— ¡Damas y caballeros! — hablaba un sujeto que llevaba puesta una toga y una aureola romana, quien rápidamente logró captar la atención de todos los que estaban en aquella sala.

— Así que aquí está mi hombre — murmuró el gótico mientras se mordía el labio inferior — Qué césar tan sexy.

Oír sus palabras hizo que Quincy agachara la cabeza con algo de pesar, mientras Haze le miraba de reojo con algo de curiosidad.

— ¡Ahora ha llegado el momento favorito de todos! ¡los juegos medievales! — todos los chicos empezaron a gritar enloquecidos, a excepción de Haze y Jessie, quienes miraban a todos con mucha extrañeza.

— ¿"Juegos medievales"? — preguntó Jessie con recelo.

— No creo que sea algo muy fuerte — murmuró Haze abrazándose a sí mismo.

— ¡Ahora damas y caballeros, hay que escoger a los primeros tributos de la noche! — clamó mientras miraba todo alrededor, fijando su mirada repentinamente en el grupo de chicos en donde estaba su "novio", solo que no fue a él a quien miró con detenimiento, sino a cierto sujeto con alas y ropajes blancos — ¡Tú, ser malévolo con alas!

Todos empezaron a reír y a aplaudir, cosa que puso muy nervioso a Quincy, sobre todo al ver de reojo el semblante confundido que mostró Shun.

— ¿Qué esperas estúpido? ¡vé con él! — clamó el gótico mientras le empujaba sutilmente, Quincy estaba dudoso de ir, pero ante la insistencia de todos los presentes, incluído su propio amigo, no tuvo más opción que ir adonde estaba Miles.

— Eso es — dijo Miles mientras jalaba del brazo a Quincy para verlo con atención, y acto seguido, empezó a caminar alrededor de él — Se te acusa de ser un pagano, sodomita, y también un inmoral que se oculta bajo una falsa piel de arcángel puro y casto — hablaba mientras pasaba su dedo por las alas de él, haciendo que el rubio agachara la mirada con vergüenza — ¿Qué castigo será apropiado para alguien como tú?

— ¡Calabozo! — gritaron las personas alrededor.

— ¡Cierto el calabozo! — dijo el castaño mientras sonreía cínicamente — ¡Pues que así sea!

En cuanto dijo esto, le hizo una seña a unos chicos que estaban ahí para que se llevaran a Quincy, todo mientras este trataba inútilmente de zafarse, y todos los chicos reían de forma estruendosa al ver cómo se lo llevaban.

— ¿Crees que esté bien? — preguntó Haze mirando preocupado a Shun, quien se dedicaba a reír mientras daba un sorbo a su bebida.

— Claro que estará bien, Haze ¡esto es solo teatro, no te lo tomes tan enserio!

— Ahora nuestras siguientes víctimas — dijo mirando alrededor con curiosidad, sonriendo con malicia al ver a cierta persona con orejas de conejo entre la multitud — ¡Tú, el animal antropomórfico en la primera fila!

Haze jadeó algo temeroso en cuanto escuchó aquello, aunque se quedó helado al ver cómo Jessie se paraba frente a él para mirar con total severidad al sujeto que señalaba a su pareja, cosa que hizo reír incrédulamente a Miles.

— ¿Te atreves a defenderlo, y a cuestionar las órdenes de tu césar? — dijo mientras se acercaba a él y le miraba burlonamente — ¿Quieres recibir el castigo por él, bufón?

— ¿Realmente crees que te dejaré usarlo para tus tonterías, Miles? — preguntó incrédulamente, haciendo al de ojos celestes reír de mala gana.

— Eres muy insolente, a tu capitán eso debe hartarle. ¡Ah, ya sé! ¡tu castigo será ese!

Se dió vuelta para subirse a una mesa y ver a todos con atención.

— ¡Cambio de planes, señores! ¡el pirata barba roja será castigado por su insolencia, así que él y su querido animal antropomórfico serán arrojados por la plancha!

