión se dibujara en su rostro.


-


Entró cuidadosamente a aquel hogar donde "vivía", observando con recelo que no había nadie alrededor, ni siquiera la servidumbre estaba cerca, eso definitivamente era muy sospechoso.


Avanzó casi corriendo hacía las escaleras principales, y al llegar a la puerta de su habitación, miró con pavor cómo esta se encontraba entreabierta, casi nunca estaba así, principalmente para mantener contenido a cierto animal que le acompañaba en todo momento.


Entró de golpe a la habitación, mirando aterrado al sujeto que estaba sentado en la cama con semblante serio y receloso, apretando sus puños mientras detallaba de arriba a abajo al sujeto pelinegro que acababa de llegar.


— ¿Te parece correcto aparecerte de esta forma, Haze?


— D-Dick yo... t-te lo puedo explicar— trató de hablar, pero un grito de parte del mayor le interrumpió en seco.


— ¡¡Dos malditos días, Sasha!! ¡¡no te veo la cara en dos malditos días!! ¡¡¿y aún así te atreves a aparecerte así como así?!!


— L-Lo lamento, y-yo— jadeó al sentir cómo se le acercaban para tomarle con fuerza del cuello y azotarlo contra un muro cerca suyo.


— ¡¿Dónde carajo estabas?!


— C-Con Shun y Q-Quincy.


— ¿Con Shun y Quincy? ¡¿y porqué cuando te llamé ayer no me dejaron hablar contigo?!


— N-No podía contestar — gimoteó ante tal agarre de parte del mayor, sus ojos se cristalizaron de golpe, "¿porqué volví aquí?" pensó con dolor, mientras apretaba la muñeca ajena y trataba de apartarse de aquel agarre — ¡P-Por favor, Dick, s-sueltam... suéltame.


— ¡¿Que te suelte?! ¡¿luego de no saber nada de ti desde hace días?! ¡¿quién te crees tú que eres para darme órdenes a mí?!


Volteó rápidamente al oír cómo alguien tocaba la puerta con insistencia.


— ¡¡¿Qué mierda quieren?!!


— S-Señor Jenkins — habló una mujer del servicio mientras se asomaba por una rendija de la puerta — T-Tiene visitas del alcalde.


— P-Papá— gimoteó débilmente, aunque un brusco golpe en su mejilla le hizo caer sin más al suelo, jadeando pesadamente y sobándose el cuello.


— Dile que pase — dijo con desdén mientras desabotonaba un poco su camisa, para tomar a Haze del cabello y mirarlo a los ojos con desdén — ¿Crees que yo soy tu maldita marioneta?


— N-No Dick, y-yo—


— ¡Hola hola! — saludó un sujeto que entraba sin más a la habitación, pero apenas entró, miró algo abrumado al chico que estaba tendido en el suelo, con el rostro lleno de lágrimas y jadeando con pesadez — ¿Me perdí de algo?


— No mucho, solo estoy arreglando un pequeño problema — dijo para jalar del cabello a Haze, sacándole un chillido de dolor que poco o nada le importó a su padre — ¿Qué ocurre?


— Tenemos algunos problemas con la campaña de reelección — decía tranquilamente, ignorando por completo al pelinegro que estaba tendido en el suelo mirándole con pesar, y algo de desdén.


— Te advertí que esos escándalos de la prostituta serían contraproducentes para tu campaña, Freddy — renegó mientras agitaba un poco a Haze del cabello, haciéndole chillar por debajo — Y ayudar tanto a ese odioso amigo tuyo no nos trae beneficios en absoluto.


— Monty nos ayudó mucho, Dick, lo sabes, sin él no habríamos podido tener... ciertas cosas — murmuró mirando con frialdad a su hijo, quien le observó rápidamente con dudas y algo de pesar.


— Yo tarde o temprano iba a obtener esas cosas sin ayuda — dijo incrédulamente mientras bajaba su mano para apretar el cuello de Haze — Como sea, ¿y qué quieres que haga yo, si se puede saber?


— Pensé que tal vez podrías... ya sabes... hablar con la prensa local, para limpiar un poco mi imágen.


— Para hacer eso necesitas hacer algo que parezca decente, Fred.


— ¿Qué tal un festival por halloween? ¿o alguna beneficencia?


— Es una buena idea, al fin usas el cerebro para algo que no sea malgastar dinero — dijo incrédulamente para obligar a Haze a ponerse de pie — ¿Tú qué opinas, suena bien que hagamos una fiesta?


— S-Sí — murmuró con la mirada agachada, y apenas dijo eso, el de cabello castaño semi-canoso lo empujó bruscamente contra la cama para verle de reojo con odio absoluto.


