47 - 'Repentina Fortaleza'
— ¡Avancen, holgazanes! — gritaba el entrenador mientras hacía que los chicos corrieran por todo el campo como si de animales enloquecidos se tratasen, todo mientras la tenue luz del atardecer comenzaba a cubrir sus cuerpos.
Él tarareaba suavemente una canción mientras dibujaba algunas cosas en uno de sus cuadernos, se trataba de un sujeto con uniforme de futbol americano, en medio de una cancha, viendo al horizonte mientras el viento movía su larga cabellera; el chico pelinegro sonreía embobado mientras terminaba de dar forma a aquel dibujo bastante preciso y detallado.
— ¿Te molesta si me siento? — escuchó de repente una voz cerca suyo, voz que le hizo alzar la mirada, asombrándose al ver que se trataba de un sujeto de larga cabellera rubia que le sonreía cínicamente; "ay no" resonó por su mente, realmente quería a ese sujeto lejos, pero tampoco podía jugar a ser grosero del todo con él, o al menos eso sentía Haze al principio.
— Adelante — murmuró con algo de desgane mientras volvía a enfocar la mirada en su dibujo, y acto seguido, el sujeto rubio se sentó en las gradas junto a él, para ver con atención a los chicos que entrenaban en el campo.
— Es increíble ¿no es así? — preguntó, y al ver que Haze le dedicó una mirada algo dudosa y seria, continuó — Jessie; es un chico increíble.
— Bastante — respondió en seco mientras hacía algunas sombras al dibujo en su cuaderno, logrando captar la atención de su acompañante.
— Vaya, ¿tú hiciste eso? wow, se nota que eres bueno con los lápices.
— Eso creo — murmuró de forma algo recelosa, haciendo reír al sujeto rubio.
— Eres toda una cajita de sorpresas, Sasha... o debería decirte ¿Haze? — dicha frase hizo que la mano de Haze perdiera un poco el rumbo, y terminara haciendo una raya fuera de lugar en su obra, mientras él miraba de reojo al sujeto rubio con semblante incrédulo y dudoso.
— ¿Sabes quién soy?
— Lo supe el día del juego, y vaya que no me gustó nada descubrirlo, pero admito que... es un alivio conocer al fin al "grande y místico Haze Johnson que tan enamorado tiene a Jessie Dalton" — murmuró de manera burlona — ¿Te digo algo? realmente te imaginaba más fornido, no sé, con mejor cuerpo, labios más rosados y no tan pálidos y rotos; rostro perfecto y no una cara de cadáver a medio morir llena de ojeras; cabello largo, y no unos... mechones que parecen que acabarán en calvicie prematura — murmuraba mientras tomaba unos mechones de Haze para enredarlos entre sus dedos, jalándolos un poco.
Aquellas palabras hicieron que un nudo terrible se formara en la garganta de Haze, pero por alguna razón, a pesar de que le dolían las palabras de aquel sujeto, no quería agachar la mirada.
— Vaya que tus expectativas eran altas — dijo mientras alzaba sutilmente los hombros — Pues, admito que no soy nada de eso, pero ¿sabes algo? supongo que yo simplemente soy el tipo de Jessie tal y como soy, porque — quitó la mano ajena de su cabello mientras explicaba calmadamente — Adora acariciarme el cabello cada noche antes de dormir, jugueteando con mis mechones hasta que cae rendido sin más; mis labios están rotos, de tanto que él los muerde cuando la pasión lo enloquece, y sí, son pálidos, pero supongo que lo son porque Jessie cada minuto del día quiere besarme, y esto los desgasta.
A medida que Haze iba hablando, el ceño del sujeto rubio iba frunciéndose más y más, de manera muy difícil de disimular.
— Y mi cara de cadáver, llena de ojeras, se debe a mi falta de sueño, desde luego, lo que ocurre es que, apenas Jessie y yo llegamos de la escuela, él quiere brincarme encima para hacerme el amor — recalcó con seriedad mientras arqueaba una ceja — Evidentemente esto hace que él y yo apenas y podamos dormir, porque lo admito, yo... empiezo a sentir que la intimidad con Jessie es algo que no puede faltarme ningún día de la semana.
El rubio se levantó de golpe de su asiento, para ver incrédulamente al chico pelinegro, quien se cruzó de brazos mientras lo observaba de manera curiosa y algo cínica.
— ¡Él volverá conmigo, maldito bastardo igualado, es solo cuestión de tiempo!
