03 - 'Jessie Dalton'
La hora del almuerzo llegó , y con ella, llegó la hora en que Haze tendría que darle la cara a los sujetos que siempre le molestaban, sus manos temblaban mientras su respiración estaba algo tensa, era algo que siempre pasaba, sí, pero eso no lo hacía menos molesto y estresante.
— Mírale el lado bueno — decía Shun mientras caminaba junto a él hacía una de las mesas, sujetando su bandeja de comida entre sus manos — Si te rompen la nariz, podrás operártela y hacerte un piercing.
— Eso no me hace sentir mejor, Shun — murmuró mientras suspiraba pesadamente.
— Me sorprende que te golpeen dos días seguidos, normalmente lo hacen con un día de por medio.
— Es que ayer algo les interrumpió.
— ¿Llegó un profesor?
— N-No, no fue un profesor, f-fue un... — tomó aire mientras trataba de pensar con qué palabras describir lo que había sucedido.
Sus palabras fueron calladas repentinamente al sentir cómo alguien le metía el pie en medio de su camino, cosa que le hizo caer de golpe al suelo, mientras su comida salía volando y caía sobre el cuerpo de alguien.
— ¡¿Oye qué carajo te pasa?! — clamó una voz que él logró reconocer de inmediato, y al alzar la mirada, se quedó helado al ver que se trataba de aquel chico de cabello rojizo, quien miraba frustrado cómo su suéter estaba lleno de ensalada y puré de papas.
— P-Perdón — murmuró con pena mientras se levantaba del suelo y sacudía un poco su ropa, sus rodillas dolían de tanto que caía al suelo, no dudaba que seguramente estas estuvieran llenas de moretones.
Le extrañó ver cómo el sujeto de ojos verdes le miraba algo frustrado, pero luego de percatarse de que fue él quien derramó su comida sobre él, bajó la guardia y solo se dispuso a sacudir su ropa mientras se colocaba de pie.
— Lo lamento tanto, n-no era mi intención — murmuró dando un paso hacía atrás con temor, creía que le pelirrojo querría golpearlo o algo así.
— Olvídalo, no importa — bufó con frustración mientras sacudía su ropa y miraba atentamente al chico de ojos azules, quien le miraba con algo de temor, expresión que llenaba de rabia el pecho del pelirrojo — ¡No te haré nada, Haze! deja de mirarme así.
— ¿C-Cómo sabes mi— trató de hablar, hasta que notar una expresión incrédula y colérica de parte del pelirrojo le hizo callarse en seco — Digo, d-disculpa.
— ¿Estás bien? — preguntó el sujeto gótico mientras se acercaba al de ojos azules y le palmeaba el hombro sutilmente.
— B-Bien — murmuró mientras miraba de reojo a su amigo, quien se quedó helado al ver la misteriosa silueta pelirroja frente a ambos.
— Wow, ¿hola? — murmuró algo dudoso, el pelirrojo le miró de forma incrédula mientras se cruzaba de brazos.
— ¿Tengo algo en la cara? — preguntó de mala gana.
— N-No, e-es solo que S-Shun es muy impresionable — dijo Haze mientras sonreía algo apenado — Sh-Shun él es...— se quedó callado de golpe al notar que no conocía ni de lejos el nombre de aquel chico pelirrojo, pero por alguna extraña razón, el no saberlo hacía que el de ojos verdes lo mirara con total severidad — S-Shun, él es un... amigo.
— ¿Yo, amigo de alguien como tú? ¡jaj, sí como no! — clamó de forma incrédula mientras miraba con severidad al de ojos azules quien agachó apenado la mirada — ¡¿Cómo carajo pretendes ser mi amigo si ni siquiera conoces mi nombre, eh?!
— Oye amigo cálmate — dijo Shun mientras rodeaba el cuello de Haze con su brazo, aunque no pudo terminar de hacer esto, debido a que el chico pelirrojo le tomó del cuello de la camisa y lo agitó de forma algo brusca — ¡¡¿Oye qué carajo te pasa?!!
— ¡¡Peleaa!! — gritaron al fondo de aquel comedor, y rápidamente todos los estudiantes se aglomeraron a ver cómo el chico pelirrojo sujetaba con fuerza al chico gótico.
— No sabes hace cuánto tiempo quiero hacer esto — dijo mientras lo sujetaba del cuello con una mano, y con la otra, le dió un duro golpe en el rostro que le hizo caer al suelo sin más.
— ¡Shun! — clamó el de ojos azules con preocupación, mientras intentaba ir hacía su amigo, pero se detuvo en seco cuando ese par de ojos verdes se clavaron abruptamente sobre él.
— ¡Adelante, ve y échate encima de tu novio, quien nunca te defiende cuando el tarado de Edward te golpea! ¡bésale los pies a esta mierda, cuyo nombre sí debes recordar al derecho y al revés!
— ¡¿Cuál es tu maldito problema, imbécil?! — clamó Shun desde el suelo mientras trataba de levantarse del mismo, aunque sus intentos fueron en vano, ya que el pelirrojo le dio una fuerte patada en el abdomen que le hizo quedar tieso sin más en el suelo.
— ¡Oye, idiota! — clamó un sujeto rubio que se acercaba al sitio donde estaba el pelirrojo — ¡¿A quién carajo llamas "tarado"?!
— Ah, ¿ahora sí te haces el fuerte? Ayer saliste corriendo como una perra, ¿lo olvidas? — escupió de mala gana mientras miraba divertido cómo el sujeto rubio se acercaba hacía él.
— Veamos quien es la perra aquí — dijo mientras chasqueaba los dedos y se acercaba al pelirrojo en compañía de su grupo de amigos, con intenciones de darle una paliza al chico de ojos verdes, quien solo los miraba de forma incrédula mientras recogía las mangas de su suéter.
— Shun, ¿estás bien? — murmuró Haze mientras se agachaba para tratar de ayudar a su amigo a levantarse del suelo.
— ¡¿Tengo cara de estar bien?! — clamó de mala gana mientras miraba de forma incrédula al chico de ojos azules — Y todo por culpa tuya, Haze.
— Perdóname, Shun— murmuró agachando la mirada con pesar.
El pelirrojo miraba de reojo el cómo el chico de ojos azules se dejaba regañar por su "amigo" de forma muy brusca y poco sutil, eso solo le hizo gruñir con frustración mientras apretaba fuertemente sus puños. Estuvo a punto de acercarse a ellos para golpear de nuevo al gótico, pero un puñetazo en su abdomen le hizo recordar qué era lo que estaba haciendo.
— ¡¿Te gusta, perra?! — clamó Edward mientras se paraba frente a él y trataba de golpearlo nuevamente, pero el pelirrojo le tomó del brazo y le dio un fuerte golpe en el rostro que le hizo tambalearse.
— ¡¿Ed estás bien?! — clamó uno de los sujetos que estaban con él.
— ¡¡Golpeenlo estúpidos!! — clamó alzando la mirada y viendo con frustración a los tres chicos que estaban con él, quienes rápidamente se acercaron al pelirrojo para someterlo, pero este logró darle pelea a los tres sin mucho esfuerzo, golpeándolos y empujándolos con fuerza contra las mesas del comedor.
El de ojos azules miraba con asombro y terror todo lo que el chico pelirrojo había hecho, se notaba a kilómetros que era mucho más fuerte que Edward y sus amigos, eso hizo que Haze pensara "este tipo me mataría de un golpe", pensamiento que le hizo proponerse dejar de entrometerse en el camino de aquel pelirrojo, y simplemente ignorarlo, ya que de esta forma, evitaría ser golpeado por este.
Escupió algo de sangre mientras miraba de reojo cómo el chico de cabello negro ayudaba a su amigo gótico a marcharse del comedor, ver eso le hizo gruñir con molestia, mientras algo de dolor empezaba a adueñarse de su pecho, odiaba tanto que aquel chico parecía evitarlo a propósito, pero lo que más odiaba, era no tener idea de qué hacer para cambiar dicho estatus.
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— Lamento mucho que te hicieran esto — murmuró mientras usaba un pañuelo para limpiar las heridas en el rostro del chico gótico, quien gruñía con molestia mientras miraba hacía otro lado.
— Esto es lo que me gano por defenderte, Haze — murmuró mientras jadeaba por debajo a causa del dolor, el chico de ojos azules agachó apenado la mirada mientras retiraba el pañuelo mojado del rostro ajeno — ¡¿Qué te hizo creer que eras amigo de un mastodonte así?!
— E-Es que él me defendió de Edward ayer.
— ¿Ah sí? ¡pues hoy te habría golpeado de no ser porque Edward llegó, y eso no hace que Edward y los idiotas que lo acompañan sean tus amigos! ¡¿verdad?! — Haze asintió mientras agachaba la mirada con pesar, empezaba a dolerle un poco el pecho a causa de las palabras de Shun, no precisamente por ellas, sino por pensar que aquel sujeto que parecía tan amigable en un principio, no era más que otro bruto que solo sabía expresarse con los puños, y que tanto amaba golpear a chicos tontos como él.
Le extrañó ver cómo su amigo se apartaba de él para caminar rumbo a la salida de los sanitarios, sacudiéndose las manos y avanzando a paso algo acelerado, sin si quiera voltear a ver al chico de ojos azules, quien soltó un pesado suspiro mientras se disponía a lavar el pañuelo con sangre que estaba utilizando para curar a Shun.
— Atención alumnos — hablaba una voz a través del parlante de los pasillos — Todos los estudiantes deben presentarse en el gimnasio para asignarles sus tareas para el baile de fin de año.
Haze suspiró sutilmente mientras guardaba su pañuelo y se iba rumbo a dicha dirección, rogando por no encontrarse a nadie hostil en su camino, ya fuera Edward, o fuera aquel misterioso chico pelirrojo, quien no dejaba de rondar por la mente de Haze, por más que este trataba de enfocarse en otra cosa.
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— Bien alumnos — hablaba el director mientras miraba atentamente al grupo de chicos parados frente a las gradas del gimnasio, lugar donde estaba parado el director junto al entrenador — Hoy asignaremos a los grupos para empezar los preparativos del baile de fin de año, imagino que muchos de ustedes están muy emocionados por esto ¿no es así?
— Sí — dijo una chica rubia que se paraba en las gradas para ver a sus compañeros, sonriendo cordialmente mientras sujetaba unas planillas entre sus manos — Aquí tengo los equipos organizados, fueron seleccionados por el comité en base a la asistencia de cada estudiante, los que tienen mejor asistencia tendrán las labores más importantes.
La chica rubia empezó a repartir los panfletos para que cada estudiante los viera, al fondo del grupo estaba el chico de ojos azules, quien trataba de esconderse de Edward y del pelirrojo, pero sus intentos siempre resultaban en vano.
Jadeó al sentir cómo alguien le empujaba desde atrás, cosa que le hizo tambalearse un poco. Volteó a ver de quién se trataba, sintiendo su sangre helarse al ver que se trataba del chico pelirrojo, quien le miraba con seriedad y algo de incredulidad, expresión que preocupaba y ponía muy nervioso a Haze.
— ¿Te molesto? — preguntó de mala gana, el de ojos azules negó mientras miraba hacía el frente de nuevo, suspirando pesadamente al sentir un empujón nuevamente.
Cuando finalmente le entregaron la planilla que le correspondía, él la tomó cuidadosamente para no romperla, aunque jadeó con frustración al ver cómo alguien se la arrancaba de golpe.
— ¡Oye! — clamó volteando a verlo, aunque se quedó helado ante la mirada severa que le dedicaba el pelirrojo.
— ¿La quieres? trata de quitármela — dijo mientras agitaba el objeto de papel, el chico de ojos azules suspiró con frustración mientras daba un paso atrás, no quería seguir lidiando con ese sujeto, solo con ver sus manos sabía muy bien que no aguantaría un golpe suyo, por lo que necesitaba enserio quitarse de su camino para no ser una posible víctima suya.
— ¡¡Dalton, Johnson, dejen sus juegos tontos allá atrás!! — clamó abruptamente la chica rubia, logrando que el pelirrojo rodara con molestia sus ojos y azotara con algo de fuerza la hoja de papel en el pecho de Haze, para acto seguido, apartarse de él e ir hacía el frente de la fila.
Haze empezó a temblar a causa de aquel brusco empujón, era raro, le dolía y le abrumaba más que aquel sujeto le molestara, era incluso más molesto y frustrante que las molestias de Edward y sus amigos, pero no de la misma forma, era una frustración diferente, frustración que él mismo no lograba descifrar, solo sabía, que no le gustaba.
