60 - 'Impotencia'
Las semanas pasaban con una velocidad abrumadora, aunque para Haze, los días eran casi eternos, sobre todo las noches. Asistía a clases con normalidad, aunque no prestaba atención alguna a las palabras del profesor, ni siquiera se esforzaba en hacerlo, solo se quedaba garabateando cosas en sus libros, o se distraía mirando a la nada por horas, lucía muerto en vida, eso era algo que preocupaba mucho a sus amigos.
— ¿Y ya pensaron en qué usarán para el baile? — preguntó Quincy mientras daba una mordida a su sandwich.
— Un traje negro, supongo — dijo Shun mientras picaba su ensalada con un tenedor, mirando de reojo el semblante perdido e indiferente de Haze — ¿Y qué hay de ti, Haze? ¿usarás armani para ir al baile?
— Yo no voy a ir al baile — aclaró, alertando totalmente a sus amigos.
— ¡¿Qué?! ¿cómo no vas a ir, Haze? ¡llevábamos semanas hablando de eso!
— Dick alquiló una cabaña para que pasemos el fin de semana juntos, dice que quiere recuperar todo el tiempo perdido — explicó sintiendo un terrible nudo formándose en su garganta, mientras sus amigos le observaban con pesar — No se preocupen por mí, solo pásenla bien ¿de acuerdo?
— No será tan divertido sin ti, lo único bueno de que ninguno tuviera pareja es que al menos podríamos acompañarnos entre los tres — explicó el rubio mientras le daba un sorbo a su refresco.
— Enserio quisiera quedarme, chicos, pero saben que no tengo manera alguna de resistirme a las órdenes de Dick; además... n-no quiero estar aquí el día del baile, m-me volveré loco.
— ¿Esperándolo? — preguntó con curiosidad, logrando que Haze asintiera con la cabeza y mirara a otro lado con fastidio.
— Él no vendrá, pero igual no quiero hacerme falsas ilusiones creyendo que lo hará — renegó, haciendo a sus amigos suspirar con pesar.
— ¿Y la cabaña queda en una montaña? — preguntó el gótico.
— Eso creo — dijo el pelinegro mientras alzaba los hombros — Igual el paisaje no importa mucho, sé que no saldré mucho esos días, con suerte podré salir de la habitación.
Un desagradable escalofrío recorrió el cuerpo de ambos en cuanto escucharon la aclaración del pelinegro, ambos ya sabían a lo que se refería, pero igual les causaba repulsión, sobre todo al notar cómo se cristalizaban los ojos de Haze tan solo por hablar del tema.
— No sé si sea porque pasé mucho tiempo con Jessie, o si hay algo malo conmigo, pero... — suspiró mirando a sus amigos con algo de inquietud, para después fijar su mirada sobre el chico gótico — Shun, tú has estado con más de un solo chico, dime, ¿es normal que con Dick, no sienta absolutamente nada? digo, y-yo recuerdo que con Jessie todo era... — gruñó por debajo con molestia — Y con Dick es todo lo contrario, no me causa gusto en absoluto, y no tengo idea sobre si eso sea normal o no.
— Claro que es normal, Haze — dijo Quincy — Jessie te gustaba, Dick ni siquiera te cae bien, es obvio que dormir con uno y no con otro será más placentero para ti.
— Mh — inhaló profundamente para apoyar ambos brazos en la mesa y hundir su cara entre ellos — ¿Algún día eso será diferente?
— ¿Porqué la insistencia? — preguntó Shun.
— No dormiré con nadie más jamás, y es odioso pensar que no volveré a sentir nada el resto de mi vida.
Dichas palabras lograron que el rubio suspirara con pesar y empezara a acariciar sutilmente el cabello de Haze, al mismo tiempo que el gótico se levantaba abruptamente de la mesa y se iba casi corriendo del comedor, intrigando mucho a Quincy, pero sin perturbar lo suficiente a Haze como para que le prestara mucha atención.
— Shun tenía razón — susurró alzando la mirada — Seguro muere por decírmelo, pero no ha querido hacerlo para no hacerme daño.
— No es así, Haze.
