12 - 'Toscos Impulsos'
Miró a otro lado mientras pensaba qué decir, estaba muy nervioso, el recuerdo de la conversación con su padre taladraba su consciencia, "tu vida ya fue decidida" pensaba con dolor, pero, ver a los ojos a Jessie, la forma tan intensa en la que lo miraba, lo hacía desear vivir un poco más, antes de que su infierno empezara, deseaba conocer el cielo; antes de que su muerte en vida llegara, deseaba conocer lo hermoso que era sentirse vivo.
— Lo admito Jessie, me asustas — murmuró con la voz algo entrecortada — Pero no me asusta que me hagas daño, me asusta lo mucho que me cautivas, me asusta que con solo verte ya me siento débil, y me asusta pensar en lo que sería capáz de hacer, si tú y yo llegamos más a fondo... — miró de reojo al pelirrojo, quien le miraba con asombro y algo de preocupación — Tengamos una cita, quiero conocerte, quiero tener el privilegio de salir contigo, quiero compensarte el haber sido ignorante de que tú me admiras, solo si tú me lo permites, por supuesto.
— ¿Lo dices enserio, Haze? — murmuró arqueando una ceja — ¿Realmente sientes eso? — el de ojos azules agachó la mirada mientras tomaba aire para decir lo siguiente.
— Ayer pelee con Shun, porque él, como ya te dije, no quiere que yo esté cerca de ti, y yo le confesé que tú me estás empezando a encantar — admitió alzando la mirada y viendo fijamente los ojos verdes de Jessie, los miraba con total seguridad, seguridad que el pelirrojo nunca había visto reflejada en la tímida expresión de ese chico que tanto le gustaba, pero eso en vez de disgustarle, solo logró fascinarlo aún más — Entiendo que hayas tomado una decisión, y que no quieras saber nada más acerca de mí, pero... yo igual quería intentarlo, porque no miento, Jessie, ya te lo dije, soñé contigo no hace mucho, y desde la noche en que nos besamos, no he dejado de pensar en ti.
— ¿Le dijiste a la cara a Shun que yo te gusto? — preguntó sonriendo de forma algo maliciosa, sonrisa que hizo a Haze mirar a otro lado con vergüenza.
— L-La verdad sí, porque... pensé en lo que dijiste, y tienes razón, debería pensar un poco más por mí mismo, y no dejar que la gente decida por mí — se sintió como todo un idiota al haber dicho eso, sobre todo al recordar la conversación que tuvo temprano con su padre — ¿Crees que, aún haya oportunidad de... conocernos un poco más?
El pelirrojo acorraló al pelinegro contra la pared en cuanto este dijo eso último, lo miraba fijamente a los ojos fascinado, sintiendo cada fibra de su cuerpo estremecerse al ver la cara tímida y curiosa de Haze, no había ni una sola gota de miedo en su expresión, eso fue lo que le dió a entender a Jessie, que Haze hablaba con la verdad.
— ¿Te parece esta misma noche? — preguntó mirando atentamente los ojos azules de Haze, quien le observó con asombro y algo de extrañeza.
— ¿Ho-Hoy? creí que debías trabajar con tu padre.
— Al fin quieres salir conmigo, no dejaré eso de lado por estar drogándome con gasolina solo para complacer a ese anciano amargado — murmuró gruñendo sutilmente, logrando que Haze lo mirara con timidez — ¿Qué dices?
— Yo... — pensó por un momento si tenía algo que hacer ese día, y rápidamente recordó que sus padres tenían un compromiso importante esa noche, por lo que sin dudarlo dos veces, mencionó — Suena bien, ¿te parece a las ocho?
— Ocho entonces — dicho esto, se apartó un poco de él para caminar a la puerta del baño, no sin antes voltear a verlo y guiñarle sutilmente el ojo, haciendo a Haze sonreír de forma muy nerviosa, mientras un gran rubor inundaba de lleno su rostro, haciendo al pelirrojo sonreír con soberbia, aunque en el fondo, estaba tan emocionado como una colegiala ingenua, al fin la persona que tanto le gustaba se fijaba en él, sentía que podía morir de la alegría.
