24 - 'Dulce Naturaleza'
Llegaron hasta una casa pequeña y algo acogedora, de un bello jardín lleno de flores púrpuras que hicieron a Haze suspirar.
— Qué lindo — murmuró viendo el jardín, aunque el pelirrojo estaba ocupado mirando hacía la puerta principal, le preocupaba mucho estar ahí, sobre todo porque presentía que su hermana no accedería en ayudarlo.
Cuando llegaron al recibidor, el pelirrojo tocó varias veces la puerta principal, mirando curioso un ladrillo que estaba en medio de aquel hermoso jardín, y cómo frente a él había también una ventana rota, cosa que le hizo arquear confundido una ceja mientras se cruzaba de brazos.
En cuanto abrieron la puerta, se pudo ver la silueta de una no muy delgada chica de cabello azul y ojos castaños, quien se quedó asombrada al ver al chico pelirrojo parado en su puerta.
— ¡Jessie! — dijo mientras se acercaba a él para abrazarlo suavemente — Qué sorpresa, cariño ¿qué te trae por aquí?
— Hola Coral — murmuró sonriendo suavemente — ¿Está Lina en casa?
— Sí, está en la cocina ayudándome — decía tranquilamente, hasta que miró algo asombrada y extrañada al chico que estaba parado detrás de Jessie, con semblante tímido y la cara llena de moretones.
— Viene conmigo — dijo mientras estiraba el brazo para jalar a Haze y tomarlo de la muñeca — Es un amigo.
— Oh, entiendo — dijo sonriendo calmadamente — Pasen adelante.
En cuanto ella les dejó entrar, ambos chicos caminaron al interior de aquella casa, Jessie caminaba como si nada, mientras Haze miraba asombrado las fotos y pinturas en la pared, se notaba a kilómetros que eran dos mujeres quienes vivían ahí.
— ¿Señor Dalton? — preguntó Jessie con tono algo burlón, logrando que una silueta pelirroja saliera de la cocina cruzada de brazos y lo mirara de forma incrédula.
— Señorita Dalton — dijo ella incrédulamente — ¿Qué te trae por aquí? — preguntó mirando de reojo al chico pelinegro junto a su hermano — Y con compañía.
— ¿Podemos hablar?
— Ya estamos hablando — dijo ella de mala gana.
— En privado, Lin — dijo con algo de fastidio, la pelirroja le miró con algo de recelo, para quitarse el delantal y dejarlo sobre uno de los sofás que estaban en esa sala.
— Cory, atenta en la cocina ¿sí? veré qué quiere el tonto — dijo ella mientras caminaba hacía su hermano para jalarlo en brazo, pero se detuvo frente a Haze para verlo de arriba a abajo con semblante serio — ¿Qué tal están tus manos?
— ¿M-Mis manos? — preguntó temeroso.
— No te robará nada, Lina — dijo Jessie con molestia.
— ¿Cómo estás tan seguro? — dijo de mala gana.
— ¡¿Quieres hacerme caso o no?! — reclamó con seriedad, ella rodó sus ojos con molestia para caminar con él hacía la salida de esa casa, dejando solo al chico pelinegro junto a la chica de cabello azul, quien le sonrió de lado mientras pensaba qué decir.
— ¿Quieres algo de tomar? — preguntó cordialmente, haciendo que Haze asintiera con algo de pena, empezaba a dudar de si era buena idea haber accedido a quedarse en esa casa.
— ¡¿Que quieres qué?! — dijo ella incrédulamente — ¡¿Ahora mi casa es un albergue o qué?!
— ¡Será solo por hoy, Lina!
— ¡Eso dijiste de Boby y aún está en casa! ¡¿lo olvidas?!
— ¡Esto no se trata de un perro, Lina! ¡Se trata de alguien que necesita ayuda!
— ¡Pues yo no soy una representante de la onu, ni mi casa es un centro de acopio, Jessie! ¡y cuando yo necesité ayuda nadie me ayudó! ¡¿porqué debo yo de aceptar a un extraño en mi casa entonces?! — el de ojos verdes miró a otro lado con seriedad, apretando sus puños con fuerza mientras pensaba qué decir — ¿Y tú porqué vienes a exigirme que le dé asilo a un completo desconocido? ¿qué es él para ti? — preguntó frunciendo el ceño con confusión, quedándose helada al notar cómo su hermano guardaba silencio.
