50 - 'Quietud'
— Jessie, mi amor — murmuró entre suaves besos — ¿Siempre serás solamente mío?
— Siempre, solo te pertenezco a tí, Cherry — respondió entre besos y caricias sensuales al cuerpo de Haze, le encantaba cómo el pelinegro temblaba cada que sus manos exploraban su cuerpo sin recato alguno — Así como tú solo me perteneces a mí también.
— Jessie — murmuró tomándolo de los brazos para pegarse más al cuerpo ajeno, movimiento que el pelirrojo aprovechó para sujetar a Haze con fuerza y cargarlo entre sus brazos, prosiguiendo con esos besos lentos y sensuales.
Gimió ahogadamente al sentir cómo su novio empezaba a penetrarlo lentamente, haciéndole jadear y estremecerse entre sus brazos.
— ¡Ah, J-Jessie!
— Tranquilo, Cherry, ¿acaso quieres que nos oigan? — preguntó coquetamente mientras proseguía con aquel lento vaivén contra el cuerpo de Haze.
— ¡A-Ah, ay Jessie, m-más fuerte!
— ¿Más fuerte? — preguntó acercándose a él para besarle el cuello lentamente, logrando que el pelinegro gimiera de manera mucho más suplicante.
— ¡Ah, a-ay Jessie, a-así! — clamó echando la cabeza hacía atrás y dejando que su novio le besara el cuello con deseo, dejando varias marcas encima de las que ya estaban ahí desde la noche anterior.
— Sí Cherry, grita mi nombre — susurró en el oído de Haze, haciéndole sonreír lascivamente.
— Jessie — gimió arqueando la espalda — ¡Ah, Jessie! ¡m-más rápido!
— ¿Fuerte? ¿rápido? ¿acaso quieres que te deje sin poder caminar, Cherry?
— N-No sería mala idea — susurró mordiendo la mejilla del pelirrojo, gesto que hizo a Jessie sonreír coquetamente.
— Mgh, tendré que encelarte más a menudo — gruñó tratando de besar los labios de Haze, aunque este se apartó para verle con seriedad.
— ¡No! t-tú eres mío, Jessie Dalton, ¡d-de nadie más!
— Mgh, ¿puedes repetir eso? sonó tan lindo que creí que estaba soñando — murmuró entre gruñidos de placer, mientras estampaba al pelinegro contra la pared de la ducha para proseguir con aquel salvaje y acelerado vaivén.
— ¡A-Ah, Jessie, J-Jessie mi amor! — clamó cerrando los ojos y sacando la lengua, haciendo unas expresiones de placer que hicieron a Jessie gruñir de deseo.
— Mgh, carajo Haze, gimes tan lindo —gruñó tomando la barbilla ajena para darle un hambriento beso de lengua a su novio, beso al que Haze correspondió mientras seguía jadeando por debajo.
— Ah, ah, qué rico — murmuró al apartarse de aquellos voraces besos — ¡J-Jessie mi amor, no pares!
— Mgh, ay por Dios, Cherry, t-te voy a dejar cojeando cuando acabe — murmuró acercándose al cuello ajeno para morderlo con fuerza, al mismo tiempo que aceleraba considerablemente su vaivén.
— ¡Ah! ¡J-Jessie mi amor! ¡Sigue por favor! — chilló al sentir las bruscas embestidas que le daba su novio, jadeando y mirando detenidamente ese par de ojazos verdes que le detallaban con una lujuria digna de una bestia.
— Eres mío, Cherry, solamente mío — repitió mientras se hundía bruscamente en el cuerpo ajeno, haciendo a Haze temblar y mirarle a los ojos con sumisión.
— ¡S-Sí mi amor! — asintió con la cabeza mientras echaba la cabeza hacía atrás — ¡Ah, Jessie! ¡Mi campeón!
— Mgh, ¡Ay Haze! — clamó mientras iba al cuello ajeno para morderlo con fuerza, haciendo que el pelinegro gritara con fuerza y empezara a venirse de golpe sobre el abdomen de su novio, quién al sentir cómo el cuerpo de Haze se contraía de tal manera, no pudo evitar venirse de igual forma.