En cuanto Jessie se fue, Haze se agachó para sujetar su cabello con ambas manos, hiperventilándose mientras un gran rubor inundaba de lleno su rostro, y su pecho latía con mucha fuerza, no podía creer lo que estaba pasando, él ¿tenía una cita, con un chico que realmente le gustaba? imposible, no lo creía probable, solo en sueños imaginó que algo así podría sucederle, y de golpe, como un baldazo de agua fría, el recuerdo de su "discreción" apareció para arruinar su momento eufórico, maldijo entre dientes con mucha frustración, pensando en lo odioso que era tener que guardar apariencias, sobre todo ahora que, tal y como Shun le dijo, quería gritarle al mundo que era gay, y que había un chico que le gustaba muchísimo.
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Fue a casa como cada tarde, solo que esa no sería una tarde común, tendría una cita, por lo que quería ir corriendo a intentar verse bien (aunque él sabía que ni con un milagro lograba eso, pero la intención era la que contaba a fin de cuentas).
Su vecino afortunadamente no estaba ahí, por lo que solo entró a casa y fue corriendo a su habitación, quitándose la ropa y yendo a ducharse, aunque un escalofrío terrible recorrió su cuerpo al ver de nuevo cierta "hinchazón" en su intimidad, "otra vez no" pensaba, maldiciendo totalmente que eso le pasara justo la noche en que debía ser puntual, no quería ir a ver a Jessie de esa forma, no quería incomodarlo o algo por el estilo, la cuestión era, ¿cómo hacía para bajarse esa hinchazón a tiempo? solo había una solución, una que le avergonzaba mucho, sobre todo al recordar que él claramente había dicho, que no usaría dicha práctica otra vez.
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— A-Ah — jadeó en voz baja mientras usaba su mano para atender la parte "necesitada de su cuerpo" jadeando pesadamente al recordar la noche de su borrachera espontánea, donde Jessie se atrevió a besarlo y a marcar su cuerpo como suyo, ¿eso significaba que él quería llegar lejos con Haze? seguramente, pero Haze aún tenía miedo de llegar tan lejos, sobre todo luego de las "situaciones" que había estado viviendo desde el año pasado.
Un ronco gemido salió de sus labios al sentir de golpe un orgasmo que le hizo contraer su cuerpo mientras empezaba a derramar su semilla en el piso de la ducha, jadeando pesadamente mientras susurraba el nombre del chico con el que iba a salir esa noche, sintiéndose como todo un depravado al estar en dicha situación.
"Él no haría algo como esto" pensaba, mientras se auto regañaba por ser tan sucio, y por no tener autocontrol sobre su propio cuerpo, tomando a Jessie como todo un modelo a seguir, a quien consideraba lo suficientemente serio y capaz de controlar los "impulsos" de ese tipo que pudiera llegar a tener.
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— Mgh, c-carajo — gruñó con voz ronca mientras se apoyaba contra la pared del baño, mordiendo con fuerza su brazo para evitar gemir con fuerza al sentir una corriente de placer recorrer su cuerpo, todo mientras recordaba los suaves gemidos que dió Haze la noche que se besaron en su cama, tan dulces y lascivos, esos sonidos alteraron a Jessie de una forma que nunca le había pasado hasta ahora, él ya moría por hacerlo con Haze, sí, pero al descubrir lo sensual que era su voz, y lo bien que pronunciaba su nombre en medio del éxtasis, el pelirrojo empezó a sentir un loco deseo por ese chico pelinegro, sabía que debía controlarse, pero al estar a solas con sus propios pensamientos lujuriosos ¿porqué debía de ser decente?
Apretó con fuerza su propia piel entre sus dientes al sentir un fuerte orgasmo mientras su semen manchaba el piso del baño, jadeaba pesadamente mientras sentía su cuerpo entero arder, sonrió gustoso mientras el orgasmo le abandonaba, maldiciendo las ganas que tenía de hacer el amor con Haze, en verdad quería ser paciente con él, no quería arruinar su posible relación por culpa de sus toscos impulsos, pero, su cuerpo estaba enloquecido, moría por hacerlo suyo, moría porque Haze gritara su nombre, moría por hacerlo enloquecer de placer, y escuchar su dulce voz lasciva otra vez.
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08:15 marcaba el reloj, él se mordía los labios mientras caminaba en el pórtico de su casa con nerviosismo e impaciencia, llevaba puestos unos jeans junto con una camiseta blanca y encima una chaqueta verde, su cabello estaba un poco alborotado, él batallaba por arreglarlo, pero su peinado era muy rebelde, cosa que lo acomplejaba demasiado.
