Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

69 - 'Actuar Ahora'

— ¿Era Ted Barnes de la facultad de ingeniería? — preguntó mientras bajaba unas escaleras junto a sus demás amigos, siendo el de ojos azules el que estaba en medio de ellos tres, porque era él a quien interrogaban incesantemente para averiguar la identidad de cierto sujeto con el que había pasado la noche — He oído que le gustan los chicos.


— Ted Barnes es pasiva, Quincy — dijo Shun mientras se cruzaba de brazos y miraba receloso a Haze — Tuvo que haber sido Shawn Bailey.


— No fue Shawn Bailey, Shun — dijo con fastidio mientras terminaban de bajar las escaleras y avanzaban por el pasillo con tranquilidad.


— ¿Jerry Mcntire?


— Solo por ser pelirrojo no me lo voy a tirar, Quincy — dijo con molestia mientras gruñía por debajo — ¡¿Porqué insisten tanto con saber quién es el tipo con el que tuve sexo 'de una sola noche'?!


— ¡Es es el detalle, Sasha! ¡ni tú mismo estás seguro de que sea algo de una sola vez! — replicó Shun, haciendo a Haze rodar sus ojos con fastidio.


— Ay Shun por favor — gruñó nuevamente — Me tratan como si fuera un promiscuo o algo así.


— Solo queremos ayudarte, Haze — dijo Quincy.


— ¡Me ayudan dejando de molestarme con esas tonterías! — estuvo a punto de darse vuelta y de alejarse de ellos, pero se detuvo en seco para tomar aire y tratar de relajarse, estaba actuando como un imbécil, y con quienes menos culpa tenían de sus problemas.


Suspiró para darse vuelta y volver con ellos, abrazando con fuerza a Shun y a Quincy, quienes aceptaron dicho abrazo con tranquilidad y ternura, entendían que su amigo no la estaba pasando bien, por eso querían ser lo más condescendientes posible (aunque esto a Shun le costaba muchísimo).


— Lamento actuar como un cretino con ustedes — dijo con vergüenza — Lo admito, y-yo ni siquiera estoy seguro de porqué lo hice, s-solo estaba abrumado y quería...


— ¿Libertad? — preguntó Quincy, sacándole a Haze una sonrisa penosa mientras apretaba la mejilla ajena.


— Exacto, quiero libertad — admitió con pesar, logrando que un dolor agudo inundara el pecho de Shun, él era una de las personas que fomentaba el infierno en el que su amigo vivía, aún cuando estaba en contra de su voluntad, él no podía dejar de sentirse culpable por esto — Solo... quiero volver a tener el control de mi vida, decidir dónde, cuándo, y con quién acostarme... y que ello me cause placer en vez de dolor y asco.


— ¿Al menos te pareció bueno? — preguntó algo apenado, logrando que Haze sonriera de lado y se mordiera sutilmente el labio inferior.


— Ay Quin, hace años que no me sentía tan vivo — admitió tranquilamente — No fue perfecto, pero... fue mucho mejor de lo que creí.


— Al menos pudiste desahogarte — dijo Quincy mientras le apretaba la mejilla.


— ¿Y qué tan probable es que te encuentres al sujeto aquí en el campus?


— Poco, Shun, no te preocupes — admitió mientras sonreía con algo de dolor — De hecho yo... no creo volver a verlo jamás.


— ¡Date prisa, ya va a empezar el partido! — dijeron unos chicos que pasaban junto a ellos, logrando que los tres los miraran con atención y algo de preocupación, a Shun y a Quincy les preocupaba mucho que Haze descubriera que Jessie estaba en el campus, y a Haze le preocupaba confrontar a Jessie nuevamente, no se sentía con la misma fuerza con la que le trató bruscamente la noche anterior, además de que, no quería que sus amigos se dieran cuenta de que él aún era débil ante Jessie Dalton.


— Fútbol americano... — murmuró con la voz algo apagada.


— N-No soy tan fan de ese deporte — dijo Quincy mientras sonreía de manera nerviosa.


— Cierto, lo mejor será ir a la casa club de la hermandad y olvidarnos de que habrá un juego hoy — dijo Shun mientras tomaba el brazo de Haze, aunque el de ojos azules se zafó de aquel agarre al recordar con molestia a cierto sujeto rubio que formaba parte del equipo, y que probablemente estaría jugando ese día también.