Todos empezaron a gritar enloquecidos, Jessie les miraba con seriedad y algo de incredulidad, mientras Haze se ocultaba tras él de forma tímida y nerviosa.

— ¡A la plancha! — gritó Miles, y en cuanto dijo eso, varios chicos fueron corriendo a tomar a Haze y a Jessie de los brazos para guiarlos al patio de aquel hogar, todo mientras el pelirrojo trataba inútilmente de zafarse.

— ¡Suéltenme imbéciles!

— ¡O-Oigan cuidado! — dijo Haze mientras era arrastrado con Jessie hacía el patio de aquel hogar, lugar donde había una enorme piscina llena de juguetes inflables y algunas hieleras que los jóvenes arrojaron de manera inconsciente hacía allá.

Las personas empujaron a Jessie y a Haze hacía el trampolín de la piscina, mientras las demás personas les miraban con diversión, incluído el propio Shun, quien reía bobamente mientras daba otro trago a su bebida.

— Genial — escupió Jessie de mala gana mientras caminaba por aquel trampolín, siendo seguido por Haze, quien agachó la mirada con pesar y vergüenza, odiaba pensar que fueron a esa fiesta solo a pasar malos ratos, cosa que Jessie le advirtió, pero que él ignoró creyendo que finalmente la pasarían bien, qué equivocado estuvo.

— ¡Al agua patos! — gritó un sujeto que los empujó de golpe y sin avisar, haciéndoles caer de lleno en aquella piscina, y al hacerlo, todos los presentes empezaron a reír burlonamente.

Jadeó sacando la cabeza del agua, mirando cómo todos alrededor solo se reían incrédulamente de ellos, cosa que le hizo agachar apenado la mirada, "no sé porqué quise venir" pensó mientras nadaba a la orilla del agua, aunque le tomó por sorpresa sentir que le jalaban del brazo para besarlo de forma poco sutil en frente de todos esos chicos, quienes empezaron a abuchear y se fueron retirando de poco a poco de aquel sitio.

— ¡Maricas asquerosos! — gritaron unos sujetos mientras se marchaban, aunque eso no evitó que ellos siguieran besándose mientras flotaban en el agua.

— ¿Estás bien? — preguntó apartándose de esos besos para ver al chico de ojos azules con atención — Lamento si el beso fue algo brusco, quería callarle la boca a esos imbéciles.

— Descuida, no me disgustó en absoluto — murmuró tímidamente mientras pegaba su frente con la del pelirrojo — Lamento mucho que nos hicieran esto.

— Oye cálmate, no fue tu culpa, estos tipos son imbéciles, harían alguna idiotez como esta — susurró tomando el cuello ajeno para seguir besando a Haze de forma lenta y apasionada, aprovechando que la mayoría de chicos habían regresado al interior de la casa.

Sonrió de lado mientras veía a ambos sujetos en la piscina, odiaba al pelirrojo, no lo toleraba, pero le alegraba mucho que su mejor amigo al fin tuviera a alguien con quien actuar de forma melosa y apasionada, solo esperaba que el de ojos azules no saliera herido de todo ese embrollo, realmente no quería verlo sufrir por culpa de ese sujeto pelirrojo.

Mientras pensaba en el romance de su mejor amigo, un pensamiento rebotó por su mente "¿dónde está mi novio?" cosa que le hizo darse vuelta y caminar tambaleándose al interior de aquel hogar, beber de manera desenfrenada estaba empezando a pasarle factura gravemente.

-

Caminaba de un lado a otro por aquella estrecha habitación en la que le encerraron, estaba nervioso, muy angustiado, presentía que iba a ocurrir algo, y eso solo le hacía sentir más culpable con respecto a lo que debía de confesarle a Shun.

Volteó de golpe al ver a cierta figura de cabello castaño entrar a la habitación, quien le miró de arriba a abajo de forma maliciosa, mirada que no le dió nada de confianza al chico rubio.

