Entró con cautela al lugar, escuchando las bromas y risas que se hacían los alumnos entre sí mientras se cambiaban de ropa.

Caminó hasta que se encontró con el chico pelirrojo, quien se quitaba la camisa y usaba un pañuelo para secarse el sudor del rostro, verlo así hizo que Haze se sonrojara sutilmente.Se paró detrás de él para cubrir su rostro con sus manos, riendo por debajo al pensar que lograría sorprender a Jessie, aunque le abrumó mucho la manera en la que el pelirrojo le respondió.

— Deja tus idioteces y lárgate — dijo de mala gana, pensando que se trataba de Trevor, o tal vez de Miles, realmente Jessie imaginaba que sería cualquier otra persona, menos su novio, quien ante las bruscas palabras del pelirrojo, quitó sus manos del rostro ajeno y dió un paso atrás con intenciones de irse, mientras algo de dolor se adueñaba de su pecho.

Estuvo a punto de irse, hasta que sintió cómo alguien chocaba con él y le hacía tambalearse un poco.

— ¡Quítate del camino, maldito marica imbécil! — escupió de mala gana aquel sujeto que chocó con él, haciendo a Haze jadear algo abrumado mientras daba un paso atrás.

— P-Perdón, yo— estuvo a punto de hablar, pero ver cómo el pelirrojo volteaba en seco y empujaba de forma brusca al chico que le estaba insultando, le hizo guardar silencio.

— ¡¡Vuelve a llamarlo así, y te juro que te golpearé tanto que tendrás que reconocerte usando tus dientes!! — dichas palabras hicieron que el sujeto en cuestión se diera media vuelta y se marchara, dejando a Jessie solo con Haze, quien miraba dudoso y algo nervioso al chico pelirrojo que se dispuso a verlo con atención — ¿Estás bien, Cherry?

— Sí — respondió en seco — Y-Ya me voy.

— ¡Espera! — dijo tomándolo del brazo para impedirle irse — ¿Qué haces aquí? creí que estabas en clases.

— S-Solo quería verte pero, d-dado que no quieres verme, y-yo prefiero irme — dijo temeroso mientras trataba de zafarse, sus palabras hicieron que Jessie frunciera confundido el ceño y le mirara con atención.

— ¿Qué? ¿Cherry de qué hablas? — preguntó tomándole del brazo con algo de fuerza, y luego de pensar un poco, jadeó frustrado al darse cuenta de su error — ¿Fuiste tú el que me cubrió los ojos, no es así?

— Eso ya no importa — dijo apartándose de él para darse vuelta y caminar a la salida del vestidor.

— ¡Cherry! — dijo mientras caminaba detrás de él — Perdóname ¿sí? ¡creí que eras Trevor, ese imbécil siempre me está molestando!

— Ya no importa, mejor me voy, te quiero dar espacio para pensar — suspiró al sentir cómo lo tomaban del brazo y lo forzaban a darse vuelta y ver fijamente los ojos verdes de Jessie, quien lo observaba bastante abrumado.

— ¿Puedo saber lo que le pasa a mi pequeño cascarrabias ahora? — preguntó arqueando una ceja, mientras Haze lo miraba de forma seria.

— Eso debería preguntarte yo a ti, has actuado raro todo el día — dijo sin pelos en la lengua, haciendo a Jessie fruncir confundido el ceño — ¿Lo ves? actúas como si yo mintiera con lo que digo.

— No, no no, Haze yo no digo que estés mintiendo, solo... — tomó aire tratando de pensar en qué decir, "idiota" rebotó por su mente al darse cuenta de que sus preocupaciones le hicieron actuar de forma seca con Haze otra vez, cosa que él se había prometido no repetir, pero que lamentablemente estaba haciendo — S-Solo estoy nervioso por el juego, ¿sí?

— ¿Es eso? — preguntó con algo de recelo, haciendo al pelirrojo sonreír abrumado.

— ¿Crees que miento?

— Siento que pasa algo más, algo que no me quieres decir — dichas palabras hicieron a Jessie suspirar pesadamente, mientras pasaba su mano por su rostro.

