— Déjame ver si te entiendo — dijo Shun mientras caminaba junto a Haze y lo miraba con algo de extrañeza — El señor bravucón y tú fueron a un hotel ayer después de que me vieron.

— Así es — murmuró sonriendo tímidamente — Fue... muy hermoso, nunca creí que la intimidad con alguien fuera tan especial.

— ¿"Especial"? mh,vaya forma de llamarle al sexo — dijo de forma algo cínica — Como sea, ¿y ustedes ya son novios, o aún no formalizan nada entre ustedes?

— Pues, digamos que ya somos novios oficialmente — murmuró sonriendo ampliamente, mientras su amigo le miraba con extrañeza.

— Siento que te sigues precipitando.

— Por favor, Shun; Jessie es un chico muy bueno — dijo sonriendo sutilmente.

— ¿Dejó de actuar como bruto cuando al fin le abriste las piernas? — dichas palabras hicieron que un desagradable escalofrío recorriera el cuerpo de Haze, quien tomó aire mientras se esforzaba en recordar lo bueno que fue Jessie con él durante sus momentos de pasión.

— ¿Porqué siempre debes ver el vaso medio vacío? — murmuró con pesar y algo de molestia, logrando que su contrario le mirara de reojo con algo de incredulidad.

— Lamento que mi realismo manche tus ilusiones bobas, Haze, pero trato de que pises tierra ¿comprendes? — dijo mientras caminaba junto a él por aquel pasillo, aunque el chico de ojos azules detuvo en seco su andar para ver a su amigo con algo de seriedad.

— Pues... no lo parece — dijo con algo de duda, no quería ser grosero con Shun, pero realmente le empezaba hartar que siempre viera defectos y cosas malas en Jessie — No entiendo porqué siempre quieres decirme que estoy haciendo mal las cosas, t-tú también te hiciste novio de Miles de manera precipitada, y-y yo te apoyé, siempre te he apoyado, Shun, ¿porqué esta vez no me puedes apoyar?

— ¡¿Crees que no te apoyo?! — clamó volteando a verlo — ¡Me acerco a ese bastardo aún cuando él me odia y cada que puede me golpea, y lo hago solo por ti, Haze! ¡¿y te atreves a decir que no te apoyo solo porque no aplaudo como un simio el hecho de que te la dejes meter por un bravucón de quinta?!

Haze miró a otro lado mientras mostraba un semblante algo frustrado y penoso.

— ¿Porqué todos deben juzgarlo sin conocerlo? — murmuró con frustración.

— No lo sé, amm ¡¿porqué es un maldito loco que golpea a todo el que se mete en su camino, tú incluído en su lista?!

— ¡Jessie nunca me ha golpeado! e-es intimidante, sí, pero jamás me ha hecho daño; y-yo creo en él, aún cuando tú creas que estoy haciendo mal, Shun, ¡n-no me importa! — clamó mirando detenidamente a su amigo con firmeza, cosa que hizo al chico con perforaciones alzar las cejas con asombro mientras se cruzaba de brazos.

— Jaj, te follaron una vez y ya se te subieron los humos.

— No se me subió nada, s-solo trato de que... mi mejor amigo respete mi relación, ¿es eso mucho pedir acaso, Shun?— murmuró mirando atentamente al chico con perforaciones, quien se quedó un rato pensativo, odiaba en absoluto que su amigo saliera con Jessie Dalton, pero debía admitir que le asombraba y enorgullecía de cierta forma que Haze se animara a actuar seguro de mí mismo por una vez en su vida, aún cuando su mejor amigo consideraba que estaba cometiendo un grave error.

Soltó una leve risa nasal para alborotar un poco el cabello ajeno mientras miraba a Haze con atención.

— Supongo que puedo fingir que estoy a gusto con que te dejes coger por el señor Redvelvet — dijo sonriendo de forma incrédula, Haze miró a otro lado con vergüenza, para después mirarlo de reojo con más confianza.

— Con que respetes lo nuestro, es más que suficiente para mí.

— Bien, pues que así sea — dijo con fastidio mientras se metía ambas manos en los bolsillos para seguir caminando junto a él — ¿Porqué no me cuentas mejor qué tal la pasaste ayer?