— M-Miles escuch— trató de hablar, pero un lujurioso beso de parte de Miles detuvo en seco sus palabras — ¡M-Miles suelt— jadeaba tratando de apartarse de aquellos besos, pero el sujeto de ojos celestes era considerablemente más fuerte que él.

— Shh, cálmate angelito, te haré sentir en el cielo — decía mientras lo empujaba hacía una cama, Quincy luchaba por zafarse de aquel agarre, pero aquel sujeto era muy fuerte para él.

— ¿Miles estás por— habló alguien que entraba de golpe a la habitación, frenándose en seco al ver aquella escena, ambos sujetos besándose y acariciándose de manera muy apasionada, como un par de enamorados a punto de consumar su amor (a sus ojos), cosa que le hizo quedarse helado, mientras una gran rabia inundaba de golpe su pecho.

— ¡Sh-Shun! — dijo el rubio mientras miraba abrumado a su amigo, Miles se apartó de él para ver al gótico con atención — ¡N-No es lo que piensas, te lo juro!

— ¡¡¿Cómo carajo dices que no es lo que estoy pensando?!! — clamó acercándose a ellos para tomar a Quincy del cabello y jalarlo de forma brusca — ¡¡Eres un maldito trepador oportunista, te acogí como mi amigo cuando todos te dieron la espalda por amanerado!! ¡¡¿y es esta tu maldita forma de pagarme?!! ¡¡¿cogiéndote a mi novio?!!

— Tú y yo no somos novios — dijo con algo de frialdad y cinismo, haciendo que Shun volteara a verlo de forma incrédula — Tú mismo dijiste que no querías bobo romanticismo de por medio, y yo accedí, ¿creíste que eso implicaba que te sería fiel como si de verdad te amara? Dichas palabras hicieron que un terrible dolor se acentuara en el pecho de Shun, quien jadeó con horror mientras miraba atentamente ese par de ojos celestes que lo observaban con incredulidad.

— Por favor Shun, no actúes como un ridículo — dijo Miles cínicamente, el gótico soltó al chico rubio para dar algunos pasos hacía atrás, mientras un semblante serio y muy abrumado se reflejaba en su rostro.

— Shun escúchame por favor— trató Quincy de hablarle, pero una fuerte bofetada de parte de Shun le hizo callar en seco.

— ¡¡En tu maldita vida vuelvas a acercarte a mí!! — gritó de forma histérica, dándose vuelta con intenciones de irse, quedándose helado al ver a un grupo de chicos que estaban parados en la puerta viendo morbosamente aquel espectáculo que solo terminó por humillarlo terriblemente.Agachó la cabeza para caminar en medio de aquellos chicos, quienes se rieron de él en cuanto avanzó en medio de ellos, el orgullo le dolía como nunca, quería hacer algo para sacarse ese terrible dolor del pecho, pero ¿qué podía hacer? se sentía tan ridiculizado, no podía creer que eso le estuviera pasando.

-

Seguía intercambiando saliva de forma sutil y apasionada, solo que ya no estaban en la piscina, sino que se habían logrado escabullir por aquel enorme hogar, aprovechando que extrañamente no había muchas personas alrededor, seguramente estaban haciendo desastres en otra área de la casa.

Entraron a una habitación solitaria para cerrarla con llave y avanzar hacía una pequeña cama que estaba en medio de dicha habitación, no estaban seguros de lo que hacían, solo sabían que morían por pasar un momento de pareja memorable.

— Déjame ver bien tu disfraz, Cherry — susurró entre besos mientras empezaba a quitar la chaqueta al chico de ojos azules (chaqueta que al igual que toda su ropa, estaba totalmente empapada).

— Jessie — susurró entre besos mientras sentía las pesadas manos del pelirrojo recorrer su cuerpo — ¿Seguro que podemos hacer esto?

— No lo sé, solo sé que te quiero hacer gemir — susurró de forma brusca, haciendo que el chico de ojos azules se estremeciera considerablemente.