— No sé porqué se lo calla — renegó con desdén — Él nunca ha sido muy delicado para decirme las cosas, ¿y ahora solo porque mi novio me abandonó pretende ser amable? si no lo conociera bien, me atrevería a decir que está siendo hipócrita.
Quincy suspiró pesadamente mientras seguía acariciando el cabello de Haze, logrando que este cabeceara un poco con cansancio, daba la impresión de no haber podido dormir bien en días, no quería ni imaginarse el porqué.
-
Jadeaba pesadamente mientras se mantenía apoyado sobre los lavabos del sanitario, maldiciendo entre dientes y dejando correr varias lágrimas de impotencia y dolor a medida que recordaba amargamente todo lo ocurrido aquella agridulce tarde de otoño, moría por abrir la boca y dejar ir todo lo que llevaba guardado desde hace tiempo, pero no podía hacerlo, si lo hacía, su mejor amigo pagaría las consecuencias, y no quería que Haze siguiera sufriendo, todo por su culpa.
— ¡¡Dalton, maldito hijo de perra, detente!! — clamaba mientras avanzaba detrás de aquel sujeto pelirrojo, ambos ya habían salido del campo de fútbol, y ahora se dirigían al estacionamiento de la escuela, aunque debían caminar un largo trayecto todavía, y al irse por el lado de afuera, estaban en una zona muy solitaria, y conocida de sobra por lo peligrosa que era para los transeúntes.
— Piérdete, Jones — dijo con molestia al seguir avanzando sin voltear la mirada.
— ¡¡Nada de "piérdete" amigo!! — clamó tomándole del hombro y obligándole a detenerse — ¡Le hiciste mucho daño a Haze con todo lo que le dijiste! ¡¿cuál es tu maldito problema?!
— ¡¡¿Crees que no lo sé?!! — gritó de golpe — ¡¡Sé de sobra que herí los sentimientos de Haze, que le estoy haciendo daño, que no le estoy dando la vida que le prometí!! ¡¡¿y crees que eso no me afecta, que no me duele que el chico al que amo me diga que está harto de vivir como una rata igual que yo?!!
Dichas palabras le hicieron mirar al pelirrojo con asombro, sobre todo al ver que sus ojos se cristalizaban de golpe.
— Yo amo con mi vida a Haze, moriría por él, s-solo quiero darle una buena vida, p-pero yo... y-yo jamás le daré la vida que se merece — susurró agachando la mirada con decepción — él merece algo mejor, no a un patán como yo.
Moría por abrir la boca y decir "sí, merece algo mejor", pero algo dentro de su ser le decía, que por primera vez estaba viendo una versión más pura y honesta de Jessie Dalton, no al típico patán odioso que resolvía todo con violencia, sino a un sujeto desesperado que quería mejorar, por lo que tomó una gran bocanada de aire, y trató, por primera vez en su vida, de ser razonable con su enemigo.
— Entonces hazlo — dijo con seriedad, alertando mucho al pelirrojo — Sé ese sujeto, sé una mejor versión de ti mismo por Haze; él quiere un futuro contigo, amigo, sé que no te dejará solo porque todo se torne gris, pero ya depende de ti que las cosas mejoren para ambos, ¿o acaso quieres que Haze sea el único que luche por su relación?
Le asombró mucho escuchar esas palabras provenir de la boca agujerada de Shun Jones, pero, lo que más le sorprendía, era el impacto que estas estaban teniendo en su ser, le ayudaron a sentirse mejor, e incluso, le dieron la motivación que necesitaba para dejar de lado su pesimista y tratar de pensar a futuro de mejor manera, tal y como su pareja le pidió.
— Vaya, coger con Trevor te está ayudando bastante — bromeó, logrando que Shun mirara a otro lado con vergüenza.
— ¡S-Solo hablo por Haze! — clamó con frustración — No quiero que mi amigo siga viviendo en una ratonera, él merece algo mejor, y ya que tú eres el ¡gran amor de su vida! sé que no habrá nadie más apto para dárselo que tú.
— Me llevará tiempo, pero te garantizo que le daré esa vida a Haze — sonrió de lado al terminar de decir eso, logrando que el gótico sintiera algo de alivio en su pecho.
