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28 - 'Protegido'

Mordió de forma brusca el cuello ajeno mientras azotaba de forma brusca el cuerpo de Haze, empezando a derramar su semilla en el cuerpo del chico de ojos azules, quien empezó a gemir de forma muy suave y erótica mientras dejaba que el pelirrojo terminara de impregnarlo con su esencia.


— A-ah, J-Jessie — susurró lascivamente mientras se recostaba en el hombro ajeno y jadeaba pesadamente — Dios mío.


— Ah, carajo — gruñó con cansancio para recostarse cuidadosamente en la cama con Haze entre sus brazos — ¿Cómo te sientes?


— Cansado, pero... n-no me disgustó en absoluto — dijo alzando un poco la cabeza para sonreírle ampliamente al pelirrojo, quien le sonrió de vuelta mientras acariciaba dulcemente sus mejillas.


— Me alegra que te gustara — dijo para tomarlo de las mejillas y besarlo con ternura — Gracias por dejarme ser tu primera vez.


— Gracias a ti, por haber sido el primero — murmuró recostándose en el pecho ajeno para abrazar a Jessie y mirar a la nada con una tímida sonrisa en su rostro — Me gustó más de lo que pensé.


— Eso es bueno — dijo acariciando la espalda ajena — ¿No tuviste dificultad para acostumbrarte?


— Al principio sí, pero... tú me ayudaste a adaptarme rápido — admitió jugueteando con uno de los mechones rojos de Jessie — ¿Podemos volver a hacerlo mañana? — preguntó de forma algo sumisa, logrando que Jessie alzara las cejas y le sonriera coquetamente.


— Vaya, ¿a alguien le quedó gustando?


— Ya te dije, me gustó más de lo que creí — murmuró acercándose a la boca ajena para besarla dulcemente — ¿A ti no te gustó hacermelo? — preguntó de forma algo sumisa, logrando que Jessie lo mirara con algo de seriedad, pero, por alguna razón, dicha seriedad no asustó en absoluto al pelinegro, solo le hizo sentirse de forma rara, como si ver a Jessie de tal manera, le empezara a excitar.


— Haze, cogerte ha sido de lo mejor que me ha pasado — dijo sin pelos en la lengua, cosa que hizo al pelinegro sonreír de forma juguetona.


— Me gusta cómo suena eso — dijo acariciando suavemente los labios ajenos — ¿Prometes que no me vas a dejar?


— ¿Porqué preguntas eso?


— Porque no quiero que me dejes, ahora que finalmente hicimos el amor.


— Oh Cherry — murmuró rodeando el cuerpo ajeno con sus brazos para pegar la frente ajena con la suya delicadamente — ¿Me crees capaz de dejarte?


— N-No — respondió algo apenado.


— Pues te doy mi palabra de que así va a ser, yo nunca te voy a dejar, Haze, menos ahora que me brindaste el privilegio de hacerte el amor, ahora somos uno, te prometo que no descansaré hasta garantizarte una vida más plena que la que tenías en casa de tu padre.


— ¿Enserio? — preguntó sonriendo tímidamente.


— Enserio — afirmó sonriéndole cálidamente para besar sus labios de forma lenta y apasionada, mientras sus manos deslizaban la espalda desnuda del pelinegro — ¿Estás cansado?


— Un poco, ¿porqué?


— No tenemos que esperar hasta mañana para hacerlo otra vez — murmuró coquetamente, haciendo a Haze, sonreír tímidamente.


— Okey — dijo jalando al pelirrojo de los brazos para acostarse y hacer que él quedara arriba suyo, abrazando las caderas ajenas con sus piernas.


— Vaya, mi pequeño Cherry ya se está volviendo un indecente — dijo maliciosamente mientras se mordía el labio inferior.


— ¿Te molesta eso? — preguntó lamiéndose el labio inferior.


— ¿Molestarme? — rió incrédulamente para tomarlo de las piernas y penetrarlo de forma brusca — ¡Ah!


— ¡A-Ahh!


