En cuanto llegaron a la habitación que compartían, Haze miró con absoluta seriedad a Jessie.

— ¡¿De dónde sacas todas esas tonterías que escupes, Jessie?!

— ¡¿Cómo que de dónde?! — preguntó acercándose a él para quedar frente a frente con Haze, quien se puso algo nervioso por el semblante fúrico de Jessie, pero irónicamente, verlo de tal forma le hizo sonrojarse de golpe — ¡¿Porqué carajo te sonrojas?!

— ¡¡¿C-Cómo que porqué?!! ¡porque tú me gustas, estúpido! — dijo mientras le tomaba de las mejillas — ¡¿Porqué debes actuar así, Jessie?! ¡yo solo quise que consiguiéramos un lugar dónde quedarnos!

— Debiste consultármelo primero.

— ¿Eso habría hecho diferencia?

— Sí, ¡porque yo hago todo lo que tú quieras, pero me gusta que me preguntes, no que pases sobre mí, como si te diera igual lo que yo siento! — dichas palabras hicieron a Haze suspirar pesadamente mientras pasaba su mano por su rostro.

— Es tan difícil razonar contigo — murmuró mientras agachaba la mirada — ¿Porqué te enoja tanto vivir con esa mujer?

— ¡Ella no me da buena espina, Haze! ¡no me siento cómodo cerca suyo!

— ¡¿Y qué propones?! ¡a ver, dame una idea!

— ¡No lo sé! ¡¿de acuerdo?! ¡pero era mí responsabilidad conseguir un sitio seguro para ambos! — dijo mientras acorralaba al pelinegro contra la pared — ¿Qué pasa si una vez estando allá, pretende cobrarnos un alquiler exagerado?

— Trabajaré — oír eso hizo que Jessie se apartara de él para caminar por la habitación con los brazos cruzados — ¡¡Tú lo dijiste, somos dos!! ¡¡tú solo no puedes hacerte cargo de todas las responsabilidades!! ¡¡yo también puedo luchar por nosotros!!

— ¡¿Y que tu padre te encuentre y todos nuestros esfuerzos se vayan al carajo?! — gritó de forma brusca, haciendo que el de ojos azules agachara la mirada con pesar — ¡Solo quiero protegerte, Haze! ¡¿sabes cómo me aterra que vuelvas a caer en las manos de ese degenerado que tanto quiere violarte?!

Dichas palabras hicieron que un leve dolor se acentuara en el pecho de Haze, estaba tan cegado por su romance con Jessie, que poco a poco fue ignorando los múltiples riesgos de su nueva vida.

— ... Yo no quiero vivir con miedo — murmuró mientras se abrazaba a sí mismo — S-Sé que mientras estés conmigo nada malo me va a pasar.

— No permitiré que te hagan daño, Haze, pero igual no es bueno que te arriesgues así — murmuró mientras se acercaba a él — ¿Y si esa mujer se aprovecha de tu generosidad? ¿o se da cuenta de que somos homosexuales y llama a la policía, y eso provoca que Dick te encuentre?

— Eso es muy poco probable, Jessie — el pelirrojo chasqueó la lengua para apartarse de él y caminar hacía la puerta de la habitación — ¡¡Jessie!!

— Duérmete ya, debemos levantarnos temprano — decía mientras abría la puerta y salía de aquella habitación, dejando solo a Haze, quien gruñó con frustración mientras iba hacía su cama para echarse boca arriba sobre esta y empezar a golpear de forma brusca la almohada que le cubría el rostro, odiando a mares ese recelo que tenía su novio para con todo el mundo.

-

11:47 de la noche, él no dejaba de dar vueltas en la cama, pensando en las palabras de Jessie, en todo lo que ocurrió esa noche, odiaba con el alma pelear con su novio, pero simplemente no lograba hallarle razón de ser a su desdén y desconfianza hacía aquella pobre mujer que apenas y podía mantenerse de pie, además de que le estresaba esa "exagerada preocupación" que Jessie tenía de que él saliera a la calle sin más, sabía que debía ser reservado, sí, pero tampoco quería vivir enjaulado, quería trabajar, ayudar a su novio, vivir tranquilo y feliz con él, ¿era eso demasiado pedir?