Ambos voltearon de golpe al oír cómo un auto que recorría aquella solitaria calle se detenía junto a ellos, y de aquel auto se bajaron varios sujetos con barras de metal en sus manos; el pelirrojo les reconoció de inmediato, pero no le daba gusto verles en absoluto.
— Vaya vaya, pero si es Monty Jr, ¡te hemos buscado por todos lados, amigo!
— Tu problema es con mi padre, Drake, no conmigo — dijo con frialdad.
— Ya eso quedó atrás, amigo, por ahora solo nos pidiéramos que te demos un pequeño mensajito de advertencia — dijo esto, él y otros tres sujetos se acercaron a él para intentar golpearlo, pero Jessie logró bloquear los golpes ajenos y opuso resistencia suficiente para evitar que esos tipos le hicieran daño, aunque la diferencia numérica pudo más, y luego de un largo rato de forcejeo, los tipos lograron someterlo a él y al sujeto gótico, quien intentó inútilmente ayudarle.
— ¿Nos llevamos al satánico? él no tiene nada que ver.
— Llevémoslo igual, tal vez el socio del alcalde nos pague más si llevamos más carne fresca.
— ¿Socio del alcalde? — murmuró con intriga, logrando que el pelirrojo a su lado rápidamente gruñera y mirara hacía el edificio escolar con horror.
— Haze — jadeó abrumado, pero antes de poder hacer algo, los tipos lo obligaron a él y al gótico a entrar a su auto, para irse rápidamente de aquel sitio, riendo y celebrando que habían completado ese trabajo con éxito.
— Tranquilo Monty, tu padre ya se llevó el auto que le robaste, ahora solo te queda dar la cara por tus fechorías.
— Malditos bastardos — renegó, pero sus palabras le ganaron un duro golpe en el rostro, del que no pudo defenderse al estar atado de manos al igual que su acompañante gótico, quien miraba abrumado a aquellos tipos que reían como una banda de hienas rabiosas.
-
— ¡Suéltenme! — gritaba mientras lo empujaban a él y al sujeto gótico al interior de un viejo almacén, donde había un hombre de cabellera castaña cruzado de brazos con una larga sonrisa siniestra, erizándole por completo la piel a ambos.
— Jessie Dalton, al fin nos vemos de frente nuevamente — dijo aquel sujeto mientras se acercaba al pelirrojo para tomarle con fuerza de ambas mejillas — Ug, eres la vívida imágen del odioso de Monty, qué asco.
— Al menos yo no acoso a chicos inocentes — escupió de forma tosca, sacándole una cínica risa de los labios al castaño.
— Pero sí a chicos ingenuos y muy estúpidos — dijo entre risas ácidas, aunque dejó de reír en cuanto el pelirrojo le dió un fuerte golpe en la cabeza con su propio cráneo, que le dejó aturdido por varios segundos — Agh, maldita bestia.
— Eso es solo una probada de lo que te espera si le haces algo a Haze, anciano infeliz — dijo de mala gana, aunque un golpe en su nuca de parte de los sujetos que lo secuestraron le hicieron caer de rodillas al suelo y quejarse con frustración.
— Vaya, eres más fuerte de lo que pensé — murmuró mientras se acercaba a él para tomarle del cabello y obligarle a alzar la mirada — Pero no me explico cómo Sasha accedió a escaparse con una bestia tan mal educada y corriente como tú.
— Simple, a mí me ama, y a ti te odia — dijo incrédulamente, gruñendo al oír a aquel tipo reírse sin más.
— ¿Amor? ¿eso pensabas? — dijo cínicamente — Oh no no no, Haze no te ama, solo está cegado por lo excitante que fue escapar de casa, pero creeme, el amor no tiene nada que ver aquí; y aunque así fuera, te garantizo que prefiere estar conmigo que contigo.
— Maldito cerdo — gruñó, logrando que el hombre le mirara de reojo con incredulidad.
— Ah, por cierto... — chasqueó rápidamente los dedos, y al hacerlo, dos de los sujetos que tenían amarrado a Jessie empezaron a golpearle la cara, mientras el castaño reía y se cruzaba de brazos — Esto es por haber tomado lo que me pertenece.