— ¡Shun! — clamó entre risas tímidas mientras un gran rubor inundaba de lleno sus mejillas.

— ¡Vamos, yo siempre te cuento cómo es el sexo entre Miles y yo!

— ¡Porque tú me lo dices, no porque yo te lo pida! a-además me da vergüenza ser tan directo con ese tema.

— ¿Qué tiene de malo? ¡es solo sexo, es natural! — dijo rodeando el cuello ajeno con su brazo — ¿Usaron condón?

— ... N-No — admitió apenado mientras sonreía pícaramente.

— ¿Lo recibiste todo la primera vez? ug, qué incómodo.

— N-No lo fue, s-se sintió... bien.

— ¿Era la primera vez de Dalton con un chico? — dicha pregunta hizo que un leve dolor llegara al pecho de Haze, sobre todo al recordar a cierto sujeto de cabello claro con quien se encontraron la noche de su segunda cita.

— N-No exactamente — respondió mordiéndose levemente el labio inferior, logrando que Shun le mirara con asombro — Él tuvo otro novio antes de mí.

— ¿Enserio? jaj, vaya, quien viera a Dalton tan callado y tan sucio — detuvo sus palabras al ver el semblante apenado de su amigo — Lo siento.

— Descuida.

— ¿Y cómo tomaste la noticia?

— Fue abrumador, pero Jessie ya demostró que eso quedó en el pasado, y que ahora solo tiene ojos para mí.

— ¿Qué te hace pensar eso con tanta seguridad?

— El día que nos encontraron a Jessie y a mí besándonos, fuimos a comer a una cafetería, y ahí nos encontramos con su ex novio.

— ¡¿De verdad?! ¿y-y cómo fue eso?

— Angustiante, muy incómodo — admitió rascándose la nuca — Pero, el sujeto dijo algo, algo que me dejó helado, y... b-bueno, irónicamente hizo que me convenciera de lo mucho que le importo a Jessie.

— ¿Qué dijo exactamente para que pensaras algo así?

— "No te esfuerces mucho preciosidad, él solo tiene ojos para Haze Johnson" — un rubor inundó de golpe su rostro al recordar dicha situación, y de manera inconsciente, una tímida sonrisa se dibujó en su rostro, cosa que hizo a Shun gruñir por debajo con algo de fastidio, le irritaba lo exageradamente idiota que estaba actuando su amigo (a sus ojos).

— Haze entiendo que es tu primera relación, pero me irrita que actúes como un bobo — dijo mientras lo miraba con atención.

— P-Perdona pero ¿q-qué puedo hacer? realmente me conmueve lo fiel que ha sido Jessie con respecto a sus sentimientos hacía mí, a-aún cuando yo ni siquiera le prestaba atención.

— Si tuvo novio significa que no te era muy fiel que digamos.

— ¡¿Qué no me escuchaste?! ¡su ex me nombró, aún cuando al parecer no sabe cómo es mi apariencia física! el solo hecho de que se sepa perfectamente mi nombre, s-solo debe significar que aún cuando estaba con él, Jessie solo podía pensar en mí, ¿no es romántico?

— Yo diría que es muy estúpido — dijo Shun rodando sus ojos — ¿Porqué deben volver todo tan complicado con tonterías románticas?

— ¿Y tú porqué eres tan amargado, Shun? — dijo entre risas mientras palmeaba el hombro de su amigo.

— Mira Haze, entiendo que quieras revolcarte con él, ¡lo respeto, te apoyo! pero el amor complica todo de más, es por eso que yo tengo una relación cero romántica con Miles.

— P-Pero creí que tú lo amabas.

— ¡¿Amar?! ¡jaj! amigo mío, ese sujeto me encanta sí, pero esas idioteces de "amar ciegamente" no van conmigo en absoluto, deberías aprender de mí, Haze, el sexo se disfruta más cuando no hay tonterías sentimentales de por medio — el pelinegro frunció el ceño con mucha confusión, no entendía para nada las palabras de su amigo, el amor era de las cosas más hermosas y tiernas de la vida, ¿entonces porqué renegar de él? le costaba mucho entenderlo, tal vez era porque él, a diferencia de Shun, sí estaba enamorado.