— Ah, ay mi amor — gimoteo mientras hundía su cara en el cuello ajeno — Eso fue muy rico.
— Vaya que sí — susurró repartiendo besos sobre la marca que acababa de dejar en el cuello de su novio — Me encanta hacerte chillar, Cherry.
— A mí también me gusta que lo hagas — susurró pegando su frente con la de Jessie, y luego de unos segundos, empezaron a besarse de manera lenta y muy apasionada, importándoles poco que seguían en las duchas de la escuela, y que en cualquier momento alguien entraría y podría verles pecando como un par de desvergonzados, aunque poco o nada les importaba a ellos, después de todo, el contacto físico era una de las muchas maneras en que le dejaban claro al otro lo mucho que lo amaban, y por ende, no les avergonzaba en absoluto demostrarse lo mucho que se amaban.
-
— Creo que eso te servirá — decía mientras veía cómo el pelinegro terminaba de ponerse unos jeans y una camiseta de mangas cortas que dejaba muy expuesto su cuello, detalle que Haze ignoró por completo, solo quería ponerse algo para poder irse, debido a que su ropa acabó totalmente empapada por la "aventurilla descuidada" que tuvo con su novio.
— Tu ropa me queda muy bien — dijo juguetonamente mientras terminaba de ponerse el pantalón, para ir hacía el pelirrojo y colgarse de su cuello sin más, sacándole una cálida risa de los labios.
— Todo en ti se ve muy lindo — susurró acariciando la mejilla ajena.
— ¿Me prometes que no debo preocuparme porque Bradley y tú estén tan cerca el uno del otro? — murmuró tímidamente, creía que Jessie se enojaría por su insistencia para con el tema, pero afortunadamente, su novio le tomó del cuello delicadamente para besarlo suavemente.
— Te doy mi palabra — susurró entre cálidos besos a los que Haze correspondió, aunque tuvieron que apartarse de dichos besos al oír unas pisadas aproximarse al lugar donde ellos estaban.
— Creo que deberíamos expandir poniendo dos hileras más de casilleros en— hablaba aquel hombre de traje mientras entraba a los vestidores acompañado de una secretaria y de otro hombre que parecía trabajar en una constructora; Apenas entraron al lugar y vieron a los dos jóvenes que terminaban de vestirse, el hombre de traje frunció el ceño y les miró con severidad — ¡¿Jóvenes qué están haciendo aquí todavía?!
— D-Director Carson — murmuró Haze mientras le miraba con nerviosismo — E-Es que Jessie olvidó algo y v-vinimos a buscarlo.
El director observó con recelo las pronunciadas marcas en el cuello de Haze, las cuales eran mucho más notorias que las de Jessie, y algo que terminó de levantar sospechas para él, fue el hecho de que ambos chicos tenían el cabello mojado, como si acabaran de salir de la ducha, al mismo tiempo.
— Señor Carson — dijo la mujer — Tenemos poco tiempo, ¿podemos seguir viendo el vestidor para su expansión?
— S-Sí, ha-hagan eso, n-nosotros nos vamos — dijo Haze mientras tomaba el brazo del pelirrojo para salir a paso acelerado con él de dicho lugar, pero la manera en que ambos se marcharon tan abruptamente, solo acabó por empeorar el recelo del director, quien empezó a notar una coincidencia bastante preocupante en la actitud de ambos jóvenes.
Ambos salieron casi corriendo al estacionamiento de la escuela, y apenas subieron a su auto, el pelinegro jadeó horrorizado y cubrió su rostro con ambas manos a causa de la vergüenza que estaba sintiendo.
— ¡Ay por Dios! — jadeó — No puede ser.
— Cálmate, Cherry, no tiene forma de saber qué es lo que estábamos haciendo — dijo cínicamente mientras encendía el auto y empezaba a conducir con cuidado.
