15 - 'Ave Enjaulada'
Luego de aquella conversación con Shun, Haze volvió a la mesa con Quincy y Jessie, quienes parecían estar conversando tranquilamente, aunque sí se notaba algo de recelo en la mirada del pelirrojo, sobre todo al ver cómo el pelinegro se quedaba hablando con su amigo gótico a solas.
— Lamento la demora — dijo Haze al volver a la mesa con ellos.
— ¿Qué hacías? — preguntó Jessie de forma incrédula.
— S-Solo hablaba de algo con Shun — respondió rascándose la nuca, el pelirrojo bufó de mala gana mientras apoyaba ambos brazos en la mesa.
— Jessie me decía que están organizando los comités para el baile de graduación, eso suena muy interesante — dijo Quincy mientras sonreía ampliamente — ¿En qué comité estás tú, Haze?
— Decoración, al igual que Jessie — admitió sonriendo de lado, por alguna razón quería dejarle bien en claro a aquél chico de cabello claro que él estaba en el mismo comité que el pelirrojo, ¿Qué le pasaba? ¿Acaso estaba celoso?
— Oh, entiendo, ¿Y a qué comité creen que yo deba inscribirme? — preguntó inclinando la cabeza.
— Deberías hablar eso con el director, o con la alumna líder del curso, no con nosotros — dijo Jessie de mala gana mientras se cruzaba de brazos.
— Lo sé, solo... E-Es que, como no conozco a nadie aún, no sé exactamente con quién ir.— Tranquilo, yo puedo llevarte con Carrie en cuanto acaben las clases y comiencen las horas del comité — dijo Haze.
— ¿En verdad harías eso? — preguntó Quincy con asombro.
— Por supuesto — respondió sonriendo de lado con ternura — Te ofrecí ayuda, y pienso cumplir con mi palabra.
— En verdad te lo agradezco, Haze; eres muy amable — dijo el de ojos cafés mientras le sonreía ampliamente al pelinegro, quien le correspondió dicha sonrisa mientras llevaba uno de sus mechones tras su oreja, observando de reojo el semblante serio y receloso del chico pelirrojo — Oh, creo que olvidé algo — dijo el de cabello rubio mientras revisaba su bandeja con comida — Vuelvo en un minuto.
Dicho esto, se levantó de la mesa para ir a la barra donde entregaban la comida, dejando solos a Haze y a Jessie, quienes se miraron el uno al otro con detenimiento, y algo de confusión y seriedad.
— ¿Te ocurre algo? — preguntó Haze.
— ¿A mí? ¡Nada! No es como que eso sea importante, al fin y al cabo, todo deja de importarte cuando Shun se te acerca, así sea solo para insultarte — dijo de mala gana — Todo te da igual cuando ese parásito te da algunas migajas de atención.
— ¿P-Pero porqué dices eso, Jessie? — murmuró apenado.
— ¡¿Cómo que porqué?! ¡yo ví cuando él se te acercó, te dió igual dejarme solo con esta zorrita solo por ir a rogarle que te diera atención! — dicho esto, se levantó bruscamente de la mesa, mirando con total severidad a Haze — Realmente no te entiendo, pero empieza a cansarme querer entenderte.
— ¡Jessie espera! — dijo levantándose de la mesa también para verlo atentamente — S-Shun no me estaba diciendo nada malo, solo—
— ¡¿Y qué?! — clamó bruscamente interrumpiendo las palabras ajenas — ¡Fuera lo que fuera que él quisiera decirte, tú estás dispuesto a dejar todo tirado por él!
— ¡Eso no es verdad, Jessie!
— ¡Olvídalo! no quiero oír más excusas de tu parte — dicho esto, el pelirrojo se apartó de esa mesa y se marchó rumbo a la salida del comedor, dejando solo al chico de cabello negro, quien miraba a su contrario marcharse mientras un pronunciado nudo se formaba en su garganta por todo lo que Jessie le había dicho, odiaba tanto que cualquier interacción que tuviera con Shun, fuera suficiente para colmar la paciencia de Dalton.
— ¡Volví! — dijo el de cabello claro mientras llegaba con él — ¿Adónde fue Jessie?
