— ¡¿Qué creen que están haciendo, jugando en el parque con sus hermanitas?! — clamó el entrenador mientras miraba seriamente a todos los presentes, quien lo observaban exhaustos y frustrados — ¡¿Quieren quedar en ridículo frente a la escuela vecina?! ¡¿qué ejemplo le darán a las escuelas estadales, de que son débiles?!

— ¡Entrenador, yo hago lo que puedo, pero los de la defensa— trató de hablar, pero el entrenador detuvo en seco sus palabras.

— ¡¡No haces lo suficiente, Tocker!! ¡¡eres el capitán, maldición, debes dar el ejemplo!! — dichas palabras hicieron al castaño agachar la mirada con frustración — ¡¡Y ustedes dos!! — clamó volteando a ver a Jessie y a Trevor — ¡¡¿Qué demonios pasa con ustedes?!! ¡¡¿acaso quieren quedarse en la banca de por vida?!!

— No entrenador — dijeron con frustración.

— ¡¡Entonces levántense y demuestren que merecen jugar!! — gritó mientras palmeaba sus manos y le indicaba a sus jugadores que se levantaran y caminaran al campo, cosa que todos hicieron, a excepción de Jessie, quien esperó a que todos se fueran poco a poco, incluído el entrenador, quien seguía dando su discurso mientras avanzaba detrás de ellos.

En cuanto sus compañeros se fueron, Jessie caminó hacía cierto sujeto que estaba parado junto a la puerta del vestidor, para jalarlo de los brazos y arrastrarlo hacía los lockers, para azotarlo contra estos mismos y besarlo de forma poco sutil.

— Jessie — susurró entre besos — Debes irte.

— Primero quiero hablar contigo — murmuró apartándose del beso para verlo a los ojos con atención — No quiero que creas que te estoy mintiendo, Cherry.

— Hablaremos después del juego.

— No, quiero dejar todo claro ahora — dijo mientras tomaba los hombros ajenos con firmeza — Sí, estoy estresado por algo, algo bastante serio.

— ¿Qué cosa?

— Lina me dijo que debemos mudarnos, parece que a los padres de Coral no les cayó en gracia que nos quedemos ahí — dichas palabras hicieron que la piel de Haze se erizara por completo.— Dios, Jessie, c-con razón estabas tan— trató de hablar, pero el pelirrojo le interrumpió.

— Voy a resolverlo, Haze, te lo prometo; y lamento mucho que creyeras que te trataba mal porque sí, s-soy un bruto, un idiota que no sabe hablar sobre lo que siente, eso hace que me equivoque sin cesar, pero no me quiero seguir equivocando contigo, no me lo perdonaría nunca.

— Oh Jessie — murmuró tomándolo de las mejillas para besarlo suavemente — Lamento tanto haber querido pelear contigo porque sí, n-no sabía lo que ocurría, y de haberlo sabido habría sido mucho más comprensivo.

— Debí decírtelo apenas pude, pero no quería preocuparte de más.

— Está bien, lo entiendo — susurró besando la mejilla ajena con ternura.

— ¿Porqué creías que te mentía? — susurró mientras empezaba a besar el cuello de Haze haciéndole jadear suavemente.

— E-Es que— gimió por debajo mientras trataba de hablar — A-Ayer, d-dije algo que, creo que pudiste malinterpretar, y-y me daba miedo que estuvieras enojado conmigo por eso.

— ¿Qué cosa me dijiste? — preguntó al oído ajeno, Haze tenía miedo de repetir dicha palabra, pero su corazón latía con mucha fuerza, como si estuviera emocionado de decirlo.

— ... Dije que te amaba — admitió mientras se aferraba al cuerpo ajeno, dicha palabra hizo a Jessie sonreír, mientras se apartaba un poco para ver a Haze a los ojos.

— ¿Eso, nada más? — preguntó juguetonamente.

— ¡¿E-Esperabas que fuera otra cosa?!

— A juzgar por como estás, sí — murmuró entre sutiles risas, acariciando con cuidado la mejilla ajena — ¿No recuerdas que yo te haya dado alguna respuesta?

— No, luego de eso, no recuerdo nada más.