— Lo dudo — murmuró tranquilamente mientras volvía a enfocar su mirada en el cuaderno sobre sus piernas, logrando que el sujeto rubio le tomara del suéter y lo obligara a levantarse de su asiento para verlo fijamente a los ojos con odio absoluto.
— Tú solo eras un capricho de ese idiota, cuando se canse de follarte, ¡volverá conmigo, eso te lo garantizo!
— ¿Crees que Jessie es igual de tarado que tú? — preguntó cruzándose de brazos — Él no piensa con el pene, Bradley, pobre de ti si crees que con ser un "acostón" lograrás amarrarlo.
— Eso está por verse — dicho esto, se apartó de él para caminar rumbo a la salida de la cancha, dejando a Haze con un amargo sentimiento inundando su pecho.
— Carajo — murmuró sentándose de nuevo mientras pasaba su mano por su rostro, en el fondo se sentía bastante abrumado y un poco inseguro, pero, algo en su corazón, le hacía sentir tan fuerte y seguro como una roca, nunca había sentido algo así, era tan raro, tan perturbador, pero se sentía demasiado bien para fingir que ello le incomodaba.
— ¡Cherry! — alzó la mirada al oír la voz de su novio, quien se acercó corriendo hacía él con semblante serio y preocupado —¡¿Qué carajo quería Brad contigo?!
— No te distraigas por eso, Jessie — dijo mientras se levantaba para colocarse frente a él — Ese sujeto solo quería molestar, pero ya pasó ¿de acuerdo?
— ¿Estás seguro, Haze?
— Claro, no es importante. Mejor vé y vuelve a entrenar ¿sí? o te van a regañar otra vez.
— Bien — susurró tomando la muñeca de Haze para hacer que se acercara un poco hacía él — ¿Quieres salir más tarde?
— ¿Salir? — preguntó sonriendo tímidamente — ¿Adónde?
— Estrenarán una nueva película, y quiero que vayamos juntos.
— Oh Jessie — murmuró sonriendo tímidamente — ¿No será riesgoso salir?
— De noche no hay mucha gente cerca, y lo sabes — dicho esto, le guiñó sutilmente el ojo al pelinegro para apartarse de él y volver al lugar donde sus compañeros estaban entrenando.
— ¡S-Suena bien! — gritó mientras veía como Jessie se alejaba de él, y de forma algo inconsciente, no pudo evitar sonreír de lado a lado mientras un gran rubor inundaba sus mejillas, y ahí entendió, qué era la causa de su "repentina fortaleza".
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— ¿Qué debería ponerme? — preguntó mientras rebuscaba entre su ropa, mientras cierto sujeto pelirrojo estaba acostado en la cama viendo fijamente la silueta semi-desnuda del chico pelinegro, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.
— Lo que sea, igual te verás lindo.
— Pero muy pocas veces fui al cine, quiero saber qué usar — dijo mientras volteaba a ver con atención a su pareja, mirándole con algo de molestia ante la expresión cínica que tenía en la cara — ¡Jessie!
— Cherry cualquier cosa sirve, ponte unos jeans y un suéter mío, eso servirá.
— Bien — bufó con molestia mientras caminaba hacía el baño de la habitación — Pero creo que ya es hora de conseguirme algo de ropa, no puedo pasarme la vida usando solo tu ropa.
— Te encanta usar mis boxers, no veo cuál es el problema — murmuró burlonamente mientras se sentaba en la cama, riendo sutilmente al ver que Haze se asomaba para sonreírle pícaramente.
Ambos voltearon de golpe al oír la puerta de la habitación ser tocada con insistencia, cosa que les hizo gruñir con molestia y fastidio.
— ¿Qué? — dijo Jessie al otro lado de la puerta.
— ¡Mañana es día de pago! — comentó una voz femenina al otro lado de la puerta.
— ¡¡Magda ayer era día de pago también!!
— ¡¡Del pago de este mes, el de mañana será el del mes siguiente!!
Jessie chasqueó la lengua con molestia al oír las palabras ajenas.
— ¡¡Y más les vale pagar puntuales, par de amanerados indecentes, o llamaré a la policía para que los echen a la calle!!
— ¡Mañana te pago, solo cállate! — gruñó con molestia para caminar a la cama y sentarse en esta mientras suspiraba pesadamente.
Haze se asomó sutilmente para ver con pesar a su novio, se veía agotado, frustrado, decepcionado, eso le hizo sentir una pesadez terrible en su pecho.
— ¿Todo bien? — murmuró mientras se acercaba hacía él.