-

— Solo digo, que deberías alquilar vídeos sucios y así aprender trucos para usarlos con él — explicaba mientras caminaba con su amigo y se disponían a entrar al campo de fútbol de la escuela, lugar donde estaban entrenando los "novios" de ambos.

— ¡¿Q-Qué cosas dices?! — clamó apenado mientras cubría su rostro con sus manos.— ¡No te hagas el mojigato, Haze! ¡estás caminando cojo por una buena razón!

— ¡S-Sí pero de ahí a ver videos sucios hay una gran diferencia, Shun!

— No entiendo porqué lo ves como algo malo, seguramente a tu novio le encantaría la idea — dijo de forma algo incrédula mientras se cruzaba de brazos y miraba no muy lejos a un grupo de chicos entrenar y correr por todo el campo, entre ellos estaban el chico pelirrojo y cierto sujeto de cabello castaño y ojos celestes — Hablando del rey de roma.

Haze rápidamente alzó la mirada, sonriendo tímidamente al ver al pelirrojo trotar por todo el campo, y apenas divisó la silueta del pelinegro, alzó su mano para saludarlo, acción que Haze replicó en seguida.

— No tenía idea de que jugara futbol— dijo Shun mientras caminaba con él hacía las gradas.

— Casi nunca puede entrenar, pero es porque su padre lo obliga a ir al taller, y eso le impide asistir — admitió mientras se sentaba en las gradas junto a su amigo gótico, quien le miró atentamente mientras arqueaba una ceja.

— Mh, ya veo — murmuró mirando atentamente hacía el grupo de chicos que seguían corriendo — ¿Y cómo es convivir con él hasta ahora?

— Pues... — suspiró jugueteando con uno de sus mechones negros — S-Solo tenemos algunos días juntos, y-y no hemos estado totalmente solos, pero... la verdad me gusta mucho que él esté conmigo, sentirlo cerca me relaja bastante.

— ... ¿Y qué planeas hacer ahora? — murmuró mirándolo de reojo — ¿Quedarte en casa mientras él trabaja? ¿algo así como una pareja de los cincuenta pero en gay?

— Claro que no, Shun — negó frunciendo sutilmente el ceño — S-Solo que aún sigo tratando de adaptarme al hecho de que empecé una nueva vida, y de que debo cuidarme de que papá no me vea, aún sigo sin creer que haya podido asistir a clases hoy — admitió suspirando sutilmente.

— A mí me sorprende que el director Carson tomara tan a la ligera saber que vives con Jessie, considerando lo ridículamente homofóbico que es — dichas palabras hicieron que Haze arqueara una ceja con curiosidad.

— ¿Perdón?

— ¿No sabías? — dijo riendo cínicamente — Carson es un puritano de primera, el otro día me vió besándome con Miles y me dió un maldito sermón de dos horas, incluso me hace asistir a sesiones con la consejera escolar para tratar mi "desviación" — murmuró gruñendo por debajo, Haze rápidamente comprendió porqué el profesor parecía actuar tan misterioso con él, y porqué Jessie decía no tenerle del todo confianza.

— Ya veo — murmuró suspirando pesadamente — Dios santo, ¿porqué más problemas?— ¿Él no sabe de Jessie y de ti, verdad?

— No, le dije que Jessie me estaba ayudando, pero no quise darle más explicaciones, ¿crees que eso nos traiga problemas a futuro?

— A parte de un par de sermones, lo dudo — comentó alzando los hombros — Igual deberías ser cauteloso, a mí me da igual lo que digan de mí, nada hará que dejen de gustarme las salchichas — dijo cínicamente — Pero tú eres muy maleable e inseguro, Haze, a ti sin duda te van a hacer sentir mal con tan solo una palabra.

El de ojos azules suspiró pesadamente ante las palabras de su amigo, le dolía que Shun tuviera razón, él era una persona muy sensible, a quien fácilmente se le podía herir con palabras y acciones, todo lo contrario de Shun y del propio Jessie, a quienes poco o nada les importaba lo que se pudiera decir de ellos, Haze añoraba llegar a tener el mismo nivel de confianza que ambos, aunque estaba seguro de que eso le llevaría mucho tiempo.