— Bien, vayamos a organizar esas cosas entonces — dijo para palmear el hombro del pelinegro mayor, y luego miró de reojo al menor con odio absoluto — Y cuando vuelva te recordaré quién es el que manda aquí.


Ambos adultos caminaron hacía la puerta de aquella habitación, aunque el pelinegro se detuvo al oír la quebradiza voz del chico tendido en la cama, voz que le hizo mirarle de reojo con algo de frialdad.


— P-Papá... por favor...


— ¿Por favor qué, Sasha? sabes perfectamente que esta es tu vida, debes cumplir con tus responsabilidades, Dick ha sido muy generoso con nosotros, es déspota y muy incrédulo de tu parte comportarte de esta forma.


— Pero papá—


— ¡Cállate ya! — renegó de mala gana, para darse vuelta y salir de aquella habitación, dejando solo a Haze, quien hundió su rostro en una almohada para sollozar de manera brusca y muy penosa, odiaba vivir situaciones de ese tipo cada día, odiaba sentir que no tenía escapatoria alguna, pero por sobre todo, odiaba ese ligero cosquilleo de esperanza que sentía al recordar que, por primera vez en tres años, Jessie estaba de vuelta, y quizás si se lo pedía, él lo salvaría de su calvario nuevamente.


"No Haze, no seas tonto" pensó de inmediato "él ya te abandonó una vez, y no se ha ofrecido en ayudarte, ¿qué te hace creer que le sigue importando tu miserable vida? él huyó porque ya no quiere lidiar contigo, y eso es algo que te ganaste a pulso".


Jadeó con dolor por culpa de esos crueles pensamientos que planteaba su subconsciente para torturarlo, detestaba sentirse de esa forma, tener esperanzas de que Jessie le rescataría, aún cuando él sabía perfectamente, que él y sus caprichos fueron los causantes de la huida del chico pelirrojo hace mucho tiempo, y por ende, era imposible que quisiera rescatarle nuevamente de su asqueroso y cruel infierno.


-


— ¿Seguro que esto es una buena idea? — preguntó con algo de fastidio, hace horas que el horario escolar había finalizado, pero ambos habían ido al centro de la ciudad, un lugar al que Jessie no le daba nada de confianza ir, pero necesitaban empezar con las movidas contra aquel sujeto que arruinaba la vida de su ser amado.


— Creeme, cuando sepa la verdad, ella será la primera en querer que se haga justicia — decía mientras entraban a aquel pequeño hospital, en el que había varias personas esperando su turno para ser revisados por la doctora, aunque ellos lograron pasar antes que aquellas personas, gracias a sus contactos con aquella mujer.


Apenas entraron al consultorio, pudieron ver a una mujer de bata blanca revisando a un bebé de solo meses de nacido, en brazos de una chica que no parecía rebasar los veinte años de edad.


— Hola tía May — le saludó cínicamente, logrando que la mujer le mirara de reojo con seriedad, aunque ella miró abrumada y muy recelosa al sujeto pelirrojo que estaba parado junto al chico de tatuajes — ¿Recuerdas a mi amigo Jessie?


— En absoluto — respondió de mala gana para darle una receta a la chica en cuestión, y cuando ella se fue, se quitó los guantes que estaba usando para desecharlos y caminar por aquel consultorio sin prestarle atención a los chicos en cuestión.


— Oh vamos, debes conocerlo, él es el chico que vivía con Sasha Johnson.


Dichas palabras hicieron que la mujer volteara a verles con seriedad absoluta, expresión que hizo a Jessie fruncir el ceño con desconfianza.


— ¿Tú? — preguntó mientras lo señalaba con desdén — ¡¿Fue por tu culpa que echaron a Haze de casa?!


— Él huyó por su propio bien.


— ¡¿Por su propio bien?! — clamó bruscamente — ¡No me vengas con eso! ¡Haze estaba perfectamente bien en casa de su padre! ¡hasta que llegaste tú y le lavaste el cerebro!


— ¡¿Bien?! ¡¿estás loca?! — renegó de mala gana, aunque detuvo sus palabras cuando Trevor se metió entre ambos.


— Maya, Haze no la estaba pasando bien.


— ¡Oh vamos Trevor! ¡¿y tú qué vas a saber?!


— Haze sufría de violencia constante en su casa por parte de su padre, ¡y su maldito vecino lo acosaba sexualmente!


— ¿Q-Qué? — murmuró con horror al oír las palabras de Jessie, dando un paso atrás mientras los observaba atentamente.


— ¿Recuerdas al padrino del alcalde? — dijo Trevor — Digamos que obligó a Jessie a salir de la ciudad porque quería recuperar a Haze para usarlo de juguete.


