— Mgh — gimoteó entre besos mientras se disponían a entrar en su habitación, cerrando con llave la puerta detrás de ellos — Jessie, quiero hacerlo.

— Yo igual — susurró entre besos mientras acariciaba las caderas ajenas, aunque ambos voltearon de golpe al oír el fuerte ladrido de cierto animal.

— Creo que nos esperaban — murmuró Haze entre risas tímidas — ¿Podemos esperar a que se duerma?

— ¿Te da pena que el perro nos vea tener sexo? — preguntó de forma algo burlona mientras pegaba su cuerpo al de Haze.

— E-Es que es incómodo.

— Bien, podemos esperar a que se duerma — dijo rodando sutilmente los ojos mientras reía por debajo, para acto seguido, ir hacía el animal en cuestión, sacar algo de comida de una bolsa, y dársela al susodicho, mientras Haze sonreía de lado ante tal situación.

Se quitó la ropa para recostarse en la cama, usando solo su ropa interior, él y su pareja no acostumbraban dormir con ropa, solo cuando hacía frío era que decidían ponerse algo que los cubriera del frío.

— ¿Estás cómodo? — preguntó el pelirrojo mientras se quitaba la camiseta y los jeans.

— Sí — asintió viendo atentamente cómo su novio se desnudaba frente a él — Ven amor.

En cuanto Jessie se recostó en la cama, se acurrucó junto a Haze para besarle dulcemente el cuello.

— Eres el amanecer más precioso que he visto — susurró en el oído ajeno, haciendo a Haze sonreír tímidamente.

— Me encanta tu lado cursi — susurró volteándose para quedar frente a frente con Jessie — Hablando de amaneceres, mi amor.

— ¿Qué ocurre?

— Pronto será tu cumpleaños — murmuró sonriendo cálidamente, haciendo al pelirrojo suspirar algo abrumado mientras miraba hacía otro lado.

— Ah sí, había olvidado eso por completo.

— Vamos Jessie, no pongas esa carita, ¿porqué no te gusta tu cumpleaños?

— No es que no me guste, solo... — inhaló profundamente mientras trataba de organizar sus palabras — Mi cumpleaños nunca fue muy importante, solo es un día más ¿comprendes? nunca me hice al hábito de festejarlo.

— ¿Nunca? — murmuró con pesar, cara que hizo a Jessie sonreír algo apenado — Jessie lo lamento tanto.

— No tienes porqué, Cherry — susurró abrazando al pelinegro para besarle dulcemente la frente — Con tenerte conmigo es más que suficiente para mí.

— Pero quiero que tengas un lindo cumpleaños — murmuró tomándole de las mejillas para apretarlas sutilmente — Mi campeón merece lo mejor.

— ¿Enserio? — susurró coquetamente — ¿Eso piensas?

— S-Sí — murmuró acariciándole las mejillas — Mis cumpleaños tampoco eran la gran cosa, pero al menos tenía pastel y algún obsequio, mayormente cosas de arte.

— Que tu padre no vaciló en destruir — dijo de manera algo ácida sin percatarse de lo que estaba saliendo de su boca, logrando que el de ojos azules agachara la mirada con dolor, "idiota" rebotó de golpe en la mente de Jessie en cuanto se dió cuenta de lo que hizo — Perdóname Cherry, no era mi intención recordarte eso.

— Descuida, tienes razón, las destruyó sin pensarlo dos veces — murmuró mientras se acurrucaba en el pecho ajeno — Él sabía lo que significa el arte para mí, y le dió igual romper todo lo que yo amaba.

— No pienses más en eso por favor — susurró sujetando suavemente el cuello ajeno para besar el cráneo de Haze — Lamento mucho haberte hecho recordarlo.

— No, no creas que es por lo que dijiste, yo... pienso en eso a menudo — admitió mientras suspiraba pesadamente — Lo pienso a detalle y... siempre duele recordar todo lo que me dijo, y lo que hizo, dejándome claro que yo no le importaba tanto como creí.

Un beso de parte de Jessie hizo que Haze lograra sonreír de lado, dejando de lado esa expresión de pena que decoraba su rostro.

— Olvidemos el pasado, enfoquémonos en el presente, y luchemos por nuestro futuro — susurró rozando sus labios con los de Haze — El tiempo sabrá ayudarnos.

— ¿Tú crees? — susurró rozando suavemente sus labios con los del chico pelirrojo, condensándose poco a poco en un beso más voraz y lujurioso.

Haze arqueó una ceja al ver cómo Jessie se apartaba del beso para voltear a ver al enorme animal que estaba en la habitación con ellos.

— ¿Qué ocurre? — murmuró entre suaves risas.