Se levantó con cuidado de la cama para ir al piso de abajo, no podía dormir, y sentía que su pareja tampoco podría hacerlo.

Bajó cuidadosamente las escaleras, viendo hacía aquel sofá donde reposaba cierto sujeto pelirrojo que miraba a la nada con seriedad y cansancio, dejando ver que las sospechas de Haze fueron ciertas.

— Hola — murmuró mientras se paraba junto al sofá, logrando que su novio le viera con atención — ¿No puedes dormir?

— No — respondió tomando aire — Siento que me precipité un poco.

— Yo también — murmuró mientras se acercaba a él para sentarse a su lado y verlo con atención — Tienes razón, debí preguntarte si querías quedarte ahí.

— Querías encontrar un sitio pronto, eso lo entiendo — murmuró mientras cerraba sutilmente los ojos — No deja de sorprenderme que actuaras tan severo conmigo hoy — Haze rió algo apenado al oírle.

— Lo sé, últimamente me siento un poco más... ¿cómo se dice? seguro — susurró rascándose la nuca — Supongo que haber salido de los maltratos de mi padre me han hecho actuar así, además de que... bueno — sonrió para acercarse a Jessie y acariciarle la mirada suavemente — Siento que mi novio me protegerá de cualquier cosa.

— ¿Y eso te da seguridad? — preguntó arqueando una ceja.

— Así es, y actúo así contigo porque siento que debo controlar tu mal carácter, así como Coral controla el de Lina.

— ¿Ahora me comparas con la imbécil de mi hermana? — dijo de mala gana, haciendo reír a Haze.

— Mi amor — murmuró de forma algo sumisa, haciendo que Jessie le mirara con atención y bajara la guardia — No me gusta pelear contigo, por favor, no sigamos discutiendo por esto, ¿de acuerdo?

Dicho esto, se acercó a Jessie para besarle dulcemente los labios.

— Lamento mucho todo lo de hoy, te prometo que empezaré a tomarte en cuenta para nuestras decisiones.

— ... Lamento haber sido tan bruto contigo, no mereces que te trate así — dijo acariciando suavemente la mejilla ajena — Es que, no sé... me pone celoso verte siendo atento con otras personas a la primera.

— ¿Otra vez con eso? — susurró acariciando lentamente el pecho ajeno — ¿Te recuerdo quién me hace el amor cada noche, a pesar de que al principio actuaba muy raro conmigo?

— ¡Lo siento! ¿de acuerdo? s-soy demasiado celoso y desconfiado — murmuró mirando hacía otro lado, haciendo reír a Haze mientras le tomaba de las mejillas y besaba dulcemente la frente de Jessie.

— Me encantas, a pesar de ser tan desconfiado y celoso — susurró entre suaves y delicados besos — Solo tratemos de guardar un poquito nuestra desconfianza ¿de acuerdo?

— De acuerdo — asintió tomando el cuello ajeno para besar de forma más hambrienta a Haze — Te amo, Cherry.

— Y yo a ti, Jessie — murmuró repartiendo besos por el rostro ajeno, jadeando suavemente al sentir cómo le golpeaban el trasero — ¡Hey!

— Perdona, ¿me excedí?

— No, pero avísame que vamos a pasar a eso para quitarme la ropa — estuvo a punto de quitarse la camisa, aunque un agarre a sus brazos de parte de Jessie le detuvo en seco.

— Aquí no, Cherry — dijo entre suaves risas — Mejor vamos a nuestra cama.

— De acuerdo — murmuró colgándose del cuello ajeno para besarlo nuevamente, mientras Jessie lo cargaba entre sus brazos y se levantaba del sofá para llevarlo a su habitación.

-

— ¡Ah, a-ay Jessie!

— Shh, ¿Quieres que nos escuchen? — murmuró alzando las piernas ajenas y hundiéndose en el cuerpo ajeno sin más, haciendo al pelinegro gimotear y temblar de placer.