— T-Tuvo que ir al baño — murmuró sonriendo de forma algo forzada, le dolía hacerlo, aunque él ya estaba acostumbrado a fingir sonrisas, esa su pan de cada día a fin de cuentas.
— Mh, qué mal — dijo el de cabello claro mientras se sentaba en la mesa junto a Haze — Es un chico agradable, ¿no crees, Haze?
— S-Sí, es agradable — murmuró con la mirada agachada y semblante algo apagado.
— Y ni hablemos de lo lindo que es — admitió sonriendo ampliamente, sorprendiendo totalmente a Haze por la franqueza de sus palabras.
— ¿P-Perdona?
— Lo siento, sé que debería ser discreto pero, me cuesta mucho hacerlo cuando un chico me gusta ¿comprendes? — murmuró apenado mientras suspiraba pesadamente — He oído que por aquí siguen siendo poco amistosos con los homosexuales, por eso quería pasar desapercibido, pero tú te ves como una buena persona, Haze, solo por eso quiero confiarte mi secretito — admitió alzando los hombros sutilmente.
Haze se quedó helado al oír las palabras ajenas, y por alguna razón, la sinceridad con la que Quincy le habló despertó en él algo que muy pocas veces demostraba, enojo, rabia, frustración; odiaba que ese chico fuera tan honesto, pero, por alguna razón, también odiaba y envidiaba mucho que él pudiera ser tan franco con respecto a su orientación sexual; él debía vivir como un ave enjaulada, mientras que los otros chicos de su edad volaban libres sin miedo al qué dirán de ellos, era tan sofocante, tan doloroso.
— Jessie es de trato difícil, debo advertirte esto antes de que tomes alguna decisión precipitada — murmuró tratando de lucir sereno, pero evidentemente hubo un cambio en su lenguaje corporal, cosa que hizo a Quincy agachar apenado la mirada.
— L-Lo entiendo, pero... él es un chico muy encantador, me gustaría conocerlo un poco más y... no lo sé, invitarlo a salir alguna vez, pero comprendo que tal vez yo no sea su tipo, ¿qué crees que deba hacer entonces, Haze? — dicho cuestionamiento lo tomó totalmente por sorpresa, "alejarte de él" apareció de golpe en su mente, pero no quería ser grosero, mucho menos al ver en sus ojos que el tema realmente parecía afectar a Quincy, ¿qué debía hacer? no sabía, solo sabía que se empezaba a sentir asfixiado.
Un dolor llegó a su pecho cuando abruptamente recordó que en algunos días, su vida iba a tomar su "curso" finalmente, todo por lo que luchara ahora, sería en vano cuando ello ocurriera, por lo que, extrañamente vió la silueta de Quincy como una "posible salvación" para él, una ofrenda de paz para Jessie, se sintió horrible cuando dicha revelación se presentó ante él, pero, más le dolía pensar en la reacción que tendría el pelirrojo cuando él extrañamente le dijera "lo siento, no podemos seguir con esto", era doloroso, pero esa era tal vez, su única solución razonable.
— Creo que debes esforzarte — murmuró sonriendo ampliamente, sonreír de esa forma y pronunciar dichas palabras, hicieron que su corazón doliera como nunca, no quería, no quería hacer eso, pero no podía arriesgarse a hacer sufrir a Jessie, quería garantizar que el pelirrojo fuera feliz finalmente, "tal vez si se enamora de otro, no le duela cuando yo deba irme" pensó con dolor, y es que una parte de él sabía que era una locura, pero sus celos enfermizos hacía Shun dejaban muy en claro lo enloquecido que el pelirrojo estaba por él, y era una clara señal de que no podría solo desligarse de Jessie, ya que lo lastimaría como nunca.
— ¡¿Enserio?! — preguntó con asombro.
— Desde luego — murmuró sonriendo de lado — Jessie es difícil, pero creo que tienes lo necesario para que se fije en ti.
— Oh Dios — murmuró mientras se acariciaba su propia mejilla y sonreía embobado — G-Gracias por creer eso, Haze, lo aprecio mucho.
El pelinegro sonrió ampliamente mientras el dolor en su pecho palpaba de manera lenta y muy cruda, eso era mucho más doloroso de lo que él creía.