— Ya Boby se durmió — dicho esto, empujó a Haze para colocarse encima suyo y empezar a bajarle la ropa interior — Al fin, empezaba a impacientarme.

— Jessie — susurró entre jadeos mientras tomaba los hombros ajenos y los besaba con deseo, gimiendo por debajo al sentir cómo su novio empezaba a frotar su cuerpo contra el suyo.

Ambos gimieron al unísono en cuanto Jessie entró al cuerpo de Haze, haciéndoles temblar por igual mientras veían fijamente los ojos del otro.

— Ah, Jessie — gimió mientras pegaba su frente con la del pelirrojo — Mi amor.

— Ah, a-al fin — jadeó mientras empezaba un vaivén lento, pero que lograba hacerles temblar por igual.

— A-Ay Jessie, q-qué bien se siente.

— No hagas ruido — susurró separando las piernas ajenas y acercándose al rostro de Haze — Si Magda nos escucha tendremos problemas.

— ¿C-Cómo quieres que no haga ruido? s-si tú me— sus palabras fueron abruptamente interrumpidas por un voraz y cautivador beso de parte del chico pelirrojo, cuya lengua se frotaba de manera lenta contra la de Haze, tacto que hizo al pelirrojo gimotear lascivamente.El suave eco de sus ahogados jadeos era lo único que resonaba en aquella habitación, a parte del lento vaivén que daba Jessie contra el cuerpo de Haze, quien luchaba con todas sus fuerzas por no gemir, pero le costaba mucho hacerlo, sobre todo por la forma tan dulce y apasionada en que su novio le estaba haciendo el amor.

— Te amo — susurró Jessie al oído de Haze, mientras tomaba las manos ajenas y las apretaba con fuerza para proseguir con su vaivén — Te amo, Cherry; te amo tanto.

— Jessie — jadeó echando la cabeza hacía atrás para gimotear con más fuerza — También te amo, ¡te amo!

— Ven — susurró mientras se apartaba un poco para ponerse de rodillas en la cama y cargarlo entre sus brazos, haciendo que su vaivén fuera más profundo, y le sacara a ambos jadeos un poco más bruscos y acelerados.

— ¡A-Ah, J-Jessie! — gimió arqueando la espalda — N-No tan rápido.

— Ch-Cherry — jadeó hundiendo su cara en el cuello ajeno, Haze aprovechó esto para apretar con fuerza la larga cabellera de su novio — Me vuelves loco.

— ¡Jessie! — clamó de forma algo aguda — ¡A-Ah, J-Jessie mi amor!

— ¿Te duele?

— ¡Ah, n-no, m-me encanta! — chilló echando la cabeza hacía atrás, dejando que Jessie le besara el cuello con deseo — ¡Ah, ay Jessie, p-por favor dame más!

— ¿Más? — gruñó acelerando considerablemente su vaivén — ¿Se te olvida que mañana tienes clases, Cherry?

— ¡Ah, ah! ¡ay no pares! — rogó pegando su frente con la del pelirrojo, mientras clavaba sus uñas en la espalda de Jessie, cosa que hizo que el pelirrojo gruñera de forma brusca.

— Mgh, m-mierda, e-esas uñas tuyas están muy afiladas — admitió viendo fijamente los ojos de Haze, sintiendo un cosquilleo en su cuerpo por la tierna y lujuriosa expresión que reflejaban los ojos azules de su novio — ¿E-Estás a nada de venirte, verdad?

— S-Sí — asintió rodeando el cuello ajeno con sus brazos — ¿T-Tú también?

— Eso no se pregunta — murmuró besando suavemente el cuello ajeno — ¿O acaso no notas cómo se contrae mi miembro dentro de ti?

— ¿E-Eso significa? — preguntó con asombro — Con razón se siente tan rico.

— Me sonrojas — admitió entre coquetas risas — Si crees que eso es rico, esto te va a desquiciar.

— ¿Qué cosa? — preguntó con curiosidad, arqueando una ceja al ver cómo el pelirrojo lo recostaba boca arriba en la cama para tomar sus piernas y separarlas por completo.

— Te dolerá un poco al principio, pero te prometo que te gustará — susurró tapando la punta del miembro de Haze con uno de sus dedos, y acto seguido, empezó un vaivén lento que hizo al de ojos azules arquear la espalda y verlo fijamente con deseo y algo de sumisión.

— ¡Ah, a-ay Jessie! ¡s-suéltame!

— Solo aguanta un poco, ya verás lo rico que se siente — murmuró besando el pecho ajeno mientras proseguía con su vaivén, provocando que Haze temblara y gimiera con cada embestida de parte suya.