— J-Jessie, q-que rico se siente — murmuró mirando fijamente al techo de la habitación mientras su novio se movía encima suyo sin recato alguno — ¡Quiero hacerlo toda la noche!

— Vaya Cherry, y pensar que estabas enojado conmigo — bromeó mientras azotaba con algo de fuerza las caderas ajenas — Mgh, carajo Haze, se siente bien hacerte temblar.

— ¡Jessie, me-me gusta esto! — murmuró tomando las mejillas ajenas para besar hambrientamente al pelirrojo, besos a los que este no dudó dos veces en corresponder.

— Haze, ¿Me amas? — preguntó entre besos mientras sujetaba con firmeza las piernas ajenas.

— ¡Te amo Jessie! ¡Ah! ¡Por favor no pares!

— No lo haré — gruñó entre gemidos mientras apartaba a Haze de aquellos besos para verlo fijamente a los ojos con deseo — Te haré venirte ya.

— ¡Ah, no! ¡Quiero más! — puchereo mientras apretaba las sábanas de la cama.

— Perdóname pero- ¡Ah! M-Mañana nos mudamos, Cherry, debemos estar-¡Ah, ay por Dios! — gimió de forma ronca mientras aceleraba considerablemente su vaivén, haciendo a Haze gemir y estremecerse sobre aquellas sábanas celestes en las que dormían.

— ¡Ay Jessie, ah! ¡J-Jessie, Jessie! — gimió con fuerza mientras empezaba a venirse de golpe, jadeando pesadamente mientras echaba la cabeza hacía atrás.

— Ay Haze — murmuró entre gemidos roncos mientras empezaba a venirse dentro del pelinegro, viendo con atención cada mínimo detalle y gesto que hacía su pareja — Amo verte cuando tienes un orgasmo.

— Se siente muy rico — murmuró mientras suspiraba y cerraba los ojos de cansancio — Eres increíble, Jessie.

— Me alegra que pienses eso — murmuró mientras se disponía a recostarse en el pecho ajeno, y apenas lo hizo, Haze le besó la frente y empezó a acariciarle la espalda, aprovechando que el pelirrojo estaba exhausto para bajar de a poco sus manos a cierta "zona" que empezaba a encantarle manosear.

— ¿A qué hora nos vamos mañana? — preguntó mientras masajeaba los glúteos ajenos, cosa que hizo reír a Jessie con algo de frustración.

— ¿Podrías dejar de tocarme el trasero?

— No — dijo en seco mientras sonreía cínicamente, cosa que hizo reír a Jessie.

— A las ocho, debemos tratar de llegar puntuales para organizar nuestra habitación.

— Mh, dos mudanzas en un mes — susurró mientras suspiraba pesadamente — Empiezo a sentir que somos un par de gitanos sin hogar.

Dichas palabras hicieron que un dolor pronunciado llegara al pecho de Jessie, y le hiciera agachar la mirada con decepción.

— ... Lamento mucho que debas pasar por todo esto por mi culpa.

— Oye — murmuró tomándole de las mejillas para verlo fijamente a los ojos — No pretendo reprochartelo, Jessie; como te dije, me encanta estar contigo, mi vida ha sido mejor desde que tú estás en ella; de acuerdo, no tenemos una casa fija aún ¿Y qué? Ya la tendremos, solo debemos ser pacientes, y seguir luchando juntos.

— ¿No te molesta vivir de esta forma tan miserable, por mi culpa?

— ¿Tu culpa? Jessie tú solo tratas de darnos comodidad a ambos, ¿Cómo podría yo creer que nuestras penas son por tu culpa, si desde que me fuí de casa has tenido que cargar conmigo?

— Tú no me pesas, Haze; yo cuidaré de tí sin importar lo que me cueste, lo digo enserio.

— ¿Lo ves? — preguntó entre suaves risas — Es por eso que te amo, campeón.

Ambos sonrieron cálidamente para condensarse en un tierno beso sin un solo apice de lujuria, solo ternura y mucho afecto que sentían el uno por el otro, a pesar de todas sus diferencias y de las dificultades que podían generarles inseguridad, porque a la hora de hablar con la verdad, sus corazones siempre sabían qué decir.