Jadeó al sentir cómo lo estampaban contra aquel colchón y le empezaban a besar el cuello, cosa que hizo que la piel de Haze ardiera considerablemente.

— Jessie — susurró mientras dejaba que el pelirrojo explorara su cuerpo con sus labios — Me vuelves loco.

— Me encanta causar ese efecto en ti, Cherry — susurró mientras procedía a recorrer la piel ajena con sus manos, deslizándose por las piernas del pelinegro y apretándolas con fuerza — Sigo sin creer que te atrevieras a usar esto.

— Lo hice para ti, ¿no te gusta? — preguntó con voz algo sumisa, voz que hizo a Jessie morderse el labio inferior y sonreír coquetamente.

— ¿Gustarme? — preguntó tomando la mano ajena para colocarla en su propia entrepierna, para que el pelinegro sintiera el bulto entre las piernas de Jessie — Estoy que reviento por tu culpa.

— Oh Jessie — susurró tomándolo de los hombros para besarlo apasionadamente, besos a los que el pelirrojo correspondió mientras empezaba poco a poco a despojar a Haze de aquel trajecillo que tan enloquecido le tenía.

— ¿Crees que podamos hacer ruido? — dijo el pelirrojo mientras bajaba poco a poco la ropa de Haze.

— Preferiría que no — dijo Haze mientras deslizaba sus dedos por las mejillas ajenas, haciendo al pelirrojo fruncir de mala gana el ceño — ¡Jessie!

— Cherry, todas estas personas están perdidas de borrachos, podemos hacer todo el ruido que queramos, ¡igual nadie lo notaría! — dicho esto, bajó la prenda en cuestión para ver con atención el miembro algo crecido del chico pelinegro, cosa que le hizo relamerse los labios con lujuria — Mgh, mira eso, se nota que me necesita.

— J-Jessie espera — dijo tratando de frenarlo, pero cuando menos lo esperó, sintió cómo la boca del pelirrojo empezaba a succionar su virilidad — ¡A-Ah, J-Jessie!

— Buen chico, Cherry — susurró mientras deslizaba sus labios por el cuerpo ajeno, sacándole al chico de ojos azules roncos gemidos de placer, que poco a poco fueron llenando aquella estrecha habitación, cosa que a él le avergonzaba muchísimo, pero que a Jessie, le fascinaba de manera sorprendente.

-

Caminaba tambaleándose de un lado a otro, no sabía qué hacer, no tenía idea de adónde ir, solo sabía que debía hacer algo, algo para sacarse ese odioso sentimiento de frustración del pecho, o eso acabaría matándolo.

Llegó a la cocina para prepararse otro cóctel, lo único que podía hacer por ahora era beber, beber hasta caer desmayado, era lo único que quería hacer, para poder olvidar ese desagradable incidente del que fue víctima.

Jadeó al sentir cómo alguien chocaba por accidente con él, cosa que le hizo voltearse de golpe y mirar a aquella persona con odio absoluto.

— ¡¡Cuida por dónde vas, maldito ciego inútil!! — escupió de mala gana, estaba que reventaba de la frustración, obviamente no dudaría en desahogar su rabia con el pobre primer ser humano que se cruzara en su camino.

Aquella persona le miró con atención, llevaba puesto un traje algo tosco de lo que parecía ser un caballero medieval, con todo y el casco incluído (casco que impedía que se lograra ver su rostro, y de esta forma, su identidad se mantuviera como todo un misterio).

— Suena a que alguien está enojado — dijo aquel sujeto de manera burlona, cosa que hizo que Shun lo mirara con frialdad, el alcohol no le dejaba distinguir quién era esa persona, aunque no le ayudaba en absoluto que ese sujeto se ocultara bajo un grueso traje de metal — ¿No te dejaron beber sangre hoy, drácula?