— ¡A-Ah, J-Jessie! — gritó al sentir la fuerte corriente del orgasmo recorrer su cuerpo, solo que, no sintió aquella viscosa sustancia recorrer su piel, por lo que miró a su novio sin entender exactamente lo que acababa de pasar.

— ¿Qué tal se sintió? — preguntó acariciando los labios ajenos con su mano libre.

— Se sintió rico, p-pero no me vine.

— Es un orgasmo seco, no son muy frecuentes, solo pasa cuando estás muy excitado.

— Quiero otro — rogó tomando los hombros de Jessie para verlo a los ojos con deseo, logrando que el pelirrojo lo observara con curiosidad, pero luego de unos minutos, correspondió con el mismo nivel de deseo que le dedicaba su novio.

— Te haré sentir todos los orgasmos que quieras, Cherry — gruñó besando con lujuria los labios ajenos, besos a los que Haze correspondió abrazando las caderas ajenas para evitar que Jessie se apartara de él.

-

Las horas pasaron con velocidad, o al menos para ambos fue así, ya que ninguno quería apartarse de la piel del otro. Se besaban con deseo mientras se frotaban contra el otro de manera poco sutil, importándoles poco que al día siguiente tenían cosas que hacer, compromisos pendientes, todo eso les dió igual, todo les daba igual cuando se trataba de hacer el amor con su ser amado.

— Deberíamos dormir ya — murmuró Jessie mientras besaba el pecho de Haze, quien reía pícaramente ante los besos y las palabras de su novio.

— Eso dijiste hace rato, y cuando me descuidé me lo empezaste a hacer otra vez.

— Es que verte dormir sin ropa me vuelve loco — susurró dejando varios besos y chupetones en el pecho ajeno — ¿Ya estás cansado?

— Un poco — admitió tomando las mejillas ajenas para besar a Jessie de forma lenta y muy sensual — Te amo.

— Yo también te amo, Haze — respondió entre besos mientras acariciaba el cuerpo ajeno de arriba a abajo, y al cabo de unos minutos, ambos se quedaron profundamente dormidos, sintiendo el cuerpo muy pesado, pero ni todo el cansancio les quitaba ese hermoso sentimiento de satisfacción por haber hecho el amor por horas.

Al cabo de un par de horas, ambos tuvieron que levantarse al oír la alarma de su habitación resonar de repente, alarma que Jessie tomó sin siquiera alzar la cabeza de la cama, para arrojarla con fuerza hacía la pared de la habitación, cosa que alertó al animal que dormía ahí con ellos, pero Haze no le prestó atención en absoluto.

— Jessiee... — murmuró con voz algo severa, sin siquiera abrir los ojos.

— Yo lo reparo — respondió rápidamente.

— Mh, bien — susurró acurrucándose en el pecho del pelirrojo — Debes levantarte ya.

— ¿Y tú qué? — preguntó risueño, pero al ver cómo su novio de verdad planeaba quedarse dormido nuevamente, empezó a agitarlo un poco — Eh, Cherry, ¡Cherry despierta!

— ¡No quiero! — puchereó ocultándose bajo una manta blanca que fue testigo de la noche de pasión entre ambos.

— Mi amor — renegó quitándole la manta de encima para verle con una sonrisa cínica — ¿Me vas a dejar solo en clases hoy?

— Pero tengo sueño — susurró débilmente, expresión que hizo a Jessie sonreír y sonrojarse de golpe, para después mirar a otro lado y sonreír juguetonamente.

— Es difícil tratar de razonar contigo ¿eh?

Dicho esto, se levantó de la cama para cargar a Haze entre sus brazos y caminar con él al baño de la habitación.

— ¡Jessie!

— Perdóname Cherry, pero debemos ir a clases, el fin de semana te dejaré dormir todo lo que quieras.

— Cretino — gruñó pesadamente, cosa que hizo a Jessie reír juguetonamente.

-

Luego de finalmente haberle dado una ducha al chico pelinegro, ambos salieron rumbo a la escuela, las ojeras en sus rostros eran muy notorias, al igual que el cansancio y lo hinchado en sus rostro por no dormir, además de varias marcas que se dejaron mutuamente alrededor de sus cuerpos, Haze ocultaba las suyas, mientras que Jessie no se molestaba en cubrirlas, de hecho, le generaba orgullo dar a entender que tuvo una noche de sexo loco con su pareja.

— ¿Sigues enojado? — preguntó maliciosamente mientras estacionaba su auto y miraba de reojo al chico pelinegro, quien estaba recostado en el asiento del auto con los ojos cerrados y con un semblante exhausto en su rostro.