Se sorprendió al ver una silueta pelirroja correr hacía él para tomarlo del cuello del suéter y pegar su frente con la de él, sonriéndole coquetamente mientras lo miraba a los ojos.

— Hola Cherry — dijo el pelirrojo.

— Ho-Hola — murmuró sonriendo tímidamente — ¿P-Porqué este agarre tan brusco?

— No quiero ser tan abierto frente al entrenador, me querrá sermonear y no tengo tiempo para eso, además de que me gusta tu carita de asombro — dichas palabras hicieron al pelinegro reír tímidamente.

— ¿Cómo va el entrenamiento? — preguntó palmeando la muñeca ajena.

— Muy bien, había olvidado lo bien que se siente — admitió suspirando sutilmente.

— ¿Irás a ver a tu padre después de clases?

— Ah sí, pero primero debería acompañarte a casa para asegurarme de que llegues a salvo.— Puedo irme solo — dijo tímidamente.

— Nada de eso, no es seguro que estés solo por ahí, tu padre debe estar buscándote hasta por debajo de las piedras.

— B-Bueno, en eso sí tienes razón — admitió agachando la mirada con pesar, aunque le sorprendió sentir un suave tacto en su mejilla que le hizo alzar la mirada.

— Sonríe, así te ves mucho mejor — comentó sonriéndole cálidamente a Haze, quien obedeció a las palabras de Jessie, y esbozó una larga sonrisa que hizo sonrojar al pelirrojo.

— ¡Dalton! — gritó el entrenador, cosa que hizo a Jessie apartarse de la banca para volver a la cancha, no sin antes guiñarle el ojo a Haze y dedicarle una pícara sonrisa.

— Cuánta sobreprotección — dijo Shun de mala gana, frunciendo el ceño al ver la sonrisa boba que mostró Haze en cuanto Jessie se marchó.

— Lo sé, ¿no es hermoso? — murmuró tomando el cuello del suéter que llevaba puesto para olfatearlo un poco, sonriendo al sentir el aroma de Jessie en él.

— Ay amigo, te lavaron el cerebro — murmuró de forma algo incrédula, logrando que Haze riera por debajo tímidamente — Por cierto, ahora que estás asistiendo a clases, ¿crees que puedas acompañarme a una fiesta mañana en la noche?

— ¿Fiesta? — murmuró con recelo, logrando que su amigo chasqueara la lengua.

— ¡No se repetirá lo de la última vez, te lo prometo! es una fiesta de disfraces en casa de Miles por motivo de halloween, realmente me gustaría que asistas, Haze, mereces relajarte un poco después de todo lo que te ha pasado.

— Mh... — bufó mordiéndose sutilmente el labio inferior mientras pensaba, no quería que se repitiera lo de la última vez, pero sí que quería pasar una noche agradable, además de que, halloween era una de sus fechas favoritas.

— ¡Te doy mi palabra de que no sucederá lo de la última vez! — insistió al ver el semblante pensativo de su amigo, quien volvió a olfatear el suéter mientras un leve rubor inundaba sus mejillas.

— ... ¿Puedo llevar a Jessie? — dicha pregunta hizo al gótico fruncir el ceño, quería negarse, pero dado que él arrastró a su amigo y le hizo pasar un rato desagradable la última vez, no tenía forma alguna de negarse.

— ... Bien — dijo con fastidio, haciendo a su amigo sonreír por debajo — ¡Pero a la primera pelea se va, Haze, te lo advierto!

— No peleará con nadie, te lo garantizo, él sabe contenerse.

— ¡¡Maldito!! — clamó un sujeto en medio de la cancha, haciendo que ambos voltearan de golpe y vieran preocupados cómo el chico pelirrojo estaba encima de otro sujeto y se preparaba para darle un puñetazo en la cara, hasta que la voz del entrenador llegó para interrumpirlos.

— ¡¡Jessie!! — gritó el entrenador mientras lo separaba del otro sujeto — ¡¡¿Qué carajo les pasa?!!

— ¡¡Él empezó!! — dijo Jessie mientras veía con odio absoluto al sujeto en cuestión, quien escupía sangre luego de un golpe que le dió el chico pelirrojo.