"Tal vez sea lo mejor" pensó, recordando amargamente la mirada lujuriosa que le dedicaba ese sujeto castaño, nada comparado con la encantadora y sensual mirada que Jessie le dedicaba, y que tanto le hacía estremecer, pero él no podía dejarse llevar por lo que le decía su corazón, tenía una deuda que pagar en nombre de su padre, deuda de la cual no podría librarse fácilmente, él lo sabía bien, y era la parte que más le dolía de todo eso, que no tenía escapatoria alguna de ese tormentoso infierno que le aguardaba.
-
Las horas pasaron rápidamente, hasta que finalmente llegó la hora de asistir a los comités de preparación para el baile. Haze acompañó a Quincy con la jefa del curso para saber a qué comité pertenecía el de cabello claro.
— Bueno, nos falta gente en decoración, también en seguridad — murmuró ella leyendo la planilla entre sus manos, pero luego de mirar de reojo la delgada y baja estatura de Quincy, tachó "seguridad" con su bolígrafo — Ve con Sasha al de decoración.
— Oh, qué suerte, ahí es donde está Jessie también ¿no? — preguntó volteando a verlo con asombro, Haze asintió sonriendo ampliamente, y maldiciendo para sus adentros ese dolor que invadía de lleno su pecho.
— Así es, Quincy, tienes mucha suerte — murmuró palmeando el hombro ajeno.
— Bueno, menos charla y más decoración — dijo la porrista mientras palmeaba las manos — Estamos muy atrasados chicos, así que vayan y decoren como locos ¿de acuerdo?
— ¡Seguro! — dijo el de cabello claro con mucho entusiasmo para darse vuelta e ir rumbo al gimnasio, Haze suspiró pesadamente para irse detrás de él, temiendo mucho ver a Jessie a la cara, estaba muy seguro de que lo recibiría de mala manera, sobre todo cuando descubriera el plan que el chico de ojos azules tenía entre manos.
Jadeó al sentir cómo alguien lo jalaba del brazo y lo metía hacía uno de los baños del pasillo, y solo bastó con sentir un leve olor a nicotina para deducir rápidamente de quién se trataba.
— ¡Jessie! — clamó al sentir cómo lo jalaban bruscamente y le daban un hambriento beso en los labios, beso que solo hizo que su pecho doliera considerablemente al recordar lo que planeaba hacer para librar al pelirrojo de su "desquiciado amor" por él.
— Perdóname — susurró entre besos — Lamento haberte dejado así, Haze; fui todo un idiota.
— Jessie — murmuró entre besos mientras acariciaba el cuello del pelirrojo, sintiendo su sangre helarse por la forma tímida en la que Jessie se disculpaba, haciéndole sentir aún peor de lo que ya se sentía de por sí.
— Odio a Shun, lo detesto, pero no quiero que tú me odies a mí por eso — susurró pegándolo contra la pared para verlo a los ojos con pena — Lamento no saber controlarme.
— Jessie — murmuró sonriendo con algo de pena y dolor, la mirada tímida y arrepentida del pelirrojo hacía que su pecho doliera como nunca — No, no es tu culpa, s-soy yo el del problema, lo he sido siempre.
— No digas eso — susurró acariciando la mejilla de Haze, aunque este agachó de golpe la mirada mientras sus ojos se cristalizaban sutilmente.
— Es la verdad, s-solo te he causado dolor, no mereces algo así — murmuró con pesar manteniendo la mirada agachada, aunque le alertó sentir cómo le tomaban del cuello y le plantaban un hambriento beso en los labios.
— No me importa el dolor que me has causado — admitió pegando su frente con la de Haze, haciendo que este jadeara pesadamente — Sé que suena muy masoquista, pero la verdad no me importa, Haze; solo me importa que finalmente quieres estar conmigo.
Dichas palabras hicieron que los ojos del pelinegro se cristalizaran de golpe, y así sin esperarlo, un par de lágrimas brotaron por sus mejillas, cosa que asustó mucho al pelirrojo.
— ¿Haze? ¡¿Haze qué ocurre?!
— Haces mal al esperar tanto de mí — admitió con dolor — Haces mal al quererme, Jessie, cometes un grave error.