— N-No... Ha-Haze nunca me dijo que sufría de esa clase de violencia.


— Lo trataba a menudo, ¿qué acaso no notó los moretones en su cuerpo? — dijo Jessie de mala gana.


— S-Sí pero él decía que eran los bravucones de la escuela ¡No su padre o su vecino!


— No lo dijo porque si decía algo solo se ganaría más líos — dijo Jessie mientras suspiraba con pesar — Ha tenido que cargar con eso desde los dieciséis años, y nadie se ha esmerado en ayudarle.


— Dios santo — murmuró mientras agachaba la mirada con horror.


— Por eso vinimos a ti, tía May; queremos que nos ayudes a recolectar evidencia que sirva para denunciar lo que le está pasando a Sasha.


— ¿Pasando? ¡¿eso aún le está ocurriendo?!


Al oír tales palabras, Jessie solo pudo agachar apenado la mirada, mientras un dolor sofocante se apoderaba de su pecho y se negaba por completo a marcharse.


— Eso me temo — dijo Trevor mientras miraba de reojo el lenguaje corporal apenado de Jessie, para luego ver a la doctora de frente — Es una situación muy seria, por eso quisimos asesorarnos contigo primero antes de hacer algo tonto.


— Dios santo, pobre Haze, de haber sabido que lo estaba pasando tan mal, yo... — tomó aire para ver al pelirrojo con algo de desdén, y luego miró a su sobrino con algo de seriedad — Una denuncia oficial con la policía, es lo más apropiado en este tipo de casos.


— Eso lo sabemos — dijo Trevor — Pero necesitamos evidencias, y muchas, ese sujeto tiene muchísimo poder y dinero, un paso en falso y la denuncia pasará por debajo de la mesa.


— Y Haze y yo pagaremos muy caro el habernos atrevido a confrontarlo — murmuró mirando a la nada con pesadez.


— Pues búsquenlas, las pruebas más certeras son fotografías del daño físico infringido a Haze, y para eso necesitamos que él venga y coopere, ¿porqué no vino con ustedes?


— Digamos que primero quisimos asesorarnos — dijo Trevor mientras se rascaba la nuca — Además, ehh... Sasha detesta a Jessie, y no quiere estar cerca de él.


— Ya era hora — dijo la mujer de mala gana, logrando que Jessie le mirara con odio absoluto — Una persona tan problemática solo le iba a traer más problemas al pobre, y vaya que no me equivoqué, ¡desde que te cruzaste en su camino la vida de Haze ha ido de mal en peor!


— Me da igual lo que pienses de mí, lo único que me interesa es que colabores para ayudar a Haze, si solo vas a insultar y no moverás un dedo para cooperar, no tengo nada que hacer aquí.


— Por supuesto que ayudaré, nadie más que yo desea que Haze se aleje de sujetos desagradables que le hacen daño — dijo en un tono acusatorio y hostil que hizo a Jessie gruñir por debajo con molestia, le habría encantado defenderse y decir varias cosas más, pero dependía de esa mujer, mientras más ayuda mejor, por lo que no le convenía hacerla cambiar de opinión sobre su deseo de ayudarles.


-


09:47 de la noche, él miraba el televisor de la habitación mientras acariciaba el cráneo de aquel animal que dormía plácidamente en sus piernas, animal al que tenían encerrado en uno de los baños de la vivienda para que no molestara a nadie (quien generalmente era, el dueño de la vivienda).


Miró detenidamente al animal con ternura y algo de añoranza, "¿Qué cara pondría él cuando te vuelva a ver, Boby?" Pensó de repente, mientras una sonrisa penosa se dibujaba en su rostro, y un dolor agudo se acrecentaba en su pecho, no obstante, tras haber pasado la tarde entera derramando dolorosas lágrimas de frustración y sufrimiento, ya se sentía incapaz de derramar más lágrimas en lo que quedaba de noche, o al menos era eso lo que él creía.


Volteó rápidamente al oír cómo abrían la puerta de repente, tragando en seco al ver al sujeto castaño acercarse a la cama con semblante serio y hostil.


— ¿Qué te he dicho de dejar que ese maldito perro se suba a la cama? — renegó mientras se acercaba a la cama.


El perro al tenerle cerca, gruñó de inmediato sin dejar de mirarle, pero Haze rápidamente le hizo una seña para que se bajara de la cama, aunque igual este no dejó de estar a la defensiva.


— Esa cosa me tiene harto — renegó mientras miraba al perro con odio, para después mirar de frente a Haze con molestia — Me recuerda tanto a su maldito dueño.


Dichas palabras hicieron que Haze mirara a otro lado con decepción, aunque un agarre brusco en su brazo le hizo mirar con preocupación absoluta al sujeto frente a él.