— Solo quiero dormir — murmuró débilmente, cosa que hizo a Jessie reír por debajo y acercarse a él, para tomar sus mejillas y besarlo delicadamente.

— Dormirás cuando volvamos ¿de acuerdo? por ahora trata de mantener esos lindos ojitos abiertos, ¿o quieres que nos regañen por llegar tarde y no prestar atención a la clase?

— Claro que no — bufó arrugando la nariz, gesto que hizo a Jessie reír y besarle dulcemente la frente.

— Entonces salgamos, ¿te parece?

Dicho esto, ambos salieron del auto y caminaron juntos al edificio donde veían clases, Jessie por primera vez en mucho tiempo solo usaba una camiseta gris que dejaba expuestas las cicatrices y marcas en sus brazos, al igual que los chupones y mordidas en su cuello, mientras que Haze optó por usar un suéter verde que esa propiedad de su novio, para de esta forma cubrirse de mejor manera el cuerpo.

— Muero de hambre — dijo Jessie con fastidio, mientras Haze observaba curioso la cantidad de personas que miraban con recelo y morbo a su acompañante de cabello rojizo, ya imaginaba muy bien el porqué, pero igual eso no le agradaba en absoluto.

— ¡¡Haze!! — voltearon de golpe al oír una voz conocida gritar y acercarse hacía ellos, y cuando aquel sujeto gótico llegó para abrazar con fuerza al de ojos azules, este se quedó bastante abrumado, mientras Jessie miraba tal escena con recelo.

— ¡¿Sh-Shun?! — clamó algo dudoso mientras se apartaba un poco para verle con curiosidad — ¿Q-Qué pasa? ¿porqué llegas así?

— ¡Dependo de ti, Haze! — clamó sacudiéndolo de los hombros — ¡No hice mi tarea de biología, y O'neall me tiene en la mira! ¡por favor ayúdame!

— Esa tarea la dejaron desde hace tres semanas, Shun, ¡¿cómo pudiste descuidarte tanto?!

— Seguro el pene de Trevor lo tuvo entretenido — dijo Jessie con ácida ironía, logrando que el gótico le mirara incrédulamente.

— Jaja, jaja, ¡oh Dalton, eres tan hilarante! ¡¿me dejas hablar con mi amigo por cinco minutos sin parecer un acosador?!

— ¡Shun por favor no empiecen! — reclamó Haze con fastidio, frunciendo el ceño al ver cómo su novio se paraba frente a su mejor amigo y lo miraba con incredulidad.

— Deberías aprender a cerrar la boca de vez en cuando.

— ¡Jessie por amor de— gruñó mientras se metía entre ambos para ver a Shun con frustración — Mi tarea está en el casillero, vé y apúntala antes de que se te haga tarde.

— ¡Es por eso que te adoro, Haze! — dijo Shun mientras se acercaba al de ojos azules y le apretaba las mejillas, para acto seguido, apartarse finalmente de ellos.

— Ese inútil quiere que le rompa la cara.

— No vas a romperle la cara a nadie — le regañó, logrando que el pelirrojo rodara sus ojos con fastidio.

— ¡Bien! ¡pero entonces que deje de decir idioteces! se me va a olvidar un día que ese bastardo es tu amigo.

— Ay Jessie por Dios — bufó tomando la mano ajena para caminar al interior de la escuela junto con su novio, quien seguía gruñendo y soltando pestes hacía su mejor amigo.

— ¡¿Y porqué él tiene la contraseña de tu casillero?!

— Tú también la tienes, Jessie — dijo con algo de fastidio.

— ¡Pero yo soy tu— estuvo a punto de hablar, pero Haze rápidamente volteó para dedicarle una expresión algo severa — Tu... ¡tú entiendes lo que soy!

— Eres un odioso perro rabioso con el que tengo que lidiar — murmuró cínicamente, logrando que Jessie le mirara con seriedad, expresión que le hizo reír burlonamente — ¡Ay por Dios, tu cara me mata!

— Chistosito ¿eh? — bufó llevando uno de sus mechones pelirrojos tras su oreja para empezar a caminar lejos de Haze, quien seguía riendo mientras iba detrás de él.

— ¡Vamos Jessie, solo fue una broma! ¡tú también me haces muchas bromas!

— Mis bromas son hilarantes, las tuyas son odiosas.

— ¿Si quiera sabes lo que significa "hilarante"? — cuestionó pícaramente, ganándose que el pelirrojo lo observara con un asombro notoriamente exagerado.

— ¡Oh, ahora me dices ignorante! jaj, es todo Haze Dalton, ¡me voy a mudar sin ti!