— ¿De qué hablas? ¿p-porqué dices eso?
— ¡Porque es la verdad! — admitió agachando la mirada — Debí ser franco contigo desde el principio, pero yo quería disfrutarte lo más que pudiera, gozar de mi vida antes de que me la quitaran, pero ahora me doy cuenta, de que eso solo te hará daño a ti, y-y no podría perdonarme hacerte sufrir otra vez.
— ¿De qué estás hablando? ¿tú... me mentiste? — murmuró sintiendo su sangre helarse, y un leve dolor adueñarse de su pecho.
— En ningún momento te mentí, Jessie, solo te oculté una verdad muy cruel — admitió sonriendo con pesar — Mi vida no me pertenece, por eso es que no puedo tomar decisiones sobre mi futuro, porque ello no me corresponde.
— ¿De qué hablas?
— No puedo decírtelo, me moriría de la vergüenza — miró a otro lado sintiendo su respiración agitarse — No podría volver a verte a los ojos jamás, mucho menos luego de confesarte lo que me espera.
— Haze me empiezas a asustar, ¡dime a la cara qué te ocurre, por Dios santo!
— Ocurre que no puedo estar contigo — dijo de forma brusca mientras volteaba a ver al pelirrojo con detenimiento, le dolió como nunca haber dicho eso, sobre todo después de haber probado esos jugosos labios que tanto le fascinaban — Perdóname Jessie, pero fue un error muy grave de mi parte haberte dado esperanzas.
El de ojos verdes miraba a Haze sin poder creer lo que estaba escuchando, sus palabras le dolían, pero, ver sus ojos azules con atención, y notar cómo estos reflejaban dolor y amargura, le hacían sentir que había algo que no estaba bien, estaba ocurriendo algo más, algo que ni siquiera el propio Haze podía controlar.
— Espero que podamos ser amigos aún, o que al menos... no me odies tanto por esto — dicho eso, Haze acarició suavemente la mejilla de Jessie y caminó hacía la salida de aquel sanitario, dejando al pelirrojo con un amargo sabor de boca, con un mar de confusión en su mente, y un dolor terrible en lo más profundo de su corazón.
Jadeó cubriendo su boca con su propia mano mientras caminaba por aquel largo pasillo sin saber exactamente adónde ir, no quería ir al comité, no podía ver a Quincy a la cara, mucho menos a Jessie, necesitaba alejarse de todo, necesitaba estar solo.
-
— ¡En increíble que de la nada quieran cambiarme de comité! — reclamó con frustración mientras caminaba rumbo al gimnasio, maldiciendo entre dientes mientras se mordía levemente el labio inferior, le preocupaba mucho toparse con cierto sujeto pelirrojo que tanto odio le tenía, era en verdad un asco.
Entró al gimnasio con ambas manos dentro de sus bolsillos, mirando extrañado que no había mucha gente ahí, de hecho, solo había dos chicos, el bajito chico nuevo que acompañaba a Haze hace rato, y un sujeto alto de cabello negro y expresión burlona, fue este último quien hizo fruncir el ceño al sujeto de aspecto gótico.
— ¡Miren, otra perrita para jugar! — dijo risueño mientras sacaba la lengua, haciendo al recién llegado fruncir el ceño con asco.
— Esto tiene que ser un maldito chiste — dijo de mala gana mientras se cruzaba de brazos.
— ¡Bienvenido! — dijo animadamente el de cabello claro — ¿Has visto a algún chico pelirrojo acercarse hacía acá?
— Para mi buena suerte, no — dijo rodando sus ojos y caminando hacía un banco donde había varios globos y demás cosas con los que iba a decorar — Ug bien, ¿y qué carajo hay que hacer aquí?
— Es fácil para ustedes los maricas — dijo el sujeto de cabello negro mientras se acercaba a él para tomar un globo y levantarlo — Solo debes meterte algo a la boca, y hacer lo propio con él — murmuró haciendo gestos muy sugestivos que hicieron que Shun lo mirara con odio absoluto.
— Eres un asco — gruñó de mala gana tomando el globo y mirándolo con detenimiento — ¿Dónde está tu amiguito Dalton?