— Yo sí quiero verlo — dijo mirando a sus amigos con falsa inocencia — ¿Qué pasa? ¿no les gusta el deporte?


— Francamente no — dijo Shun con molestia — Trevor juega ahí, ni loco quiero topármelo de nuevo.


— ¿De nuevo? — cuestionó abrumado.


— Ayer nos lo encontramos en el bar, fue muy incómodo — dijo Quincy mientras suspiraba algo frustrado.


— Vamos Shun, ¿qué tan probable es que te lo topes de frente de nuevo? él estará en la cancha jugando.


— ¡Exacto! ¿y yo para qué quiero ir a ver jugar al imbécil que me abandonó?


— No te abandonó, cortó contigo, pero fue franco contigo, a mí sí me abandonaron y no me vez haciendo esta clase de drama — dijo con molestia para darse vuelta y caminar hacía la cancha de fútbol, haciendo a su amigo gótico gruñir con molestia absoluta, y a su amigo rubio suspirar con preocupación.


— Te vas a llevar una sorpresa muy fea, Haze... — murmuró para irse detrás de él, haciendo a Shun maldecir entre dientes mientras dudaba sobre si era correcto permitir que su amigo viera a Jessie Dalton de frente, estaba seguro de que Haze enloquecería, y que tuviera un colapso nervioso que él no quería ver, pero en el que de todas formas debía de ayudarle, así que solo chasqueó la lengua y se fue detrás de ellos hacía el lugar en cuestión.


-


— ¡¡Vamos Rangers!! — gritó con fuerza un sujeto junto a ellos, cosa que les hizo a los tres fruncir el ceño con algo de molestia.


— No te quejes, tú quisiste venir — dijo Shun al ver la cara de fastidio de Haze, logrando que este rodara sutilmente los ojos con molestia.


— Si eso es antes de que empiece el juego, no imagino cómo estarán cuando ya dé inicio — dijo mientras daba un sorbo a su bebida.


— Es fútbol, Quincy; la gente enloquece cuando se trata de fútbol — dijo con molestia mientras miraba atentamente cómo la banda terminaba de tocar, y finalmente se le daba inicio al partido.Los tres tragaron en seco al ver a los jugadores entrar al campo, todos usaban sus respectivos cascos, lo único que permitía conocer sus identidades eran los uniformes con sus nombres, nombres que los tres leían con detenimiento, más por ansiedad que por mero deseo de encontrar a ciertas personas (aunque en el caso de Haze, él sí quería encontrar a una en particular).


Suspiró con pesar al leer finalmente un uniforme que decía "Dalton" en su espalda, no pudo evitar agachar la mirada con pesar, al mismo tiempo que su garganta se cerraba y sus mejillas ruborizaban al recordar ese agridulce momento que ambos tuvieron en la madrugada. Estuvo a punto de irse, pero las palabras de sus amigos le impidieron marcharse.


— ¡¡Ay por Dios, Shun, es él!! — gritó Quincy bruscamente mientras tomaba el hombro de Shun y señalaba a un sujeto en particular, haciendo al gótico jadear con emoción, y a Haze mirarles con curiosidad.


— ¡No puede ser, Quincy! ¡sí es él!


— ¿Quién? — dijo Haze muy abrumado.


— Ayer mientras te buscábamos un chico muy guapo me invitó un trago, ¡hasta dijo que quería ir conmigo al cine pasado mañana!


— ¿No era el chico con el que bailabas?


— ¡No, era un chico llamado Rogers! ¡J-Josh Rogers! ¡olvidé por completo pedirle su número ayer! ¡no puedo creer que esté aquí!


— ¿Ven que no fue mala idea venir? — canturreó sonriendo con gusto, aunque los tres voltearon al oír cómo el comentarista iniciaba la narración del juego.


— ¡Buenas noches damas y caballeros al primer juego de la temporada! ¡esta noche tendremos a los poderosos Leones de Seinfeld, contra los imbatibles Rangers de Denver! ¡estoy seguro de que esta será una noche llena de emociones!


— Y que lo digas — murmuró por debajo con algo de pesar, logrando que Shun le mirara de reojo con recelo, y mucha preocupación.


