66 - 'Pérdida De Tiempo'
Las horas fueron pasando con velocidad, él no logró poner atención a ninguna de sus clases, solo podía pensar en la mirada de odio y desdén que su novio le había dedicado horas atrás, "¿para esto quería volver, Cherry? ¿para hacerte daño y remarcar lo mucho que debes odiarme por lo que te hice?" pensaba con dolor, ignorando por completo cada clase a la que se había presentado ese día.
Al acabar la última clase del día, él salió del aula como si nada, arrastrando los pies y manteniendo la mirada agachada, "tal vez debería dejarte en paz" pensaba con pesar, le dolía si quiera considerar en empezar una nueva vida sin Haze, abandonarlo de nuevo a su suerte, pero, era hipócrita creer, luego de ese intercambio hostil que habían tenido horas antes, que Haze podía siquiera perdonarlo por todo lo que sucedió entre ellos.
Jadeó al sentir cómo le tomaban del brazo y lo guiaban hacía los sanitarios del pasillo, y al llegar a los mismos, miró con odio absoluto a la figura de cabello negro que le observaba con una ira sin igual.
— ¡¡¿Qué carajo estás haciendo aquí, maldito bastardo idiota?!!
— ¡¿Quién carajo crees que eres tú que eres para gritarme de esta forma?! — renegó de mala gana.
— ¡El mejor amigo de Haze, solo quiero lo mejor para él!
— ¡¿Lo mejor?! ¡¿dejarlo a merced de ese desgraciado que abusó de él es lo mejor para Haze, según tú?!
— ¡¡Tú mismo escuchaste lo que ese sujeto dijo, si llegas a cruzarte de vuelta en la vida de Haze, quien va a pagar el precio va a ser él, no tú!! ¡¡no me importa si a ti no te interesa el bienestar de Haze, pero a mí sí me importa, y mucho!!
— ¡¡Sus hombres casi me matan, tuve que irme de mi hogar, exiliándome por tres años en un lugar desconocido, pensando cada minuto de cada maldito día en todo lo que debía estar sufriendo el chico al que amo!! ¡¡no te atrevas a decir que no me importa su bienestar!! ¡¡porque me importa su bienestar es que no quise venir desde antes a intentar matar a ese desgraciado a golpes!!
El gótico gruñó con molestia mientras se cruzaba de brazos y miraba a otro lado con desdén, todo mientras Jessie lo observaba con seriedad.
— Tú estabas ahí, ¿y aún así le hiciste creer que lo abandoné?
— ¡No tuve otra opción! — clamó con algo de dolor — ¡Dick amenazó con hacerle daño si le decía la verdad! ¡no eres el único que ha evitado ser franco para salvarlo!
Dichas palabras hicieron que Jessie agachara la mirada y suspirara por debajo con algo de frustración.
— Fue muy descuidado que decidieras volver.
— No iba a quedarme sentado mientras le hacían daño a Haze.
— ¡¿Y qué carajo pretendes hacer ahora, Dalton?! ¡estás en desventaja, todos lo estamos! ¡ese sujeto podría hacer desaparecer a Haze, y ninguno tiene manera de evitarlo!
— Debe haber alguna manera.
— ¡No la hay, Dalton!
— ¡Debemos hacer algo! — clamó bruscamente — ¡Debes decirle a tu padre que investigue sobre esto!
— Ya lo intenté — admitió con pesar, asombrando totalmente a Jessie — Mi padre no quiere inmiscuirse en los asuntos del alcalde, y ese tipo es indirectamente el alcalde de la ciudad, solo usa al padre de Haze como una marioneta.
— ¿Y nada más? — preguntó con seriedad — ¡¿Simplemente miraremos a otro lado mientras Haze sufre por nuestra cobardía?!
— ¡¡¿Acaso quieres que lo lastimen por nuestra culpa?!! — clamó bruscamente, mientras miraba a Jessie con odio absoluto, odio al que Jessie correspondió sin dudarlo — ¡No me interesa lo que quieras hacer aquí, Dalton! ¡lo único que me interesa es que te alejes de Haze por completo, ni siquiera lo busques, no quiero que mi amigo tenga algo que ver contigo! ¡ha sufrido demasiado para que tú le sigas haciendo sufrir de esta forma!