Soltó una risa nasal mientras miraba incrédula al pelirrojo.
— ¿En en serio?
— Apenas estamos saliendo — murmuró con la mirada en otro sitio.
— ¡Esto es increíble! — dijo entre risas toscas — ¡Cuando papá se entere! Dios, ¡le dará un ataque!
— ¡¿Vas a venderme con papá?! — reclamó mirándola con odio absoluto, la pelirroja rió rodando sutilmente sus ojos.
— Debería, pero no, solo porque me quiero divertir un poco contigo — comentó jugueteando con los mechones rojos de su hermano, haciendo que este golpeara su mano con algo de fuerza y la viera a los ojos con odio absoluto — ¿Puedo saber de dónde lo sacaste?
— Es hijo de Freddy Johnson.
— ¡¿El candidato a alcalde?!
— Así es; lo saqué de casa luego de que su padre lo golpeara hasta casi matarlo.
— Todos somos golpeados por papá alguna vez, ¿qué lo hace a él tan especial para no recibir un par de golpes? — dijo ella de forma incrédula.
— ¿Dejarías que alguien golpee a Coral sin razón?
— ¿Tanto significa para ti ese niño que te atreves a compararlo con mi Cory? — dijo ella de forma recelosa.
— ¡¿Me ayudarás o no?! — insistió, haciendo que su hermana rodara sus ojos con molestia.
— Es hijo del alcalde, Jessie; ¡¿osea que en cualquier momento el alcalde puede venir por él y llevarnos a prisión a Coral y a mí por secuestrar a su hijo?!
— Él no saldrá, se quedará encerrado hasta mañana — dijo mientras suspiraba pesadamente y agachaba la mirada — ... Planeo llevarlo con Kyle.
— ¡¿Qué?! ¡¿estás de mente?! — exclamó mientras lo miraba con asombro y seriedad — ¡¡Hace años que no vemos a Kyle!! ¡¡dudo que siquiera logre reconocer tu rostro!! ¡¿crees que sea buena idea que lo lleves con él?!
— ¡¿Qué otra opción me queda, Lin?! ¡No puedo dejar solo a Haze, y aquí en la ciudad solo va a pasarlo mal!
— Mírate, ¡escúchate siquiera! ¡mortificándote por un completo desconocido, solo porque tienes sexo con él! — el pelirrojo estuvo a punto de empujar a su hermana, hasta que escucharon la puerta de la casa ser abierta, y cómo cierta chica de cabello azul se asomaba por el lugar.
— Chicos, la comida está lista — dijo ella suavemente, la pelirroja miró con seriedad a su hermano para darse vuelta y caminar al recibidor, pero Jessie la detuvo de repente para verla de forma algo suplicante.
— Lina, por favor — murmuró observándola fijamente a sus ojos cafés, similares a los de su padre, cosa que solo hacía que su hermano sintiera repudio y enojo cada que la veía, por más que ambos eran físicamente parecidos.
— Seguiremos hablando después de la comida — dijo ella para zafarse del agarre ajeno y caminar hacía la puerta, frenándose frente a la chica de cabello azul para besarle suavemente los labios y tomarla de la muñeca.
Maldijo entre dientes mientras miraba a su hermana marcharse, odiando con cada fibra de su ser el simple hecho de depender de ella para garantizar la seguridad de Haze, sobre todo odiaba dejarlo al cuidado de esa mujer tan chocante que no dudaría dos veces en incomodar al de ojos azules con comentarios ácidos como los que le hizo a él mismo hace tan solo unos instantes, pero sabía bien, que no tenía más opciones, al menos no en la brevedad del momento.
Entró a la casa con ambas manos en los bolsillos, divisando rápidamente que Haze estaba en la cocina ayudando a Coral con la mesa, todo mientras Lina lo miraba desde no muy lejos con semblante serio y receloso, como si le tuviera desconfianza o algo así, expresión que solo hacìa que Jessie deseara sacar al pelinegro lo más pronto de ahí.
— Ven Jessie — dijo Coral sonriéndole cordialmente, se notaba a kilómetros que ella era todo lo contrario a su pareja, razón por la que Jessie no terminaba de comprender cómo una persona dulce y amigable, se juntó con un ser despreciable y sin sentimientos como lo era su propia hermana (a sus ojos).