— Sí, eso creo — dijo sin siquiera alzar la mirada.
Haze se sentó en el regazo ajeno para abrazar con fuerza a Jessie, cosa que abrumó mucho al chico pelirrojo.
— Perdóname — susurró débilmente — Fue un error venir aquí.
Jessie sonrió con pesar al oír las débiles palabras de Haze, y es que, desde el día en que llegaron ahí, Haze no pasara de sentirse culpable por el hecho de tolerar aquellos maltratos y palabras crueles de aquella mujer, todo por culpa de su ingenuidad.
— Shh, oye, ya hemos hablado de esto — murmuró tomándole la barbilla suavemente — Esto no es tu culpa, Cherry, no es nuestra culpa, solo caímos accidentalmente en una ratonera, pero eso no significa que sea nuestra culpa, es culpa de nuestra hambre que nos hizo venir desesperados hacía el primer queso que vimos — Haze arqueó una ceja algo abrumado por la peculiar metáfora de su novio, expresión que hizo a Jessie reír algo abrumado — Tú entiendes lo que quiero decir, Cherry.
— Entiendo que debo conseguir algunos diccionarios — dijo entre risas para besar suavemente los labios de su novio.
— No le hagas caso a esa anciana, pronto nos iremos de aquí, solos tú y yo, ¿eso suena bonito, verdad?
— Muy bonito — susurró rozando sus labios con los de Jessie delicadamente — Quiero tener un jardín lleno de girasoles.
— Lo tendrás — respondió entre besos — También tendremos espacio de sobra para Boby.
— ¡Ay sí! me duele que esté aquí encerrado todo el día — murmuró viendo de reojo al animal que dormía junto a la puerta — Pobrecito.
— Pronto los tres tendremos una nueva vida mucho mejor que esta, se los prometo — dicho esto, pegó su frente con la de Haze suavemente, haciendo al pelinegro sonreír tímidamente mientras daba algunos besos rápidos al rostro de Jessie.
-
Caminaban a paso apurado hacía un cine un poco grande que no quedaba muy lejos del sitio donde vivían, por lo que les fue fácil llegar a dicho lugar.
— ¿Estás bien? — preguntó viendo de reojo a Haze, quien usaba un suéter con capucha de color negro para cubrir su identidad.
— Claro, solo algo inquieto, por alguna razón.
— Todo estará bien, Cherry, respira ¿de acuerdo? — murmuró sonriéndole cáldiamente.
— De acuerdo — murmuró mientras miraba los alrededores — ¿Y qué veremos?
— Una relajante película bélica — dijo Jessie mientras sonreía victorioso, Haze tragó en seco mientras alzaba la mirada y veía el título de la película de estreno en el cartel del cine "Rescatando al soldado Ryan" era el título, uno que le causó a Haze algo de asombro y curiosidad.
Ambos entraron a aquel concurrido cine, donde la fila casi llegaba a la salida de la entrada, a pesar de que la película ya llevaba algunos días en cartelera.
— Demonios, espero que no se nos haga tarde — dijo Jessie mientras volteaba a ver a un sujeto que pasaba cerca suyo — Disculpe amigo ¿sabe qué hora es?
— 08:27 — dijo el sujeto.
— Caray, espero que la fila pase rápido — murmuró mientras suspiraba pesadamente — ¿Porqué no vas comprando algo para comer, Cherry?
— De acuerdo — dijo mientras recibía algunos billetes arrugados que Jessie tenía en sus bolsillos, casi parecía esconderlos, cosa que hizo reír al pelinegro — ¿Qué se te antoja?
— Quiero algo dulce, tal vez unos caramelos, o mejor de esas palomitas dulces ¿las conoces?
— Creo que sí, no tardo nada — dijo mientras se apartaba de él para ir a la sección de fuente de sodas, lugar donde también había otra fila.
Se paró en la fila para ver a los lados con tranquilidad, mientras esperaba su turno para comprar las cosas que su novio le pidió, se sentía muy a gusto, hace mucho tiempo que él y Jessie no tenían una "cita", todo debido al trabajo del pelirrojo, y que los exámenes tenían algo abrumado al pelinegro.
Dió un paso hacía adelante en cuanto la fila empezó a avanzar, miró a los lados mientras se mantenía esperando su turno, estaba muy ensimismado en sus pensamientos, hasta que, ver de reojo una figura familiar, hizo que todo empezara a darle vueltas de repente.