Hizo una seña para que los tipos se detuvieran, y al hacerlo, dejaron caer al pelirrojo al suelo sin más, mientras este reía de mala gana y miraba con ira absoluta al castaño.
— Cielos, ¿aún luego de esos golpes no te has desmayado?
— Aún me sobra energía para matarte — dijo con voz ronca, irritando bastante al castaño.
— Mocoso infeliz — suspiró con molestia mientras se acercaba a una mesa y se servía un trago de licor — Seré franco contigo, Dalton; Haze me fascina, pero estoy muy enojado con él por dejarse follar por una bestia como tú, casi siento que podría matarlo de la ira.
El gótico y el pelirrojo abrieron los ojos de golpe al escuchar aquellas palabras, jadeando horrorizados al ver a su captor acercarse a ellos con una sonrisa cínica.
— ¿Qué pasa? no me diga que enserio les importa ese pobre idiota, lo único bueno que tiene es que abre fácil las piernas, no tiene ninguna otra cualidad favorable por la cual sufrir.
Le alertó ver cómo el pelirrojo se levantaba de golpe del suelo e iba corriendo hacía él para intentar golpearlo, por lo que se apartó corriendo de él y se ocultó tras una viga de metal, mientras los sujetos a los que contrató iban hacía Jessie y le golpeaban el abdomen para dejarlo de rodillas en el suelo.
— ¡¡Eres un cobarde!! — gritó el gótico.
— Shh, contigo hablaré luego, Shun — dijo el castaño mientras se apartaba de la viga para acercarse a Jessie y sujetarlo del cabello — Tal parece que Haze te importa mucho.
— Tócalo, y te asesino — susurró débilmente pero lleno de odio, haciendo reír a su captor.
— Claro que lo voy a tocar, ¿porqué crees que lo estuve buscando? — bufó cínicamente — Y tú no vas a hacer nada para impedirlo, porque si lo haces, tu lindo Haze va a pagar las consecuencias, y francamente no me importaría hacerlo, como dije, estoy enojado, y quiero una excusa para sacarme el enojo.
Dichas palabras helaron la sangre del pelirrojo como nunca, su cuerpo empezó a temblar de inmediato, sobre todo al ver cómo el castaño metía un papel a uno de los bolsillos de su pantalón.
— Soy un hombre piadoso, por eso te daré dinero, una cantidad buena de dinero, la única condición es que te vayas de la ciudad, te vayas muy muy lejos, y no vuelvas a buscar a Haze en lo que te queda de vida, o él pagará caro las consecuencias.
— ¿Enserio crees que accederé a algo así, anciano?
— Por Haze y por su miserable vida, sé que lo harás — afirmó con soberbia, logrando que Jessie le observara con odio absoluto, pero que luego de un rato, agachara la mirada con absoluta decepción — Acéptalo, conmigo estará mejor que con una rata callejera como tú, les estoy haciendo un favor a ambos, nada bueno iba a salir de esa relación tan mediocre.
Un par de pesadas lágrimas rodaron por sus mejillas mientras escuchaba las palabras ajenas, el dolor y la impotencia se estaban adueñando de él, quería creer que podía hacer algo contra ese sujeto, pero, por más que él quería hacer algo, de alzar la voz y defender a su novio, sabía que no lograría nada, solo era una viruta de polvo comparado con todo el poder que tenía ese sujeto, aunque sus intenciones no fueran las mejores.
— Si a Haze le pasa algo... te mataré — advirtió mientras alzaba la mirada.
— No estás en posición de amenazar, aquí el que tiene el arma soy yo — dijo mientras alzaba los hombros — Lo único que puedo garantizarte es que Haze tendrá todo lo que quiera, además de mucho... cariño marital — bromeó ácidamente, broma que hizo que la sangre del pelirrojo hirviera como nunca, y antes de poder hacer algo, los sujetos que trabajaban para él lo tomaron de los brazos y lo arrastraron hacía otra habitación.
— ¡¡Suéltenme, déjenme ir!!
— ¡Fue un placer haber hecho negocios contigo, Jessie! ¡denle un buen trato, muchachos, que pague muy bien por haber tomado algo que me pertenece!