— S-Su cara daba a entender otra cosa, Jessie — bufó con pesadez — Demonios, y-ya debe imaginarse lo que estábamos haciendo, ¡mañana nos obligará a ir a su odiosa terapia de seguro!
— Entonces evitemos toparnos con él y listo.
— ¿Así y ya? ¿y-y si nos cita a su oficina estando nosotros en clases?
— Tenemos peores problemas que preocuparnos por lo que diga un estúpido profesor conservador, Cherry, ¿enserio quieres estresarte de más pensando en lo que ese imbécil pueda o no decir de nuestra relación?
— Pues... s-supongo que no — murmuró débilmente mientras observaba por la ventana del auto cómo la noche empezaba a caer de repente, y con ella, un suave sentimiento de quietud inundó el pecho de Haze, a pesar del estrés ocasionado por la densa mirada del director Carson, las noches junto a su pareja le provocaban un sentimiento de quietud precioso, un sentimiento que jamás había experimentado en toda su vida, y que le aterraba muchísimo perder.
-
Al llegar a casa, ambos fueron a su habitación y se encerraron sin intención alguna de ir a hablar con la mujer que les alquilaba la habitación, no les agradaba en absoluto la mirada de desdén de dicha mujer, era por eso que trataban de evitarla siempre que tenían la oportunidad.
— ¿Quién es un lindo bebé? — balbuceaba mientras acariciaba al enorme animal que dormía en su regazo, mientras cierto sujeto pelirrojo estaba sentado al otro extremo de la cama contando varios billetes arrugados, y con una expresión frustrada que preocupaba mucho al chico pelinegro — ¿Todo bien, mi amor?
— Algo — murmuró con pesar, no quería preocupar a Haze, pero la situación se le empezaba a escapar de las manos.
Al ver el semblante frustrado de su novio, Haze se apartó del perro para acercarse a Jessie, sentarse a su lado, y apoyar su cabeza del hombro ajeno.
— ¿Qué ocurre, campeón?
— Nos falta dinero — renegó, logrando que Haze le observara con preocupación — Asumo que Magda nos está robando.
— P-Pero creí que lo tenías en un lugar seguro.
— Noté que nuestra ropa estaba desordenada cuando llegamos, creí que había sido Boby, pero seguramente fue ella — renegó con molestia, mientras una expresión de pena se dibujaba en el rostro de Haze.
— ... Vaya que fue un error haber venido aquí — murmuró con la voz algo apagada, alertándose al sentir un beso en su frente de parte de Jessie.
— No te lamentes, Cherry; esa mujer te engañó aprovechándose de tu bondad. Solo necesitamos conseguir pronto un nuevo sitio dónde quedarnos.
— ¿Crees que cerca del centro sea buena idea?
— Con tu padre al acecho, lo dudo — renegó mientras tomaba los billetes para doblarlos otra vez — Ya iré pensando en algo, por ahora necesitamos esconder esto en un lugar seguro, o a este paso estaremos sin dinero por esa perra.
— Mh, ¿qué tal en el auto?
— No, es más probable que los pierda ahí — murmuró mirando a los lados y detallando cada rincón de aquella habitación — Tal vez entre la ropa sucia.
— No, yo sé de un sitio mejor — dijo mientras se levantaba de la cama para tomar la mano del pelirrojo y guiarlo al baño de la habitación.
Al llegar a dicho sitio, Haze abrió un botiquín de primeros auxilios que estaba en los estantes del baño, y al abrirlo, tomó su inhalador para el asma y le quitó el frasco con el medicamento, dejando solo el "casco" de dicho objeto.
— Puedes guardarlo aquí — dijo mientras le entregaba el "inhalador" a Jessie, quien le miró con preocupación y algo de severidad.
— ¡¿Cherry qué crees que estás haciendo?!
— No creo que ella esté tan de mente para buscar dinero en un lugar como este.
— ¡¿Y qué si necesitas usar tu inhalador?!
— Descuida, n-no lo he usado hace mucho tiempo, t-tal vez mi salud está mejorando.