Jadeó sintiendo su corazón detenerse, todo por ver a cierto hombre de cabello negro parado no muy lejos de él, acompañado por una mujer rubia, a la que le fue facil distinguir.
Empezó a caminar hacía atrás mientras comenzaba a sentir que los nervios se apoderaban de él, su garganta se cerró, empezó a sudar como si hubiera corrido un maratón, su respiración se iba agitando cada vez más, su corazón latía con mucha fuerza, y todo a su alrededor comenzaba a darle vueltas, haciéndole sentir aún más ansioso.
Volteó de golpe para avanzar de manera brusca en medio de la multitud, empujando a algunas personas durante su retirada del establecimiento.
— Jessie — murmuraba entre jadeos mientras buscaba con desespero a la figura pelirroja con la que había llegado al lugar, desesperándose aún más al no poder dar con él — J-Jessie.
— ¿Cherry? — escuchó una voz junto a él, que le hizo voltear en seco, aliviándose al ver ese par de ojos verdes que tanto lograban darle confort.
— ¡Jessie! — jadeó mientras iba hacía él para aferrarse al cuerpo ajeno en un fuerte abrazo que confundió y abrumó muchísimo al pelirrojo.
— ¿Haze? — murmuró tomándolo de los hombros para verlo con atención, preocupándose totalmente al ver la cara nerviosa y agitada del pelinegro — ¿Haaze qué ocurre?
— Vámonos de aquí — rogó mientras le apretaba los hombros — Vámonos Jessie, te lo ruego.
— ¿Haze pero porqué estás— trató de hablar, pero sentir cómo Haze lo jalaba del brazo interrumpió completamente sus palabras.
Al ver lo nervioso y agitado que estaba su novio, Jessie solo se dejó llevar por él, mirando con preocupación cómo Haze avanzaba con desespero mientras jadeaba y temblaba sin poder detenerse.
En cuanto salieron del cine, el pelirrojo tomó a Haze de los hombros para verlo a los ojos con detenimiento.
— ¿Qué ocurre, Cherry?
— Mi padre — susurró entre jadeos — Está adentro, con mi... con su esposa — corrigió rápidamente, él tenía la costumbre de llamar "mamá" a esa mujer que tanto lo despreciaba, más por gusto que por obligación, ya que esa fue la única "figura materna" que Haze vió a lo largo de su crecimiento, y le fue imposible no encariñarse con ella cuando era más jóven, lamentablemente, al crecer se dió cuenta de que el cariño no era mutuo en absoluto.
Jessie se quedó helado al oír las palabras de Haze, y sin dudarlo dos veces, lo tomó del brazo para caminar con él hacía su auto, con obvias intenciones de marcharse de aquel sitio, no fue necesario que Haze le dijera algo más, con saber que ese hombre estaba ahí, Jessie ya deseaba marcharse lo más pronto posible.
— ¿Te vió? — preguntó mientras encendía el auto y comenzaba a conducir.
— No — respondió mientras miraba a la nada con semblante apagado, cosa que hizo a Jessie agachar la mirada con pesar.
— Lamento haberte expuesto de esta forma, Haze, ¡te juro que de haber sabido que él estaría aquí, no te habría traído en absoluto!
— No tenías forma de saberlo, Jessie — respondió tomando aire mientras volteaba a ver al pelirrojo, sonriéndole sutilmente — Tranquilo ¿sí? no fue tu culpa, no sabíamos que él estaría aquí.
— De verdad lo siento, Cherry, sé lo mucho que querías que tuviéramos una cita tranquila.
— Descuida, ya podrá ser otro día, volvamos a casa ¿sí? Boby lleva mucho tiempo solo.
— ¿Seguro, Cherry? — preguntó volteando a ver a Haze, quien sonrió apenado mientras llevaba uno de sus mechones tras sus oreja — Bien, si eso quieres, pero haremos una parada primero.
— ¿Parada? ¿dónde? — murmuró arqueando curioso una ceja, viendo cómo su novio le sonreía cálidamente para seguir conduciendo sin más.
-
— Bienvenidos — decía una camarera que llegaba a la mesa donde estaban ambos sentados uno al lado del otro — ¿Qué les traigo?
— Dos hamburguesas y dos malteadas de chocolate por favor — dijo el pelirrojo mientras miraba atentamente el menú — La mía con caramelo extra, por favor.
— Claro, vuelvo en un minuto — dijo la chica para apartarse de esa mesa y dejar solos a los dos chicos en cuestión, de los cuales, uno de ellos estaba garabateando unas cosas en un cuaderno que llevaba consigo.