— No es tu problema, hojalata, así que déjame en paz ¿quieres? — dijo de mala gana para darle otro sorbo a su trago, mirando de reojo que el sujeto de la armadura brillante estaba tomando algo de maní de la mesa, para meterlo bajo su casco y empezar a comer, haciendo que Shun riera incrédulamente — Deberías quitarte ese estúpido traje.

— Trabajé mucho en él, ni loco me lo voy a quitar — explicó mientras miraba atentamente el rostro ajeno — Se nota que a ti no te duele arruinar algo en lo que te esforzaste mucho.

— ¿Disculpa?

— El maquillaje, se nota que pasaste horas haciéndolo, y mírate, lo estás arruinando con esas lágrimas — dichas palabras le hicieron fruncir confundido el ceño, pero al tocar su mejilla con cuidado, sintió su sangre helarse como nunca, unas gotas estaban empapando de lleno sus mejillas, y él no se había percatado de eso en absoluto.

Sonrió incrédulamente mientras veía sus dedos manchados por el maquillaje corrido, "¿qué me pasa?" pensó amargamente, él no era de llorar, mucho menos por una idiotez así, con más razón sentía, que debía desquitarse.

— ¿Porqué estás aquí solo? juraría que alguien como tú tendría con quién pasar la noche — habló aquel enigmático sujeto, quien estiró su mano hacía el chico gótico, ofreciéndole una servilleta para limpiar la suciedad en su rostro, cosa que hizo a Shun sonreír de lado con algo de pesar mientras tomaba el objeto en cuestión.

— Ya me aburrió dormir con cualquiera — hablaba mientras se secaba el rostro — Siempre me defraudan, así que quiero buscar a alguien distinto, que sepa entender lo que busco, pero que no me presione; que me entienda, pero también sepa entenderse a sí mismo, ¿es eso demasiado pedir?

— Suena a que sabes lo que quieres — dijo aquel sujeto mientras lo miraba con atención — Yo opino exactamente lo mismo.

En cuanto escuchó aquello, Shun alzó la mirada para ver a esa misteriosa figura con atención, no lograba distinguir nada por culpa de aquel grueso traje, pero, lo único que logró, fueron un par de ojos algo oscuros, de un color avellana muy intenso, que brillaban y le hacían sentir hipnotizado, fue lo único que logró distinguir del aspecto físico de aquel misterioso caballero, pero sin dudarlo dos veces, fue lo que le hizo querer ir más a fondo, desear más.

— Dime algo, hojalata — habló mientras se acercaba un poco hacía él — ¿Tienes algo en contra de... el sexo entre chicos? — preguntó con la lengua algo trabada, el contrario rió por debajo mientras llevaba su mano a la mejilla ajena y la acariciaba con cuidado, tacto que hizo a Shun sonreír sutilmente.

— No creo que quieras acostarte conmigo.

— ¿Porqué no, guardas secretos muy oscuros bajo esa armadura brillante?

— Uno que otro — admitió — Y te garantizo que mañana lamentarás mucho haber dormido conmigo, es una promesa.

— Pues dejemos ese dolor de cabeza para mañana, y que el disfrute sea algo para hoy, ¿no crees?

Dicho esto, acercó su rostro al cuerpo ajeno con intenciones de besar el cuello del chico en cuestión, pero este le detuvo tomándolo del brazo para apartarlo un poco.

— Tengo un par de condiciones, ¿Crees poder acatarlas?

— Estoy más caliente de lo que piensas, con tal y que me quites la ropa haré lo que tú quieras.

— Vaya que eres sincero y confiado.

— Sé pedir lo que quiero cuando lo quiero, ¿es eso algo malo?

— No, de hecho, me gusta mucho la seguridad en alguien, odio a las personas mojigatas — admitió tomando el rostro ajeno para acariciarlo suavemente.

— Pues esta es tu noche de suerte, mi caballero de armadura brillante — murmuró de forma coqueta y lujuriosa, mirando fijamente ese par de ojos oscuros que se ocultaban bajo aquella gruesa armadura de acero resplandeciente. 

Continuará

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- Gema