— S-Solo me hace querer hacértelo más duro — dicho esto, empezó a moverse de forma brusca sobre el cuerpo de Haze, logrando sacarle fuertes jadeos de placer al chico de ojos azules, quien ignoró totalmente cualquier inseguridad que inundaba su pecho y su mente, todo en lo que podía pensar era en Jessie, en lo hermoso que era hacer el amor con él, y en las bellas promesas que él le hacía de que tendrían un futuro mejor, uno que compartirían y donde gozarían de la compañía del otro, era una idea tan hermosa, que su pecho saltaba con alegría cada que pensaba en ello.


-


08:40 marcaba el reloj de la habitación, ambos estaban envueltos en las gruesas sábanas de aquel cuarto de hotel, hicieron el amor un par de horas más hasta que finalmente cayeron muertos en el colchón, era difícil describir cuál de los dos era el más exhausto, pero indudablemente ambos gozaron esa noche de pasión por igual, tanto para Haze como para Jessie fue de las noches más especiales de su vida, a pesar de que ambos tenían varios complejos que les hacían dudar qué tan buena sería la experiencia.


Abrió poco a poco los ojos, notando que ya era de día, su cuerpo se sentía cansado, sus piernas y caderas le dolían considerablemente, pero su pecho sentía una calidez que le hizo sonreír ampliamente y no querer levantarse del pecho de Jessie.


— Buenos días, Cherry — susurró acariciando suavemente la espalda ajena, haciendo al de ojos azules alzar un poco la mirada para verle a los ojos y sonreírle coquetamente.


— Buenos — respondió acercándose a la boca ajena para besarla con deseo — Mgh.


— Mh, veo que alguien amaneció caliente — dijo entre besos y algunas risas pícaras.


— ¿Te molesta eso? — preguntó lamiendo la mejilla ajena.


— Ya te dije anoche lo que opino al respecto — dicho esto, tomó las caderas ajenas para hacer a Haze sentarse sobre su miembro, sacándole roncos gemidos de placer al chico de ojos azules.


— ¡A-Ah! ¡mgh, J-Jessie! — gimió sacando la lengua — S-Se siente tan bien.


— Me encanta la cara que pones cuando te la meto, Haze — dijo de forma algo brusca, haciendo al pelinegro sonreír tímidamente.


— Ah, ¿v-vas a la escuela hoy? — preguntó entre gemidos mientras sentía las embestidas del pelirrojo contra su cuerpo.


— Mgh, n-no me queda de otra — dijo entre jadeos mientras sujetaba con firmeza las caderas ajenas — Ay Haze qué rico.


— ¡A-Ah! m-más rápido — susurró sacando la lengua — J-Jessie.


— Me encanta cuando gimes así mi nombre — dijo azotando con fuerza las caderas ajenas — No sabes cuánto tiempo fantasee con esto.


— A-Ah, s-se siente rico — admitió sonriendo suavemente para tomar las mejillas ajenas y besar con deseo al pelirrojo, besos a los que este correspondió sin dudarlo dos veces.


Azotaba con fuerza las caderas de Haze mientras abrazaba su cuerpo y besaba sus labios de forma poco sutil, sacándole al contrario suaves y agudos gemidos de placer.


— ¡A-Ah, Jessie! — gimó de forma brusca al sentir una fuerte corriente recorrer su columna vertebral, corriente que le hizo jadear y empezar a venirse en el pecho del pelirrojo.


— Dios, qué vista — dijo embobado para pasar sus dedos por el miembro ajeno — Voy a dejarte seco.


— Ah, ah, ¿tú crees? — jadeaba entre risas mientras miraba el desastre de semen en el pecho ajeno, gimiendo por debajo al sentir que Jessie seguía embistiéndole — ¿Quieres más?


— Yo aún no me vengo, Cherry — dijo coquetamente para jalarlo de los brazos y volver a besarlo con pasión, mientras se dedicaba a embestir de forma algo brusca al chico de ojos azules, quien susurraba el nombre del pelirrojo mientras seguía besándolo con pasión.