— ¡Y al fin empieza el partido, el defensa Hudgens logra bloquear a la ofensiva de Seinfield, movimiento que aprovecha Denver para ganar terreno! ¡Bradley Newman corre como una gacela por todo el campo!


— Maldito idiota — renegó cruzándose de brazos y mirando con odio absoluto al rubio en el campo, sus amigos también fruncieron el ceño al escuchar dicho nombre, pero de los tres, el más fúrico por mucho, definitivamente era Haze.


— ¡Oh no, parece que van a robarle el ovoide a Newman! — clamó el presentador, hasta que vió cómo se acercaba un jugador a defender al rubio en cuestión, tacleando al jugador del enemigo contrario, haciendo al público gritar con emoción — ¡¡Y es salvado por Jessie Dalton, quien ha tacleado al rival con una fuerza que no parece humana damas y caballeros!! ¡yo no quisiera ser tacleado por ese mastodonte!


Voltearon de golpe la mirada hacía su amigo de ojos azules, quien miraba fijamente con pesar el cómo Jessie corría detrás de Bradley para protegerlo en el campo, y de esta forma, permitir que se hiciera la primera anotación del juego.


— ¡¡Anotación para Denver, esto es increíble!! ¡Jessie Dalton protegió con todo a su mariscal, se nota que hacen un equipo estupendo!


Carraspeó con molestia para mirar en dirección contraria en la que estaban sentados sus amigos, ya que sintió sus ojos cristalizarse en seco, y no quería que ellos le miraran de esa forma.


— ¿Haze? — preguntó Quincy mientras tomaba el hombro de Haze para tratar de animarlo, pero el de ojos azules rápidamente quitó la mano ajena de su hombro para sonreírle a su amigo con tranquilidad.


— Lo siento, está haciendo frío y me siento algo asfixiado.


— Deberíamos irnos entonces — dijo Shun tomándole del brazo, aunque Haze rápidamente quitó la mano ajena para sonreírle con fastidio a su contrario.


— No — dijo con algo de desdén — ¿Porqué debería irme? ¿y demostrarle a él que le tengo miedo? para nada, q-quiero que note que me da igual su presencia.


— ¿Enserio te da igual, Haze? — dicha pregunta de parte de Quincy le dolió, fue como poner sal en una herida supurante, pero su respuesta fue concisa, segura, inquebrantable, aunque por dentro se estaba cayendo a pedazos.


— Sí — mintió, le costaba mucho ser indiferente frente al hombre al que amaba, sobre todo luego de que este le dijera que no le costaba volver a acostarse con el sujeto rubio al que tanto odiaba, pero no quería demostrar que seguía sintiendo cosas tan intensas por él, mucho menos frente a sus amigos, porque no quería que lo vieran débil, que lo trataran de loco imbécil por adorar al tipo que lo abandonó, y que no quisieran regañarle por atreverse a estar cerca de él, si aún seguía sintiendo tantas cosas por él.


Shun y Quincy se miraron algo dudosos, pero no les quedó de otra que quedarse y hacer caso a los que Haze les decía, aunque de vez en cuando le miraban de reojo para verificar que realmente estaba bien, asombrándose totalmente al ver cómo Haze miraba con frialdad y seriedad el juego frente a él, como todo un témpano de hielo, aunque en su interior, era un volcán en plena erupción.



-



— ¡¡Y así termina el primer juego de esta temporada señores, los imbatibles Rangers de Denver han logrado ganar de manera sorprendente, por una diferencia de puntos sin igual, qué juego tan satisfactorio hemos tenido esta noche!!


— ¡Al fin terminó! — dijo Quincy mientras se levantaba de golpe — ¡Iré a pedirle su número a mi chico hermoso de chocolate!


— Sé que estás urgido Quincy, ¡pero contrólate un poco, maldición! — clamó mientras veía como su amigo se iba casi corriendo hacía las escaleras de las gradas.


Aprovechando que se quedó solo un segundo con Haze (quien miraba a la nada con indiferencia) se detuvo en seco para voltear a verle con curiosidad.


— ¿Estás bien?


— ¿Mh? — bufó mirándole con curiosidad — ¿Qué dijiste?


— Que si estás bien, Sasha; has estado en las nubes un buen rato.