— No está pasando nada, Haze.

— ¡No me mientas! — clamó mirándole con seriedad, mirada que hizo a Jessie reír incrédulamente mientras lo miraba con seriedad.

— ¿Porqué de repente estás actuando así?

— ¡Tú eres el que está actuando raro de la nada!

— ¡Te estoy diciendo que es por el maldito juego!

— ¡Ay por favor! ¡estás emocionado por jugar! ¡y todo el día has tenido cara de cualquier cosa, menos de emoción!

— No me conoces lo suficiente como para saber mi manera de actuar al estar emocionado — dichas palabras hicieron a Haze dar un paso hacía atrás, mientras algo de dolor inundaba su pecho.

— Tienes razón, no te conozco lo suficiente — dicho esto, se dió media vuelta y se marchó del lugar, haciendo a Jessie reír entre gruñidos de enojo, y acto seguido, regresó a su casillero para cerrarlo y golpearlo con fuerza, dejando unas marcas muy pronunciadas en su puño.

Se marchó de aquel vestidor mientras una combinación amarga de dolor y enojo se apoderaba de su ser, odiaba pelear con Jessie, pero realmente sentía que el pelirrojo no era sincero con él, y eso era demasiado tormentoso para él, no podía soportarlo.

-

Cerró de golpe la puerta de aquel baño para irse corriendo a los lavabos, abrir la llave, y enjuagarse la cara con agua fría.

Miró su propio reflejo mientras jadeaba pesadamente, recordando lo que había pasado la noche anterior, la forma en la que su cuerpo temblaba por los bruscos movimientos de aquel "caballero de armadura brillante" al que no conocía en absoluto, o al menos eso creía.

— Vaya, qué rico estuvo — dijo risueño mientras miraba el techo de aquella habitación, jadeando pesadamente mientras sentía cómo se recostaban a su lado para ver fijamente el techo igualmente.

— Me alegra que te gustara — dijo aquel sujeto que mantenía la cara cubierta, cosa que daba risa al sujeto gótico, pero que no le dió mayor importancia.

— ¿En serio no planeas quitarte eso?

— Me gusta permanecer anónimo, así me evito muchos problemas a la hora de tener sexo casual — afirmó sin más mientras pasaba su mano por su abdómen, haciendo al gótico reír cínicamente.

— ¿Y crees que los tatuajes en tu cuerpo no te delatarán?

— Nadie me presta tanta atención como para enfocarse en ellos — dijo mientras bostezaba sutilmente — Me dejaste exhausto.

— Me disculpo, la verdad es que hace mucho que nadie me logra satisfacer tan bien como tú.

— Es una pena, me parece que eres alguien estupendo, que mínimo mereces que alguien logre satisfacerte como es debido.

— Lo sé pero ¿qué puedo decir? de por sí es difícil conseguir a otro chico homosexual en la escuela, y los que lo son, les gusta morder almohadas, es tan frustrante — dijo mientras pasaba su mano por su rostro, sorprendiéndose al notar cómo el contrario se levantaba de la cama y empezaba a vestirse — ¿Ya te retiras, caballero de armadura brillante?

— Así es mi noble vampiro, debo levantarme temprano, mañana tengo una justa muy importante — afirmó mientras comenzaba a vestirse, volteando de reojo hacía Shun para verlo con atención — Espero podamos encontrarnos en otra ocasión.

— Yo igual — murmuró sonriendo pícaramente, mientras veía cómo el contrario se disponía a vestirse.

— No puede ser cierto — dijo mientras miraba su propio reflejo en aquel espejo, jadeando pesadamente mientras recordaba los detalles de esa "encamada espontánea" que tuvo la noche anterior.

Volteó de golpe al oír cómo la puerta se abría de golpe, frunciendo el ceño al ver a cierto sujeto de tatuajes y sonrisa cínica acercarse a él con semblante pícaro.

— ¿Porqué tan solo, lindo vampirito?

— ¡No, no es posible! — dijo entre jadeos incrédulos — ¡¡No pudiste haber sido tú!!