— ¿Qué dibuja mi Picasso? — preguntó el pelirrojo de forma pícara, logrando que el contrario le viera con diversión y algo apenado.
— Nada, solo... arreglo algo que estaba haciendo esta tarde.
— ¿Ese soy yo? — preguntó viendo atentamente aquel boceto de un sujeto con uniforme de fútbol americano.
— Así es — asintió sonriendo cálidamente mientras un rubor inundaba de golpe sus mejillas — ¿Te gusta?
— Me encanta, cada día me sorprende más tu talento, Cherry — dijo mientras tomaba el cuaderno para ver con más detalle el dibujo, mientras Haze sonreía embobado con un gran rubor inundando de golpe sus mejillas — ¿Y este tachón qué es?
— Ah, es que eso fue cuando Bradley llegó, me distrajo y por accidente hice esa línea — gruñó para tomar de nuevo el cuaderno y disponerse a terminar de borrar aquel error en su obra.
— Mh, ese Bradley solo sabe molestar — murmuró mientras apoyaba su codo sobre la mesa, y su barbilla en la palma de su mano, para ver con detenimiento a Haze — ¿Y qué más te dijo?
— No vale la pena repetirlo — murmuró con algo de seriedad, sin si quiera alzar la mirada.
— ¿Te insultó?
— Crédulo sería creer lo contrario — afirmó mientras deslizaba el lápiz por los bordes del cabello de "Jessie" — Ya sabe que yo soy Haze Johnson.
— ¿Enserio? mh, ya era hora — murmuró sonriendo cínicamente — ¿Y fue por ello que te insultó?
— Sí, pero la cosa no pasó a mayores, yo me defendí como pude.
— No lo dudo, últimamente noto mucha fortaleza en ti, Cherry; una manera de defenderte que nunca había visto de tu parte.
— ¿Tú crees? — murmuró sonriendo sutilmente.
— Ajá, creo que eso es increíble, ya era hora de que te defendieras un poco de toda esa gente imbécil que solo sabe molestarte.
— S-Sí, n-no lo sé, desde que estamos juntos yo... m-me siento más... fuerte, e-es muy difícil de explicar.
— ¿Enserio? eso es muy lindo, Cherry, porque tú también eres mi fortaleza — murmuró acariciando la barbilla ajena, haciendo al pelinegro sonreír tímidamente.
— Shh — susurró quitando la mano ajena de su rostro — Hay mucha gente.
— Perdona, es que eres tan... lindo — comentó riendo sutilmente — Tan hermoso que podría comerte a besos.
— Y-Ya no digas esas cosas, Jessie, m-me avergüenzas — susurró mientras se cubría el rostro con ambas manos para disimular el gran sonrojo en su rostro.
— Es difícil entenderte, te encanta el sexo pero te avergüenza que sea cursi — murmuró mientras arqueaba una ceja con semblante divertido.
— E-Es que el sexo es una cosa, y tus... palabras bonitas son otra, totalmente diferentes — murmuró mientras agachaba la mirada y una leve sonrisa que lograba reflejar en su rostro.
— Mh, creí que mi lado cursi te gustaba.
— Me gusta mucho, pero... ha-hay que ser discretos, ya sabes, "helado" — murmuró observando atentamente al sujeto pelirrojo, quien sonrió con algo de decepción mientras lo tomaba de la barbilla para acariciarla dulcemente.
— Tienes razón — mencionó volteando a ver a los alrededores de aquel restaurante, no había mucha gente, solo algunas parejas jóvenes que comían y se divertían entre sí — Debe ser lindo, ¿no es así?
— ¿Qué cosa? — preguntó Haze arqueando curioso una ceja.
— Poder demostrar abiertamente que nos amamos, sin tenerle miedo al qué dirán, o a las repercusiones negativas que eso podría traernos — murmuró volteando a ver al de ojos azules con algo de pesar, Haze sonrió apenado para acariciar suavemente el brazo ajeno.
— No pienses en eso, campeón.
— Lo siento, solo... amaría poder besarte sin tener miedo de que alguien nos vea, o de que tu padre nos vea.
— Ya llegará el día en que podamos hacerlo — susurró sonriendo cálidamente — Estoy seguro de ello.
— Eso espero, porque hay tanto que me gustaría que vivamos juntos — susurró mirando con ternura los ojos azules de Haze, haciendo que este se sonrojara y que una sonrisa tímida se dibujara en su rostro de manera considerable.
Continuará
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- Gema
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