Miró horrorizado cómo sacaban al pelirrojo del lugar de manera tan brusca, pero antes de poder asimilar lo que estaba ocurriendo, el sujeto frente suyo se acercó para tomarle del cabello y verle a los ojos con desdén.
— Tú eres la persona más cercana a Haze, se podría decir que eres casi su consciencia.
— ¡Quítame las manos de encima, maldito cerdo degenerado!
— ¡¡Cállate y escucha, o haré que tu amigo sepa lo que es el dolor en vida!! — gritó de golpe, logrando que el gótico suspirara con pesar — No le dirás nada a Haze sobre lo que pasó hoy, me conviene que crea que ese idiota lo abandonó, y tú vas a ayudar a sembrar esa idea; y una vez que Haze esté en la palma de mi mano, tú vas a ayudarme a controlarlo, a tenerlo siempre vigilado.
— ¡¡Me niego a ser el títere de un degenerado como tú!!
— ¡Adelante, no lo hagas, a mí no me importa hacerle daño a tu amiguito! al fin y al cabo no fue mentira lo que le dije a Dalton, solo me interesa su traserito lindo, de resto no me interesa en lo más mínimo lo que le pase.
Dichas palabras hicieron que el gótico tragara en seco con preocupación, y que agachara la mirada con decepción y miedo, mientras el castaño reía y se apartaba de él para caminar a la salida de aquel almacén.
— Ustedes — señaló a los dos sujetos que quedaban ahí — Lleven a este satánico a casa, yo iré a la preparatoria a buscar a mi perrita.
Jadeó con ira mientras limpiaba las lágrimas que rodaban por su rostro al recordar aquella tarde tan horrible, en la que su vida se volvió un caos absoluto, pero definitivamente quien se había llevado la peor parte de todo ese embrollo, había sido su mejor amigo.
-
Abrió los ojos con algo de dificultad, tan solo respirar le dolía como nunca, "¿dónde estoy?" susurraba en voz baja mientras iba recuperando la consciencia, y lo primero que notó al despertar, era que estaba en una habitación de decoración rústica y nada a la moda.
Gruñó mientras miraba curioso su propio cuerpo, lleno de vendas y demás cosas para acelerar su recuperación, ver su cuerpo lleno de vendajes le hizo recordar las últimas imágenes que vió antes de caer inconsciente, un grupo de chicos que lo golpearon como si quisieran asesinarlo, y que luego lo dejaron abandonado a su suerte en un campo abandonado, "¿cómo es que sigo vivo?" se preguntó mientras suspiraba y pasaba su mano por su frente.
— ¡Oh por Dios! — volteó rápidamente al oír cómo alguien abría la puerta de aquella alcoba, se trataba de una mujer y un hombre de avanzada edad, quienes llevaban varios implementos médicos entre sus manos — ¡Gracias a Dios que despiertas muchacho!
— ¿Lo ves, linda? te dije que despertaría pronto.
— ¿Dónde estoy? — preguntó con dificultad.
— Estás en nuestra casa — dijo la mujer mientras se acercaba para pasar un pañuelo húmedo por la frente del chico — Pobre criatura, estabas casi muerto cuando te encontramos.
— ¿Tienes problemas con la ley, hijo? — preguntó el hombre con recelo, por lo que el pelirrojo rápidamente negó con la cabeza, logrando que el hombre sonriera aliviado — Fiu, menos mal, Getchen y yo creíamos que eras un delincuente o algo así.
— No, solo soy un... pobre idiota — murmuró esto último mientas miraba de reojo un rincón donde estaba su ropa, recordando fugazmente el trozo de papel que le dieron a cambio de dejar libre a su novio, odiaba ese asqueroso sentimiento de que había vendido a su pareja, sin detenerse si quiera a pensar si había una opción mejor que esa.
Continuará
Voten y comenten si les ha gustado el capítulo, también recuerden apoyar el libro en la plataforma Alphanovel para poder seguir publicando capítulos gratuitos con más frecuencia <3
Y no te olvides de dejar un comentario de apoyo, enserio te lo agradezco <3
- Gema
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro