Al llegar a la escuela, Jessie y Haze bajaron del auto y avanzaron hacía el edificio donde veían clases, el pelirrojo parecía tranquilo, mientras que Haze no dejaba de sonreír con nerviosismo, un detalle que hacía al pelirrojo mirarle con diversión y algo de curiosidad.

— ¿Todo bien, Cherry?

— ¡S-Sí! s-solo ammm, t-tengo un poco de hambre, eso es todo.

— Ug, yo igual, debimos comer algo antes de venir a clases — renegó con frustración — Descuida, trataré de conseguir algo para comer, Cherry.

— D-Descuida amor, p-puedo esperar hasta el— trató de hablar, hasta que alguien llegó desde atrás y le jaló del brazo con fuerza — ¡A-Ay! ¡¿adónde voy?!

— ¡¡Te voy a matar!! — gruñó aquel sujeto gótico mientras se lo llevaba lejos del chico pelirrojo, quien frunció el ceño ante tal acto de parte del mejor amigo de su novio.

— ¡¿Q-Qué?! ¡¿Sh-Shun?! ¡¿p-pero ahora qué hice?!

— ¡¿Le dijiste a Trevor que no me hablo con Quincy?! — clamó mientras jalaba a Haze hacía unos bancos para sentarlo en uno de estos y mirarle con severidad.

— Y-Yo no fuí, Qu-Quincy se acercó a nosotros y— trató de hablar, pero las bruscas palabras de Shun se lo impidieron.

— ¡¡¿Qué?!! ¡¡¿Quincy se le acercó a Trevor?!! — clamó bruscamente, haciendo que Haze tragara en seco con preocupación — ¡¡¿No le bastó con quitarme a Miles, ahora quiere quitarme al maldito imbécil de Trevor?!!

— Sh-Shun no es lo que— trató de hablar nuevamente, pero ver cómo su amigo gótico se apartaba bruscamente de él, no pudo evitar levantarse de golpe e ir corriendo tras él para evitar que cometiera alguna indiscreción — ¡¡Shun, por amor a Dios, detente!!

— ¡¡Lo voy a matar, ese maldito bastardo me las va a pagar!! — renegó mientras entraba al edificio escolar, siendo seguido por Haze, quien temía muchísimo por lo que su amigo gótico planeaba hacer.

-

Guardaba varios libros en su casillero mientras tarareaba una canción que se había estrenado no hace mucho, pero que era tan buena que se había logrado meter de lleno en su mente.

— ¡Hit me baby, one more time! — tarareaba tranquilamente para cerrar el casillero, aunque le alertó oír unos bruscos gritos en medio del pasillo, y al voltear la mirada, observó preocupado cómo el sujeto gótico que le odiaba con creces se acercaba de manera amenazante hacía él.

— ¡¡Ahí estás, maldita perra usurpa hombres!! — gritaba mientras se acercaba al chico rubio, quien tragó en seco mientras le observaba con terror.

— ¿Sh-Shun? — murmuró débilmente, pero antes de poder decir otra cosa, el sujeto gótico le dió un fuerte golpe en el rostro que le hizo chocar abruptamente contra los casilleros.

— ¡¡Shun!! — clamó el pelinegro mientras iba hacía ellos para pararse en medio y así evitar que su amigo gótico siguiera lastimando al rubio.

— ¡¡Apártate Sasha!! ¡¡ese maldito me las va a pagar!!

— ¡¡Él no intenta quitarte a Trevor!!

— ¡¡Quítate de mi camino!!

— ¡Sh-Shun te juro que no sé de lo que estás— balbuceaba con pesar, pero Shun abruptamente le interrumpió.

— ¡¡Tú cállate oxigenado regalado!! ¡¡te voy a romper los dientes por querer siempre quitarme lo que me pertenece!!

— ¡T-Te juro que yo no sabía que Miles era tu novio cuando— trató nuevamente de hablar, pero fue interrumpido al instante.

— ¡¡Al diablo con Miles Tocker!! ¡¡Estoy hablando del bastardo de Trevor Thompson!!

— ¿Quién? — murmuró algo abrumado mientras se sobaba su propia mejilla.

— El sujeto con tatuajes que estaba conmigo ayer en la biblioteca — murmuró, ganándose que Shun lo mirara con odio absoluto — ¡¡Estábamos haciendo juntos nuestro proyecto, Shun!! ¡¡por Dios santo!!

— ¡¿Eres cómplice de que quieran quitarme a ese imbécil?!

— ¿"Quitarte"? — escucharon de repente una voz conocida llegar de repente, voz que hizo al gótico gruñir por debajo y cerrar los ojos con fastidio — Me celas como si fueras mi novio, vampirito, ¿acaso me perdí de algo importante?

— ¡Piérdete, Trevor! ¡no tienes porqué involucrarte en esto!

— Estás peleando por mi pene, creo que me concierne opinar — bufó cínicamente mientras se acercaba a Shun para rodear su cuello con su brazo — ¿Porqué agredes a ese pobre chico? se nota que lo está pasando mal por ti, y aún después de todo lo que te dije ayer insistes en molestarlo, ahh, me decepcionas mucho, vampy.

— ¡Él te estaba coqueteando, no te hagas el inocente!

— ¿Coquetear? pff — rió rodando sutilmente sus ojos — Si por coquetear te refieres a darme pena, ¡vaya que me estaba seduciendo!

Dichas palabras hicieron que Haze suspirara con algo de frustración, Quincy agachara la mirada con pesar, y que Shun los mirara a ambos con algo de fastidio y molestia.

— Haz el favor de controlarte, o yo tendré que controlarte por las malas — murmuró suavemente mientras apretaba con fuerza las mejillas de Shun, logrando que este agachara la mirada con decepción, algo que asombró muchísimo a Haze.

— Bien — renegó, asombrando mucho más al chico de ojos azules.

— ¡Ahí está! ¿ven que pueden ser amigas sin matarse, perritas? — dijo cínicamente para empujar a Shun hacía Haze y Quincy, quienes atajaron al gótico y luego vieron a Trevor con asombro y curiosidad — ¿Porqué ahora no van y platican un poco entre ustedes sobre chupar penes o esas cosas que hacen las perras? y claro, resuelven sus líos internos de una buena vez, porque estoy harto de oír a Shun quejarse de ustedes cada que se la estoy metiendo — dijo cínicamente, haciendo que Haze y Quincy observaran abrumados a Shun, mientras este miraba a otro lado con semblante incrédulo.

En cuanto Trevor se marchó, los tres chicos se miraron los unos a los otros sin saber qué decir, por lo que tuvo que interceder Haze, guiándoles a uno de los salones vacíos para poder hablar con más soltura.

— Bien, ya oyeron a Trevor — dijo el de ojos azules mientras cerraba la puerta del aula y los miraba a ambos con seriedad, ninguno alzaba la mirada del suelo ni se animaba a abrir la boca, pasaron unos minutos hasta que alguno se animó a hablar finalmente.

— Lamento haber dormido con Miles — murmuró con pesar, sobándose la mejilla todavía — Sé que es imperdonable lo que te hice, y no sabes cómo me duele haberle fallado a un amigo, te juro que de haber sabido que él era tu novio, jamás le habría seguido el juego.

El gótico miró a otro lado con incredulidad, pero un sutil golpe en su hombro de parte de Haze le hizo gruñir y carraspear un poco para intentar hablar.

— ... Supongo que me enojé más de la cuenta, ¡¡pero admite que actuaste como una zorra!!

— ¡¡Shun!!

— No Haze, él tiene razón; fuí muy alzado, e-es que hace mucho que no salgo con nadie, y él fue muy amable conmigo, lástima que en realidad fuera un cretino — renegó con frustración mientras se cruzaba de brazos y miraba a otro lado con pesar — Y que el sexo fuera espantoso.

— Wow, ¿Miles es mala cama? — preguntó cínicamente, haciendo que Haze le mirara con seriedad y Quincy le observara con asombro.

— ¡Shun por favor no empieces con esas cosas!

— ¡No no no, Haze! ¡el imbécil nos engañó a ambos, tenemos derecho de discutir sobre sus miserias!

— ¡Y qué miserias! — dijo Quincy cínicamente — Jaj, creo que yo tengo más que presumir que él.

— ¡¿Enserio?! ¡jaja, no puede ser! — clamó el gótico entre risas — Tanto que presume ese mal nacido de ser todo un machote, y resultó ser un flácido.

Haze suspiró por debajo con desagrado al oír las palabras de su amigo gótico, aunque le alertó ver cómo el rubio se acercaba a Shun para extenderle la mano cuidadosamente.

— Entonces... ¿crees poder perdonarme, Shun?

El gótico le miró detenidamente con recelo, pero luego de unos minutos estrechó la mano ajena y miró a Quincy con una cínica sonrisa, sonrisa que reconfortó bastante al chico rubio, y llenó de calma al pelinegro.

— Al fin — dijo Haze mientras iba hacía ellos para rodear sus cuellos con sus brazos y apegarlos a su cuerpo — ¡Al fin somos amigos otra vez!

— ¡Sí sí sí, ya ya, dejen de lado sus cursilerias! — renegó mientras se apartaba de ellos y les miraba con fastidio.

— Ya que somos amigos otra vez, ¿creen poder ayudarme con algo?

— ¿Qué ocurre, Haze? — preguntó Quincy.

— E-Es que mañana es el cumpleaños de Jessie, ¡y no sé qué obsequio darle!

— Fácil, sexo — dijo Shun cínicamente.

— Ya tenemos sexo todos los días, quiero darle otra cosa — el rubio y el gótico miraron con asombro a su amigo, logrando que este se sonrojara totalmente y agachara la mirada con vergüenza — Us-Ust-Ustedes me p-preguntaron, n-no me miren así.

— Bueno... — murmuró rascándose la nuca — No sé, ammm, ¿qué le gusta a Jessie?

— Pues, le gusta el fútbol, le gustan los animales, también le gusta leer, sobre todo poesía o romanticismo, t-también le gustan las películas de acción, ¡y-y la música rock! adora a Pearl Jam.

— Ug, qué tipo tan corriente — renegó incrédulamente, logrando que Haze le mirara con algo de molestia — ¡No me mires así Sasha!

— Mm, ¡ya sé! ¿porqué no le regalas uno de esos nuevos reproductores multimedia portátiles?

— ¡¿Quincy estás loco?! ¡Haze no tiene ni dónde caerse muerto! ¡¿crees que le alcanza para comprar uno de esos nuevos aparatos?! ¡ni teléfono celular tiene!

— Gracias Shun — murmuró con algo de frustración.

— Seamos francos amigo, con suerte y te alcanza para un Walkman, y para eso tendrías que conseguir empleo.

— Mh, de aquí a mañana no podré conseguir un empleo — murmuró con pesar, aunque le alertó sentir cómo Quincy le tomaba de los hombros y le sonreía tranquilamente.

— Tengo una idea — dijo mirándole atentamente — ¿Han oído hablar de los stands de besos?— ¿Quieres que Jessie Dalton te asesine, ¿verdad?

— No para Haze, para mí; estoy dispuesto a ayudarlo a conseguir dinero para el regalo de Jessie.

— ¡¿L-Lo dices enserio, Quincy?!

— Claro, te debo una por intentar coquetear con él cuando llegué a la escuela — murmuró sonriendo con algo de vergüenza.

— Vaya Quin, me sorprende tu iniciativa — dijo Shun cínicamente.

— N-No lo sé, chicos, J-Jessie podría enojarse porque despilfarro dinero en un regalo en vez de ayudarle con el alquiler y la comida.

— Escuchame bien Haze, Quincy y yo te ayudaremos a recolectar dinero para tu noviecito idiota, ¡ya lo que hagas con ese dinero será cosa tuya! solo piensa en esto, Dalton es muchas cosas, ¡nadie más que yo lo sé de sobra! pero estoy seguro de que no te odiará por una idiotez así.

— ¿T-Tú crees?

— ¿Cuándo me he equivocado? — dicha frase hizo que Haze le mirara con algo de recelo, cosa que hizo al gótico gruñir con incredulidad — ¡Sígueme con la metáfora, maldición!

— ¡Está dicho, ayudaremos a Haze con el regalo de Jessie! — dijo Quincy con emoción — ¿Cuándo lo hacemos?

— ¡Ahora mismo!

— ¡¿Qué?! p-pero Shun, t-tenemos clases y— trató de hablar, pero el gótico se lo impidió.

— ¡Tonterías, vámonos ya! — dicho esto, lo tomaron de los brazos y lo llevaron a la salida de aquel salón de clases, no obstante, apenas abrieron la puerta del mismo, los tres se toparon con una estirada y recta silueta que les hizo tragar en seco por igual.

— Director Carson — dijeron al unísono, mirando preocupados la cara seria y recelosa del docente.

— Jóvenes, ¿se puede saber qué están haciendo aquí en vez de estar en sus aulas correspondientes?

— ¡A-Allá nos dirigíamos, profesor! — dijo Quincy mientras trataba de irse junto a Shun y Haze, pero el director tomó del hombro a este último para verle con seriedad, logrando que Haze recordara en seco el incidente del día anterior.

— Señor Johnson — murmuró — Necesito hablar con usted sobre un asunto muy serio.