Dicho esto, se apartó de él para salir rápidamente de los baños, dejando solo a Jessie con un amargo cóctel de emociones que le impedía pensar con claridad, aunque lo único en su mente era la severidad con la que Haze le miró cuando se encontraron hace horas, y ese recuerdo le impedía pensar claramente qué era lo que quería en realidad, porque ¿qué sentido tenía querer recuperar a Haze, si él no quería estar cerca suyo? evidentemente era una pérdida de tiempo, sí, pero igual le dolía muchísimo.
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Salió del baño para caminar a las afueras del campus, recordando amargamente las palabras de Shun, y su encuentro con Haze, "tal vez es lo mejor, debo alejarme para dejarlo en paz" pensó débilmente, aunque el recuerdo de esa tarde en la que Haze le confesó todo el infierno que pasaba por culpa de ese desagradable sujeto, le impedía totalmente hacerse la vista gorda y olvidarse de su novio, "¿ahora qué hago? maldita sea" pensaba con dolor, pasando su mano por su rostro y mirando los alrededores con cansancio y mucho pesar.
— ¡Jessiee! — canturreó una voz cerca suyo que le hizo fruncir el ceño con fastidio — ¡Ahí estás, llevo rato buscándote!
— ¿Qué quieres, Brad? — preguntó con algo de fastidio, volteando a ver al sujeto rubio que se paraba frente a él.
— Los chicos del equipo y yo vamos a un bar cerca de aquí, nos preguntábamos si querías venir con nosotros.
— Paso — dijo de manera algo cortante.
— ¡Oh vamos Jessie! ¡necesitas relacionarte con el equipo! ¿sino cómo pretendes que van a admitirte para ser titular? solo te ganas que te pongan en la lista negra del equipo.
Dichas palabras hicieron al pelirrojo gruñir con fastidio, lo menos que quería era ir a una fiesta, mucho menos con esos sujetos (sobre todo con Brad), pero él tenía un punto con eso de relacionarse con el equipo, además de que, todos sus problemas y frustraciones, le estaban provocando unas ganas intensas de ingerir alcohol en cantidades abismales, así que sin más, solo pudo gruñir con fastidio y asentir con la cabeza, gesto que hizo a Bradley sonreír con malicia y colgarse del brazo ajeno para guiar a Jessie hacía su auto.
— ¡Verás que hoy vamos a divertirnos en grande! — clamó con entusiasmo mientras subía con él al auto, Jessie se arrepintió de haber accedido apenas escuchó a Bradley decir eso, pero ya era tarde para negarse, solo le quedaba tragar hondo y tratar de tolerar al sujeto rubio, y evitar por completo que las cosas pasaran a mayores entre ambos.
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— ¿Salir? — preguntaron al unísono mientras miraban curiosos cómo su amigo pelinegro se ponía una chaqueta negra y se detallaba al espejo con detenimiento.
— Exacto — dijo mientras se miraba al espejo para cerciorarse de que no había alguna marca en su piel que dejara expuestos los golpes de los que fue víctima la noche anterior.
— ¿Adónde? — preguntó Quincy con incredulidad.
— ¿Porqué? — preguntó Shun de igual forma.
— Al bar del centro, y porque se me da la gana — dijo cínicamente mientras volteaba a ver a sus amigos con fastidio — ¡Vamos muchachos! estoy aburrido, quiero divertirme un poco.
— Dijiste que no volverías a ir a ese bar luego de que un ebrio idiota te tocara el trasero.
— Eso es pasado, Quincy — decía mientras tomaba unos cigarrillos que tenía en su mesa de dibujo para guardarlos en sus bolsillos — Además solo dije eso para que Dick me deje de molestar.
— Eso solo hará que se enfurezca más cuando sepa adónde iremos, Sasha — renegó Shun de mala gana.
— No tiene porqué enterarse — murmuró caminando hacía ellos para acariciar los cabellos rubios de Quincy — Le diremos que estamos en casa de Quincy viendo "mujer bonita" por catorceava vez.
— Ni mujer bonita te va a salvar de esto, Haze — advirtió con seriedad, ganándose una mirada de molestia de parte de su amigo pelinegro.
— Bien, no vengan conmigo, pero eso no evitará que salga y la pase bien hoy, ¡toda mi maldita vida gira entorno a lo que quieren los demás, por hoy quiero hacer algo que 'yo' quiero hacer!
Dicho esto, se dió media vuelta y caminó hacía la salida de su habitación, dejando a sus amigos con un amargo sabor de boca, que les hizo suspirar sutilmente y levantarse para ir tras él, aunque Shun se quedó mirando a la nada con pesar antes de levantarse, le preocupaba mucho que esos arrebates de rebeldía le trajeran a Haze problemas graves, problemas que el gótico quería ahorrarle a su amigo, pero tal parecía que era casi inevitable que Haze se buscara una paliza por cuenta propia.
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El ruido alrededor era ensordecedor, apenas y podía escuchar sus propios pensamientos por culpa del ruido y de la alta música que resonaba en aquella discoteca, aunque en el fondo eso era su alivio, porque su mente no estaba diciendo nada muy gentil que digamos, solo se encargaba de pregonarle en la cara todos los errores que había cometido, y que ahora, no le dejaban tranquilo en absoluto.
— ¡Arriba, Dalton! — clamó un sujeto rubio que se le acercó para palmearle el hombro — ¡Te pierdes de la diversión!
— Así estoy bien — dijo dando un trago a su bebida, aunque rápidamente llegó Bradley a jalarle del brazo también.
— ¡Vamos Jessiee, no seas aguafiestas! — trató de sentarse en las piernas ajenas, pero Jessie rápidamente se puso de pie y lo apartó de sí, volteando a ver al otro sujeto rubio para tratar de persuadir a Bradley.
— ¿Cuándo es el primer juego, Wade?
— ¡Mañana en la tarde! — clamó mientras bailaba al ritmo de la música, aunque sus palabras solo hicieron que el pelirrojo jadeara abrumado.
— ¡¿Mañana hay juego?! ¡¿y qué mierda hacemos bebiendo?!
— Relájate, Dalton, ¿nunca has jugado con alcohol en la sangre? — canturreó de manera burlona, logrando que Jessie le mirara con algo de incredulidad, sobre todo por la manera tan descuidada en la que admitían que no les pesaba beber antes de un partido importante, ¿cómo era eso posible?
— ¡Oye Foxy! — clamó cierto sujeto que se acercó a Jessie para rodearle el cuello con su brazo — ¿Cómo te fue ayer con Peters?
— Todo bien, me dejó quedarme con él, aunque su mujer me pone los pelos de punta.
— No te culpo, dicen que es una aprieta testículos, no sé cómo el entrenador la soporta — dijo mientras daba un sorbo a su trago — Cuídate de ella, seguro querrá echarte.
— Lo sé, igual no planeo quedarme mucho tiempo con el entrenador — dijo dando un sorbo a su trago, mientras que la frase "he vuelto a la vida de gitano" revoloteaba por su mente sin más, causándole amargos recuerdos que le hicieron beber de golpe para tratar de ignorarlos.
— ¡Muero por algo de champaña! — clamaba mientras se acercaba a la barra en compañía de sus amigos, ignorando a un grupo de sujetos que estaban sentados en una mesa muy cerca de ellos, quienes también parecían ignorantes de su presencia.
— Bien, pero no te excedas — advirtió mirando seriamente a Haze, pero este solo tomó una copa de champaña y la bebió toda de un solo golpe, cosa que le hizo reír cínicamente e hizo a Shun gruñir con fastidio — Eres insoportable, Sasha.
— ¡Déjame en paz! — dijo de manera suplicante mientras se colgaba del cuello de su amigo gótico para sonreírle con pesar — Apiádate de mí, son pocos mis momentos de paz, ¿y también me los quieres quitar?
— No te los quiero quitar, Haze; pero no quiero que te busques líos solo por revelarte contra Dick.
— Cierto Haze, sabes que a él no le gusta que— trató de hablar, pero Haze le interrumpió en seco.
— ¡Estoy harto de él! — clamó bruscamente para tomar otra copa y beberla de golpe — Ayer me golpeó y dijo muchas cosas que me hicieron enojar.
Dichas palabras hicieron que Shun y Quincy se miraran el uno al otro con pesar, para luego ver a Haze sin saber qué decirle.
— Cariño lo lamento tanto — murmuró Quincy mientras le tomaba del hombro.
— No lo lamentes, ¡entiéndanme! ¡respeten mis decisiones! no puedo desligarme de Dick, pero al menos quiero que mi vida fuera de casa no sea tan gris también, ¡que no todo mi mundo gire entorno a él! ¡cinco minutos de libertad es lo que deseo!
— Te entendemos — dijo Quincy mientras le tomaba la mejilla sutilmente — Solo queremos lo mejor para ti.
— Lo sé — murmuró sonriéndole a ambos con tranquilidad, para después rodear los cuellos ajenos con sus brazos y abrazarlos a ambos con fuerza — Gracias chicos, no sé qué haría sin ustedes, son todo lo que me queda.
Quincy correspondió tranquilamente a aquel abrazo de parte de su amigo, mientras que Shun miraba a la nada con pesar y mucha vergüenza, le desesperaba mucho saber que Dick no se medía en golpear y tratar mal a Haze siempre que se le antojaba, "este mal nacido no cumple con su palabra" pensó mientras consideraba seriamente en tomar cartas en el asunto finalmente, el problema era, que aún seguía dudoso sobre si era buena idea hacer eso, no quería que a Haze le pasara algo, pero tal y como Dalton le dijo, no podía hacerse la vista gorda ante los problemas que sí estaban sucediendo.
— Disculpen — escucharon una voz acercándose de repente, se trataba de un chico alto de cabello oscuro que le sonrió a los tres de manera tranquila, pero su mirada parecía especialmente interesada en cierto sujeto de ojos azules que ya iba por su tercera copa de champaña — ¿Vienen juntos?
— Así es — dijo Shun mientras miraba con algo de recelo al sujeto.
— Pero en calidad de amigos — dijo Haze mientras sonreía tranquilamente — ¿Nos invitas algo?
— Solo si alguno quiere bailar conmigo — dijo aquel sujeto de manera coqueta, coquetería a la que Haze correspondió, pero solo para tomar los hombros de Quincy y acercarlo a dicho sujeto sin pena alguna.
— Mi amigo baila muy bien — canturreó mientras palmeaba los hombros de Quincy, quien volteó a ver a Haze con algo de confusión y nerviosismo — Anda Quin, solo no lo canses mucho ¿de acuerdo?
— Vamos — dijo el sujeto mientras sonreía y tomaba la mano de Quincy para guiarlo a la pista de baile, mientras este miraba a sus amigos con nerviosismo y preocupación, al mismo tiempo que Haze sonreía de lado con malicia, y Shun le miraba con seriedad y algo de confusión.
— ¿Qué acaba de pasar?
— Quiero que tú y Quincy consigan pareja — dijo mientras tomaba otra copa de champaña y la bebía de forma más lenta esta vez — Me pesa ver que ustedes se cohíben de salir por mi culpa, solo porque yo estoy amarrado con Dick y no he salido con nadie más, no me parece justo.
— No pienses de ese modo, Haze— dijo tratando de explicarle a su amigo la situación, aunque se quedó helado al ver cómo se le acercaba un sujeto de cabello negro con sonrisa coqueta, que le miraba de arriba a abajo como si de un caramelo se tratara.
— ¿Bailas, corazón? — preguntó estirando su mano hacía Shun, quien miró a Haze sin sabe qué decir, y ante esto su amigo solo pudo reír y alzar los hombros con tranquilidad.
— Adelante — dijo mientras daba un sorbo a su trago nuevamente, y apenas dijo esto, el gótico tomó del brazo al sujeto para irse con él a la pista de baile, murmurando un "gracias" al aire para su amigo de ojos azules, quien sonrió de lado mientras lo veía marcharse, pero luego de quedarse solo, no pudo evitar suspirar al aire con pesadez, al mismo tiempo que un brusco dolor se acentuaba en su ser, y recordaba amargamente aquel momento horas atrás, en el que se topó de frente con lo mejor que le había pasado en la vida.
"Sigues igual de guapo, mi amor" pensó con dolor, dando un trago seco a su bebida y acabándosela de golpe, fue aquel intenso dolor el que le hizo querer salir a beber en primer lugar, necesitaba inhibir con licor sus dolencias emocionales, nublar sus penoso pensamientos, olvidar la emoción y frustración que sintió al toparse de frente con el amor de su vida, a quien odiaba por marcharse, pero que también lo amaba por haber vuelto, aún cuando desconocía totalmente el contexto de su repentina llegada.
Miraba los alrededores de aquella concurrida discoteca con algo de flojera, trataba de entretener en algo que no fuera Jessie Dalton, pero, para su buena o mala suerte, fue precisamente a él a quien divisó no muy lejos suyo, parado en medio de un grupo de chicos que bebían como si no hubiera un mañana, no podía creer que enserio lo estaba viendo.
