Ambos llegaron a lo que parecía ser un hotel en el centro de la ciudad, cosa que asombró y puso algo nervioso a Haze, pero en absoluto quiso retroceder, sentía que debía ceder de una buena vez, así él podría quitarse el odioso recuerdo de Dick de encima, y finalmente podría corresponderle al chico que le gustaba.

Bajó del auto junto a Jessie y caminaron a la recepción, estaba muy nervioso, sobre todo al ver el semblante serio pero notoriamente impaciente del pelirrojo, quien no parecía estar en una situación extraña, al contrario, parecía que no era la primera vez que iba a un hotel a solicitar una habitación, cosa que hizo a Haze sentirse un poco mal, pero no quiso preguntar u objetar, el sentía que el pelirrojo estaba en todo su derecho de tener un pasado, después de todo, él también lo tenía, en contra de su voluntad, sí, pero lo tenía.

— Habitación 19-D — dijo la mujer de recepción mientras le entregaba una llave, Jessie agradeció al tomarla y caminó junto a Haze a un ascensor, donde afortunadamente no parecía haber mucha gente.

Ambos entraron a dicho lugar, el silencio entre ambos era abrumador, ninguno sabía exactamente qué decir, por más que sentían la pasión a flor de piel, eso no lograba que los nervios se desvanecieran, mucho menos para Haze.

— ¡Esperen! — dijo una mujer jóven que entraba junto a un chico al ascensor ante de que este se cerrara, y apenas lo hicieron, empezaron a besarse y acariciarse de forma nada sutil, haciendo al pelirrojo mirarlos de mala gana y al pelinegro mirar a otro lado con vergüenza.

— Ejem — bufó Jessie mientras se cruzaba de brazos, haciendo a ambos apartarse y reír algo cínicos.

— Perdona viejo — dijo el chico mientras colocaba el puño frente a Jessie como forma de saludo, pero este no se molestó en responderlo — Es que mi chica y yo queríamos venir hace semanas, sus padres no están y al fin podemos aprovechar ¿no es genial? — el de ojos verdes lo miraba con desprecio e incredulidad, cosa que hizo a Haze sentirse algo apenado.

— Jessie — murmuró tratando de que su contrario se relajara, cosa que este hizo, suspirando con algo de fastidio y cruzándose de brazos.

— ¿Tú vienes con una chica también? — preguntó el sujeto, haciendo que el pelirrojo frunciera aún más el ceño, pero evitó verlo a los ojos y hacerle algún gesto negativo, todo para no incomodar al pelinegro — ¿Eres mudo, socio?

En cuanto el ascensor se abrió, Jessie tomó la muñeca de Haze y lo sacó de dicho sitio, dejando solos a la acaramelada pareja que aún cuando ellos se marcharon, no dejaban de besarse y acariciarse, se notaba que no les molestaba el exhibicionismo.

Caminaron un poco hasta que finalmente llegaron a la habitación que se les había asignado, las piernas de Haze empezaron a temblar como nunca, su respiración estaba muy agitada, tanto así que tuvo que recurrir a su inhalador para el asma, notar esto hizo que Jessie volteara a verlo algo preocupado.

— ¿Estás bien? — preguntó acariciando la mejilla ajena.

— S-Sí, solo... e-es el frío — trató de excusarse, la verdad no quería parecer un cobarde, mucho menos luego de haber dicho abiertamente que sí quería ser tomado por el pelirrojo.

— ¿Estás seguro? Cherry no quiero que te presiones, si no te sientes listo, podemos volver otro día — dijo sonriendo tranquilamente, esa sonrisa logró conmover como nunca el corazón de Haze, quien suspiró tímidamente para tomar los hombros de Jessie y besar sus labios con dulzura.

— En verdad quiero hacer esto, Jessie, lo digo enserio — susurró sonriendo tímidamente, logrando que las mejillas de Jessie ardieran considerablemente.

— Bien — susurró besando la frente ajena para tomar la mano de Haze y guiarlo al interior de dicho cuarto de hotel, era bastante acogedor y espacioso, no era un hotel de mala muerte, era un lugar bastante agradable, se notaba que Jessie quería que Haze se sintiera cómodo.

— Qué bonito — murmuró entrando con él al cuarto de hotel, mirando con temor y nerviosismo la enorme cama matrimonial que era cubierta por unas gruesas sábanas grises.

— Lamento si te incomoda que te haya traído a un hotel, no quería hacerlo en casa de Lina, entenderás bien que no me dejará en paz si nota que estuvimos haciéndolo en su casa.