— Mgh, J-Jessie — gimió de forma brusca al sentir cómo el pelirrojo empezaba a venirse dentro de su cuerpo.


— ¡A-Ah, Haze! — gruñó echando la cabeza hacía atrás — Dios, qué bien se sintió.Sonrió sutilmente para acostarse en el pecho ajeno, disfrutando del calor corporal que Jessie le brindaba.


— Somos uno ahora — dijo de forma algo tímida.


— Así es — respondió acariciando el cabello ajeno — Soy tuyo, y tú eres mío.


— Suena genial — admitió deslizando sus manos por el pecho ajeno — Me gusta sentirme así.


— ¿Deseado?


— No, querido por alguien, que no se interesa solo por mi cuerpo — admitió alzando la mirada para sonreírle cálidamente al pelirrojo, sonrisa a la que este correspondió sin dudarlo — Me gusta mucho el Jessie amoroso, el que me cuida, a pesar de qué tan enojado se puede sentir.


— Siempre seré ese Jessie contigo, Haze, te prometo que te compensaré todos los malos ratos que has sufrido, los que fueron y no fueron por mi culpa, quiero que seas feliz, quiero hacerte feliz.


— Yo quiero hacerte feliz a ti también — admitió acercándose a los labios ajenos para besarlos dulcemente — He notado que sonríes mucho cuando estás conmigo, eso me encanta.


— ¿Enserio? — preguntó coquetamente.


— Sí, nunca sonríes, o bueno, en clases no lo hacías — dijo para acercarse a los labios ajenos y volverlos a besar de forma más lenta y apasionada, besos a los que Jessie correspondió sin dudarlo.


— Se hace tarde — dijo con algo de fastidio — Lo mejor será llevarte con Lina e irme al taller.


— ¿No irás a la escuela?


— Así es, pero primero debo ir al taller a hablar con papá, necesito inventar algo para justificarle que me iré — explicó mientras apartaba cuidadosamente a Haze para levantarse de la cama, no sin antes darle un beso en la frente al pelinegro y acariciar dulcemente sus brazos.


— ¿Crees que se moleste mucho? — preguntó mirando cómo su contrario caminaba por la habitación en busca de su ropa.


— Lo hará, de eso estoy seguro, pero ya no me interesa, me iré contigo así deba ganarme el odio definitivo de mi padre.


— Me hace sentir mal que te enemistes con tu padre solo para estar parejo conmigo — murmuró con algo de pesar, logrando que Jessie le sonriera con ternura y se acercara para acariciarle el cabello.


— No digas eso, Cherry; papá y yo ya nos odiábamos desde antes de conocerte, no creas que todo es tu culpa — dijo sonriéndole cálidamente al de ojos azules, quien le sonrió de vuelta algo dudoso mientras disfrutaba de aquel toque de parte de Jessie — Vé a ducharte para irnos ¿sí?


— Claro — murmuró levantándose cuidadosamente de la cama, le dolían mucho las caderas, pero sorprendentemente, el dolor no era algo tan sofocante para él, a diferencia de lo que él mismo creyó antes de atreverse a dar el primer paso, y es que, comparado con el placer que sintió, el dolor era poca cosa.



-


Luego de arreglarse, ambos salieron del hotel con algo de cautela, a Jessie le preocupaba mucho toparse con alguien que conociera o trabajara para el padre de Haze, así que prefirió sacarle de ahí lo más rápido posible.


— ¿Tienes hambre? — preguntó mientras subían al auto y lo encendía.


— Un poco, pero prefiero aguardar a que lleguemos a casa de Lina para comer algo — murmuró mientras miraba a través de la ventana a las personas que transitaban la calle con tranquilidad, añoraba volver a pasear con Jessie sin problemas, pero sabía que aún faltaría mucho para eso.


— ¿Cómo te sientes? — preguntó mirando de reojo al chico de ojos azules, quien le miró con curiosidad ante su pregunta — Me excedí un poco ayer, ¿no crees?


— Para nada — admitió sonriendo tímidamente — Me gustó mucho, siento que fue perfecto.