— Sé que tu salud está mejorando, Cherry, pero me preocupa que dejes de lado tu inhalador tan de repente.
— Estaré bien, Jessie — insistió, dedicándole una cálida sonrisa a su novio, quien chasqueó la lengua con recelo para tomar el objeto que su novio le entregaba, y guardar allí el poco dinero que les había dejado su casera.
— A la primera señal de tener un ataque de asma y de no tener tu inhalador, voy a estrangularte.
— Eso suena lindo — susurró juguetonamente, logrando que el pelirrojo le mirara con asombro y picardía.
— No lo decía en ese sentido.
— Todo acaba en ese sentido últimamente.
— ¿Y eso te molesta?
— Para nada, de hecho, admito que me gusta mucho — murmuró acercándose a Jessie para colgarse del cuello ajeno y besar sus labios con suavidad, besos a los que el pelirrojo no pudo evitar corresponder.
-
— ¡N-No, papá por favor no, no quiero ir con él! — clamaba al sentir cómo le jalaban del brazo y lo guiaban hacía una enorme casa, donde un sujeto de sonrisa cínica y aura abrumadora parecía estarle esperando.
— ¡Deja de quejarte, Sasha! — reclamó mientras guiaba al chico a la puerta de aquel lugar, y al llegar con el hombre en cuestión, le entregó la mano de su hijo para desvanecerse de golpe, provocando en el chico un helado sentimiento de pena y terror que le hizo derramar un par de lágrimas.
— Vaya Haze, te ves tan lindo como siempre — murmuró de forma cínica mientras pasaba sus manos por el rostro del chico en cuestión, pero luego de un rato, posó ambas manos en su espalda baja, haciendo al chico jadear pesadamente — Se nota que ya estás listo para ser mío.
Se sentó de golpe mientras jadeaba bruscamente y miraba a los lados tratando de ubicarse en tiempo y espacio, sintiendo un alivio abismal al notar que estaba en la habitación que compartía con su pareja, al mismo tiempo que iba recordando poco a poco que ambos se fueron a dormir luego de una ronda larga de besos y caricias.
Suspiró suavemente para recostarse boca arriba en la cama nuevamente, pasando ambas manos por su rostro y tratando de convencerse a sí mismo de que aquel amargo momento solo fue un sueño cruel, y que él ya no estaba a merced de Dick, estaba a salvo, al menos por ahora.
— ¿Estás bien, Cherry? — escuchó la suave y ronca voz de su novio, a quien volteó a ver con algo de vergüenza, sobre todo al notar cómo Jessie le miraba con suma preocupación.
— S-Sí, solo fue una pesadilla — susurró cerrando los ojos nuevamente — No te preocupes.
— Lo nombraste a él — dichas palabras hicieron que Haze abriera de golpe los ojos y mirara con vergüenza a Jessie — No te preocupes, entiendo que aún debe rondar por tu mente todo lo que te pasó con él, solo quiero que te quede claro que él no volverá a lastimarte, Haze, no mientras yo esté aquí.
— E-Es que es tonto — murmuró sonriendo con pesar.
— ¿Cherry cómo va a ser tonto? eso que te pasó fue horrible, admiro mucho la fortaleza que has tenido para tratar de salir adelante, creeme, no considero nada tonto lo que te está pasando — explicaba mientras acariciaba delicadamente las mejillas de su novio, quien sonrió penosamente al oír las suaves palabras de su pareja.
— Creí que te enojaría darte cuenta que él sigue rondando mi mente.
— Me enoja, me frustra, pero solo porque no pude llegar a tiempo y evitar que ese tipo te dañara — admitió mientras pegaba su frente con la de Haze — No quiero que te sigas guardando dolor, Cherry, si quieres desahogarte y hablar conmigo, eres libre de hacerlo.
— No — negó mirando a otro lado con molestia — No quiero hablar de él, solo hará que la herida siga viva, además de que sería darle un poco de tiempo de mi vida a él, y ya no quiero ni siquiera que ronde mi mente, solo lo quiero olvidar, Jessie, nada más.