— Solo tengo sueño, recuerda que ayer no dormí nada.


— Sí claro — renegó, ganándose una mirada de fastidio de parte de Haze.


— Me molesta tu actitud acusatoria, Shun — renegó para tratar de bajar las gradas también — Mejor bajemos ya para que Quincy tenga el número de su chico Josh y— hablaba algo cansado, hasta que un brusco agarre en su brazo de parte de Shun le hizo voltear de golpe y verle con algo de incredulidad.


— Lo mejor será que tú nos esperes en la casa club mientras hacemos eso.


— ¡¿Disculpa?!


— ¡Haze no pienso dejarte entrar a los vestidores! ¡¿qué hacemos si te terminas topando de frente con Dalton?!


— ¡¿Porqué te da tanto miedo que me encuentre con él?! ¡ya te dije que me da totalmente igual verlo o no!


— ¡Estás mintiendo! — clamó bruscamente, logrando que Haze le mirara muy abrumado — Te conozco demasiado para saber que sigues sintiendo cosas por ese inútil.


Frunció el ceño al oír las palabras ajenas, para zafarse bruscamente del agarre de Shun y dar un paso atrás.


— No me conoces tan bien como crees, Shun; solo sabes de mí lo que te conviene saber — dicho esto, se dió media vuelta y bajó rápidamente las escaleras de las gradas, Shun trató de ir tras él, pero se detuvo en seco para suspirar con fastidio y apoyarse en la baranda de aquellas escaleras, soltando un pesado suspiro de frustración al haber tratado de esa forma a su amigo, odiaba ser un cretino con él, pero no podía arriesgarse a que Haze volviera a reconectar con Jessie, era demasiado peligroso para permitirlo.


-


— ¡Gran juego el de hoy, muchachos! — gritaron varios estudiantes fuera de los vestidores, que miraban atentamente cómo la mitad del equipo salía de dicho sitio para finalmente marcharse a casa, entre ellos se encontraba cierto sujeto pelirrojo que miraba los alrededores con pesar, afortunadamente había logrado jugar de buena manera esa noche, para lo mal que se sentía, y lo abrumado que estaba, consideraba todo un milagro no haberlo echado a perder todo esa noche.


— ¡Ahí está mi caballero de armadura brillante! — dijo pícaramente mientras se acercaba a él para rodear el cuello ajeno con su brazo y apegarlo a su cuerpo, cosa que hizo al pelirrojo rodar sus ojos con fastidio — Te debo una enorme, Jessie; evitaste que me hicieran pomada esta noche.


— Solo hice mi trabajo, no agradezcas — dijo tratando de sonar cortante, aunque el contrario solo pudo sonreír maliciosamente para juguetear con uno de los mechones rojizos de Jessie.


— No no, por supuesto que debo agradecerte por eso, Jessie; es más, te propongo irnos a mi casa a pagarte con creces ¿qué opinas?


Se detuvo en seco para mirarle con una severidad que helaba la sangre de cualquiera, pero que a Bradley en particular, le pareció de lo más encantadora la manera en la que Jessie "se hacía el difícil, para terminar cayendo nuevamente en su trampa".


— Bradley — habló con frialdad y algo de desdén — Escúchame bien, no voy a acostarme contigo, no sigas insistiendo con eso, porque no va a pasar.


— Ahh, Jessie Jessie Jessie... — canturreó apretando una de las mejillas ajenas — ¿Porqué reniegas tanto, cariño? ambos sabemos que siempre vuelves a mí.


— He madurado — insistió, pero el contrario solo se rió en su cara mientras rodaba los ojos, gesto que hizo a Jessie gruñir con molestia.


— ¡Ay Jessie, eres tan tierno! "he madurado", pff, eso ni tú te lo crees, aún tienes esa chispa en tus ojos de cuando nos conocimos, esa chispa salvaje que te caracterizaba; no has cambiado, corazón, solo te estás reprimiendo, dime ¿es acaso por Sasha?


— ¡Vuelves a pronunciar ese nombre y te saco los dientes! — se quedó helado luego de haber dicho eso, logrando que Bradley riera bruscamente mientras lo miraba con cinismo.