— Me alegra que lo disfrutaras, en serio me preocupaba que no estuvieras listo — dijo tomando la barbilla ajena para acariciarla con ternura, Haze sonrió ampliamente ante el suave tacto del pelirrojo.


— Quisiera poder ir a la escuela, solo para estar pegado a ti todo el día — susurró suavemente — No quiero que te alejes de mí, Jessie.


— Ay Cherry — murmuró acariciando suavemente las mejillas ajenas — Lamento mucho no poder llevarte conmigo.


— Descuida — murmuró sonriendo suavemente, aún le sorprendía notar cómo en tan poco tiempo se hizo tan unido a un chico del que no sabía absolutamente nada, pero al tratarse de Jessie, esto no le molestaba en absoluto — Te veré al final del día, eso es lo que importa.


— Sí — susurró para echar a andar el auto, y de esta forma, marcharse poco a poco de aquel hotel que fue testigo de la desenfrenada noche de pasión que ambos tuvieron, noche que hizo que el pecho de Haze se sintiera totalmente convencido, de que quería quedarse al lado del chico pelirrojo, amaba ese hermoso calor que inundaba su pecho cuando Jessie era atento con él, se sentía tan querido, tan protegido, que no tenía palabras para describir dicha sensación.



-


En cuanto llegaron a la casa de la hermana de Jessie, este apagó el auto y se bajó junto a Haze, mirando con recelo que las puertas al parecer estaban cerradas, como si no hubiera nadie en casa.


— Qué raro — dijo Jessie mientras caminaba junto a Haze hacía la puerta principal.


— ¿Crees que hayan salido? — preguntó el de ojos azules.


— Eso parece, pero— chasqueó la lengua para tomar el picaporte y tratar de abrir la puerta, gruñendo con molesta al notar que estaba cerrada con llave — Maldita Lina.


— Cálmate, seguro no tardarán — dijo para sentarse en el escalón de la puerta principal, mirando con detenimiento el hermoso cielo azul sobre su cabeza.


— ¿Cómo se va y no me deja una maldita nota para avisar? — dijo de mala gana para golpear el muro frente a él y luego voltear a ver a Haze, pensando qué debería hacer ahora, ya que no quería dejarlo solo, pero no podía llevarlo consigo — No puedo dejarte solo.


— ¿Y qué haremos? — preguntó volteando a verle con atención, el pelirrojo suspiró con frustración para caminar hacía él y sentarse a su lado.


— No lo sé — respondió con frustración — Es arriesgado llevarte a la escuela, pero es la única opción que se me ocurre por ahora.


— ¿Y la casa de tu otro hermano?


— Está algo lejos, no puedo llevarte hoy, además ni loco te dejaré solo con mi hermano — dijo con algo de molestia — Hace años que no lo veo, apenas y lo recuerdo, no sé qué reacción pueda tener al verte.


— Seguro le molestará saber que tú sales con un chico — murmuró con algo de pena mientras abrazaba sus propias piernas.


— No me importa — dijo con algo de seriedad — Ahora eres mi prioridad, Haze, lucharé por darte estabilidad, porque estés seguro, y porque nadie te vuelva a lastimar jamás, yo incluído en dicha lista.


El de cabello negro sonrió tímidamente al oír las palabras de Jessie, por lo que se acercó a él para besar dulcemente su mejilla.


— Gracias — susurró sutilmente, logrando que Jessie le sonriera para acariciarle la mejilla con ternura.


— Es lindo verte sonreír — dijo mientras pegaba su frente con la de Haze.


— ¿Está bien que actuemos así en la calle? — preguntó de forma algo tímida.


— ¿Te da miedo que alguien nos vea?


— No lo sé, solo... — suspiró pesadamente para ver a otro lado con vergüenza — Pasé toda la vida escondiéndome, por eso es que ahora me cuesta ser "abierto", ¿comprendes?


— Claro que lo entiendo, y no te pido que lo seas de golpe, como te dije, quiero ser paciente contigo, Cherry — murmuró acariciando suavemente el labio ajeno — No quiero presionarte a hacer nada para lo que no te sientes listo aún, y que hayamos hecho el amor no cambia en absoluto mi forma de pensar.