— ¿Haze Dalton? — preguntó con asombro, logrando que el pelirrojo le mirara con incredulidad.

— Es todo, me voy— trató de irse, pero un agarre en su brazo de parte de Haze le impidió marcharse.

— ¿Haze Dalton? — murmuró tímidamente mientras se acercaba a Jessie para sonreírle cálidamente — ¿Eso qué significa?

— Es que odio que lleves el apellido del imbécil de tu padre, prefiero que uses el mío.

— Es lindo, me gusta la idea de usar tu apellido — murmuró juguetonamente mientras tomaba uno de los mechones rojizos de Jessie y lo enrollaba en su dedo índice — Se siente como si lo nuestro fuera más... "formal" por así decirlo.

— ¿Hablas de matrimonio? — preguntó pícaramente, haciendo que Haze se sonrojara de golpe y lo mirara con preocupación.

— ¡¿Q-Qué?! — clamó con asombro, sacándole a Jessie una risa cínica.

— Vamos, tú lo dijiste, hace lo nuestro mucho más "formal", y lo único que se me ocurre más formal que vivir juntos, es enmatrimoniarse.

— Q-Qué locuras dices — bufó mirando a otro lado, ganándose que el pelirrojo arqueara una ceja y le sonriera cínicamente.

— Vamos Haze, ¿porqué te avergüenza pensar en eso?

— E-Es que... s-suena tan descabellado — susurró mirando a otro lado — Es una locura total el si quiera pensarlo.

— Relájate, Cherry, solo fue un chiste — murmuró alborotando el cabello ajeno — Aunque admito que sería lindo poder hacerlo.

— Estás loco — murmuró entre sutiles risas, logrando que Jessie riera y lo mirara con incredulidad.

— ¿Ahora me dices loco, eh? bien Haze Dalton, creo que no me queda de otra que irme — trató de apartarse de él, pero Haze repentinamente se fue sobre él para colgarse en su espalda, riendo a medida que avanzaba por los pasillos sobre la espalda de Jessie.

— ¿Me llevas a la clase?

— Si quieres, pero el viaje no te saldrá barato — murmuró coquetamente, haciendo que el pelinegro se sonrojara de golpe.

— Cuento con eso — admitió riendo con malicia, mientras un leve ardor se iba adueñando de sus mejillas.

Ambos estuvieron a punto de ir a su salón de clases, pero al cruzar el pasillo, se toparon de frente con una figura mayor que les hizo quedarse helados de golpe.

— Director Carson — dijeron al unísono mientras Haze se bajaba de la espalda de Jessie, sintiendo su piel erizarse por la tenebrosa mirada seria que les dedicaba el docente.— Jóvenes, ¿a qué se debe este escándalo en el pasillo? ¿y porqué no están en clases?

— Ya íbamos en camino para allá — dijo Jessie, aunque el director rápidamente se fijó en las escandalosas marcas que el pelirrojo tenía en su cuello y en sus hombros.

— Señor Dalton, ¿qué son esas marcas que tiene en el cuerpo?

— Ah, emm... tuve una, ¿cómo se dice? cita con alguien — admitió de forma totalmente despreocupada, haciendo que el pelinegro le mirara con asombro y preocupación.

— Mh, veo que a usted no le preocupa la impresión que darán sus palabras, señor Dalton.

— Trato de ser lo más honesto posible cada que tengo oportunidad, señor Carson — respondió arqueando una ceja y sonriendo de manera retadora, expresión que hizo al docente fruncir sutilmente el ceño, y a Haze sentir un frío terrible rodar por su frente.

— Lo veré en mi oficina después de clases, señor Dalton, quiero que hablemos un rato sobre modales y buen comportamiento.

— Hoy tengo práctica, tendrá que ser otro día — dicho esto, tomó el brazo de Haze y lo jaló rumbo al salón de clases, ignorando totalmente los gritos que daba el docente para tratar de detenerlos.

— Te excediste — dijo Haze mientras miraba incrédulamente a su novio.

— ¿Qué podía decir, según tú?

— No presumir que estabas teniendo sexo con alguien, Jessie; ¡¿y si se da cuenta de 'quién' es la persona con la que te acostaste?!

— No se va a enterar, Haze; y aunque lo haga, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿sermonearnos por preferir las salchichas antes que las vaginas? — bromeó de manera algo ácida, logrando que su novio le mirara con seriedad y algo de fastidio, confiaba en Jessie, pero le estresaba el excesivo nivel de confianza que reflejaba su novio, y también le preocupaba que esa excesiva confianza pudiera llevarlos a la hoguera, sin que ellos pudiesen evitarlo.

Continuará

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- Gema