— ¿No pude haber sido quién, el caballero de armadura brillante con el que te acostaste ayer? — preguntó maliciosamente, haciendo al gótico gruñir con odio absoluto.

— ¡¡No, Dios, no es posible!! — trató de marcharse de aquel lugar, pero un agarre brusco en su brazo de parte del chico con tatuajes, le hizo frenarse en seco — ¡¡¿Qué mierda quieres?!!

— Vaya que eres difícil de comprender — comentó mientras lo observaba con detenimiento — Creí que nadie te había logrado dar tanto placer como el que yo te di.

— ¡Fue el alcohol, no lo dije porque yo realmente pensara eso! — trató de zafarse del agarre ajeno, pero sentir cómo el contrario lo estampaba de golpe contra los lavabos del baño, interrumpió por completo su intento de escapar.

— ¿Enserio? la forma en la que gemías me hizo pensar de manera distinta — murmuró mientras pasaba su mano por la espalda ajena, aprovechando que había colocado al gótico boca abajo contra los lavabos — Te viniste apenas te la metí, eso también me hizo pensar que desde hace mucho que no te cogían, ¿me equivoco?

Dichas palabras hicieron al gótico fruncir notoriamente el ceño, mientras mantenía la mirada fija hacía otro lado.

— Mh, debí imaginarlo, tú y Miles no han tenido sexo, ¿me equivoco?

— Cállate — gruñó tratando de zafarse, pero cada que se movía, Trevor proyectaba su peso contra el cuerpo ajeno, haciendo a Shun temblar y jadear algo nervioso — D-Déjame, ¡apártate!

— Ay vampirito — susurró al oído ajeno mientras daba algunas estocadas contra los glúteos ajenos, haciendo a Shun jadear por debajo — Dime, quiero saber más al respecto, ¿tú eres el que no quiso coger con él, o Miles no quiso hacértelo?

Tragó en seco al oír las palabras ajenas, un nudo se formó en su garganta en cuanto recordó aquel humillante momento, en el que estuvo dispuesto a entregar su cuerpo, y de la forma más seca e insensible, lo rechazaron.

— ... Eso a ti no te incumbe — dijo mientras volteaba a verlo de manera incrédula — Si crees que seré tan idiota para abrirme contigo, solo porque te dejé cogerme una vez, estás muy equivocado.

Trevor rió por debajo mientras llevaba sus manos a las caderas ajenas y las sujetaba con firmeza.

— Eres tan obstinante — murmuró acercando su boca al cuello ajeno — Y lo más cómico del asunto, es que me fascina ese lado tuyo.

Dichas palabras hicieron que Shun frunciera el ceño con confusión, pero irónicamente, la manera en la que Trevor le hablaba al oído, hizo que su piel se erizara como nunca.

— Realmente me gustaría volver a metértela — dijo sin pelos en la lengua, haciendo al gótico jadear incrédulamente — Pero debo ir a entrenar, hoy tengo un partido muy importante, y si descuido esta oportunidad nunca me lo voy a perdonar.

Tomó con fuerza las mejillas ajenas para hacer que Shun volteara a verlo de frente.

— Veámonos hoy, luego del partido, podemos ir a mi casa, ¿qué opinas?

— Estás loco — clamó apartando las manos ajenas de su rostro, para zafarse del agarre ajeno y caminar rumbo a la puerta de los sanitarios, pero antes de salir, detuvo en seco sus pasos para meditar de mejor manera las cosas, el orgullo le dolía, pero su líbido le impedía pensar con la mente fría, era muy frustrante.

— ¿Y bien, vampirito? — preguntó pícaramente, logrando que Shun volteara a verlo con seriedad.

— ¿Planeas decirle a alguien que tuvimos sexo ayer?

— No tengo ni un solo amigo en esta escuela ¿a quién podría yo decírselo?

— Te he visto hablar con Dalton — Trevor rió cínicamente al oír las palabras ajenas.

— Dalton y yo no somos amigos, somos compañeros de juego por obligación del entrenador, pero si por mí fuera, lo mandaría al diablo cada que pudiera.