Su sangre se heló al ver llegar una motocicleta a su hogar, y conduciendo esta misma, estaba un sujeto que tenía su cabello rojo atado en una coleta de caballo, y usaba unos jeans y un suéter negro que le daba un aire de chico rebelde que a Haze tanto le hacía sonrojar.
Caminó rápidamente hacía él, era mala idea recibirlo en su casa, pero al no haber pautado un sitio dónde verse, no tuvo otra opción que esperar a que él viniera.
— Hola — saludó Jessie sonriendo coquetamente, Haze le sonrió con timidéz mientras se acercaba a él con ambas manos en los bolsillos de su chaqueta — Te ves bien.
— G-Gracias — murmuró rascándose la nuca — T-Tú igual... — admitió suspirando sutilmente — ¿P-Podemos irnos ya? no quiero que alguien nos vea.
— Claro, sube — dijo mientras se acomodaba un poco en la moto para darle espacio, Haze se quedó helado al ver el asiento de la misma — ¿Qué pasa?
— Y-Yo nunca me he subido a una moto — murmuró con vergüenza.
— Perdona, es que papá le prestó mi auto a un amigo suyo y tuve que traer la vieja moto — dijo con fastidio mientras rodaba sus ojos.
— N-No te preocupes, s-solo... — murmuró mientras se subía al objeto en cuestión, buscando un lugar de dónde aferrarse para no caer, mientras sus mejillas ardían por estar tan apegado a Jessie.
— Relájate — murmuró el pelirrojo mientras tomaba la muñeca ajena y rodeaba su torso con ella — Sujétate fuerte ¿sí?
— S-Sí solo, n-no vayas tan rápido ¿sí? — murmuró tímidamente mientras se aferraba al cuerpo ajeno, Jessie sonrió de lado para volver a encender la motocicleta y empezar a conducir a una velocidad considerable, ni muy lento, ni muy rápido.
La brisa golpeaba suavemente su rostro mientras él se esforzaba por mantener los ojos abiertos, miraba la calle con curiosidad, la luna brillaba con fulgor esa noche, el cielo era adornado por un batallón de estrellas que estaban regadas por todo el firmamento sin orden alguno, pero eso no le restaba belleza en absoluto.
— ¿Qué te gustaría comer? — preguntó Jessie aprovechando que se detuvieron en un cruce.
— N-No lo sé, ¿pizza?
— No seas tímido, ¿qué te gustaría comer enserio?
— Pues... hace mucho que no como hamburguesas, ¿podemos ir a comer algunas? — preguntó con voz algo temerosa, Jessie sonrió de lado al escuchar el dulce tono de voz de Haze, e irónicamente, ver cómo el pelirrojo sonreía de tal forma, hizo que un gran rubor inundara de lleno la cara de Haze, él jamás había visto a Jessie sonreír de tal manera, pero no le desagradaba en absoluto, todo lo contrario, le gustaba mucho verlo sonreír, sus ojos combinaban más con una sonrisa cálida que con una expresión fría y sin sentimientos.
— Por supuesto — murmuró guiñándole el ojo a Haze para seguir conduciendo, el de cabello negro se aferró con fuerza al cuerpo ajeno, haciendo a Jessie sonreír de lado mientras un gran rubor llenaba sus mejillas, se sentía en las nubes, solo en sueños pudo imaginar estar de esa forma con Haze, apenas y lograba creer que eso realmente estaba pasando.
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Ambos llegaron a un pequeño local con varias sillas en el exterior, no había mucha gente ahí, pero sí había varias parejas bastante melosas compartiendo comida gustosamente.
— Hay más gente de la que pensé — dijo Jessie mientras apagaba la motocicleta y la estacionaba — ¿Te molesta que haya tanta gente? podemos ir a otro sitio si gustas.
— No, está bien, e-estamos algo alejados así que no creo que alguien cercano a mi padre nos vea — comentó mientras se bajaba cuidadosamente del vehículo, y caminaba hacía una de las mesas, siendo seguido por Jessie, quien se metió ambas manos en los bolsillos traseros de su pantalón mientras miraba embobado la delgada silueta de Haze ir hacía una mesa vacía.
Ambos se sentaron en aquella mesa de madera, viéndose fijamente a los ojos con algo de pena y timidez, ninguno sabía qué decirle al otro, no estaban seguros de qué tema podrían tener en común, por lo que estuvieron algunos minutos en silencio, hasta que finalmente llegó una mesera a atenderlos.