— ¿Jessie? mh, no lo sé, tal vez fue a tener sexo con su perrita en el baño — comentó alzando los hombros de forma burlona.
— ¿Hablas de Haze, verdad? — preguntó arqueando una ceja con algo de seriedad, el pelinegro rió por debajo alzando sutilmente los hombros.
— No lo sé, solo es una teoría, no deberías creerme — dijo riendo de forma cínica, notando de repente cómo cierto chico tras ellos mostró un semblante algo confundido y penoso — ¿um, y tú porqué pones esa carita, eh?
— ¿Ha-Hablan de Jessie? — dudó tímidamente.
— Así es, es muy famoso en los pasillos últimamente, ¿porqué, se la quieres chupar? — preguntó entre risas toscas, haciendo que Shun lo mirara con odio absoluto.
— ¡¡¿No sabes decir otra cosa que no sean obscenidades?!!
— ¡Ay perdóname! ¿le quieres hacer una felación a Jessie? — preguntó con un falso tono inocente que hizo que el gótico gruñera, y que el chico de cabello claro agachara la mirada con decepción.
— N-No tenía idea de que él tuviera novio, m-mucho menos que ese fuera Haze, p-porque él me dijo— estuvo a punto de hablar, aunque la voz de un sujeto hizo que sus palabras se interrumpieran en seco.
— ¡Bien compañeros, veamos cómo luce este cuchitril! — dijo aquel sujeto de cabello castaño mientras entraba al gimnasio con los brazos cruzados, fijando su mirada en los recién llegados, específicamente en el chico de cabello claro — Vaya, veo una cara nueva por aquí.
— M-Me llamo Quincy, s-soy nuevo — murmuró con la mirada agachada.
— Ya veo, ¡pues déjame darte la bienvenida en nombre de todo el comité de decoración! — comentó sonriendo ampliamente para después voltear a ver a los demás — Y hablando de "todo", ¿dónde están Dalton y Sasha?
— No tenemos idea — dijo Shun cruzándose de brazos.
— Mh, es probable que estén en el baño besándose, considerando los rumores que corren de ellos en la escuela, no me extrañaría en absoluto — dijo riendo de forma incrédula, haciendo que Quincy lo mirara con asombro, y algo de dolor y confusión se formara en su pecho — Bien, por ahora no nos queda de otra más que adelantar el trabajo mientras ellos llegan, ya yo tendré oportunidad de castigarlos cuando aparezcan, por ahora, vayan y empiecen a colgar globos ¿de acuerdo? — dijo mientras miraba atentamente a Shun y a Trevor, quienes fueron hacía el banco con globos para empezar a inflarlos y atarlos, todo mientras Trevor le hacía algunos gestos lascivos a Shun, y este fruncía el ceño con asco absoluto.
Aprovechando que los otros dos estaban distraídos, Miles caminó hacía el chico que barría el gimnasio con semblante apagado, todo lo contrario al semblante alegre que tenía cuando llegó.
— Te noto algo deprimido, ¿te ocurre algo? — preguntó palmeando el hombro ajeno, haciendo a Quincy mirarle con vergüenza.
— N-No, no es nada — murmuró llevando uno de sus mechones tras su oreja — S-Solo estoy un poco cansado.
— Sí, lo entiendo, las clases pueden ser muy difíciles — miró de reojo hacía Shun para verificar que este estuviera distraído, y al ver que efectivamente estaba discutiendo con Trevor, aprovechó para soltarse un poco más — ¿Qué te parece si te invito una malteada después de clases?
— ¿E-Enserio? — dudó algo asombrado.
— Claro, se nota que eres un buen chico.
— Yo... n-no estoy seguro, no me siento bien — dijo con semblante apagado.
— Vamos, solo es una invitación inocente para beber algo, ¿qué te preocupa? — dijo sonriendo coquetamente, haciendo que Quincy pensara mejor las cosas, y luego de soltar un ligero suspiro, dijera:
— Bien, no veo porqué no — comentó alzando sutilmente los hombros, haciendo que el contrario sonriera y le palmeara nuevamente el hombro, ignorando totalmente a los dos sujetos que estaban en el fondo discutiendo, aún cuando uno de estos era "su pareja", o al menos eso creía el chico gótico.
Continuará
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- Gema
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