Dudó sobre qué hacer al respecto, ¿debía acercarse? ¿debía irse? no tenía idea de qué hacer, las ganas de correr hacía él le estaban matando, se estaba ahogando en sentimientos por él, a pesar de que cuando lo vió temprano trató de mostrarse indiferente, indiferencia era lo menos que podía sentir al ver sus hermosos ojos verdes, sentía tantas cosas que le costaba poner orden en sus ideas, aunque rápidamente un sentimiento se apoderó de él al ver a cierto rubio a quien odiaba con creces, colgarse descaradamente del cuello de aquel sujeto pelirrojo.
— ¿Lo ves? te dije que la pasaríamos bien — canturreó mientras trataba de apegarse al cuerpo de Jessie, aunque este como podía intentaba mantener la distancia corporal entre ambos.
— Sí, eso creo — dijo mientras tomaba las caderas ajenas para tratar de apartarlo de él, aunque aquel tacto era muy fácil de malinterpretar.
Apretó con fuerza sus dientes al ver aquel acercamiento entre ambos sujetos, su sangre empezó a hervir como nunca, moría por acercarse y gritar "¡aléjate de él!", pero era hipócrita hacer eso, sobre todo luego de que Jessie Dalton le había abandonado hace años, "tal vez me abandonó por Brad" pensó en seco, pensamiento que le hizo agachar la mirada y morderse el labio inferior con odio absoluto.
— ¿Bailas? — escuchó a alguien cerca suyo, se trataba de un sujeto de facciones latinas que le sonreía coquetamente, en cualquier otro momento se habría negado amablemente, pero los celos le hicieron actuar por impulso, y simplemente tomó la camisa del sujeto y lo jaló con él hacía la pista de baile.
Luchaba por alejar al sujeto rubio de su cuerpo, pero por más que lo intentaba, este parecía totalmente indispuesto a alejarse de su cuerpo, algo que solo frustraba aún más a Jessie, pero su frustración acrecentó al alzar la mirada y ver de reojo la pista de baile, donde un sujeto pelinegro al que conocía muy bien parecía apegarse al cuerpo de un sujeto extraño para bailar con él, algo que hizo a Jessie quedarse totalmente helado, no podía creer que se había topado nuevamente con Haze, pero lo que menos podía creer, era que su novio, quien antes era bastante tímido y reservado, ahora bailaba como si nada con un completo extraño, algo que en vez de agradarle, lo enfureció como nunca.
— Oye — murmuró Brad mientras le tomaba de las mejillas con una mano, obligándole a verle a los ojos — ¿Porqué parece que no me estás prestando atención, eh?
— Bradley— trató nuevamente de apartarse de él, solo que esta vez no lo hizo con tanta insistencia, estaba ocupado mirando con seriedad cómo su novio se apegaba al cuerpo de otro hombre sin pena alguna, algo que le hizo sonreír de lado con rabia absoluta.
— ¿Qué miras que te tiene tan entretenido? — preguntó juguetonamente mientras volteaba la mirada, topándose con aquella visión que tenía tan furioso a Jessie — Jaj, ohh Jessie, no me digas que estás así por Sasha, creí que él ya no te importaba.
Gruñó mientras sentía cómo Bradley le tomaba del cuello y lo acariciaba de manera poco sutil.— Tranquilo — le susurró al oído — Podemos ir a presumir también.
— No — trató de tener autocontrol, apartando a Brad de él, pero a pesar de que sus palabras eran negativas, en su mente él añoraba acercarse a ellos para estrangular a aquel sucio tipejo, y luego llevarse a Haze lejos de él, probablemente para gritarle por atreverse a hacer algo así sin recato alguno.
— Bailas bien — le murmuró al oído mientras le sujetaba las caderas y se apegaba al cuerpo ajeno — ¿Cómo te llamas?
— ¿Importa? — respondió con un tono juguetón que no desagradó a su contrario, aunque poco o nada le importaba agradarle o no a aquel sujeto, lo único en lo que pensaba era en lo mucho que odiaba sentir celos por el tipejo que le abandonó, pero al mismo tiempo, a una parte de él le dolía actuar de esa forma, y que Jessie lo estuviera viendo.
— ¡Oye! — clamó el sujeto que bailaba con él al ver cómo alguien lo apartaba bruscamente de él para arrastrar al pelinegro hacía los baños de aquella disco, algo que a este le frustró bastante, pero que en el fondo, le causaba algo de emoción, emoción que también le frustraba bastante.
Continuará
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- Gema
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