— ¡Jajaja! ¡¿lo ves?! ¡ahí estás! ¡el mismo Jessie Dalton de siempre!


Jadeó por debajo y se dió media vuelta para tratar de alejarse de él, pero Brad le tomó del brazo y lo empujó para apoyarlo contra uno de los muros del pasillo que marcaba la entrada y salida del campo para los jugadores; al estar tan cerca de Jessie, no pudo evitar pasar sus manos por el abdomen ajeno de manera poco sutil, logrando que Jessie lo mirara con seriedad absoluta.


— No hace falta que finjas conmigo, Jessie, nadie te conoce mejor que yo — trató de besar los labios ajenos, pero el pelirrojo rápidamente puso su mano sobre la boca ajena para evitar tal contacto.


— Solo sabes de mí lo que te interesa, Bradley — dijo con frialdad absoluta, alertándose al oír unas pisadas cerca de ellos, y al voltear la mirada, observó incrédulamente a la figura de cabello negro y mirada fúrica que estaba parada mirando aquel espectáculo entre él y Bradley, solo que sin una sola gota de satisfacción, sino todo lo contrario.


— ¿Interrumpo? — preguntó sonriendo de manera cínica, pero en cuestión de segundos su sonrisa pasó a ser una expresión de desdén absoluto, dedicada de lleno a ambos sujetos por igual, aunque de vez en cuando enviaba raciones extras dirigidas en su totalidad a Bradley.


— Un poco, Sasha — dijo Bradley de manera coqueta, apegándose más al cuerpo de Jessie, quien trataba de zafarse de aquel agarre, sobre todo al ver la cara de odio absoluto en esos ojos que hace años le observaban con amor, pero ahora solo eran capaces de dedicarle odio, algo que le hacía sentir una aflicción abismal.


— Entiendo — murmuró sonriendo de manera incrédula, para acercarse a ellos y mirar a Brad de manera juguetona — Solo te lo robaré un segundo, te prometo que te lo devolveré intacto.


— Jaj, ¿enserio? — canturreó acariciando el cuello ajeno, tacto que hizo a Haze apretar con fuerza sus propios dientes, y llevar sus manos tras su espalda para evitar cometer alguna indiscreción.


— Desde luego, no soy hombre de faltar a mi palabra — dijo tratando de sonar incisivo, logrando que Jessie suspirara con frustración — ¿Nos permites?


El rubio tomó el mentón ajeno para besarle la mejilla a Jessie, y acto seguido, se apartó de él para irse de aquel pasillo, chocando hombros con Haze de manera brusca, que solo hizo al de ojos azules gruñir y mirar a Jessie con un odio abismal.


— Maldito gusano — renegó con desdén, mientras Jessie le miraba confundido y receloso.


— ¿Perdona?


— "Nunca te haría eso", debí suponer que solo era otra de tus malditas mentiras.


— Yo jamás te he dicho una mentira, Sasha.


— ¿Nunca? ¡jaj! ¡"nunca" se atreve a decir el maldito desgraciado! ¡diciendo "nunca" me estás mintiendo de nuevo!


— ¡Shhh! — le calló mientras se acercaba a él para cubrir su boca con su mano, cosa que solo puso más histérico a Haze, pero Jessie como pudo logró contenerlo, mirándole a los ojos con seriedad, una seriedad que hizo temblar al de ojos azules.


Fue retirando de a poco su mano de la boca ajena, mientras pegaba a Haze de un muro para verle fijamente a los ojos de manera un poco más tierna y comprensiva, que hizo al de ojos azules suspirar y bajar un poco la guardia.


— Te has vuelto más brusco que antes — murmuró deslizando su mano por la mejilla ajena.


— Aprendes a ser de piedra cuando te rompen el corazón — dijo sin dejar de ver fijamente los ojos verdes de Jessie, estando a punto de rozar sus labios con los de él, pero ambos detuvieron sus acciones al oír varios ruidos en el campo, que les ayudaron a volver en sí de su pequeña "burbuja pasional" de la que ninguno lograba librarse todavía.


— ¿Qué haces aquí? — preguntó tratando de sonar frío y algo receloso, aunque su pecho estaba latiendo con una velocidad que casi le dejaba jadeando.