-

El día llegó rápidamente, y con él, llegó la hora de que ambos tuvieran que emprender vuelo de aquella casa en la que estaban, los nervios invadían cada fibra del cuerpo de Haze, pero poco o nada le importó, solo quería irse de una vez para salir de tantos líos, y que él y Jessie pudieran tomarse un respiro.

— Esta es la última — dijo mientras llevaba una caja a su auto, donde el chico pelinegro estaba sentado viendo esa casa en la que se estuvo quedando durante poco tiempo, pero que aún así, fue mucho mejor que quedarse en casa de su padre.

— Bien — murmuró cubriendo su cabeza con la capucha de su suéter celeste, viendo de reojo las ventanas de aquel hogar, ninguna de las mujeres que habitaban ahí salió a despedirse, y su pareja se negó en avisarles para despedirse también, eso hacía que Haze sintiera una incómoda pesadez en su pecho, no le gustaba pensar que se estaba marchando en malos términos con ellas.

— ¡Boby! — dijo Jessie para llamar la atención del enorme animal que iba corriendo hacía él, y apenas se acercó, Jessie le abrió la puerta trasera de su auto para que se subiera al mismo — Vámonos ya, Cherry.

— Claro — murmuró abriendo la puerta y subiéndose al auto, tomando aire mientras miraba por la ventana aquella casa pequeña pero acogedora — ¿Hablaste con ellas?

— No, les dejé una nota con algo de dinero — dijo él mientras subía al auto y lo encendía — No le hagas mucho cerebro, Lina es muy egoísta.

— Pero Coral fue buena con nosotros.

— Solo por Coral es que no le digo ciertas cosas a Lina — dijo entre gruñidos mientras empezaba a conducir — Ojalá la anciana no se enoje porque tengamos un perro.

— No creo, estoy seguro de que amará a Boby apenas lo vea, ¿verdad hermoso? — dijo mientras volteaba hacía el animal para empezar a acariciarle el cráneo, cosa que hizo a Jessie reír por debajo.

— Sospecho que empiezas a quererlo más que a mí.

— Claro que no, mi campeón — dijo mientras empezaba a acariciar el cráneo de Jessie de la misma forma en la que estaba acariciando al perro — ¿Quién es un buen chico, eh?

— ¡Ya, ya entendí! — gruñó entre risas mientras tomaba la mano de Haze para besarla dulcemente, cosa que hizo reír al de ojos azules.

Luego de un rato de camino, finalmente llegaron a su destino, y apena slo hicieron, cierta mujer de cabello canoso salió a darles la bienvenida.

— ¡Ah, muchachos! — dijo ella mientras caminaba hacía el auto del que se bajaban Haze y Jessie, aunque ella se frenó en seco al ver bajar a cierto animal de gran tamaño — Oh por Dios, ¿y-y esta cosita de aquí?

— Se llama Boby — dijo Haze mientras se agachaba para acariciar al perro suavemente — Olvidé mencionar que teníamos una mascota, ¿eso afectará nuestra estancia aquí?

— Bueno... mientras no muerda los muebles — dijo ella entre risas sutiles que hicieron a Jessie fruncir el ceño con algo de incomodidad — Pueden ir llevando sus cosas arriba.

— De acuerdo — dijo Haze mientras tomaba la correa del animal y la jalaba un poco — Ven Boby.

En cuanto Haze se marchó al interior de aquel hogar, Jessie se dispuso a bajar las cajas del auto, mientras la mujer se acercaba a él para verlo con atención.

— ¿Cuánto tiempo planean quedarse? — preguntó ella sonriendo de manera algo misteriosa.

— No lo sé, hasta terminar la escuela, supongo — murmuró de forma algo recelosa mientras bajaba las cajas del auto.

— Bien, y hablando del pago, considero que lo apropiado es que me paguen algunos meses por adelantado — oír esto hizo que Jessie soltara de golpe las cajas y volteara a ver a dicha mujer con seriedad.

— ¿Disculpe?

— ¿Crees que dejaré que dos mocosos homosexuales estén aquí sin siquiera pagarme comida o arriendo? por supuesto que deben pagar, y quiero que lo hagan lo más pronto posible.

— ¡¿Quién se cree usted que es?!

— La dueña de la casa en la que tu "amigo" quiere vivir, así que te recomiendo portarte bien conmigo, o les haré la vida increíblemente miserable a ambos.

— ¡¿Y qué le hace creer que seré tan idiota para quedarme a vivir con una bruja como usted?!

— Ay por favor, ¿quién en su sano juicio le alquilaría una habitación a un par de sucios homosexuales degenerados como ustedes? nadie con un poco de sentido común lo haría, es por eso que no les queda otra opción más que eso.

Maldijo entre dientes mientras apretaba sus puños con fuerza, odiaba mucho lo que esa mujer le estaba diciendo, pero algo de razón tenía, sería complicado encontrar un lugar donde él y Haze pudieran quedarse sin ser juzgados o perseguidos por sus padres, no tenía una alternativa viable, al menos no por el momento.

— Bien, le pagaré, pero no crea que nos quedaremos más de un mes aquí con usted — dijo entre gruñidos de odio, para volver a tomar la caja y caminar hacía el interior de la casa.

— ¡Y si ese maldito perro llega a romper algo, los echaré a la calle! ¡¿quedó claro?! — dichas palabras hicieron que su sangre hirviera como nunca, él nunca creyó ser capaz de golpear a una mujer mayor, pero gracias a la actitud de aquella mujer doble cara, empezaba a tener muchos sentimientos encontrados.

— ¡Jessie! — rápidamente escuchó la suave voz de Haze hablarle, cosa que le hizo detener cualquier arrebate violento que pudo haber tenido hacía aquella desagradable mujer — ¿Te ayudo con eso?

— Yo puedo — murmuró con molestia mientras caminaba por aquel recibidor, pasando junto a Haze sin siquiera voltear a verlo, cosa que hizo al de ojos azules tragar en seco mientras un sentimiento de incomodidad y preocupación se apoderaba de él.

-

— ¿Campeón? — murmuró mientras entraba con cuidado a aquella habitación que iba a compartir con su pareja, quien sacaba algo de ropa de una caja y la guardaba en unos estantes — ¿Está todo bien, Jessie?

— Te dije que era mala idea venir — murmuró entre gruñidos de odio.

— ¿De qué estás hablando?

— La anciana me está extorsionando, Haze ¡quiere que le paguemos meses por adelantado, y dijo que esta es nuestra única opción por ser un par de gays en una ciudad donde nadie nos va a aceptar! ¡¿ahora te das cuenta de porqué yo tenía desconfianza de esa mujer?!

— Dios mío — murmuró cubriendo su boca con su mano mientras miraba a su pareja con pesar — J-Jessie lo lamento tanto.

— Es mi culpa, de haber conseguido antes un sitio dónde quedarnos, ¡no tendríamos que tolerar esto! ¡y es que por más que me enoje, esa sucia anciana tiene razón en lo que dice! ¡nadie se tragará el cuento de los compañeros de clases, y si nuestros padres nos ven, todos nuestros esfuerzos se irán por la borda!

— Todo se está complicando demasiado — murmuró abrazándose a sí mismo — No podemos vivir así, Jessie, s-si ella te dijo eso— trató de hablar, pero el pelirrojo le interrumpió en seco.

— Cálmate, ya pensé en algo — murmuró acercándose a él para acariciarle suavemente la mejilla — Eso sí, estos días serán algo difíciles, necesito que tratemos de ser fuertes, Cherry, al menos mientras llevo a cabo lo que tengo en mente, ¿crees poder lograrlo?

— Aguantaré lo que sea, Jessie — murmuró abrazando al pelirrojo con fuerza — Solo no quiero que te alejes de mí.

— No lo haré — murmuró suavemente mientras acariciaba la espalda ajena, tenía muchos nervios y preocupaciones en su ser, pero quería dejar todo eso de lado, y seguir adelante, todo por Haze — Te lo prometo, Cherry. 

Continuará

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- Gema