— Mh, eso lo explica — dijo con algo de cinismo, aunque volteó rápidamente al oír una voz ajena llamarle de golpe.

— ¡¡Dalton, date prisa!!

— Debes irte ya — murmuró mientras acariciaba los brazos ajenos — Vete tranquilo, hablaremos cuando termine el juego ¿sí? — susurró pegando su frente con la del pelirrojo — Gánale a esa gente, odio que digan que eres un inútil jugando.

— Perdona, debe ser pesado para ti ver que tu novio está jugando del asco — murmuró pícaramente, haciendo a Haze sonreír de forma tímida.

— Pierdas o ganes aún te querré, pero no me gusta que te digan cosas feas.

— Bien, en ese caso, ganaré por ti, Cherry — susurró tomando las mejillas ajenas para besar dulcemente al pelinegro, besos a los que este correspondió sin dudarlo.

Luego de aquel beso, Jessie se dio vuelta para caminar fuera de los vestidores, no obstante, se detuvo en seco para regresar con Haze, tomarlo de las caderas, verlo fijamente a los ojos, y decirle:

— Yo también te amo — murmuró de forma cálida, haciendo al pelinegro jadear con asombro — Te lo dije ayer cuando tú también lo hiciste, y hoy lo vuelvo a repetir para que no vuelvas a confundirte.

Dicho esto, besó la frente de Haze para apartarse de él y caminar fuera de los vestidores, dejando al pelinegro con la cara totalmente ruborizada, la respiración agitada, y una larga sonrisa y en su rostro, no podía creer lo que oía, sentía que era víctima de un sueño, de un sueño hermoso del que no quería despertarse.

-

— ¡¡Otra anotación de parte del equipo local, qué gran movimiento de parte del capitán del equipo!! — decía aquel narrador mientras veía a los chicos jugar de mejor manera que en el primer tiempo.

— ¡Vamos Jessie! — gritó mientras aplaudía y veía cómo el pelirrojo corría por la cancha protegiendo a su mariscal de campo, le aliviaba mucho ver que ya estaba empezando a jugar de mejor manera.

— Qué bueno que haya empezado a jugar en serio — dijo el rubio mientras daba un sorbo a su bebida — Se nota que verte le ayudó.

— ¿Tú crees? — murmuró sonriendo tímidamente, recordar lo que Jessie le dijo, hacía que su corazón latiera con mucha fuerza y emoción.

— ¡¡Faltan solo un par de minutos para que termine el partido, todos en las gradas están expectantes, este partido que empezó disparejo ha tomado un giro radical, y ahora nos encontramos ante un crudo empate!! ¡¿podrán los locales desempatar antes de que termine el tiempo?!

— ¡Bien, fue bueno mientras duró chicos, pero ya hay que dejar de jugar! — dijo aquel sujeto de cabello rubio mientras se colocaba en la línea para esperar a que soltaran el balón, mirando de forma pícara a cierto pelirrojo que mantenía un semblante serio en su rostro.

En cuanto el mariscal dió la señal, aquellos chicos empezaron a moverse en busca de completar la jugada que definiría el triunfo o la derrota de alguno de esos equipos; el balón lo tenía Bradley, quien empezó a correr a toda velocidad hacía la zona de anotación, siendo inútilmente seguido por la defensa local, quienes no lograban alcanzarlo por más que lo intentaban, o bueno, casi ninguno lo pudo alcanzar.

Estando a pocos metros de llegar a su destino, Bradley sintió cómo alguien le empujaba de forma brusca y le hacía caer al suelo sin más, provocando que soltara el balón y este lo tomara alguien del equipo contrario.

— ¡¡Increíble tacleada de parte de Jessie Dalton, este chico que empezó mal, pero que ha demostrado ser toda una bestia en esta segunda mitad del juego!!

— Mejor suerte a la próxima, Brad — dijo mientras caminaba tranquilamente por el campo, viendo no muy lejos suyo cómo Miles llegaba a la zona de anotación con el balón entre sus manos, logrando el punto que les hacía falta para ganar aquel partido.

— ¡¡Hurraa!! — gritó colocándose de pie al igual que las demás personas en la grada, aplaudiendo con emoción al ver que su novio lograba completar una jugada decisiva que les brindó la victoria — ¡¡Bien, Jessie!!

Todos los jugadores locales empezaron a gritar y a celebrar, mientras los visitantes los veían con frustración y desdén, sobre todo al sujeto pelirrojo y al de cabello castaño.

— ¡¡Así se hace, muchachos!! — gritó el entrenador al ver cómo los chicos se acercaban a él, aunque le tomó por sorpresa sentir cómo tomaban el garrafón de agua y lo vaciaban sobre el cuerpo del entrenador, haciendo que este jadeara con asombro y riera algo abrumado.

Alzó rápidamente la mirada hacía las gradas, específicamente en un lugar donde cierto chico de cabello negro aplaudía y lo miraba con emoción, cosa que le hizo sonreír ampliamente mientras se quitaba el casco para que le vieran de mejor forma.

— Bien hecho — murmuró mientras miraba al de ojos verdes y le dedicaba una amplia sonrisa llena de cariño y emoción, quería irse sobre él para abrazarlo y besarlo, pero debía contenerse, no le convenía a ninguno actuar de forma muy "abierta" con tantas personas alrededor suyo.

Luego de un rato más de celebración de parte del equipo local, las personas empezaron a marcharse, dejando el campo solo casi por completo.

Salía de los vestidores mirando la inmensidad del campo, sonriendo con orgullo de haber podido demostrar que él era bueno en lo que hacía, y no solo eso, sino que estaba feliz de haber logrado demostrarle a la persona que le gustaba, de lo que él era capaz realmente.

— Hola campeón — escuchó una suave voz detrás suyo, voz que reconoció al instante, y que le hizo voltear de golpe para abrazarlo con fuerza y darle varias vueltas entre sus brazos — ¡Jajaja, Jessie basta!

— ¿Porqué vienes a felicitarme justo ahora, Cherry? — preguntó pícaramente.

— Porque quiero felicitarte con besos, y alguien podía vernos y tomarlo de mala manera — susurró tomando las mejillas ajenas para besar hambrientamente al pelirrojo, quien correspondió a dichos besos mientras sujetaba al de cabello negro entre sus brazos con firmeza.

— Qué premio tan delicioso — susurró entre besos, haciendo a Haze reír por debajo.

— ¡Jessie! — escucharon a alguien nombrarle de repente, cosa que hizo a ambos voltear, topándose con cierto sujeto de largo cabello claro, quien sonreía de forma algo incrédula al ver a la feliz pareja abrazada y besándose — Oh, vaya, veo que están felicitándote.

— ¿Qué quieres, Brad? — dijo de mala gana mientras aún sujetaba a Haze entre sus brazos, quien miraba al otro sujeto con algo de duda y seriedad.

— Solo venía a felicitarte por el juego de hoy, vaya que me empujaste con fuerza, sigues teniendo ese "nosequé" que tanto te caracteriza — afirmó sonriendo de forma coqueta mientras se acercaba a él para palmearle el hombro — ¿quieres ir por un trago?

— Estoy ocupado — dijo con frialdad, frialdad que hizo al rubio reír.

— Típico de ti — comentó cruzándose de brazos para ver al pelinegro con atención — No creo que te den lo que esperas, considerando lo insaciable que eres, y lo frágil que se vé esta muñequita de porcelana.

— P-Puedo sorprenderte — dijo Haze mientras apretaba los hombros de Jessie, haciendo al rubio reír incrédulamente.

— Mi invitación sigue en pie, en caso de que te aburras — dicho esto, se dio media vuelta y caminó rumbo a la salida del campus, dejando solos a la pareja que miraba con recelo al sujeto que se retiraba lentamente.

— Qué tipo tan desagradable — dijo Haze.

— No le hagas caso, ama ser un cretino — murmuró volteando hacía Haze para volver a besarlo con deseo, besos a los que el pelinegro correspondió sin dudarlo dos veces.

— Qué linda escena — hablaba un sujeto con tatuajes en el cuerpo que miraba a los dos sujetos besándose, y aprovechando que cierto chico rubio caminaba a su lado, dijo abiertamente — Me sorprende que Haze sea tan alzado para hacer esas cosas en medio del campo.

— ¿Haze? — repitió al oír las palabras ajenas, volteando de golpe para ver algo abrumado al sujeto con tatuajes — ¿Qué dijiste?

— ¿Te conozco? — preguntó incrédulamente, apartándose de él para caminar a la salida del campo, dejando solo a aquel chico rubio, quien rápidamente volteó a ver a los dos tórtolos que se devoraban con pasión, "¿Haze Johnson?" se preguntó para sus adentros, y es que, en caso de que se tratara de ese chico, el panorama cambiaba totalmente para él, y eso era algo, que no pensaba permitir.

-

— ¿Qué quieres hacer? — preguntó mientras caminaba fuera de la escuela tomado de la mano con el chico de cabello negro, aprovechando que ya casi no había nadie cerca, y podían permitirse ser un poco más "melosos" el uno con el otro.

— Pues, tengo un poco de hambre — dijo volteando a ver a Jessie con atención — Imagino que estás hambriento.

— Sí, mi estómago ruge — murmuró riendo por debajo — Se me antoja comer un filete jugoso y con mucha grasa.

— No está bien que comas tanta grasa.

— ¿Lo dice el adicto a las hamburguesas? — dijo cínicamente, ganándose que el pelinegro le empujara un poco — ¡Jajaja es chiste!

Sonrió viendo atentamente a su contrario, aunque, recordar cierto problema al que no le dieron tanta importancia en su momento, hizo que su alegría empezara a esfumarse, y una nube de preocupación y angustia se adueñara por completo de él.

— Jessie.

— ¿Sí, Cherry? — preguntó volteando a ver al pelinegro.

— ¿Qué... y-yo— suspiró mientras trataba de pensar de qué forma preguntar sin angustiar a Jessie — ¿Q-Qué haremos ahora, que no podemos estar en casa de Lina?

— Pues, sigo trabajando en eso — murmuró rascándose la nuca — Creo que aún es pronto para irnos con Kyle, aún faltan algunas semanas para la graduación.

— Sí pero, si no tenemos opción, creo que no hay nada más que hacer, que irnos desde antes ¿no? — dijo con algo de pesar, haciendo al pelirrojo suspirar y rodear el cuello de Haze con su brazo.

— No te desesperes, Cherry, yo veré cómo resolver todo esto, pero de antemano te garantizo que no te haré dejar la escuela.

— ¿Estás seguro?

— Claro que sí — comentó mientras le sonreía ampliamente a Haze — No te angusties, déjamelo todo a mí ¿sí?

— No me gusta dejarte todas las responsabilidades a ti, Jessie — susurró mirando con pesar al pelirrojo.

— No me dejas las responsabilidades, asumo el rol que me corresponde al ser tu novio, nada más — comentó sonriendo tranquilamente — Y ese rol no es una carga para mí, en absoluto.

— Eres tan tierno — murmuró tomando la mano ajena para besarla dulcemente — Fue muy satisfactorio verte taclear a tu ex novio.

— ¿Tú crees? — comentó entre risas.

— Sí, me gustó mucho verte jugar, eres muy bueno.

— Gracias Cherry, me alegra mucho que me hayas visto jugar.

— Lo disfruté bastante, y no solo eso — dijo parándose frente a él para tomarle la mejilla y sonreírle cálidamente — Estoy muy orgulloso de ti.

Escuchar eso hizo que el pecho de Jessie latiera con mucha fuerza, al mismo tiempo que sus ojos se cristalizaban un poco, y su rostro se ruborizaba por completo, cosa que hizo a Haze sonreír tímidamente.

— No pongas esa cara, ¡lo digo en serio!

— Haze — susurró tomándolo de las caderas para apoyarlo en un árbol y empezar a besarlo de forma hambrienta y nada sutil — Nunca nadie me había dicho algo así.

— Acostúmbrate — susurró entre besos mientras sus manos exploraban los brazos ajenos — Estoy orgulloso del novio que tengo.

— Para, o lloraré en serio — dijo entre risas tímidas, a las que Haze correspondió pegando su frente con la de él.

— Vamos a comer ¿si? mi campeón debe cenar temprano.

— ¿Hay alguna razón por la que deba cenar temprano, Cherry? — preguntó juguetonamente, haciendo que Haze alzara sus hombros sutilmente.

— ¡N-No, ninguna! s-solo... ho-hoy te has esforzado mucho, y... —miró a otro lado mientras pensaba qué decir, pero el rubor en sus mejillas hizo que Jessie rápidamente captara sus intenciones, cosa que le hizo reír suavemente.

— ¿Quieres ir a un hotel, Cherry? — preguntó con voz ronca al oído ajeno, haciendo a Haze jadear suavemente.

— ¿S-Si fuera eso, e-estaría mal? — susurró pegando su frente con la de Jessie, haciendo al pelirrojo reír por debajo.

— Bueno, a parte del hecho de que vas a dejarme exhausto por todo el sobreesfuerzo que he hecho hoy, no le veo lo malo en absoluto — afirmó tomando la mejilla ajena para acariciarla suavemente, haciendo a Haze sonreír por debajo con ternura.

— Me alegra saber que no te molesta.

— ¿Porqué habría de molestarme? me alegra saber que te gusto tanto como tú me gustas a mí.Estuvieron a punto de besarse, aunque detuvieron sus acciones al oír cómo algunos chicos salían de la escuela gritando y celebrando de forma muy escandalosa, cosa que hizo gruñir por debajo a Jessie, pero que a Haze le hizo reír por debajo.

— ¿Nos vamos? — preguntó el de ojos azules, haciendo que el pelirrojo asintiera y le besara la frente con ternura.

-

— Aquí está — dijo mientras salía de aquel local que afortunadamente trabajaba hasta tarde — Compré carne, salchichas para Boby, y también compré algunas patatas para acompañar.

— Bien pensado, Cherry — dijo mientras le sonreía cálidamente sujetando un cigarrillo entre sus dedos, aprovechaba que su novio estaba en la tienda para fumar con tranquilidad.

— ¿Seguro que podremos cocinar esto sin que Lina se enoje?

— Por supuesto, igual ya mañana nos estaremos yendo — dijo mientras dejaba caer el cigarrillo al suelo y lo pisaba para apagarlo, todo mientras Haze le miraba atentamente y una sonrisa tímida se dibujaba en su rostro.

— Pudiste terminartelo, aún te quedaba la mitad.

— No me gusta fumar frente a ti, eso te hace daño.

— Pero mi salud ha mejorado últimamente — murmuró tomando la mano ajena para empezar a caminar con él hacía el auto — Además, me gusta mucho el olor del cigarrillo, me hace pensar en ti.

— ¿Así que algo que te hace daño te hace pensar en mí? mh, creo que entiendo el mensaje — murmuró de forma algo incrédula, logrando que Haze le empujara con algo de fuerza, cosa que le hizo reír.

— ¡No lo dije en ese sentido!

— ¡Estoy jugando, Cherry, cálmate! — comentó tomando el brazo ajeno para apegar a Haze a su cuerpo — Es lindo verte reaccionar así.

— Solo lo hago cuando se trata de ti — admitió mirándole con detenimiento, mientras el pelirrojo le sonreía coquetamente.

— Me encanta ser eso que te motiva a ser salvaje — susurró acariciando los labios ajenos, aunque se detuvo al oír un suave susurro salir de los labios de Haze.

— Helado — murmuró dando un paso atrás — Estamos en plena calle.

— Es cierto — dijo sonriendo con algo de frustración, para tomar el hombro de Haze y caminar con él hacía su auto.

— Aunque, en casa no tenemos helado — murmuró pícaramente, haciendo que Jessie le mirara con malicia.

— Es cierto, es una pena — comentó mientras poco a poco iba pegando el cuerpo de Haze contra el suyo, importándole poco que había gente caminando cerca suyo, todo eso le daba igual, cuando de estar con Haze se trataba, todo dejaba de importar para él, todo se volvía insignificante, lo único mágico y duradero para él, era la sonrisa que se formaba en el rostro de su novio luego de una ronda de apasionados besos entre ambos.

Continuará

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- Gema