— ¿Qué pasa? ¿no te gusta que te recuerde que eras una perra regalada que se dejó follar por un inútil que lo abandonó?


— ¡S-Suéltame por favor!


— ¡¿Qué, ahora no te gusta que te recuerden tu desagradable pasado, Sasha?! — gritó para tomarlo del cabello y sacudirlo varias veces — ¡¿Te pesa recordar que toda la vida has sido una maldita zorra igual que tu madre, y que aún sigues tratando de serlo?!


Estuvo a punto de abofetear a Haze, aunque sentir una brusca mordida en su pierna de parte del enorme animal que les estaba haciendo compañía, le hizo ignorar por completo al chico pelinegro y enfocarse en la bestia que le estaba atacando.


— ¡¡Agh, maldita sea, maldito animal!! — gritaba bruscamente mientras trataba de zafarse de aquella mordida, todo mientras Haze le miraba sin saber qué hacer, sentía que debía interceder, aunque en el fondo, no quería hacerlo.


Jadeó al ver cómo el mayor tomaba una lámpara de una mesa de noche y la usaba para golpear el lomo del animal, y al oírle chillar, Haze rápidamente alzó la voz y se levantó para ir a interponerse entre su amigo y su captor.


— ¡¡No, déjalo en paz!! — gritó bruscamente, logrando que Dick le mirara con incredulidad.


— ¡¿Te atreves a defender a esa cosa?! ¡¡¿aún después de que me atacó de esta forma?!


— Él solo me defendía — dijo entre ahogados jadeos de dolor, colocándose encima del perro para evitar que le siguieran haciendo daño, cosa que hizo al mayor reír de mala gana y jalar a Haze del cabello nuevamente.


— ¡¡¿Prefieres defender a un maldito animal pulgoso?!! ¡¡¿realmente crees que esa bestia sin cerebro te quiere?!!


— ¡B-Basta por favor! — gimoteó débilmente.


— ¿Basta? ¡apenas está empezando tu escarmiento, Sasha! — dicho esto, lo jaló del brazo para guiarlo a la cama, pero antes, volteó a ver al perro con odio absoluto, y luego miró al de ojos azules de manera totalmente severa — Deshazte de esa cosa.


— ¿Q-Qué?


— ¡Dije que te deshagas de él, estoy harto de esa cosa, y no pienso permitir que se siga interponiendo entre tu trasero y yo!


— ¡N-No Dick, por favor! ¡te lo ruego, ha-haré lo que tú quieras!


— ¡Señor Jenkins! — habló una mujer que entró de golpe a la alcoba, interrumpiendo de golpe aquella acalorada discusión, aunque no era la primera vez que ello sucedía — ¡Tiene una llamada urgente del alcalde, le pide que se presente a su cena con los miembros de su comité!


— Maldita sea, ¿podías ser más inoportuno en esta vida, Frad? — renegó con molestia mientras sacudía a Haze y lo miraba con desdén absoluto — Más te vale que cuando vuelva, ese perro ya haya desaparecido de aquí, o de lo contrario yo me encargaré de desaparecerlo, pero de este mundo.


— N-No Dick, y-yo me lo llevaré, t-te lo prometo — dijo entre ahogados gemidos de dolor.


Jadeó al sentir cómo le empujaban bruscamente contra la cama, y al voltear la mirada, pudo ver cómo su captor se marchaba finalmente de aquella habitación, dejándole solo con el animal en cuestión, quien rápidamente fue corriendo hacía él para lamerle el rostro tratando de curarle las heridas que tenía en este mismo, gesto que hizo a Haze sonreír con dolor.


— Gracias — susurró entre lágrimas mientras pegaba su frente con la del animal en cuestión — Al menos tú aún me sigues cuidando, ¿él te pidió que lo hicieras antes de irse?


Sus propias palabras le hicieron jadear con pesar, y sin más, acabó rompiendo en llanto mientras abrazaba al enorme animal frente a él, su situación había llegado a un extremo de tensión demasiado atroz, era el punto más agresivo y cruel en esos tres años de cautiverio de los que era víctima, sentía que en cualquier momento caería al suelo sin fuerzas para continuar, "eso tal vez sea lo mejor" imaginaba, pero por alguna razón, recordar la imágen de Jessie tan cerca suyo nuevamente, hacía que aquel deseo se esfumara por completo de su mente, y que la frase "mi amor, sálvame de nuevo, por favor" rebotara por su subconsciente, aún cuando él mismo era consciente de que esa era una posibilidad totalmente improbable, sobre todo luego de aquel intercambio ácido que tuvo con Jessie la última vez que juntaron sus cuerpos.


Continuará

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- Gema


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