Tragó en seco mientras miraba tal escena, realmente trataba de convencerse de que Jessie podía controlarse, pero ver cómo explotaba ante la más mínima provocación, le hacía dudar sobre qué tan buena idea era apostar por el autocontrol de su novio, aún cuando ni él mismo le había visto auto contenerse.

— ¿Decías? — dijo Shun de manera incrédula, el chico pelinegro suspiró pesadamente mientras agachaba la mirada, le pesaba mucho que las personas dijeran cosas malas sobre Jessie, pero más le pesaba que el pelirrojo solo se esmerara por darle la razón a los demás, actuando como una bestia, tal y como todo mundo le decía.

-

En cuanto el entrenamiento terminó, el pelirrojo caminó hacía el lugar donde estaba Haze parado esperándole, con los brazos cruzados y un semblante algo penoso en su rostro.

— Hola — murmuró algo exhausto mientras caminaba hacía él.

— Hola Jessie — dijo sonriendo tímidamente.

— Imagino que tu cara es por lo que pasó hace rato — bufó mientras rodeaba el cuello ajeno con su brazo y empezaba a caminar con Haze hacía la salida del campo.

— Un poco, sí — admitió entre pesados suspiros — Jessie— trató de hablar, pero la voz de su futuro novio se lo impidió.

— ¡El tipo me provocó! ¡¿okey?! traté de ignorarlo pero ya estaba harto.

— Y por "tratar de ignorarlo" ¿a qué te refieres exactamente? — preguntó algo abrumado, logrando que su contrario le mirara con algo de incredulidad.

— ¿Qué insinuas, Haze?

— No insinúo nada, s-solo me preocupa que siempre quieras resolverlo todo a golpes, Jessie, ya lo hablamos, esto no mejora nada, s-solo empeora las cosas.

— Sí ajá, ¿es eso o tu amiguito Shun está metiéndote cosas en la cabeza?

— Jessie, Shun no tiene nada que ver en esto — dijo mirándole con seriedad, haciendo al pelirrojo reír de mala gana.

— ¿Porqué será que no te creo?

— No me creas si no quieres hacerlo — dijo agachando la mirada con algo de seriedad — Al fin y al cabo el que le dá siempre la razón a él eres tú, no yo — murmuró frunciendo el ceño, logrando que el pelirrojo le mirara de forma incrédula.

— ¿Disculpa?

— Yo trato de defenderte, Jessie, de decir que no eres un bruto temperamental, pero tus acciones desmienten mis palabras ¿así cómo puedo yo hacerle frente a las palabras de Shun entonces? — un sentimiento de rabia inundó de lleno el pecho de Jessie, pero al ver la expresión seria y penosa en el rostro del chico de ojos azules, prefirió solo tomar aire y acercarse a él para pegar su frente con la de él.

— Gracias por intentar defenderme — susurró deslizando su dedo pulgar por los labios ajenos — Tienes razón, debo empezar a controlarme.

— No me gusta que las personas te vean como una bestia, Jessie — murmuró mirándole con pesar — Eres más que solo un matón, y lo sabes.

— Sí, solo... — suspiró tomando aire — No sé cómo controlarme, sé que es una excusa pobre, pero realmente me cuesta trabajo contener mis impulsos.

— Descuida — dijo Haze mientras acariciaba las mejillas ajenas — Eso lo entiendo perfectamente, y quiero ayudarte a cambiar eso.

— Agradezco mucho que quieras ayudarme, Cherry — susurró mientras acercaba sus labios a los de Haze, frunciendo el ceño al ver cómo el pelinegro daba un paso atrás, impidiéndole completar su acción.

— Debemos guardar discreción — dijo Haze con algo de pesar.

— Mh, creo que tienes razón — dijo con algo de frustración mientras lo jalaba del brazo para pegarlo a su cuerpo y besarlo hambrientamente, besos a los que Haze correspondió sin dudar dos veces — Pero he querido hacer esto toda la tarde.

— Jessie — susurró entre besos — ¿Nos vamos ya?

— Claro — murmuró jalándolo del brazo para caminar junto a él a la salida de la cancha, viendo cómo el sol poco a poco iba ocultándose, y la noche llegaba para cubrir a la ciudad con un manto de abrumadora oscuridad.

Continuará

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