— ¿Enserio? — murmuró tímidamente — C-Creí que ahora querrías que yo sea más... ya sabes, "cariñoso".


— Quiero que seas tú mismo, Cherry, y que no te sientas forzado a nada, haz las cosas cuando te sientas cómodo, ¿de acuerdo? así como hiciste en el museo — dijo cariñosamente para besar la mejilla ajena, haciendo a Haze sonreír ampliamente con un gran rubor en sus mejillas.


— Claro — dijo sonriendo cálidamente ante aquel beso de parte de Jessie.


— ¿Señor Johnson? — escucharon una voz que se le hizo terriblemente conocida a ambos, por lo que voltearon de golpe la mirada, topándose con la silueta de una persona que logró ponerlos nerviosos a ambos por igual.


— ¡¿Señor Carson?! — dijeron al unísono mientras miraban algo abrumados al docente parado frente a ellos, con un maletín en su mano derecha y un café en la izquierda.


— ¿Señor Johnson? — dijo mientras se acercaba a Haze, quien se puso de pié mientras sacudía un poco su ropa y miraba nervioso al director — Su padre no ha dejado de llamarme preguntando por su paradero, dice que huyó de casa — Haze agachó la mirada con algo de pesar al oír las palabras ajenas.


— Director Carson — habló Jessie mientras se acercaba a ellos también — Yo se lo puedo explicar todo.


— ¡¿Tú?! ¿y exactamente porqué debes ser tú quien me lo explique, Dalton?! — dijo el director de mala gana, logrando que Jessie lo mirara con frialdad absoluta.


— Director Carson — murmuró Haze mientras lo sujetaba del brazo — Yo le explicaré todo, pero necesito que sea lo más discreto posible, por favor — dijo mirándolo con pesar, el docente le miró con algo de preocupación e incredulidad, pero no le quedó de otra que asentir con la cabeza y ver detenidamente al chico pelinegro, quien empezó a relatar con cuidado lo que le había sucedido, todo mientras el chico pelirrojo escuchaba con atención y miraba con seriedad al docente.


-


— Fue por eso que me vi forzado a irme de casa — admitió manteniendo la mirada agachada, realmente le avergonzaba mucho admitir el abuso del que fue víctima, pero confiaba en el director Carson, sentía que podía ser honesto con él, o al menos un poco, ya que por obvias razones, evitó mencionar que él y Jessie estaban empezando a tener una relación, y que ahora vivirían juntos.


— Dios santo, Sasha — dijo el docente mientras lo miraba algo abrumado — Lamento tanto escuchar esto, hijo, e-esto es— estuvo a punto de seguir hablando, pero la voz de Jessie le interrumpió.


— Horrible, sí, ajá, eso ya se sabe, ¿podría dejar de sentir lástima por él? — dijo de mala gana mientras rodeaba el cuello de Haze con su brazo y miraba seriamente al profesor, quien frunció el ceño ante la actitud a la defensiva de parte de Dalton.


— Jessie — murmuró Haze mientras lo miraba con algo de seriedad, dicha mirada bastó para que el de ojos verdes soltara un leve gruñido de molestia y bajara la guardia.


— Nunca imaginé que pasarías por tantos problemas en casa, debiste avisarme a mí o a alguno de tus docentes.


— No, digo... siempre sentí que no era para tanto — murmuró con vergüenza mientras agachaba la mirada.


— ¡¿Cómo que no era para tanto?! — clamó el director — Esto que te pasó es algo muy grave, debemos hablar con las autoridades de inmediato.


— ¡No! d-digo... profesor Carson, yo... no quiero llamar más la atención, con que mi padre me busque como loco ya es suficiente presión, así que yo solo quiero pasar desapercibido, no quiero más problemas.


— ¿Enserio piensas dejar impune a quienes te hicieron eso? — dijo el director de forma algo incrédula, Haze agachó la mirada con pesar.