— Nada, solo esperaba a Shun y a Quincy, le están coqueteando a uno de tus compañeros de equipo — admitió mientras miraba a otro lado, tratando igualmente de sonar soberbio e incrédulo.


— ¿Y porqué viniste a verme?


— No vine a verte a ti, los estoy esperando.


— ¿Y porqué le dijiste a Bradley que nos dejara a solas?


— ¿Te molesta que haya echado a tu rubiecito? — preguntó de manera filosa mientras lo miraba con molestia, Jessie rió pícaramente para sus adentros, aunque por fuera se limitó a rodar sus ojos y mirar hacía otra dirección.


— ¿Porqué parece enojarte tanto que yo tenga algo con Bradley?


Aquella pregunta hirvió como nunca la sangre de Haze, pero cuando este estuvo a punto de apartarse de él, una mirada seria y dominante de Jessie le hizo jadear y quedarse helado de golpe.


— Tú fuiste el que admitió follarse a varios tipos en todos estos años, ¿qué diferencia hay si yo cojo con Bradley entonces?


— E-Eso no es igual, Jessie — dudó con la voz algo quebradiza.


— ¿Porqué? ¿porqué para ti es válido coger con otros y para mí no?


— ¡P-Porque seguro tú ya lo hacías mientras no estuviste aquí! — clamó entre jadeos pesados, logrando que Jessie lo estampara contra el muro nuevamente y le mirara fijamente con seriedad, pero con un toque de deseo, que hacía temblar cada fibra del cuerpo de Haze.


— ¿Eso te pareció ayer? — preguntó con voz ronca, acercándose al oído ajeno para empezar a susurrarle lentamente — ¿Cuando te la metía te pareció que venía de cogerme a otro? ¿o estabas tan urgido que ni siquiera te molestaste en detallar mi lenguaje físico?


— J-Jessie — gimió suavemente, jadeando al sentir unos besos lentos en su cuello.


— Aquí quien debería sentirse ofendido soy yo, Sasha; estuviste regando por años algo que me pertenece, veo muy hipócrita de tu parte ponerte en este plan entonces.


— M-Mientes — jadeó pesadamente — N-No pudiste pasar tres años sin—


— ¿Sin follar? — cuestionó apegándolo a su cuerpo para seguir besándole el cuello — ¿Sin hacer que alguien grite mi nombre, así como te hice gritar a ti?


— E-Exactamente — jadeó apartándose de aquel agarre para verle a los ojos con odio absoluto, aunque se mordió el labio inferior al ver de mejor forma la expresión de deseo y frialdad en el rostro de Jessie — M-Me estás engañando otra vez, Jessie Dalton.


— Tal vez sea cierto — dijo alzando sutilmente los hombros — ¿Y qué harás al respecto?


— ¿D-Disculpa?


— ¿Realmente estás dispuesto a que seamos amantes, a pesar de que crees fervientemente que tuve amantes hasta para regalar estos últimos años?


— Uno en particular es el que me saca de quicio — renegó con molestia.


— ¿Y qué? ¿eso te hará desistir de tu insano plan de usarme como juguetito sexual? ¿o tu sentimiento de posesión sobre mi cuerpo te hará decidirte y marcarme como tuyo todos los días, a pesar de que tengo a Bradley tan cerca de mí?


Apretó los dientes con fuerza al oír las palabras ajenas, odiaba la manera en la que Jessie le estaba hablando, aunque en el fondo, volver a ver al Jessie pedante, soberbio y cruel, que logró enamorarlo a la fuerza y de manera brusca, solo lograba enrojecer sus mejillas y hacer que un ardor que extrañaba recorriera cada centímetro de su piel.


— Ven acá — gruñó para tomarle del cuello de su suéter y obligar a Jessie a besarle los labios, besos a los que Jessie correspondió sin detenerse a cuestionar si estaban haciendo lo correcto, el momento era demasiado sensual y placentero para destrozarlo con un "¿deberíamos estar haciendo esto aquí?", prefería actuar ahora, y pedir disculpas después. 




Continuará


Voten y comenten si les ha gustado el capítulo, también recuerden apoyar el libro en la plataforma Alphanovel para poder seguir publicando capítulos gratuitos con más frecuencia <3


Y no te olvides de dejar un comentario de apoyo, enserio te lo agradezco <3


- Gema




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro