— ¿Listo? — preguntó el castaño mientras mantenía pegado a Haze de su cuerpo, pero este rápidamente se zafó del agarre ajeno para pararse frente a él con semblante nervioso.

— S-Sí pero, n-necesito ir por mi amigo Shun.

— Bien, solo date prisa ¿sí? la fiesta está por empezar y es triste que el anfitrión llegue tarde — comentó con fastidio.

— C-Claro, n-no tardaré nada — dicho esto, se dió media vuelta y fue rumbo al salón donde estaba el comité al que pertenecía Shun, rezaba porque dejaran salir temprano a su amigo, ya que si él llegaba a asistir a esa fiesta sin Shun, estaría en graves aprietos.

Rodó sus ojos incrédulamente mientras sentía una vibración en su bolsillo, se trataba de su teléfono celular, aparato que no todos en la escuela poseían aún, él era de los pocos estudiantes que tenían uno, eso dejaba muy en claro que provenía de una familia bastante pudiente y adinerada.

— ¿Hola?— habló colocando aquel celular en su oído — Sí amigo, ya voy en camino para allá — habló rascándose la nuca — ¡Socio ya te dije que sí, lo voy a llevar a la fiesta! todo se llevará a cabo hoy, ¡y más te vale tener el dinero para pagarme, porque esa apuesta es mía!

Hablaba tranquilamente sin percatarse de que ese pasillo no estaba tan solo como él creía, ya que una persona no muy lejos estaba escuchando con atención todo lo que ese sujeto se atrevía a decir a través del aparato que sujetaba con su mano izquierda.

— Sí, está bien, te veo allá — dijo mientras apartaba el apartado de su oído y oprimía el botón para cortar la llamada mientras lo guardaba en su bolsillo, mirando con fastidio los alrededores de dicho pasillo, se sentía extrañamente observado, vigilado, pero por más que miraba alrededor, no lograba ver nada o a nadie.

— ¡Miles! — clamó Haze mientras caminaba hacía él junto a su amigo gótico, quien sonreía pícaramente mientras se acercaba hacía ese sujeto de cabello castaño, quien sonrió cordialmente al verlos llegar.

— Hola, es un placer que nos acompañes, Shun — dijo sonriendo de forma galante, haciendo al chico con perforaciones sonreír de lado mientras un leve rubor se posaba en sus mejillas.

— También es todo un placer para mí acompañarte, Miles — afirmó sonriendo pícaramente, sonrisa a la que el chico castaño le correspondió con tranquilidad.

— Bien, no perdamos más tiempo entonces — dicho esto, los tres empezaron a caminar rumbo a la salida de la escuela, Shun estaba encantado por ir con Miles, mientras que Haze, solo se limitaba a sonreír mientras veía a su amigo ser felíz, y es que, a él le daba igual su propia felicidad, debido a que su vida tenía muy pocas esperanzas de tener "momentos felices" por lo que él prefería esforzarse por ver felíz a su amigo, mientras estuviera a su alcance, Haze siempre haría lo que pudiera para ver felíz a Shun, aún cuando este no era agradecido con su amigo por este tipo de "detalles".

-

Finalmente llegaron a la casa de Miles, lugar que estaba lleno de personas bailando y riendo alegremente; tanto Shun como Haze se quedaron asombrados al ver esa enorme casa llena de gente, y por un momento, Haze se sintió mucho más insignificante de lo que ya se sentía de por sí, al imaginar que todas esas personas eran chicos y chicas populares, seguros de sí mismo, que no tenían nada que temer, que no se les dificultaba convivir socialmente con otros iguales a ellos, dicho pensamiento le hizo sentir un terrible nudo formarse en su garganta.

— ¡Vengan chicos! — dijo Miles mientras los guiaba al interior de esa fiesta, Shun apuró el paso y se fue tras él, dejando atrás a Haze, a quien le costaba mucho poder caminar entre la multitud, y más se le dificultaba poder mezclarse.

— ¡Oye quítate rarito! — clamó un sujeto con el que Haze chocó por accidente.

— ¡D-Disculpa! — murmuró mientras se apartaba un poco de él, pero accidentalmente chocó con una chica también.

— ¡¡Oye cuidado idiota!! — dijo aquella chica de forma brusca.

— P-Perdónenme — murmuró con pena mientras avanzaba con dificultad al interior de aquella espaciosa casa, viendo al fondo una mesa llena de vasos y de licor, y en esa mesa estaba Miles sirviéndole un trago a Shun.

Haze rápidamente fue hacía ambos, sabía que Shun no tendría autocontrol con el licor, por lo que quería evitar que su amigo hiciera alguna tontería.

— ¡Sasha, ahí estás! — dijo el sujeto de cabello castaño — ¿Dónde te habías metido?

— Perdonen, la multitud afuera es una locura — murmuró tímidamente mientras miraba preocupado cómo su amigo bebía de golpe un vaso de cerveza que le daba el chico castaño.

— ¡Quiero otra, Miles!

— Wow, estás de buen humor, Shun — murmuró el oji celeste mientras servía otro vaso de licor al chico gótico — ¿Qué te doy a ti, Sasha?

— N-No, yo no bebo — murmuró tímidamente mientras llevaba uno de sus mechones tras su oreja.

— ¡Por favor, Sasha! ¿cómo vas a venir a una fiesta sin beber nada?

— ¡Sí Sasha, eso es de mal gusto! — clamó Shun con la lengua algo trabada, haciendo que su amigo pelinegro suspirara pesadamente mientras veía con preocupación el vaso de licor que colocaban entre sus manos.

— B-Bueno... p-pero solo beberé uno — murmuró mientras alzaba el vaso y lo colocaba en sus labios para probar el amargo y frío contenido del mismo, su cara se arrugó en cuanto su paladar probó el fuerte sabor de la cerveza, mezclado con otra cosa que su inexperto paladar no lograba descifrar qué era, no pensó que se tratara de algo malo, ya que él estaba consciente de que los jóvenes de su edad eran expertos bebedores que consumían toda clase de licores sin problema alguno, y si ellos podían hacerlo, ¿porqué él no?

-

— Mi cabezaaa — murmuró con la voz algo apagada mientras miraba cómo las personas alrededor bailaban y reían alegremente, había pasado una hora y media, en la que él solo se dedicó a beber por influencia de Shun y de Miles, quienes no dejaban de hablar alegremente, mientras obligan a Haze a beber incluso más licor del que ellos estaban bebiendo.

— Chicos necesito que me digan algo con sinceridad — dijo Miles mientras palmeaba los hombros ajenos — Total sinceridad, ¿de acuerdo?

— ¡Te lo prometo! — dijo Shun sonriendo pícaramente.

— Yo no me acuerdo dónde vivo — murmuró Haze con la lengua algo trabada, su vista estaba algo borrosa, pero aún lograba distinguir rostros y voces.

— Muchos en la escuela dicen que ustedes pues, ¿cómo decirlo? prefieren la compañía... masculina, ¿es eso verdad? — preguntó arqueando una ceja, haciendo que el chico con perforaciones sonriera algo embobado.

— ¿Que acaso no es obvio, cielo? — preguntó pícaramente mientras se mordía el labio inferior — Pero este es un secreto, ¿de acuerdo? solo se puede quedar entre nosotros.

— No lo diré a nadie — murmuró sonriendo maliciosamente — ¿Y ustedes están saliendo o— sus palabras fueron interrumpidas bruscamente por Shun.

— ¡Jajaja ay no! ¡¿qué te pasa?! ¡en absoluto! Yo nunca saldría con Sasha, ni en sueños — dijo entre risas mientras señalaba a su amigo, quien miraba a los lados con dificultad.

— Vaya, yo creí que ustedes tenían algo — comentó mientras arqueaba una ceja — ¿Qué dicen si vamos a un sitio un poco más privado, chicos? la música alrededor me aturde.

— ¡Claro! — clamó el gótico mientras sujetaba el brazo ajeno y se dejaba guiar por el chico castaño, quien hizo sutilmente unas señas a un sujeto que estaba en el fondo, quien empezó a caminar hacía el lugar donde Haze se quedó parado sin poder distinguir dónde estaba.

— ¡Miren nada más lo que tenemos aquí! — clamó aquel tipo mientras veía al chico de ojos azules — ¡Si es el marica idiota de Sasha Johnson! ¿qué pasa perrita, estás buscando a alguien a quién chupársela?

— ¿S-Shun? — murmuró mientras trataba de abrir los ojos, pero estaba demasiado mareado para poder distinguir algo.

El castaño miraba desde las escaleras cómo algunos sujetos rodeaban al chico de cabello negro, sonriendo maliciosamente mientras rodeaba el cuello del chico gótico, quien estuvo a punto de ir, pero sentir un agarre en su hombro de parte de Miles hizo que sus prioridades cambiaran totalmente.

— Él estará bien, ¿porqué mejor no vamos un rato a mi cuarto? — preguntó con voz coqueta, haciendo a Shun sonreír embobado.

— No me lo digas dos veces — dicho esto, se fue junto a miles a la habitación de este mismo, dejando a Haze totalmente a su suerte.

Se tambaleaba con dificultad mientras veía a un grupo de personas caminar hacía él, no entendía en absoluto lo que estaba pasando.

— ¡¿Qué dicen si lo disfrazamos de porrista?! — gritó uno de los chicos, haciendo que todos los presentes gritaran con diversión, haciendo que Haze se sintiera mucho más abrumado de lo que ya estaba de por sí.

Varios chicos sujetaron al pelinegro y lo azotaron contra una pared, empezando a quitarle la ropa y a arrojarla por los alrededores de aquella habitación, mientras que varias chicas se acercaban a él para maquillarle la cara para hacerlo ver aún más tonto de lo que ya se empezaba a ver de por sí.

Resonó un fuerte estruendo en aquel salón de repente, haciendo que todos los presentes voltearan con curiosidad, mirando incrédulamente una alta figura que caminaba con semblante serio y receloso hacía el chico al que tenían sin camisa pegado a la pared.

— ¡¡Aguafiestas!! — gritó un sujeto al fondo, cuyas palabras fueron calladas en cuanto esa persona volteó a verlo con odio absoluto.

— ¡Su novio vino al rescate! — dijo una chica al fondo, pero el sujeto hizo caso omiso a sus palabras, solo se dispuso a cargar a Haze como si de un saco de papas se tratase, para sacarle rápidamente de aquella fiesta, todo mientras él miraba a los lados con dificultad y mucha extrañeza, no entendía nada de lo que le estaba pasando.

— ¿Shun? — murmuró mientras sentía cómo lo guiaban hacía un auto viejo y deteriorado.

— Tu noviecito te dejó tirado y se fue — dijo de mala gana mientras lo dejaba acostado en los asientos traseros del auto.

— Shun no es mi novio, señor — murmuró cerrando los ojos y acostándose boca arriba — Tengo sed.

— Seguramente te drogaron — dijo aquel sujeto mientras encendía el auto y empezaba a conducir — ¿Recuerdas dónde vives si quiera?

— Creo que sí — murmuró suspirando pesadamente — Ojala Shun esté bien.

— ¡Jaj! ¡¿es un maldito chiste?! ¡¿el idiota te abandonó a tu suerte y te preocupas más porque él esté bien?!

— Él es mi amigo, por eso me preocupo por él — murmuró con algo de pesar.

— Pues él no te considera muy "su amigo", porque no le costó dejarte tirado para irse con el imbécil de Tocker — un leve dolor se formó en la garganta de Haze, todo mientras este miraba a otro lado y empezaba a sentir un sueño terrible apoderarse de su ser.

-

Su cabeza dolía de forma considerable, sentía sus piernas hormiguear, así como también sentía un raro cosquilleo en su entrepierna, ¿qué le ocurría a su cuerpo?

Abrió los ojos con dificultad, percatándose de que ya era de día, y de que él estaba acostado en su habitación. Miró a los lados tratando de ubicarse en tiempo y espacio, debido a que no recordaba nada de lo que había sucedido el día anterior, lo último que lograba recordar, era ser rodeado por un grupo de chicos que lo miraban de forma burlona y maliciosa, y que poco a poco empezaron a quitarle la ropa.

Jadeó bruscamente mientras se sentaba en la cama de golpe y palpaba su propio pecho, sintiendo su sangre helarse al ver que estaba sin camisa, y que su pantalón estaba desabrochado.

Se levantó de golpe de la cama y fue rumbo al baño para verse al espejo, y en cuanto estuvo frente a dicho objeto, sintió cada fibra de su cuerpo temblar, todo por culpa de unas manchas rojizas y púrpura que adornaban casi todo su cuello y parte de sus hombros.

Cubrió su boca con sus dos manos mientras miraba con horror esas manchas en su piel, "¿qué me pasó?" pensaba sin cesar, mientras su pecho latía de forma lenta y muy desagradable, no lograba recordar nada acerca de cómo se hizo aquellas extrañas manchas, y eso solo le hacía creer que le había ocurrido algo muy grave a mitad de la fiesta, mientras todos observaban morbosamente.

— ¡No, no puede ser! — jadeó agachando la cabeza mientras varias lágrimas rodaban por sus mejillas, estaba tan angustiado, confundido, abrumado, tantos sentimientos amargos que se aglomeraban en su ser sin intención alguna de irse; no comprendía en absoluto lo que había sucedido, por más que lo intentaba, los recuerdos de la noche anterior eran sumamente borrosos y escasos, ni siquiera recordaba haberse despedido de Shun, cosa que le hizo pensar, que su amigo había corrido el mismo destino que él.

Lleno de horror y pavor, fue corriendo a arreglarse para ir a la escuela, afortunadamente sus padres no estaban en casa, al parecer habían salido junto con el molesto vecino que siempre lo acosaba, esto le facilitó mucho a Haze poder irse a la escuela sin levantar sospechas, ya que ese día estaba demasiado confundido y nervioso para dar explicaciones, y sentía que en cualquier momento podía romper en llanto si alguno de sus padres le preguntaba lo que había sucedido la noche anterior, de la que Haze no tenía recuerdos en absoluto.

-

Llegó a la escuela un poco antes de que sonara la campana, llevaba puesto un suéter cuello de tortuga color negro que pudiera ocultar las marcas en su piel, aunque él estaba seguro de que apenas pusiera un pie en los pasillos de la escuela, todo el mundo iba a empezar a reírse y burlarse de él por lo que sucedió la noche anteriór.

Caminó hacía su casillero para guardar algunas cosas en este mismo, pero apenas lo abrió, observó con extrañeza que había una nota dentro del mismo, nota que el tomó y observó con curiosidad; estuvo a punto de leerla, pero oír una voz conocida le hizo alzar la mirada de golpe.— Llegas tarde, Haze — murmuró aquel chico gótico que se paraba junto a él, Haze rápidamente volteó a verlo con detenimiento, asombrándose de ver que su amigo lucía perfectamente bien, de hecho, lucía más que bien, lucía muy animado y feliz.

— ¡Shun! — clamó tomándolo de los hombros para verlo con detenimiento — ¡Dios mío! ¡¿Estás bien?!

— ¡Jaj! ¡¿estar bien?! ¡¡Haze ayer fue la mejor noche de toda mi vida!! — clamó sonriendo pícaramente — ¡Oh por Dios, tengo que contártelo todo! anoche Miles me llevó a su cuarto y me— estuvo a punto de hablar, pero su amigo cubrió su boca mientras lo callaba para que midiera lo que estaba a punto de decir.

— ¡¡Shh!! ¡¡Shun, aquí no podemos hablar!!

— ¡Relájate Haze! ya todos en la escuela saben que a ti y a mí nos gustan los hombres — afirmó tranquilamente mientras alzaba los hombros.

— ¡¡¿Qué?!! — clamó con terror mientras daba un paso hacía atrás — ¡¿C-Cómo que... c-cómo que... Dios— jadeó posando su mano en su rostro mientras empezaba a sentir un mareo terrible apoderarse de sí.

— Oye ¿porqué estás tan nervioso? ¡deberías estar feliz! ¡al fin no tenemos porqué escondernos!

— ¡¡Shun, yo no puedo dejar que la gente sepa esto!! ¡¡¿se te olvida quién es mi padre?!! — clamó entre jadeos de frustración, haciendo a su amigo rodar sus ojos de forma incrédula — ¡¡Entiende, si mi padre sabe esto hará de mi vida un infierno, todo por arruinar su imágen durante su campaña!!

— ¿Sabes Haze, el mundo no siempre debe girar alrededor de ti? — dijo de mala gana mientras se cruzaba de brazos, haciendo a su amigo agachara apenado la mirada — A mí por mi parte me alivia mucho que el mundo sepa que soy gay, y no solo eso, ¡me hace tan feliz ser el novio oficial de Miles Tocker!

— ¡¿Qué?! — clamó abriendo sus ojos con asombro — ¡¿Él y tú ya son novios?!

— ¡Así es! luego de nuestro huracán de pasión de ayer me lo pidió, ¡¿y cómo podía yo negarme?! ¡si él es tan lindo!

— Me alegra mucho que finalmente estés con el chico que te gusta, Shun — murmuró mientras sentía algo de dolor en su pecho, pero igual se esforzó en dedicarle una cálida sonrisa a su amigo para animarlo, después de todo, Shun llevaba mucho tiempo enamorado de ese chico, y para Haze también era un logro que su amigo finalmente fuera feliz con la persona que le gustaba.

— Gracias gracias, ahora ¿me quieres explicar con quién te fuiste ayer?

— ¿P-Perdón? — dudó sintiendo su sangre helarse.

— Todos dicen que vieron cómo un sujeto te sacaba cargado de la fiesta, las malas lenguas dicen que te llevó para tener sexo, ¡¿y bien, qué tal estuvo?! — las mejillas de Haze ardieron como nunca en cuanto escuchó dichas palabras de parte de su amigo, no podía creer lo que estaba escuchando.

— Y-Yo... n-no lo sé, digo— corrigió rápidamente mientras pensaba qué decir — E-Es que yo... y-ya sabes, no me— iba a hablar, pero la voz de Shun le interrumpió de golpe.

— ¡Ay ya Haze! ¡es una pregunta simple! ¡¿porqué te cuesta tanto responder?! ¿o es que acaso el tipo no supo satisfacerte?

— S-Shun, ¿t-tú tienes alguna idea de con quién me... me-me fui? — dudó mientras llevaba uno de sus mechones tras su oreja, su amigo le miró extrañado, pero Haze rápidamente se excusó — ¡E-Es que quiero saber cuánta gente se dió cuenta de que nos fuimos juntos, s-solo eso!

— ¡Jaj! ¿cuánta? ¡Haze toda la escuela lo sabe! — dichas palabras hicieron que la sangre del pelinegro se helara por completo, y un sudor frío bajara por su frente — Yo no vi de frente al tipo, por eso quisiera que me dijeras quién es, porque mucha gente empezó a especular, alguno muchos incluso aseguran que se trataba del pelirrojo ese odioso, Jessie Dalton.

Dichas palabras hicieron que el pecho de Haze latiera con mucha fuerza, mientras un gran sonrojo invadía su rostro, y su mente era invadida por un pequeño recuerdo de la noche anterior, un momento en el que ese par de hermosos y misteriosos ojos verdes estaban encima suyo, mirándolos fijamente con deseo y locura.

"¡A-Ahh, J-Jessie!" apareció de golpe en su mente, al mismo tiempo que recordaba cómo el chico pelirrojo rozaba delicadamente sus labios por la piel de Haze, haciéndolo jadear y temblar considerablemente.

— Por amor de— jadeó al recordar dicha escena, mientras un gran sonrojo inundaba de lleno su rostro.

— Sí, ¡loquísimo! pero yo sé muy bien que no pudo haber sido él, porque sé muy bien que tú no serías capaz de revolcarte con el odioso tipejo que siempre que puede nos golpea — afirmó mientras se cruzaba de brazos y miraba seriamente a su amigo — ¿No me equivoco, verdad Haze?

El de ojos azules miraba a su amigo con nerviosismo, todo mientras poco a poco iba recordando cómo su boca y la de Jessie se devoraban sin recato alguno, y él se disponía a acariciar los hombros des nudos de Haze.

— ¡E-En absoluto! — clamó sonriendo ampliamente con mucho temor y pánico — ¡y-Yo nunca haría algo así! jamás me metería con un sujeto como él.

— Uf, me has quitado un enorme peso de encima, Haze, sabes muy bien que me preocupa mucho que salgas con alguien que pueda perjudicarnos a ambos — afirmó palmeando el hombro de su amigo — Bien, ahora que finalizamos este tema, ¿porqué no vamos a clases ya? y así aprovecho y te cuento todo lo que hicimos Miles y yo ayer — dijo sonriendo con malicia mientras tomaba el brazo ajeno y guiaba a Haze al aula de clases.

Miraba a su amigo con detenimiento mientras un raro sentimiento se formaba en su pecho, la idea de posiblemente haber hecho el amor con aquel chico que tanto miedo le causaba lo estaba matando, pero de cierta forma, una parte de su ser no odiaba haber estado con Jessie, lo que odiaba, era no recordar con exactitud todo lo que sucedió esa agridulce noche.

Continuará

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- Gema