— ¿Haze se metió en problemas, profesor? — dijo Shun con falsa inocencia, ganándose que el profesor le mirara con incredulidad.

— Retírense a sus clases, debo hablar con Sasha a solas.

— T-Te esperamos, Haze — murmuró Quincy mientras hacía una sutil seña hacía la salida del colegio, seña que Haze entendió, por lo que asintió con la cabeza ya miró preocupado al director, no le agradaba el rumbo que podría tomar su conversación.

— Acompáñame — dijo con frialdad para empezar a caminar hacía su oficina.

— ¿N-No irá por Jessie? — preguntó mientras avanzaba detrás de él.

— Hablaré con él después, primero quiero hablar contigo en privado.

Dichas palabras hicieron que Haze tragara en seco con preocupación, un agudo escalofrío empezó a recorrer su cuerpo de golpe, un escalofrío que le recordó a los días en que Dick le engañaba para llevarlo a su casa, circunstancias distintas, pero el factor común, era el sentimiento de que algo raro estaba sucediendo frente a él, y que alguien trataba de engañarle.

-

Movía su pierna de arriba a abajo con angustia, no miraba al pelinegro desde hacía un buen rato, "¿dónde carajo estás, Haze?" rebotaba por su mente, pero no lograba poner en orden sus pensamientos para intentar relajarse, mucho menos al recordar cómo el sujeto gótico al que tanto odiaba se lo llevó así sin más.

— Te noto estresado, cariño — escuchó una voz conocida cerca suyo, pero no se molestó en voltear a verle si quiera, era a quien menos quería ver en ese momento — ¿Qué ocurre? ¿ese cachorrito no logra quitarte el estrés como se debe?

Se mantuvo en silencio observando detenidamente al docente que hablaba frente a todos los alumnos, realmente era aburrido el tema del que hablaba, pero era mejor que oír las idioteces que decía el sujeto a su lado, a quien moría por golpearle la cara cada que llamaba a su novio "cachorro" o "perra" pero no quería ocasionar líos, quería controlarse, para no ocasionarle más problemas a Haze con su actitud violenta y brusca, quería cambiar por él, ser mejor por él, su pareja lo merecía.

-

— Pasa adelante — dijo el docente al entrar a su oficina, siendo seguido por el chico pelinegro, quien cerró la puerta y caminó a la silla frente al escritorio del director, agachando la mirada con vergüenza y nerviosismo, sabía muy bien porqué lo habían citado allí, y eso solo empeoraba la inquietud en su pecho.

Tragó en seco al notar cómo el director se sentaba frente a él y le miraba fijamente a los ojos con severidad, y un ligero aire de asco, una mirada que le provocó un dolor considerable en su pecho.

— Sasha, quiero que hablemos sobre lo que pasó el día de ayer.

— ¿Qué pasó ayer, director Carson? — murmuró manteniendo la mirada agachada.

— Tú sabes lo que pasó — recalcó con firmeza — Pierdes el tiempo al fingir inocencia, Sasha; Ya más que claro me queda lo que está sucediendo entre tú y Dalton.

Apretó sus propias rodillas con algo de nerviosismo, empezando a temblar y a sentir su respiración agitarse de a poco, sobre todo al oír cómo el director corría su asiento hacía atrás y se levantaba para avanzar alrededor suyo como un tiburón al asecho.

— Hace semanas que estoy escuchando rumores entre los estudiantes, y no quise interferir porque pensé que eran bromas crueles, pero estos últimos días he notado que ustedes siempre llegan juntos, se van juntos, hacen todo juntos, y ayer tuvieron el descaro de bañarse juntos en las instalaciones de la escuela.

Tragó en seco al sentir cómo el profesor posaba su mano en su hombro, haciéndole alzar la mirada y verle de frente, sintiéndose algo abrumado por la mirada seria y algo penosa del director.

— Sasha, estoy consciente de todo por lo que has tenido que pasar, tú mismo me dijiste el calvario que sufriste en casa de tus padres, y no sabes lo indignado que me siento al ver que Jessie te está usando de esta forma.

— ¿D-Disculpe?

— Es obvio, hijo; Jessie se aprovecha de tu situación para obligarte a hacer cosas con las que no te sientes nada cómodo, creeme que me siento indignado con esta situación — clamó mientras le apretaba los hombros y lo miraba de frente con detenimiento — Te prometo que me encargaré de ponerle fin a esto, solo necesito que me confirmes qué es lo que te ha estando haciendo Jessie, para que juntos podamos ponerle fin a esto.