— Descuida, l-lo entiendo bien — murmuró sonriendo tímidamente, Jessie sonrió delicadamente para acercarse a él y besarle los labios con dulzura.

— ¿Quieres ducharte primero? — preguntó entre cálidos besos mientras apegaba a Haze a su cuerpo.

— N-No, estoy bien así — dijo con nerviosismo mientras rozaba sus labios con los del pelirrojo — ¿Q-Qué tengo que hacer primero?

"Eres tan lindo" pensó por inercia mientras sonreía coquetamente y un gran rubor inundaba de lleno sus mejillas, ni en sus mejores fantasías imaginó que el momento pudiera ser tan tierno y sensual para él, la mirada tímida pero al mismo tiempo decidida de Haze hacía que su cuerpo entero ardiera como si acabara de salir de un volcán, cuando irónicamente, estaban a punto de sumergirse en las feroces llamas del volcán de la pasión.

— Ven — susurró tomándolo de la mano para guiarlo a la cama, sentándose en la orilla de la misma con él para empezar a besar sus labios de forma lenta y apasionada.

Su respiración se agitó considerablemente ante tales besos llenos de deseo, la lengua de Jessie exploraba cada centímetro de su boca como si estuviera haciéndole el amor, cosa que hizo al pelinegro jadear entre besos y aferrarse a los brazos ajenos, empezando a temblar al sentir como Jessie lo recostaba lentamente en el colchón.

— Respira — susurró mientras colocaba a Haze debajo suyo, mirándolo fijamente a los ojos con mucho deseo y ternura — Oh Cherry, eres tan hermoso.

— Tú también — admitió con algo de vergüenza, al mismo tiempo que juntaba sus piernas y se mordía el labio inferior — T-Tengo un poco de miedo, Jessie.

— Tranquilo, seré gentil — susurró empezando a explorar el cuerpo ajeno con sus manos — Estoy tan impaciente, pero al mismo tiempo, quiero disfrutarlo lo más que pueda.

— Disfrutame — murmuró de forma sumisa, sorprendiendo totalmente al pelirrojo — Mereces ser premiado por haberme deseado tanto tiempo.

— Shh, no hablemos de eso ahora — dijo mientras pasaba sus manos por las caderas ajenas — Solo puedo pensar en lo mucho que quiero hacerte gemir.

— Jessie — jadeó mientras veía cómo el pelirrojo empezaba a desabrocharle el pantalón, y a medida que lo iba bajando, empezó a besarle el vientre al pelinegro, haciéndole echar la cabeza hacía atrás y gemir de forma sutil — A-Ah, a-apúrate.

— Calma, Cherry, todo a su tiempo — dijo entre suaves risas para bajar la ropa interior ajena, apartándose un poco para ver la intimidad ajena a detalle, cosa que le hizo relamerse los labios con deseo — Carajo, la tienes tan dura.

— N-No digas esas cosas — dijo empezando a reír algo apenado — S-Seguro los has visto más... grandes — dijo con vergüenza, logrando sacarle al pelirrojo una leve carcajada.

— De hecho, no imaginaba que el tuyo sería tan grande — admitió pasando sus dedos por la hombría ajena — Podrías ser popular entre las chicas con algo así.

— No creo, n-no soy tan lindo.

— Eso no lo digas ni en juego — dijo con voz algo ronca para acercarse al rostro ajeno y verlo con seriedad — Eres la persona más hermosa que he visto, y nada me hará cambiar de opinión, nunca.

— J-Jessie — susurró tomando el cuello ajeno para plantar un hambriento beso al pelirrojo, besos a los que él no dudó dos veces en corresponder.

Jadeó entre besos al sentir cómo Jessie separaba sus piernas y empezaba a frotar su cuerpo contra el de él, de forma lenta y muy disfrutable, pero que al cabo de unos minutos, empezó a ser muy desesperante para Haze.

— ¡J-Jessie, p-para! — jadeó pegando su frente con la de él — D-Deja de jugar ya, por favor.

— Quiero que estés bien excitado, para que no te duela — susurró acercándose al cuello ajeno para besarlo lentamente, haciendo al pelinegro echar la cabeza hacía atrás y gemir de forma ronca.

— A-Ahh, s-se siente tan bien — dijo entre gemidos mientras sentía el cuerpo de Jessie moverse encima suyo, aún con la ropa puesta, cosa que hizo al pelinegro fruncir un poco el ceño — ¿Porqué sigues vestido?

Jessie no pudo evitar reír al oírle decir eso.

— ¿Quieres que me desnude? — preguntó de forma picarona.

— Yo lo estoy, lo justo es que tú también lo hagas — dijo con algo de molestia, cosa que hizo a Jessie reír por debajo.

— Jaja, aww, ¿quién diría que entrarías en calor tan rápido? me encanta esa carita de puchero que haces — dijo mordiéndole la mejilla — Tranquilo Cherry, solo quería que entraras en calor primero.

— Ya lo hice — susurró besándole los labios — Adelante.

— Bien, si tú lo dices — dicho esto, se apartó un poco de él para levantarse de la cama y empezar a desvestirse, el pelinegro se quedó embobado mirando cómo su contrario empezaba a quitarse la ropa de forma algo lenta, su pecho bien formado y lleno de marcas hicieron a Haze babear, pero lo que le hizo sentir que su corazón se detenía, fue ver cómo se quitaba el pantalón y los boxers, dejando al aire su hinchada y considerablemente grande hombría.

— M-Madre de Dios — jadeó haciendo un gesto sumiso que hizo a Jessie gruñir con picardía.

— ¿Me veo bien, Cherry? — preguntó pícaramente con un falso tono inocente, que hizo al pelinegro asentir.

— Te ves increíble — susurró arrodillándose en la cama frente a él, Jessie aprovechó para acercarse a él y acariciarle el rostro sutilmente.

— ¿Yo te gusto, Haze?

— Me encantas, Jessie — dijo sin tapujo alguno, cosa que le asombró, pero al mismo tiempo, le hizo sonreír de lado y ver fijamente los ojos verdes del pelirrojo, quien le sonrió de vuelta para tomarlo de las mejillas y volver a besarlo con deseo.

Empujó lentamente al pelinegro contra la cama para ponerse sobre él y seguir con aquella ronda de apasionados besos, deslizando sus manos por el cuerpo ajeno, hasta que poco a poco fue bajando hasta la intimidad de Haze, empezando a palparla de forma lenta.

— ¡A-Ah! — gimió algo alterado al sentir cómo le manoseaban en dicha parte — ¿Y-Ya me vas a—

— Aún no — dijo interrumpiéndole — Solo quiero prepararte un poco primero, solo debes relajarte, Cherry, yo haré el resto.

— Jessie — murmuró tomando el cuello ajeno para volver a besar al pelirrojo, quien correspondió a dichos besos mientras usaba sus dedos para palpar cuidadosamente la intimidad de Haze, haciéndole gemir de forma lenta y algo sumisa entre besos.

Al cabo de unos minutos, Jessi empezó a usar sus dedos para penetrar a Haze, sacándole suaves jadeos de incomodidad, cosa que le hizo verlo con preocupación.

— ¿Estás bien?

— Sí, s-sólo se siente un poco extraño — admitió sonriendo tímidamente — P-Por favor Jessie, sigue.

— De acuerdo, avísame si quieres que pare — dicho esto, hizo más rápidos sus movimientos, logrando que el pelinegro empezara a temblar y a jadear considerablemente.

— ¡A-Ah, Jessie!

— ¿Se siente bien?

— S-Sí — asintió mordiéndose el labio inferior — ¡S-Sigue!

— ¿Te pongo otro dedo? — preguntó en el oído de Haze, logrando que este jadara y echara la cabeza hacía atrás.

— Sí, hazlo.

Soltó un fuerte gemido al sentir cómo otro dedo se apoderaba de su ser, moviéndose de forma algo brusca y poco sutil, haciéndole sentir un raro cosquilleo en su vientre que en vez de disgustarle, solo le hacía sentir extrañamente a gusto.

— A-Ah, p-para — murmuró tomando los brazos ajenos.

— ¿Te lastimé? — preguntó mirándole con algo de preocupación.

— N-No, yo... q-quiero... — murmuró tímidamente mirando fijamente los ojos verdes de Jessie — Te quiero a ti, Jessie.

El pecho del pelirrojo empezó a latir con mucha fuerza, le estaba costando mucho contenerse al oír los suaves jadeos de placer que soltaba el pelinegro, pero oír cómo, de plano le pedía ser él quien invadiera su cuerpo, hizo que su mente se nublara por completo.

— Ven — dijo jalándolo de los brazos para ayudarlo a acomodarse en la cama, separando sus piernas y empezando a frotar su miembro en la entrada ajena, logrando que Haze gimiera de placer.

— E-Está muy dura — dijo tímidamente mientras alzaba las piernas y las doblaba.

— Será lento, lo prometo — dicho esto, cubrió los ojos ajenos con su mano derecha, y usó la izquierda para separar las piernas ajenas — Trataré de no hacerlo tan duro.

— Jessie — murmuró quitando la mano ajena de su rostro para ver tímidamente al pelirrojo — Bésame.

— Haze — susurró acercándose a él para besar sus labios con deseo, deslizando sus manos a las caderas ajenas para alzarlas un poco, y de esa forma, empezar a penetrar el cuerpo de Haze de poco en poco.

Ambos gimieron al unísono en cuano Jessie empezó el acto sexual, cada centímetro de su cuerpo ardía, su mente estaba en blanco, solo podía pensar "Dios mío, lo estoy haciendo con Haze", mientras que de sus labios salían suaves jadeos de placer; por su parte, Haze jadeaba de forma brusca, mientras varias lágrimas rodaban por sus ojos y miraba algo temeroso a Jessie, un brusco dolor inundó sus caderas en cuanto el pelirrojo empezó a penetrarlo, pero al mismo tiempo, sentir el calor del pelirrojo adentro suyo era sumamente agradable.

— ¡A-Ah, J-Jessie! — gimió sacando la lengua — ¡D-Duele!

— C-Cálmate — murmuró jadeando pesadamente — M-Maldición Haze, ¡a-aprietas mucho!

— ¿T-Te duele también?

— No, se siente increíble — dijo sonriendo de lado con deseo — Jamás imaginé que se sentiría así, demonios, qué rico — murmuró empezando a moverse de forma lenta, gimiendo de forma ronca al separar de golpe las piernas ajenas y meterse de lleno en el cuerpo ajeno.

— ¡¡A-Ahh, e-espera!!

— Y-Ya está todo dentro — dijo sacando la lengua — Maldición, eres tan cálido Cherry.

— E-Es muy grande — murmuró tímidamente mientras separaba sus piernas, su cuerpo temblaba considerablemente, pero más empezó a temblar al sentir cómo Jessie empezaba a moverse de forma lenta — ¡A-Ah, Jessie!

— Iré lento — dijo mientras movía sus caderas y las chocaba contra las de Haze — ¡Ah, ay Cherry!Cerró sus ojos tratando de acostumbrarse a las nuevas sensaciones a las que se exponía, era tan sofocante sentir cómo Jessie se movía dentro de él, golpeando su cuerpo con delicadeza, pero al mismo tiempo, con una fuerza que le hacía estremecerse.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó pegando su frente con la de él.

— B-Bien solo... estoy un poco incómodo.

— ¿Qué quieres que haga para mejorarlo?

— Esto — susurró tomando el cuello ajeno para besar al pelirrojo de forma poco sutil, besos a los que Jessie correspondió mientras seguía moviéndose dentro del cuerpo ajeno.

Besaba la boca de Jessie con deseo mientras que separaba las piernas por inercia, y así, poco a poco se dejó envolver por el éxtasis y el deseo, y cuando menos se dió cuenta, una tremenda corriente de placer empezó a inundar su cuerpo.

— ¡¡Ahh, sí, así!! — gimió de forma brusca mientras veía fijamente los ojos verdes de su contrario, haciéndole sonreír con picardía.

— Vaya, creo que te empieza a gustar.

— ¡¡S-Se siente rico!! — dijo sonriendo algo nervioso — Me arde pero... s-se siente tan—

— Lo sé — dijo interrumpiendo las palabras ajenas, abrazando al pelinegro para seguir con aquellas embestidas — ¡Ah, Cherry! ¡al fin te estoy haciendo mío!

— ¡¡Ah, J-Jessie, a-al fin soy tuyo!! — gimió en voz alta mientras clavaba sus uñas en la espalda ajena, haciendo al pelirrojo gruñir de forma brusca.

— ¡Maldición, como aprietas! — dijo azotando con fuerza las caderas ajenas — Grita mi nombre Haze, ¡grítalo!

— ¡¡A-Ahh, Jessie!! — obedeció echando la cabeza hacía atrás, dejando que el pelirrojo fuera a su cuello para morderlo y dejarlo lleno de marcas que serían muy difíciles de tapar al día siguiente — ¡¡A-Ahh, Jessie, m-me encanta esto!! ¡¡n-nunca creí que sería tan rico!!

— Se siente rico porque lo estás haciendo conmigo — dijo tomando las piernas ajenas para entrelazarlas en sus caderas — Ahora eres mío, Haze, solamente mío, ¡de nadie más!

— ¡¡A-Ahh, s-sí Jessie!! ¡¡s-soy tuyo, solamente tuyo!! — jadeó de forma brusca al sentir una repentina corriente en su cuerpo que le hizo agitarse considerablemente — ¡¡A-Ahh, para, para!!

— ¡¿Qué pasa?! — dijo con algo de frustración.

— M-Me voy a venir — dijo separando más las piernas — Quiero venirme contigo.

— Haze — suspiró para volver a besar los labios ajenos, y rápidamente sujetar el cuerpo ajeno para cargarlo entre brazos mientras se mantenía arrodillado en la cama — Mi hermoso chico, siento que esto es un sueño.

Se sorprendió al sentir cómo Haze le besaba los labios de forma lenta, cosa que le hizo sonreír entre besos para empezar a manosear el cuerpo ajeno sin recato alguno.

— Jessie, quiero decirte algo — susurró tímidamente mientras pegaba su frente con la de él.

— Te escucho.

— No quiero estar lejos de ti nunca más — comentó tomando las mejillas ajenas para acariciarlas suavemente — No quiero que te alejes de mí.

— No lo haré, Cherry, te prometí que me quedaría contigo, ¿lo olvidas?

— Sí, pero... quiero que te quedes conmigo, que duermas contigo todas las noches, y-y que volvamos a tener sexo otro día — admitió sonriendo con algo de vergüenza, haciendo que el pelirrojo se sonrojara considerablemente — Me gustó mucho dormir ayer en tu pecho, y-y yo— estuvo a punto de hablar, pero un beso de parte de Jessie le hizo detenerse.

— Shh, tranquilo — murmuró pegando su frente con la del pelirrojo — Ya te lo dije, me quedaré contigo, y haré todo lo que tú quieras — murmuró sonriendo pícaramente, sonrisa a la que el pelinegro correspondió sin dudarlo.

Gimieron al unísono en cuanto Jessie empezó a azotar sus caderas contra las de Haze nuevamente.

— ¡¡Ahh, J-Jessie!! ¡¡s-se siente tan rico!!

— ¿Te está gustando?

— ¡M-Me encanta! — admitió sacando la lengua y arañando un poco los hombros ajenos — ¡¡A-Ah, carajo, qué rico!!

— Mh, es primera vez que te oigo hablar de forma tan sucia; Cherry — dijo de forma coqueta, haciendo al de ojos azules sonreír entre lágrimas.

— ¡Ah! e-es que se siente bien, ¡Ah! n-nunca creí que el sexo sería tan rico, S-Shun tenía razón.

— No nombres a ese idiota justo ahora — gruñó de mala gana acelerando su vaivén considerablemente — Estás cogiendo conmigo, ¡el nombre que debes gemir es el mío!

— ¡¡A-Ahh!! ¡¡Jessie!! — gritó sacando la lengua y aferrándose al cuerpo ajeno, toda su mente se nubló en ese instante, sólo podía pensar en lo bien que se sentía ser follado por el chico que le gustaba.

Aprovechó el descuido para morder con fuerza el cuello de Haze, sin dejar de azotar con fuerza sus caderas contra las de él.

— Eso, grita mi nombre — le dijo al oído mientras usaba sus manos para separar las nalgas ajenas, haciendo más profundas sus embestidas.

— ¡¡Ahhh, J-Jessie!! ¡¡Jessie, por favor no pares!! ¡¡J-Jess-¡¡ahhh!! — gritó con fuerza al sentir una brusca corriente eléctrica recorrer su cuerpo, corriente que hizo a su cuerpo contraerse por completo, y que de su hombría saliera cierto líquido blanquecino que manchó por completo el abdomen del pelirrojo.

— ¿Te corriste, eh? — preguntó juguetonamente mientras se seguía moviendo de forma lenta, mordiéndose el labio inferior mientras sentía cómo su cuerpo se preparaba para el orgasmo — Carajo Haze, me voy a venir también.

— ¡A-Ah! ¿t-te vas a venir? — preguntó algo exhausto mientras sentía los labios del pelirrojo recorrer sus hombros hasta llegar a su cuerpo.

— Sí — susurró besando la piel ajena, haciendo al pelinegro echar la cabeza hacía atrás mientras él se dedicaba a besar su cuello — Quiero llenarte de semen.

— Eso suena bien para mí — dijo sin estar del todo seguro de lo que salía de sus labios, se sentía en las nubes, nunca creyó que llegaría a sentir un placer de ese tipo en toda su vida, de repente todo el tabú y la vergüenza que sentía con respecto al sexo empezaron a volverse vacías para él, como si esa noche de pasión con Jessie, le sirviera para sanar por completo sus "complejos sobre el contacto físico".

Continuará

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