— Buenas noches — dijo ella mientras se acercaba hacía ellos — ¿Qué les traigo?
— Dos hamburguesas por favor, y dos gaseosas también, y... ¿quieres helado? — preguntó mirando atentamente a Haze, quien le miró con pena sin saber qué responder — Helado también — afirmó viendo a la mesera atentamente, ella anotó todo en su librea y se marchó, dejando solos a los dos chicos, quienes pensaban qué decirle al otro.
— N-No tenías que pedir tantas cosas — dijo Haze tímidamente — Y-Yo no como mucho.
— No te cohíbas, te invité para que pasemos un buen rato, y planeo que esta noche la pases bien — comentó sonriendo de lado con tranquilidad, sonrisa a la que Haze correspondió tímidamente.
— Eres... eres muy amable — murmuró agachando la mirada.
— Jaj, supongo que nunca imaginaste que "Jessie Dalton" sería así, ¿eh? — murmuró entre risas algo cínicas, logrando que Haze le mirara con algo de pesar — Perdona no... no quiero incomodarte hablando de eso.
— No me incomoda, solo... me avergüenza que tú mismo te tengas como una mala persona.
— Oír la misma canción tanto tiempo hace que tú también te la sepas de memoria, aún cuando su letra no te gusta en absoluto — murmuró con algo de molestia mientras apoyaba el codo en la mesa, y su barbilla sobre la palma de su mano — Siempre me han tachado del "chico raro del fondo", admito que eso hizo que yo entendiera porqué nunca me notaste, pero... eso no le quitaba lo frustrante en absoluto.
— Lamento mucho todo eso — murmuró con pena mientras llevaba sus manos con las de Jessie — S-Sé que no tengo cómo excusarme, es inexcusable la forma en la que te ignoré, pero... si de algo sirve, solo quiero explicarte que, esos años de mi vida no... no fueron muy buenos que digamos — admitió con algo de pesar mientras agachaba la mirada — De por sí mi vida siempre ha sido muy difícil.
— Oía algunas cosas, pero nunca estuve del todo seguro, y no sabía cómo acercarme a ti, mucho menos sabía cómo preguntarlo sin parecer entrometido — murmuró mirándolo con detenimiento.
— Te entiendo, la verdad yo también me sentía muy abrumado, sin rumbo, a veces ni siquiera entendía porqué iba a la escuela, el único con el que hablaba era con Shun, y porque él me habló primero, así que fue a la única persona a la que me aferré — murmuró rascándose la nuca sutilmente, arqueando una ceja al oír un ligero gruñido de parte de Jessie.
— ¿Él se te acercó primero?
— Sí, no sé porqué, pero creo que notó lo solo que estaba y se apiadó de mí, ha sido mi amigo desde primer año de secundaria — murmuró agachando la mirada.
— "Amigo" es una palabra fuerte, considerando lo engreído e idiota que es ese sujeto.
— Empiezo a creer que odias a Shun.
— ¿Odiarlo? noo, solo quisiera romperle la cara más a menudo — dijo alzando los hombros con falsa inocencia — Sé que es tu "amigo", pero ese bastardo ha sido un engreído desde siempre, un idiota que cree que todo debe girar alrededor suyo, y ni hablemos de la forma en la que te trata, me ha costado mucho no acercarme a sacarle los dientes.
— Sé que es de trato difícil, pero cuando lo conoces es... una buena persona — murmuró sonriendo tímidamente.
— Jaj, lo dudo — gruñó rodando sus ojos — Desde que lo conozco ha sido todo un imbécil, y ni hablemos de las veces en las que he intentado acercame a ti, y él ha estado siempre de entrometido impidiéndome dar un paso cerca tuyo.
— ¿E-Enserio? — murmuró con asombro mientras alzaba las cejas.
— Así es, varias veces traté de hablarte, en el almuerzo, en clase de gimnasia, y él siempre ha estado ahí, arruinando el momento — murmuró rodando sus ojos con molestia, logrando sacarle a Haze una leve risa nasal.
— Lamento mucho que Shun evitara tus planes.
— Yo lamento... — tomó aire mientras pensaba qué palabras usar, mientras miraba a otro lado con pena — Lamento haber actuado como un bruto contigo, no fue la mejor forma de acercarme a ti, no quería que me temieras, y logré todo lo contrario, fui todo un imbécil.
— Descuida, yo entiendo perfectamente cómo te sentías, además... tu forma de actuar no fue nada, comparando la forma de actuar de Edward o de Trevor.