— Se trata de mi padre, él cuidó de mí, es ingrato de mi parte pagarle demandándolo al estar en plena campaña, eso significa mucho para él — murmuró con la voz algo entrecortada, todo mientras el director le miraba bastante abrumado, y Jessie le miraba con seriedad y frustración.


— Pero Sasha— el docente trató de hablar, pero esta vez, fue la voz del propio Haze quien le interrumpió en seco.


— Quiero tranquilidad, director Carson — dijo sonriendo tímidamente — Finalmente me siento en paz, sin miedo, enfrentarme a mi padre no traerá nada bueno para mí, por lo que solo quiero ocultarme de él y empezar a vivir una vida mucho más plena y tranquila.


— Sasha, esto... — suspiró pesadamente mientras se rascaba la nuca.


— ¡Por favor señor Carson! ¡no le diga a mi padre que me vió, se lo ruego!


El docente miraba a Haze sin saber qué decirle, no sentía nada correcto hacerse a la vista gorda con respecto a los abusos físicos que sufrió el chico de cabello negro, pero si él no quería imponer una denuncia, no había mucho que él pudiera hacer, o al menos eso creía.


Suspiró pesadamente para pasar su mano por su rostro, y acto seguido, miró a Haze con algo de seriedad.


— Bien, no diré nada — murmuró sintiendo un desagradable escalofrío recorrer su cuerpo, se estaba equivocando, estaba totalmente convencido de ello — ¿Y qué planeas hacer entonces?


— ¿A qué se refiere? — dijo Jessie de forma algo incrédula.


— ¿Dónde vive, dónde come? ¿tiene siquiera un sitio dónde dormir? y ni hablar de que debes ir a clases, estás a nada de graduarte, no puedes tirarlo todo por la borda faltando tan poco para llegar.


— Bueno, yo... J-Jessie me está ayudando a conseguir dónde quedarme — dijo sonriendo tímidamente, logrando que el director mirara con algo de seriedad al pelirrojo.


— ¿Es eso cierto, Dalton?


— ¿Porqué razón habría Sasha de mentir, director? — dijo con algo de hostilidad, no le gustaba en absoluto la forma en la que el docente le hablaba y le miraba, presentía que quería insinuar algo que no le favorecía en absoluto.


— Mgh, ¿y la escuela, planeas ir?


— Me encantaría, pero me preocupa que mi padre me busque allá y quiera llevarme a la fuerza — dijo llevando uno de sus mechones negros tras su oreja.


— Bueno, ahora que soy consciente de tu situación, puedo encargarme de encubrirte — dijo el director con algo de seriedad, logrando que Haze le mirara algo asombrado.


— ¡¿Lo dice enserio, señor Carson?!


— Desde luego, Sasha; para mí nada es más importante que la juventud de prometedor futuro logre cumplir sus metas — afirmó sonriendo ampliamente, pero su sonrisa se borró al ver cómo el pelinegro volteaba hacía el chico de ojos verdes y lo abrazaba con fuerza a modo de celebración.


— ¡¿Oíste, Jessie?! — dijo Haze con entusiasmo, no le emocionaba volver a la escuela donde siempre le molestaban, era poder pasar el día junto a Jessie lo que le animaba.


— Sí Haze — dijo sonriendo cálidamente mientras miraba con atención la sonrisa ajena, le dieron ganas de besar con ternura los labios de Haze, pero la presencia del director entorpecía por completo sus planes.


— Puedo llevarlos hasta la escuela si quieren — dijo el director mientras veía la hora en su reloj — Porque se les está haciendo tarde.


— No gracias, yo tengo mi auto, puedo ir y llevar a Sasha conmigo — dijo Jessie de forma algo cínica, el director le miró con recelo en cuanto le escuchó hablar de tal forma, no le daba buena espina en absoluto ver la cercanía tan repentina de ambos estudiantes, sobre todo porque conocía de sobra la naturaleza vulnerable de Haze, así como también conocía la naturaleza salvaje de Jessie, por lo que sentía que algo raro estaba ocurriendo entre ambos.



Continuará


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