Se acercó a la mesa para jalar una silla y sentarse junto a Haze, quien sonreía tímidamente mientras juntaba ambas manos sobre sus rodillas, sentándose firme y esperando a que terminasen de servir, de sobra estaba decir que aquel chico tenía muy buenos modales, se notaba tan solo con verle respirar, eso solo hacía que Jessie se sintiera aún más cautivado por su delicada naturaleza.
— Lamento si la comida está algo simple, Lina y yo normalmente comemos sin tanta sal — dijo Coral mientras se sentaba en la mesa junto a la pelirroja, juntando sus manos sobre la mesa y agachando sutilmente la cabeza — Señor, te agradecemos por los alimentos que nos has dado hoy — murmuró suavemente, sorprendiendo totalmente a Jessie, quien miró de reojo a su hermana de forma algo curiosa e incrédula, logrando que esta lo mirara de forma algo amenazante y severa.
Jessie agachó algo abrumado la cabeza, dado que en su "hogar" nunca se daba gracias por los alimentos a alguna "figura omnipresente" que se los hubiera otorgado, siempre se comía en silencio, y cada quién se iba por su lado, razón por la que le asombraba mucho que su hermana adoptase dicho hábito que evidentemente aprendió de su actual pareja, igual era increíble ver cómo Lina agachaba la cabeza y cerraba los ojos, escuchando las tenues oraciones que Coral susurraba, pero no fue lo único que le sorprendió, sino que también le asombró ver cómo el chico de ojos azules repetía dichas acciones sin parecer abrumado, al parecer él era el único que no sabía donde meter la cabeza en dicha situación.
— Y por favor bríndale el pan a quien no lo tiene, amén — culminó la de ojos castaños para alzar la mirada y sonreírle ampliamente a sus acompañantes — Buen provecho a todos.
— Igualmente — murmuró Haze amablemente, tomando un cubierto y empezando a comer de aquel puré de papas con algo de vergüenza y timidez.
El pelirrojo copió su acción, tomando los cubiertos y empezando a degustar dicha comida, mirando de reojo el semblante serio que su hermana le dedicaba al pelinegro.
— ¿Cómo te llamas? — preguntó ella arqueando una ceja, asombrando bastante a Haze, quien masticó y luego tragó para no hablar con la boca llena.
— Sasha — respondió llevando uno de sus mechones tras su oreja.
— ¿Qué clase de nombre es ese? — dijo Lina de mala gana, haciendo que Jessie la miraba con frialdad.
— Su nombre, idiota — dijo el pelirrojo, haciendo a su hermana reír de forma incrédula.
— Estoy hablando con él, Jessie, si quiero que tú hables, te lo haré saber — comentó dando un bocado a su comida para luego ver a Haze nuevamente — ¿Tu edad?
— Dieciocho, igual que Jessie.
— Jessie tiene casi diecinueve ¿sabías?
— En un mes, Lina — dijo a regañadientes — De igual forma ¿qué interesa eso?
— Cállate, Jessie — dijo de forma incrédula, haciendo al pelirrojo fruncir notoriamente el ceño — ¿Y qué clase de problemas te hicieron salir huyendo de tu casa?
— Es... complicado — murmuró agachando apenado la mirada.
— El idiota de mi hermano quiere que te deje quedarte aquí, merezco saberlo — dijo arqueando una ceja.
— Lina — murmuró Coral — Déjalos comer, por favor.
— No, que hable y luego coma — dijo ella sin quitarle la mirada de encima a Haze, haciendo que este suspirara con vergüenza.
— ... Mi padre quiere que me meta a la cama con un hombre adinerado que le paga su campaña electoral — murmuró con vergüenza mientras se rascaba la nuca.
La pelirroja rió incrédulamente al oír las palabras ajenas.
— ¿Y ya? ¿tanto drama solo por no querer coger con un viejito con dinero? es un poco melodramático si me lo preguntas a mí, sobre todo considerando que te metiste a la cama con el idiota de mi hermana, nada puede ser peor que eso — dijo ella rodando sutilmente los ojos.
— ¡No te permito hablarle de esa forma! — dijo Jessie mientras se levantaba de golpe de la mesa, la pelirroja se levantó también para verlo con frialdad.
— Si no quieres que le diga sus verdades a tu amante, llévatelo de aquí — dijo alzando los hombros de forma incrédula, asombrándose al ver cómo su pareja se levantaba de golpe para verla con enojo absoluto.
— ¡Ya ha sido suficiente, Lina! — dijo mirándola con enojo total, para después voltear a ver a Haze y a Jessie — Quédate cuanto gustes, tenemos espacio de sobra, y que Lina no te intimide, solo sabe decir idioteces — gruñó mirando nuevamente a su pareja, quien la miró con frustración y algo de pena, pero solo pudo agachar la mirada y volver a sentarse en la mesa, mientras la de cabello azul suspiraba pesadamente y le hacía una seña a Jessie para que se calmara.
El pelirrojo se sentó mirando con frialdad a su hermana, quien lo miraba de reojo con algo de incredulidad, pero no decía ni media palabra, mucho menos después de aquel regaño de parte de su novia.
— Lamento que tuvieras que pasar por todo eso, Sasha — dijo Coral amablemente — ¿Y qué planeas hacer ahora que te fuiste de casa?
— No estoy seguro, creo que empezaré a trabajar, el problema es que debo ser discreto, o de lo contrario papá me va a encontrar, y ahí mi pesadilla empezará de nuevo — murmuró con pesar mientras daba un sorbo al vaso con agua que estaba frente a él.
— Te comprendo, no te preocupes por eso, puedes quedarte el tiempo que gustes, al menos hasta que te sientas listo para salir al mundo, lo que pasaste no es nada fácil.
— Te lo agradezco mucho — murmuró sonriendo tímidamente — Ayudaré en todo lo que pueda, no quiero ser una carga para ustedes.
— Aprecio mucho tu interés, pero no te sientas presionado ¿de acuerdo? — comentó tranquilamente mientras seguía comiendo, mirando con seriedad a su novia, quien rodó sus ojos mientras miraba a otro lado con fastidio.
-
Luego de comer, Coral guió a Haze y a Jessie a la habitación que le asignaría al de ojos azules, una pequeña recámara algo vacía, con algunos libros apilados y varios muebles llenos de polvo.
— Lamento el desorden — dijo la de cabello azul mientras entraba al lugar — Hay que sacudirle un poco el polvo, pero en general, está habitable.
— Te lo agradezco mucho, Coral — dijo Haze sonriendo tranquilamente.
— No agradezcas, Sasha — dijo ella correspondiendo a la sonrisa.
— Puedes decirme "Haze", es mejor que Sasha — murmuró algo apenado mientras se rascaba la nuca.
— Bien, si eso prefieres — comentó llevando uno de sus mechones tras su oreja para caminar a la puerta de dicha alcoba — Ahora si me disculpan un minuto, iré a gritarle a mi novia por actuar como una bruta con nuestras visitas.
— Es de familia, Cory, creeme — dijo Jessie de mala gana, viendo cómo la de cabello azul se marchaba, dejándolos a ambos totalmente solos.
Jessie se acercó a Haze para tomar sus mejillas y besarlo dulcemente sobre su ojo izquierdo, lugar donde tenía un muy pronunciado golpe.
— Lamento mucho que Lina te tratara de esa forma, es precisamente por eso que no quería traerte con ella.
— Descuida — susurró acariciando sus brazos dulcemente — No es para tanto, está en su casa, tiene el derecho de hacer lo que quiera en ella.
— Es por eso que no te quedarás por mucho tiempo — comentó mirándole con detenimiento — Tengo otro hermano, planeo llevarte con él.
— ¿E-Enserio? — murmuró con asombro — Creí que Lina era tu única hermana.
— No, Lina es la del medio, el mayor de nosotros es Kyle, se fue de casa cuando yo solo era un niño, no recuerdo mucho de él, solo recuerdo que era el hijo al que nuestros padres presionaban más, por lo que se fue nada más cumplir diecinueve años.
— ¿Y-Y ahora dónde está?
— En una casa rústica, no muy lejos de aquí. Tiene un pequeño rancho donde cría gallinas o algo así escuché yo — dijo rascándose la nuca — Sé que no suena a lo mejor, pero es lo mejor mientras conseguimos algo más.
— Bueno... suena divertido vivir en una casa rústica — dijo sonriendo tímidamente — Y mientras tú me hagas compañía, todo estará bien — murmuró abrazando con fuerza a Jessie, quien correspondió a ese abrazo acariciando suavemente el cabello de Haze.
— No te dejaré solo, Haze, es una promesa — susurró acariciando su cabello con ternura, y cerrando los ojos mientras se mantenía pegado al cuerpo ajeno.
-
Pasaron la tarde limpiando la que ahora sería la habitación de Haze, quien parecía algo nervioso por esa nueva vida que iba a empezar, pero al mismo tiempo, sentía una rara emoción apoderarse de su pecho, sobre todo al estar con Jessie durante todo ese proceso de transición.
— Bien, creo que ya así está bien — dijo el de ojos azules mientras tendía su cama.
— Sí, se ve que ya terminamos — murmuró rascándose la nuca y mirando cómo Haze tendía la cama, trataba de que su mirada no se fijara en el lugar donde terminaba la espalda de Haze, pero le costaba mucho contenerse, y así repentinamente, apareció un pensamiento en su mente que no pudo evitar plasmar con palabras — ¿Quieres que me quede contigo esta noche?
Un gran rubor inundó de golpe las mejillas de Haze, quien rápidamente volteó a ver a Jessie con algo de pena, mientras el pelirrojo le miraba algo nervioso y confundido.
— N-No de esa forma — corrigió rápidamente al ver la expresión temerosa en el rostro de Haze — M-Me refiero a... s-si quieres que te haga compañía, ya sabes, para no dejarte solo con Lina.
— Oh, b-bueno... — murmuró jugueteando con uno de sus mechones negros — P-Pues, siendo así, e-esta bien que te quedes.
— Bien — dijo volteando a ver la hora en el reloj de pared de la habitación — Iré a avisarle a Lina que me quedaré contigo.
— O-Oye jessie — dijo llamando la atención del pelirrojo e impidiéndole irse — ¿C-Crees que pueda ir a la escuela mañana?
— Pues, es un poco arriesgado, Haze — dijo rascándose la nuca — Pero no puedo mantenerte encerrado aquí, ¿pero por qué quieres ir a la escuela?
— E-Es que... q-quiero hablar con Shun — murmuró agachando la mirada con vergüenza, mientras el pelirrojo fruncía el ceño con molestia — Avisarle lo que me pasó, él no debe tener idea de nada.
— No pierdas tu tiempo — dijo de mala gana — Ese tipo no lo vale, Haze, ya te lo he dicho hasta el hartazgo.
— ¡Ya lo sé, Jessie, creeme! p-pero Shun es mi amigo... e-él no es malo, creeme — murmuró acercándose a él para acariciarle la mejilla, el pelirrojo rodó los ojos de mala gana mientras fruncía notoriamente el ceño — Jessie, por favor, te prometo que solo le avisaré lo que ocurrió, nada más.
— No me preocupa eso, Haze, ¡me molesta que aún con la actitud de mierda que tiene ese payaso contigo tú aún lo consideres tu amigo! ¡es eso lo que no termino de entender!
— Él me apoyó en muchos momentos difíciles, por más que parezca que es mala persona... — murmuró pasando su mano por su cuello, recordando un día donde tuvo un fuerte ataque de asma en clases a causa de los nervios que le ocasionó ver a su vecino camino a casa, ya que ese fue un día no muy lejano a la primera vez que lo "acosaron", y el único que le brindó apoyo fue aquel sujeto gótico, quien lo llevó al baño y le ayudó a relajarse — Sé que tiene sus defectos... pero es... importante para mí.
Una combinación cruda de rabia y celos invadió abruptamente el pecho de Jessie, las ganas de romper algo para desahogarse le estaban matando, pero solo optó por inhalar profundamente, besar la mejilla de Haze, y caminar a la puerta de la habitación para hablar con su hermana, dejando solo al chico de cabello negro, quien miraba a la nada con algo de vergüenza y pesar, entendía que Jessie tenía razón, pero él realmente le tenía aprecio a Shun, por haber sido el primero que se le acercó para ser su amigo, era una cuestión complicada, sobre todo por ese agudo sentimiento que palpaba en su pecho, de que estaba cometiendo algún tipo de error y equivocación terrible.
Continuará
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- Gema
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