Haze tragó en seco mientras miraba temeroso al profesor, sus palabras le asombraban muchísimo, pero de cierta manera, también lograban indignarle bastante.

— ¿Porqué cree usted eso de Jessie, director Carson?

— Sasha, yo más que nadie sé lo problemático que es Jessie; varios alumnos vienen a menudo a quejarse de su mal temperamento, algunos incluso aseguran que ejerce fuerza contra ellos para obtener cosas a cambio, y también he oído que Jessie tiene gustos "particulares" — carraspeó con algo de desagrado, gesto que logró incomodar aún más a Haze — por ello no me sorprende creer que esté haciendo lo mismo contigo para— trató de hablar, pero el pelinegro le interrumpió en seco.

— ¿Creer que me está obligando a tener relaciones sexuales con él a través de fuerza bruta? — preguntó con timidez, pero empezaba a notarse un leve cambio de actitud en su hablar y en su lenguaje corporal, empezaba a actuar con más firmeza.

— Sé que seguramente crees que estás en deuda con él por haberte ayudado a huir de casa, Sasha, pero no puedes permitir que abusen de ti de esta manera.

— Nadie está abusando de mí, profesor Carson — aclaró con tranquilidad, quitando la mano ajena de su hombro — Y debería dejar de escuchar a los alumnos que solo quieren generar discordia, profesor, Jessie jamás ha usado su fuerza para obtener algo a cambio, le están mintiendo como a un niño.

— ¡¿También mienten cuando dicen que Jessie tiene conductas desviadas?! — dicha palabra hizo que el pelinegro agachara la mirada y apretara los puños con algo de fuerza — Respóndeme, Sasha, ¿los demás alumnos mienten cuando los acusan a él y a ti de tener conductas inapropiadas?

— Yo diría que nada es más inapropiado que ver cómo golpean a chicos inocentes a diario, y no hacer nada al respecto — murmuró con algo de seriedad, logrando que el profesor le mirara con asombro.

— ¡¿Disculpa?!

— Lo que escuchó — recalcó alzando la mirada — Y respondiendo su otra interrogante, director Carson; Yo me siento muy cómodo con las cosas que hago con Jessie, nadie obliga a nadie a nada — el docente jadeó horrorizado al oír las palabras ajenas, mientras Haze le miraba detenidamente con firmeza — Puede que usted no entienda esto, pero yo vivo con Jessie, él y yo tenemos una relación de pareja, y no puedo sentirme más feliz por la vida que tengo.

— Bendito Dios — bufó mirando horrorizado al chico en cuestión, quien le observaba con curiosidad y algo de seriedad — Es cierto lo que dicen, us-ustedes viven en pecado, fornicando como un par de indecentes, ustedes... ¡s-siendo solo un par de niños!

— No somos niños, señor Carson; mañana Jessie cumplirá diecinueve años, ambos somos hombres, quienes entienden y son capaces de pensar sin la necesidad de que sus padres dictaminen sus vidas — insistió mientras se colocaba de pié.

— No sabes lo que estás diciendo, Sasha, ¡no sabes el terrible camino que estás tomando! No cabe duda que Jessie Dalton te ha arrastrado a su mundo de pecado e inmoralidad.

— Al mundo del pecado me metí yo mismo, y fue mucho antes de conocer a Jessie, pero sí puedo decirle señor, que si por amar a mi novio me iré directo al infierno, pues lo haré con mucho gusto — insistió alzando los hombros y sonriendo delicadamente — Si quiere podemos seguir hablando después sobre mi ida al infierno, director Carson, pero debo ir a clases, seguramente Jessie me debe estar esperando.

— ¡Sasha espera un minuto! ¡¡Sasha!! — clamaba el docente mientras veía cómo el chico se daba vuelta y caminaba hacía la salida de aquella oficina, ignorando totalmente los reclamos del hombre detrás de él.

Al salir de la oficina, se apoyó contra un muro para cubrir su boca con una mano, empezando a jadear por debajo y a sentir cómo sus ojos se cristalizaban de la impresión, jamás habría imaginado que le respondería de tal manera al profesor Carson alguna vez, al igual que no podía creer que fue capaz de tolerar todas las cosas que aquel hombre le dijo, y que incluso fue capaz de responderle y de defenderse tanto él como a su pareja, pensar en eso le hacía reír entre lágrimas de emoción, era una sensación increíblemente liberadora y mágica, como si finalmente gozara de aquella fortaleza que tanto añoró para defenderse tal y como su novio siempre le pedía que hiciera. 

Continuará

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- Gema