— Mh, ¿lo odias, eh?

— ¿Crees que me caen bien él y su actitud de "soy mejor que todos y por eso no hablo con nadie"? — dijo mientras rodaba los ojos con fastidio, logrando que el gótico arqueara curioso una ceja.

— Bien — murmuró llevando uno de sus mechones tras su oreja — Te buscaré después del partido, podemos beber algo y luego ir a tu casa; solo no confundas las cosas ¿de acuerdo? no tengo tiempo para—

— ¿Idioteces románticas? — preguntó incrédulamente — No creas que yo busco romance, vampirito; solo quiero metértela y ya, nada más.

La manera tan brusca y poco educada de hablar de aquel sujeto hacía que Shun frunciera el ceño con asco, pero, de cierta forma, la idea que transmitía ese vocabulario tan tosco, no le desagradaba en absoluto, de hecho, le encantaba no tener que confundir las cosas desde el principio.

— Perfecto — dicho esto, se dió media vuelta y caminó fuera de aquel sanitario, arqueando una ceja mientras pensaba de mejor manera las cosas, "vaya, tengo una cita", concluyó mientras sonreía de lado con malicia, las cosas no resultaron como esperaba, pero iba a obtener eso que tanto quería, otro acostón con aquel "caballero" que tanto logró satisfacerle la noche anterior, aunque de "caballero" solo tenía el apodo, ya que el gótico detestaba la forma de actuar y de hablar del sujeto con tatuajes.

-

Suspiraba con pesar mientras miraba a la nada con atención, odiaba pensar que Jessie no era franco con él, ¿porqué habría de mentirle? había sido tan sincero con él hasta ahora, o al menos eso creía Haze, empezaba a cuestionarse muchas cosas, incluso el supuesto "amor" que el pelirrojo sentía por él "si me quisiera no actuaría de esa forma" pensó ,tratando con todas sus fuerzas de no pensar de más las cosas, pero le costaba mucho, era tan tormentoso estar en esa situación.

— ¡Apúrate, ya va a empezar! — escuchó a unos chicos hablar en el pasillo, cosa que le causó curiosidad, por lo que se levantó de las escaleras y caminó al pasillo a ver hacía dónde se dirigían, suspirando pesadamente al ver que caminaban rumbo a la cancha donde jugaría su "novio".

"¿Ya tan pronto es hora de que el juego empiece?" se preguntó algo abrumado, no sabía si era correcto o no ir al lugar en cuestión, no solo por su discusión con Jessie. sino porque mucha gente estaría ahí presente viendo el partido, y entre la gran multitud, podría estar alguien cercano a su padre, o peor, su padre y su vecino en persona, ya que ambos eran muy fanáticos de dicho deporte.

Tomó aire para empezar a caminar algo dudoso hacía la cancha, cubriendo su cabeza con la capucha de su suéter verde, sabía que era riesgoso ir, pero a pesar de su pequeña discusión, él quería ver a Jessie jugando, además de que, quería darle apoyo moral al pelirrojo, quien seguramente se encontraba demasiado nervioso, y Haze quería apaciguar ese nerviosismo, aunque Jessie le estuviera mintiendo o no.

-

Miraba con fastidio a los jugadores del equipo rival, a quienes debían saludar antes de empezar el juego, más por obligación y protocolo que por gusto, sobre todo considerando que en ese equipo había una persona con la que él no se llevaba bien en absoluto.

— ¡Diviértanse chicos, pero no mucho, igual les vamos a ganar! — decía aquel sujeto de cabello claro mientras palmeaba las manos del equipo contra el que iba a jugar, aunque se detuvo a ver con atención a cierto sujeto pelirrojo que le dedicaba una expresión de odio absoluto — Mucha suerte hoy, Jessie; trata de no cansarte ¿de acuerdo? necesitarás fuerzas para nuestro mano a mano después del partido.

— Sigue soñando, Bradley — dijo incrédulamente para ver hacía otro lado, haciendo al contrario reír cínicamente para darse vuelta y seguir avanzando sin más, mientras canturreaba una de las canciones de Pearl Jam que tanto le gustaban al chico pelirrojo, cosa que hizo a Jessie gruñir por debajo con fastidio absoluto.

— ¡Bien muchachos, a calentar! — clamó el entrenador mientras palmeaba las manos, haciendo a los chicos dispersarse para ir a sus puestos de calentamiento.

La multitud empezaba a llegar, cosa que hizo a Jessie entrar un poco en pánico, pero lo que realmente logró tocar algunas fibras en él, fue ver que cierto chico pelinegro estaba totalmente ausente en las gradas, esto le hizo suspirar con frustración mientras su pecho se endurecía considerablemente.

"Fui un idiota" pensó mientras iba al sitio que le señalaba el entrenador, la brisa hacía que su cabello se moviera un poco, pero afortunadamente lo tenía atado de manera que no le estorbara a la hora de ponerse el casco.

-

Llegó finalmente a la cancha, sitio que estaba repleto de personas (tal y como él imaginó) por lo que empezó a caminar con discreción hacía algún puesto vacío donde pudiera sentarse.Logró conseguir un puesto vacío en una de las zonas de peor visibilidad del campo, lo bueno era que no mucha gente le veía el rostro, lo malo, era que él no podía ver muy bien todo lo que hacía su novio, era frustrante.

— ¡Y aquí vemos a la estrella del equipo, Miles Tocker sujetar el ovoide! — hablaba el narrador de forma brusca y muy activa, haciendo que las personas se agitaran y emocionaran aún más, y permitía que quien no podía ver el juego, al menos estuviera al tanto de lo que estaba pasando.— No sé porqué dejaron jugar a ese maldito defensa nuevo — hablaba un sujeto cerca suyo, haciendo que Haze volteara a verlo con odio absoluto — Apuesto a que solo está jugando por ser familiar del entrenador.

— O porque coge con él — dijo otro sujeto que estaba con él, palabras que hicieron a Haze fruncir notoriamente el ceño, pero solo se limitó a voltear la mirada y seguir viendo el juego (o en su caso, escucharlo).

— ¡¡Y aquí viene Tocker, parece que va a anotar!! — gritaba el narrador, aunque jadeó al ver cómo un sujeto del equipo contrario se iba sobre Miles y lo azotaba con fuerza contra el suelo, haciéndole perder el balón — ¡¡No puede ser, eso va a dejar marca!!

— ¡¡Maldito defensa, sirve de algo, infeliz!! — gritó aquel sujeto mientras se levantaba de su asiento y escupía insultos hacía cierto pelirrojo que parecía estar en las nubes, impidiéndole jugar de la mejor manera posible.

— ¡¡Oiga déjelo en paz!! — clamó Haze mientras se levantaba de su asiento, pero en cuanto lo hizo, se dió cuenta de que se estaba dejando llevar por el enojo, y eso podría traerle problemas.

— ¡¿Y tú qué, eres novio de ese tipejo o qué?!

— N-No, s-soy su... hermano — dudó mientras apretaba los puños con fuerza — ¡¡Deje de insultarlo, no sabe lo mucho que se está esforzando por jugar bien!!

— ¡¿Esforzando?! ¡¡mi sobrina de seis años juega mejor que él!!

— ¡Oiga, dejelo en paz! — clamó cierto sujeto rubio que llegaba repentinamente al lugar, tomando los hombros de Haze y jalándolo con cuidado para evitar que siguiera discutiendo con ese hombre, quien parecía dispuesto a llegar a los puños con él.

— ¡¡Idiota!! — clamaba el sujeto en cuestión mientras Haze y su acompañante se alejaban de él.

— Gracias Quincy — murmuró pasando su mano por su rostro.

— Descuida — comentó palmeándole el hombro — ¿Me explicas qué le pasa a Jessie? no es que yo sepa mucho de este juego, pero está jugando pésimo.

— N-No lo sé, ha actuado raro todo el día, discutimos temprano, tal vez sea eso lo que lo tiene tan abrumado.

— Deberías hablar con él — dijo mientras lo miraba con atención, dichas palabras hicieron que Haze asintiera con la cabeza y caminara rumbo al sitio donde estaba el entrenador junto con los jugadores de la banca.

En cuanto llegó a dicho sitio, caminó sigilosamente hacía el entrenador, quien gritaba y gruñía de frustración mientras observaba atentamente a sus jugadores correr en el campus.

— ¡¡Dalton, tienes que bloquear, maldita sea!! — gritaba mientras señalaba al equipo contrario — ¡¡Thompson, bloquea al equipo contrario, no a tu propio equipo!!

Dado que le preocupó acercarse al sitio donde el entrenador estaba gritando de forma brusca, Haze prefirió quedarse parado en la entrada de los vestidores, viendo con preocupación la forma tan descuidada en la que Jessie estaba jugando.

— ¡Buen trabajo, Dalton, perderemos por tu estupidez! — dijo Miles mientras caminaba junto a él y chocaba hombros de forma brusca con Jessie, quien miraba a los lados con algo de frustración, como si buscara a alguien entre la multitud, "no está, resignate" pensaba mientras maldecía para sus adentros, odiaba tanto sentir que esa persona no había ido a verle, y todo por su estúpida manera de actuar ante los problemas, o al menos eso creía él.

Luego de algunos minutos más de juego, finalmente llegó la hora del medio tiempo, donde las porristas iban al campo a animar a la multitud, mientras los jugadores avanzaban a los vestidores para refrescarse (y en el caso de Jessie y Trevor, a recibir un regaño de parte del entrenador).

Ver cómo los jugadores iban al lugar donde él estaba le hizo ponerse nervioso, pero prefirió hacerse a un lado para dejarlos pasar, mientras miraba algo abrumado al sujeto que venía de último, con la cabeza agachada y caminando a paso lento y penoso, cosa que hizo a Haze fruncir el ceño con frustración.

— ¿Para esto querías jugar? — preguntó mientras aquel sujeto que parecía no haber notado su presencia, pasaba a su lado, haciéndole alzar la mirada y verlo a los ojos con asombro total.

— ¿Haze? — murmuró quitándose el casco y viéndolo con atención — ¿Qué haces aquí?

— Vine a regañarte, obviamente — dijo cruzándose de brazos — ¡¿Sabes lo mal que estás jugando?! — dichas palabras hicieron al pelirrojo reír por debajo con algo de pesar — ¡No te rías, Jessie! ¡no te dejarán jugar de nuevo si sigues así! ¡¿en qué estás pensando?!

— En ti, y en lo mucho que debes odiarme por como he actuado el día de hoy — admitió mientras lo observaba con atención, haciendo al de ojos azules sonreírle algo abrumado.

— No te odio — aclaró — Solo estoy algo enojado, porque no me gusta sentir que me mientes.

— No te miento, Haze, solo— trató de hablar, pero oír cómo alguien gritaba su nombre, le hizo detener en seco su explicación.

— ¡¡Dalton!! — gritó el entrenador mientras se acercaba para empujarlo con fuerza — ¡¡Muévete a lavarte la cara, bastardo estúpido!! ¡¡¿me quieres explicar porqué estás jugando tan mal?!!

En cuanto notó la presencia de Haze, el entrenador le miró algo abrumado.

— ¿Qué haces aquí, Johnson?

— Am, v-vine a desearle suerte a Jessie, ¡y-y a gritarle por estar jugando tan mal! — dicho esto, le dió un golpe en el brazo al pelirrojo, haciéndole gruñir y verlo algo abrumado — ¡¡Juega bien, idiota!! — dijo algo dudoso, pero sus palabras solo hicieron reír al pelirrojo.

— Buen trabajo, Johnson, ¡hay que hacer que nuestros amigos entren en razón, así sea por la fuerza! — dicho esto, empujó a Jessie al interior de los vestidores, todo mientras Haze caminaba algo dudoso detrás de ellos, no estaba seguro de si podía entrar o no, pero sentía que no podía quedarse parado en la entrada de los vestidores como si nada.

Continuará

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- Gema