— Te ayudaré a olvidarlo, es una promesa — susurró pasando su mano delicadamente por el cuello ajeno, sacándole a Haze una delicada sonrisa tímida.
— Es por eso que te amo, Jessie Dalton — dicho esto, plantó un cálido beso en los labios de Jessie, al que el pelirrojo correspondió mientras se iba apegando cada vez más al cuerpo de su pareja, brindándole calor en aquella noche tan fría y silenciosa.
-
— No siento la espalda — renegó con cansancio mientras caminaba escaleras abajo junto al pelinegro, quien se tallaba los ojos y miraba a los lados con flojera y el mismo nivel de cansancio que su novio — Creo que el maldito piso es más cómodo que ese colchón del carajo.
— Necesitamos otra cama.
— Necesitamos pensionarnos — renegó, logrando sacarle a Haze una suave risa de los labios.
— Al fin bajan, par de bastardos — escucharon la voz de cierta mujer mayor que tanto lograba erizarles la piel.
— Maldita sea — renegó volteando a ver cómo la mujer iba hacía ellos — ¡¿Ahora qué, Magda, debemos pagarte por respirar o qué?!
— Es día de pago, Jessie, ¿o acaso se te olvida que tienes que pagar por vivir aquí?
— No lo olvido, no es como que tú me des oportunidad de olvidarlo, anciana usurera — dicho esto, tomó la mano de Haze para caminar con él fuera de aquella casa, ignorando los reproches y palabras despectivas que soltaba aquella mujer.
— Cielo santo, a este paso nos quedaremos sin ahorros.
— Descuida Cherry, ya mañana iré a trabajar a la construcción, y con el dinero que me paguen podré empezar a buscar un mejor sitio dónde quedarnos.
— Ojalá tenga patio, así Boby podrá estirar las piernas — murmuró con ilusión, aunque se detuvo para agacharse y tomar un periódico que estaba en el suelo, acción que hizo que su novio le mirara con diversión.
— ¿Seguirás robándole el periódico a Magda?
— Ella nos roba a nosotros, además quiero leer la sección de casas en alquiler, y los cómics del gato Mauro — dijo tranquilamente, sacándole a su novio una risa cínica.
Al subir juntos al auto, Jessie empezó a conducir hacía la escuela, mientras Haze leía tranquilamente el periódico, aunque le alertó ver la fecha de ese día, veinticuatro de noviembre, un día común y corriente, el detalle era que al día siguiente (osea, veinticinco), era el día en que su novio cumpliría diecinueve años de edad, dato que hizo a Haze jadear con asombro y algo de emoción.
— ¿Qué pasa? ¿encontraste algo bueno? — preguntó sin quitarle la mirada al camino.
— Ehh, n-no, e-es que el cómic de hoy está... ¡m-muy bien dibujado! — exclamó sonriendo con entusiasmo, logrando que el pelirrojo riera por debajo al oírle.
— Vaya que te gustan esos cómics, ¿eh? — dijo riendo por debajo.
— ¡B-Bastante! — clamó sonriendo con ilusión, aunque rápidamente sintió un nudo formarse en su garganta al pensar que al día siguiente su pareja estaría cumpliendo años, y él no tenía dinero para comprarle un regalo o un pastel, o para organizarle algo lindo a su ser amado, eso frustraba muchísimo a Haze, porque a pesar de que Jessie le dijo claramente que poco o nada le importaba su cumpleaños, Haze quería organizarle algo lindo a su pareja, a modo de pago por todas las cosas lindas que Jessie hacía a diario por él, y las que seguramente haría en el futuro.
Continuará
Voten y comenten si les ha gustado el capítulo, también recuerden apoyar el libro en la plataforma Alphanovel para poder seguir publicando capítulos gratuitos con más frecuencia <3
Y no te olvides de dejar un comentario de apoyo, enserio te lo agradezco <3
- Gema
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro