— ¿Te quedarás también? — preguntó la pelirroja con incredulidad.

— Solo para acompañar a Haze, porque alguien ya lo incomodó suficiente el día de hoy — murmuró arqueando una ceja con seriedad, la pelirroja rodó los ojos con molestia para chasquear la lengua y volver a ver hacía el sartén donde estaba preparando la comida.

— Bien, pero tú tendrás que ayudarme con los gastos mientras se queden aquí, ¡y una palabra de esto a Coral, y te corto lo único que te sigue haciendo hombre!

— Córtalo, aún sin él seguiré siendo hombre, en cambio tú ni con eso lograrías ser un hombre, hermanita — dijo haciendo énfasis en esa última palabra, logrando que la pelirroja le mirara con odio absoluto y apretara sus puños con fuerza.

— Eso huele bien — dijo la chica de ojos castaños mientras caminaba hacía ellos, para tomar una cuchara de madera y probar lo que su novia estaba cocinando — Vaya Lina, qué sabroso está — murmuró sonriendo cálidamente, sonrisa a la que la pelirroja le correspondió sin dudarlo dos veces.

— Sabía que te gustaría — murmuró guiñándole sutilmente el ojo — Y sé de algo más que podría gustarte, pero ya será más tarde, cuando estemos solas.

— ¡Linaa! — rió apenada palmeando los brazos ajenos, mientras el pelirrojo rodaba sutilmente sus ojos de forma algo incrédula.

Volteó rápidamente al ver a alguien caminar hacía la cocina con semblante tímido y algo apenado, pero que de inmediato hizo que una tenue sonrisa se dibujara en el rostro de Jessie.

— Hola Cherry — murmuró acercándose a él para besarle la mejilla.

— ¿Sigues molesto? — preguntó tímidamente, haciendo que Jessie le mirara un poco confundido.

— ¿Qué? ¡no! Haze yo no estoy enojado contigo, en serio — comentó acariciándole suavemente la mejilla — Solo estaba un poco celoso, pero ya se me pasó.

— ¿Lo prometes? — preguntó algo temeroso — E-Es que estuve pensando y... n-no es correcto hacerte enojar a ti también, Jessie... e-eres todo lo que me queda.

— No estoy enojado, Haze, y por más que lo parezca, yo sería incapaz de enojarme contigo por tanto tiempo, lo digo en serio — dicho esto, abrazó con fuerza al chico de ojos azules, quien correspondió dicho abrazo hundiendo su cara en el hombro del pelirrojo.

-

Luego de cenar, todos se fueron a sus respectivas habitaciones para dormir. Jessie se quedó en la sala para dormir en el sofá, dado que no quería incomodar a Haze durmiendo en la misma cama que él (ya que no había más espacio para que él se quedara), cosa que hacía que el pelinegro se sintiera agradecido, pero por alguna razón, una parte de él se sentía frustrada, como si quisiera compartir cama con Jessie, y de golpe, un leve ardor empezó a aquejarle en su intimidad.

Se ocultó bajo las sábanas de su cama, maldiciendo ese odioso sentimiento raro y particular que empezó a atormentarlo desde que él y Jessie tuvieron su "momento" en el auto y en el parque, como si su cuerpo quisiera llegar a más lejos, pero, cuando él pensaba en esa posibilidad, la desagradable imágen de Dick acosándolo hacía que su cuerpo se sintiera incómodo, y totalmente indispuesto a tener intimidad con alguien, por más que a él le gustara la persona en cuestión.

Alzó la mirada al oír cómo alguien abría poco a poco la puerta de su alcoba, se trataba del chico pelirrojo, quien tenía el cabello desordenado, y llevaba puesto un suéter algo grueso de color blanco, que lo hacía ver muy atractivo.

— ¿Sigues despierto? — preguntó mientras entraba a la alcoba.

Haze asintió con la cabeza mientras se sentaba en la cama y le extendía la mano a Jessie para invitarlo a que se sentara también, cosa que el de ojos verdes hizo, mirándole con detenimiento y pasando su mano por el rostro de Haze.

— Creí que tú dormías — preguntó suavemente mientras se dejaba acariciar por Jessie.

— A eso iba, pero quise venir a cerciorarme de que estabas tranquilo, es decir... es tu primera noche fuera de casa, ¿cómo lo estás tomando?

— Pues... — suspiró suavemente mientras miraba a otro lado — La verdad, me duele menos de lo que creí, pero sí me siento vacío por dentro.

— Lo entiendo, no es fácil lo que te está pasando, debes de sentirte muy abrumado.

— Lo estoy — admitió alzando los hombros — Al menos me alegra que estés conmigo, de haber estado solo, no habría podido ni siquiera imaginar haber hecho todo esto.

— No Haze, todo esto pasó por mi culpa, de no haberte hecho esas marcas, nada de esto habría pasado — dijo con pesar mientras le acariciaba la mejilla.

— Era cuestión de tiempo — murmuró suavemente — Mi padre tarde o temprano me iba a golpear por avergonzarlo, ya pasó una vez, dos veces no harían diferencia.

— ¿Cuál fue la primera?

— Cuando le dije lo que Dick me hizo — murmuró con pesar — No me creyeron, pensaron que yo era un bastardo sonsacador que trató de seducir a Dick, y me golpeó por ello, no me dejó salir por dos semanas, fue terrible.

— Lamento mucho escuchar eso.

— Descuida, ya es pasado, supongo — murmuró sonriendo con algo de pesar — Me alegra haber escapado de todo eso, de papá, de Ashley, de Dick.

— A mí me alegra haberte sacado de ahí antes de que ese tipo te hiciera más daño — susurró pasando sus dedos por los labios ajenos — Me mataba pensar que él te—

— ¿Me hiciera suyo? — preguntó con algo de pesadez, Jessie sonrió algo apenado mientras asentía con la cabeza — Pues, no lo hará, no va a pasar, todo gracias a ti.

Ambos se quedaron mirándose por un largo rato, hasta que, al mismo tiempo se movieron un poco al frente, acercándose al cuerpo del otro, cerrando tímidamente los ojos para condensarse en un suave y tierno beso, que poco a poco se fue volviendo cada vez más y más lujurioso.

— Jessie — susurró entre besos mientras el pelirrojo le tomaba de las mejillas y se disponía a explorar la boca ajena con su lengua, haciendo a Haze jadear entre besos.

Le jaló cuidadosamente para recostarse en la cama y que el pelirrojo se colocara encima suyo, mirándose el uno al otro con intenso deseo.

— Eres hermoso — susurró Jessie mientras deslizaba sus manos por el pecho ajeno delicadamente.

— Jessie, bésame — le rogó abriendo un poco la boca, petición a la que el pelirrojo no pudo negarse, besando hambrientamente la boca ajena, mientras separaba las piernas de Haze y empezaba a frotarse contra el cuerpo ajeno.

— Haze — susurró entre besos mientras apretaba las manos ajenas.

— ¡A-Ah, J-Jessie! — jadeó sintiendo tales roces de sus cuerpos — N-No, p-por favor para.— ¿Quieres que pare? — preguntó mordiendo la mejilla ajena.

— S-Sí, e-esto se-se siente— jadeó al sentir cómo metía la mano ajena a su pantalón, sujetando su intimidad y empezando a masturbarlo — ¡A-Ah, J-Jessie!

— Shh — susurró tomando las mejillas ajenas para besarlo con deseo, y así impedir que sus gemidos despertaran a su hermana — Cálmate, te haré venir y terminó ¿sí?

El de ojos azules asintió mordiendo suavemente la boca ajena, jadeando y temblando los el tacto ajeno.

— J-Jessie — murmuró débilmente — P-Por favor no pares.

— Haze, tu cuerpo en verdad está caliente — susurró con voz algo ronca, agachándose para disponerse a usar su boca en el área que estaba tratando, al mismo tiempo que llevaba una de sus manos a la boca ajena para cubrirla y así evitar que Haze gimiera enloquecido.

Mordía con fuerza los dedos ajenos mientras apretaba con sus manos los mechones rojizos de Jessie, su mente estaba en blanco, solo podía pensar en lo bien que se sentía la boca del pelirrojo, y lo delicioso que era estar haciendo eso con él, "si así se siente solo el sexo oral, debe ser increíble cuando use su-" pensaba de forma inconsciente, sacudiendo su cabeza al recordar de repente unas palabras similares que le dijo el sujeto castaño.

"Creeme Haze, cuando lo haga con mi miembro será mucho mejor".

Palmeó el brazo ajeno para tratar de indicarle que se detuviera, pero era inútil, Jessie estaba ensimismado en su labor, ignorando totalmente cómo Haze se estremecía y balbuceaba inútilmente "helado" para tratar de detenerlo.

— Deja de luchar, ya estás cerca — susurró metiéndose de lleno la intimidad ajena en la boca, haciendo que la espalda de Haze se arqueara, y que una brusca corriente empezara a recorrer cada rincón de su espina dorsal.

— ¡¡Mgh!! — gimió ahogadamente al sentir su semilla abandonar su cuerpo, mirando cómo el pelirrojo se disponía a tragarse hasta la última gota, haciendo una cara muy lasciva que hizo a Haze jadear con asombro y deseo.

— Dios Cherry, sabes delicioso — susurró risueño quitando la mano del rostro ajeno, quedándose extrañado al ver la cara penosa del chico pelinegro — ¿Ocurre algo?

— Nada, s-solo... f-fue raro — murmuró mirando a otro lado, le avergonzaba admitir que recordaba constantemente las palabras de Dick, y que eso le complicaba mucho el poder disfrutar la experiencia.

— Creí que te gustaría — susurró limpiando su labio inferior con su pulgar — La vez del auto no te quejaste.

— E-Esa vez estuvo rico, pero hoy... c-creo que es el estrés por la mudanza — mintió débilmente, haciendo al chico pelirrojo suspirar y acercarse a él para besarle la mejilla.

— Oww Cherry, lo lamento — murmuró besando su mejilla con ternura — Perdona, debí preguntarte primero si querías.

— D-Descuida, la verdad me gustó, solo... fue un poco raro — murmuró mientras abrazaba suavemente al chico pelirrojo — ¿Puedes quedarte a dormir? no quiero estar solo.

— ¿Seguro? — preguntó tímidamente.

— Sí, contigo me siento tranquilo — murmuró de manera cálida, haciendo que el pelirrojo se sonrojara considerablemente, y sin dudarlo dos veces, se recostara en la cama para jalarlo del brazo y acurrucarlo en su pecho.

La respiración de Haze se agitó de golpe, al mismo tiempo que un gran rubor se dibujaba en sus mejillas, "qué cálido" pensaba, sonriendo de lado y cerrando los ojos para intentar dormir, acción que el pelirrojo copió, no sin antes quedarse un rato viendo al chico entre sus brazos y sonreír con ternura al no creer lo que estaba viendo, la persona a la que tanto añoraba, compartiendo una cama con él, tal vez no de la manera en la que lo imaginó, pero igual dormir juntos era suficiente para que Jessie se sintiera completo.

-

La mañana llegó de forma rápida y algo abrupta, ambos estaban envueltos en aquellas sábanas grises, descansando y disfrutando del calor corporal del otro, a pesar de no haber hecho el amor, dormir juntos hizo que ambos se sintieran totalmente renovados, de forma que no se habían sentido nunca antes en sus vidas.

Abrió los ojos poco a poco, sonriendo cálidamente al ver al chico pelirrojo dormir aún a su lado, "se vé tan lindo" pensó, pasando delicadamente su mano por el cuello ajeno, asombrándose al ver que Jessie abría los ojos con dificultad.

— Buenos días, Cherry — murmuró alzando un poco la cabeza y sonriéndole tranquilamente — ¿cómo dormiste?

— Muy bien, no tuve ni un poco de frío — admitió mientras se sonrojaba un poco por lo ronca que estaba la voz del chico de ojos verdes.

— Eso me alegra — comentó bostezando sutilmente, de forma inconsciente, metiéndose la mano en el pantalón para arreglar cierto "problema matutino" que tenía — ¿tienes hambre? — preguntó mirando de reojo al pelinegro, quien se quedó embobado mirando el bulto en el pantalón ajeno — ¿Haze?

— ¿Eh? — murmuró algo asombrado para verle a los ojos — N-No, i-iré a ducharme — dijo levantándose de la cama para ir rápidamente al baño, rezando porque no empezara a tener cierto "problema" en la entrepierna por culpa de lo que vió — ¿Vas a la escuela hoy?

— Sí, trataré de hablar con el director, le diré que estás enfermo o algo así — dijo mientras se sentaba en la cama y se rascaba la nuca, suspirando mientras veía cómo Haze se iba de golpe, mientras un pesado sentimiento de culpa inundaba su pecho de a poco, "seguro le incomodó ver mi erección" pensó con frustración, él realmente estaba luchando por reprimir sus impulsos, todo para no incomodar al pelinegro, pero empezaba a creer que por más que se esforzaba, solo lograba incomodarlo con más intensidad.

— ¡Eso suena bien! — dijo mientras cerraba la puerta del baño, suspirando con frustración al ver aquel bulto en su pantalón, "¡solo lo ví, demonios! ¡¿porqué tengo que ponerme así?!" pensó con frustración mientras metía su mano a su pantalón para acariciarse un poco, cubriendo su boca con su mano para evitar que le escucharan "atenderse".

— Iré abajo, Haze, veré qué hay para comer — dijo Jessie mientras salía de la cama y caminaba a la puerta de la habitación.

— ¡C-Claro! — dijo mientras empezaba a quitarse la ropa para meterse a la ducha, "tal vez un baño frío me ayude" pensó, rogando porque sus planes surtieran efecto, y rezando también porque el hecho de tener "erecciones espontáneas" no le pasara cada que tuviera en frente al chico de ojos verdes, o estaría metido en graves aprietos.

-

Luego de un rato (en el que se la pasó encerrado en el baño tratando de bajarse sus "problemas") finalmente bajó a la cocina, donde estaban los dos pelirrojos y la chica de cabello azul, quien bebía café mientras los escuchaba discutir, rodando sus ojos con fastidio.— ¡¿Planeas irte y dejarlo aquí?! — dijo ella de mala gana.

— ¡No saldrá de su cuarto, Lina! ¡¿eso a ti en qué carajo te afecta?!

— Buenos — murmuró de forma algo tímida, logrando que los tres voltearan a verlo de golpe.

— ¡Haze! — dijo Jessie mientras caminaba hacía él para tomar su mano y guiarlo a la cocina — Ven, debes desayunar.

La pelirroja miraba de mala gana a su hermano, quien la ignoró totalmente para hacer que Haze se sentara en la mesa junto a Coral, quien amablemente le dió algunos trozos de pan, café, y algunas galletas a Haze, cosas que este aceptó amablemente.

— Muchas gracias — murmuró metiéndose una galleta a la boca,, mirando de reojo cómo Jessie daba un sorbo a una taza de café — ¿Ya te vas?

— Sí, debo pasar por el taller de mi padre primero, tengo que justificarle que no estuve, tal vez le diga que estuve con una chica.

— ¡Jajajaj! — empezó a reír de forma tosca y poco creíble, haciendo que Jessie la mirara con odio absoluto — Sería más creíble que le digas que te uniste a la Yakuza, hermanito.

— A la próxima pediré tu opinión, Lina — dijo de mala gana para mirara a Haze y acariciarle suavemente el rostro — No salgas hasta que vuelva ¿de acuerdo?

El pelinegro asintió sonriendo tímidamente, aquel tacto hizo que sus mejillas se ruborizaran totalmente, empezaba a amar que Jessie lo tocara y lo mirara por cualquier cosa, sobre todo por suave y dulce que era la forma en la que le acariciaba.

Ver la expresión tímida y algo sumisa que puso Haze en cuanto le tocó la cara, hizo que un gran rubor inundara las mejillas de Jessie, y que su mente empezara a nublarse por imágenes que él solo tenía cuando estaba a solas, pero que ahora empezaban a invadirle de golpe, cosa que él quería evitar, ya que no quería que su "evidentes ansias de intimar con el pelinegro" hicieran que este le tuviera miedo o quisiera alejarse, ya se había esforzado mucho porque llegaran hasta donde estaban, no quería echarlo todo a perder de nuevo por no saber controlar su líbido.

— Bien — dijo de forma algo seria para quitar la mano del rostro ajeno y caminar hacía la puerta de ese hogar — Vuelvo en la tarde, ¡si me entero de que le hiciste algo te voy a golpear, Lina, te lo advierto!

— ¡Estará bien, ya lárgate! — dijo ella de mala gana mientras miraba cómo su hermano se iba, dejando a haze con un sentimiento agridulce en su pecho, amaba las caricias que le acababa de dar, pero, notar la forma tan abrupta en la que simplemente se fue, le hizo sentir que tal vez a Jessie empezaba a pasarle algo, como si algo le frustrara, "seguramente le molesta que no lo hemos hecho" pensó, le apenaba relacionar a Jessie con Dick, pero al fin y al cabo, ambos eran hombre, y así como Dick moría por "hacerlo suyo" no dudaba que Jessie quisiera lo mismo, y tal vez por fuera trataba de lucir neutral, pero empezaba a notarse que el tema le estaba frustrando, y Haze no quería hacer enojar a la única persona que aún parecía dispuesta a ayudarlo.

"Tal vez si cedo, él no esté enojado conmigo" pensó con mucho nerviosismo, una parte de él se emocionó, pero otra, se sentía igual de asustada y nerviosa como cuando era Dick quien lo tocaba, le sorprendía mucho sentirse así, sobre todo considerando que era de Jessie de quien hablaban, y no de ese odioso hombre que tanto asco le generaba, "tal vez a mí no me gusta el sexo" pensó, pero recordar la forma en la que su piel ardía cada que Jessie lo besaba, hizo que rápidamente descartara esa teoría, cosa que le hizo suspirar con frustración, y sentirse muy abrumado y confundido, necesitaba hablar de eso con alguien, pero lamentablemente, él no tenía a nadie más aparte de Jessie, exceptuando a Shun obivamente, pero ya más que claro estaba que no podía salir, mucho menos para ir a verlo, "estoy solo en esto", culminó mientras daba un sorbo a la taza de café que estaba a su lado.

-

— Ahh, qué día tan tranquilo — dijo el de cabello castaño mientras caminaba por el pasillo junto al chico de cabello bicolor, quien parecía estar perdido en sus pensamientos y sin prestarle atención a las palabras de su "pareja" — ¡¿Shun me estás escuchando?!

— ¿Eh? p-perdón, Miles, solo... estaba pensando — murmuró con semblante algo serio.

— ¿En quién? ¿en Sasha Johnson? — preguntó de forma incrédula.

— ¡Tú viste que ayer su madrastra dijo que no vivía más ahí! y en la noche su padre llamó histérico al mío, diciendo que su hijo había huído de casa.

— ¿Qué no es obvio? seguramente se fue a vivir con Dalton — dijo el castaño de forma algo incrédula — Puedo apostarte lo que sea, estoy muy seguro de que debe estar allá metido.

— Sí pero... Haze no abandonaría su hogar así como así, m-menos por un chico al que acaba de conocer — murmuró pensativo y algo receloso, una parte de sí pensaba igual que su novio, pero se negaba a creerlo, "Haze no es idiota" se repetía, rogando porque así fuera, y que su amigo no decidiera hacer algo preciptiado, solo por la influencia de un patán que probablemente solo quería sexo y luego olvidarlo.

Jadeó al sentir cómo alguien lo jalaba desde atrás y lo azotaba contra uno de los casilleros, estuvo a punto de reclamar, pero se quedó helado al ver la fría mirada de ese par de piedras verdes que tanto odio le tenían.

— ¿Interrumpo algo? — preguntó de forma incrédula.

— ¡Tú, maldito idiota infeliz! — clamó sujetándole del cuello de su camisa — ¡¿Dónde carajos está Haze, qué le hiciste?!

— ¿Yo? qué le hizo su padre es lo que deberías preguntarte — dijo de mala gana retirando la mano ajena de su cuerpo — No tientes mi suerte, rarito, solo estoy aquí porque ¡por alguna maldita razón que yo no termino de comprender! tú le importas a Haze, y está muy angustiado porque quiere verte.

— ¡¿Está en tu casa, no es así?! — preguntó de mala gana.

— No, pero sí sé dónde está.

— ¿Dónde?

— No puedo decirte.

— ¡¿Cómo que no puedes?!

— ¡Porque a los primeros a los que buscará su padre es a ti y a mí, zopenco! yo ya tengo coartada, pero conociendo lo imbécil que eres, no vacilarás en decirle a ese maldito viejo dónde está Haze.

— Vaya que tienes una gran boca para insultar y maldecir — gruñó de mala gana mientras se cruzaba de brazos — ¿Puedo saber al menos cómo está él?

— Abrumado, como cualquiera que pasara por algo similar, pero lo mejor será que se lo preguntes tú mismo — dijo mientras suspiraba pesadamente para tomar la camisa del gótico y sacudirlo con algo de fuerza — Lo llevaré al parque esta noche, a eso de las diez para evitar que alguien nos vea, vé para que hables con él, ¡y si se te ocurre hacer algo para herirlo, juro por lo más sagrado que voy a sacarte esos ridículos piercings con mis propias manos! ¡¿escuchaste?!

— ¡S-Sí pero suéltame! — dijo de mala gana mientras lograba zafarse del agarre ajeno, abrumándose totalmente al ver cómo el pelirrojo simplemente se apartaba de él para caminar por el pasillo como si nada, cosa que le hizo fruncir el ceño bastante abrumado y extrañado.

— ¿Y eso qué fue? — preguntó miles mientras se acercaba al gótico, quien miró a otro lado mientras pensaba en las palabras ajenas, "qué le hizo su padre es lo que deberías preguntarte" recordaba con un sentimiento agridulce en su pecho, sobre todo al recordar lo que le pasó a su amigo la primera vez que trató de hablar sobre la "situación" con su vecino — ¿Shun?

— P-Perdón Miles, no creo poder acompañarte hoy al salir, surgió algo serio — murmuró mirando atentamente a su novio, quien rodó los ojos de mala gana para verle con frialdad.

— Como quieras, Shun, pero empiezo a sospechar que Sasha o Dalton te interesan, porque no has dejado de pensar en ellos desde ayer.

— Odio a Dalton, pero Haze me necesita, debo saber que él está bien — dicho esto, tomó la mejilla ajena para besarla y caminar rumbo a su casillero, dejando solo al de cabello castaño en medio de aquel pasillo, mirando a los lados mientras sonreía maliciosamente "idiota" pensaba sin remordimiento alguno, mientras un plan malicioso empezaba a maquinar en su subconsciente. 

Continuará

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- Gema