— Igual no estuvo nada bien de mi parte haberlo hecho — murmuró mientras miraba fijamente los ojos de Haze con algo de pena — Por cierto, lamento mucho que Trevor te golpeara de esa forma hoy, no merecías que ese imbécil te tratara así.
— Descuida, son cosas que pasan, igual no fue... algo que no suceda a diario — dijo con algo de decepción mientras tocaba su mejilla lastimada, aunque un agarre en su mano de parte de Jessie logró reconfortarlo un poco.
— Ese dibujo que hiciste, era muy hermoso — dijo con franqueza mientras un leve rubor llenaba sus mejillas, al mismo tiempo que las de Haze también se tornaban carmesí — ¿Eso hacíamos en tu sueño? — preguntó sonriendo con malicia.
— N-No, bueno... — agachó la mirada con vergüenza — E-En el sueño tú me... t-tú me besaste, repentinamente y sin explicación.
— Y quien me besó repentinamente y sin explicación la otra noche, fuiste tú — comentó risueño mientras arqueaba una ceja.
— Lamento si dije algo indebido esa noche, estaba muy abrumado por el alcohol.
— Lo sé, por eso traté de no hacerme ilusiones, pero... qué carajo, no sabes el gusto que sentí cuando te aferraste a mí, todo lo que dijiste hizo que mi corazón se agitara como nunca, s-sé que suena cursi pero es la verdad.
— Descuida, no suena cursi, de hecho... me gusta mucho ese vocabulario tuyo — murmuró sonriendo ampliamente — ¿Practicas poesía o algo así?
— Nah, solo me gusta leer un poco en mi ratos libres, y eso hace que se me queden algunas palabras; aunque claro, el taller y mis padres me impiden leer con frecuencia — admitió con frustración mientras suspiraba pesadamente — "La escuela es una pérdida de tiempo, Jessie", eso es lo que siempre dicen, es tan odioso.
— ... Si te sirve de consuelo, mis padres tampoco son muy... buenos, que digamos — admitió sonriendo de forma algo forzada — Mi padre aspira ser alcalde, y nunca voltea a verme, solo cuando necesita algo de mí.
— ¿Y qué hay de tu madre? — dicha palabra hizo que Haze mirara a otro lado con dolor, sintiendo un nudo formarse en su garganta.
— ... No lo sé, mi mamá se fue cuando yo nací, nunca supe nada de ella, ni siquiera sé su nombre, porque papá nunca habla de ella — murmuró con pesar — Su segunda esposa Ashley fue quien me crió, pero no fue muy amorosa que digamos.
— Lamento escuchar eso.
— Descuida, ya me acostumbré — murmuró sonriendo de forma algo forzada — La vida ha sido difícil, esos años que trataste de buscarme, estaba tan abrumado, tan triste, que ni siquiera notaba lo que sucedía a mi alrededor, Shun era quien me ayudaba a no perderme en clases, pero no lograba prestarle atención a nada.
— ¿Porqué estabas tan triste?
— Pues— estuvo a punto de hablar, pero sus palabras fueron interrumpidas al ver cómo la mesera llegaba con la comida de ambos.
— Aquí tienen — dijo ella mientras colocaba la comida de ambos en la mesa — Que lo disfruten.
— Gracias — dijeron al unísono mientras veían cómo ella se marchaba, Haze observó maravillado la comida, y rápidamente su estómago empezó a rugir.
— Imagino que ya no quieres hablar — dijo Jessie entre risas mientras lo veía tomar su hamburguesa para darle una gran mordida.
— Mgh, qué rico — murmuró masticando su comida — Mgh, s-sí quiero hablar — dijo tragando lo que masticaba — Pero primero quisiera comer, odio comer con la boca llena.
— Tranquilo, come tranquilo, tenemos el resto de la noche para hablar, ¿o quieres irte temprano a casa?
— Pues, mis padres no estarán en casa hoy, así que... creo que puedo llegar un poco tarde — murmuró sintiendo sus mejillas arder de golpe, mirando tímidamente la expresión tranquila en el rostro de Jessie, le preocupaba mucho lo que pudiera ocurrir a medida que transcurriera la noche, sobre todo al recordar lo impaciente y deseoso que estaba su cuerpo por ser tomado por ese chico pelirrojo que cada segundo le agradaba más y más.
Continuará
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- Gema
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