— Bien, necesito que todos los que forman parte del comité de decoración se queden después de clases para preparar el gimnasio, necesitamos que este sitio luzca precioso, ¡vamos, quiero oírlos gritar, promoción 1997! — los chicos empezaron a reír por debajo, haciendo que la chica rubia gruñera con frustración y algo de molestia.
— Gracias por tu entusiasmo, Carrie — dijo el director mientras palmeaba el hombro de ella y le sonreía de lado — Muchachos, cooperar con la graduación le dará puntos extra a todo el que esté retrasado en sus notas, recuerden que este es el último año, deberían tratar de esmerarse un poco más entonces, ¿no creen? — todos los alumnos se miraron los unos a los otros algo frustrados, pero luego de un rato, empezaron a aplaudir ante las palabras del director.
Sujetó el papel con cuidado, buscando su nombre en la lista de alumnos que correspondían a los comités asignados; un ligero suspiro de frustración salió de sus labios al leer su nombre en la parte que decía "decoración y limpieza", era precisamente la labor que no quería tomar, ya que sus padres necesitaban que él llegara temprano a casa, y al tener dichas labores, llegar temprano sería sumamente imposible para él.
Leyendo la lista de nombres, un escalofrío recorrió completamente su cuerpo al leer "Dalton" en la lista de personas asignadas al mismo comité que él, y solo porque la chica rubia les llamó la atención a ambos, fue que él supo que aquel chico pelirrojo se apellidaba "Dalton" y gracias al panfleto, fue que pudo enterarse finalmente, de que el nombre completo de aquel chico pelirrojo, era Jessie Dalton.
— Bien — clamó el entrenador abruptamente — Los que no tengan clase conmigo, pueden irse ya, arreglen lo de sus comités en el pasillo, a los que les toque ver clases conmigo, vayan a cambiarse y vengan de inmediato.
La mitad de los alumnos se fueron de aquel gimnasio, mientras que la otra mitad, caminaron rumbo a los vestidores, sitio al que se dirigía Haze, quien seguía muy abrumado luego de leer el nombre el chico pelirrojo, mientras un raro sentimiento familiar se adueñaba de su ser, "lo conozco de algún sitio" pensaba, mientras sujetaba dicho panfleto entre sus manos, y miraba de reojo cómo el chico pelirrojo también caminaba hacía los vestidores, cosa que le estaba poniendo muy nervioso.
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Al entrar a los vestidores, se dispuso a guardar el panfleto en su casillero, aunque se quedó un rato ahí parado esperando a que los demás alumnos se cambiaran, le avergonzaba mucho quitarse la ropa frente a los demás.
Agachó con pena la mirada al notar que varios de estos chicos ya estaban en ropa interior, desde hace un tiempo que los alumnos empezaban a rumorar cosas sobre su orientación sexual, por lo que él en verdad se esforzaba por ocultar sus gustos, a pesar de que él sí hallaba muy atractivos a muchos chicos con los que estudiaba, y desde el incidente con el chico pelirrojo, él era quien encabezaba dicha lista irónicamente, a pesar de todos los malentendidos que habían tenido hasta ese momento, era por ello que a Haze le avergonzaba mucho que ese chico admitiera ser todo un abusivo igual que Edward.
Jadeó al notar que el chico pelirrojo se paró junto a él, empezando a quitarse el suéter que aún tenía algunas manchas de comida a los lados.
Ocultó su cara en su casillero mientras pensaba "¡¿él estuvo aquí a mi lado todo el tiempo?!" en verdad le costaba mucho creer que estuvo tan cerca de un chico tan llamativo como él, y apenas empezaba a notar su existencia.
— Oye — dijo el chico pelirrojo, Haze estaba muy seguro de que no hablaba con él, así que prefirió ignorarle, aunque oír de nuevo cómo alzaba la voz, le dejó claro que sí trataba de llamar su atención — ¡Te estoy hablando!
Sacó la cabeza un momento para ver al chico de ojos verdes, pero por primera vez, no fueron sus ojos quienes captaron por completo su atención, fue su pecho bien formado lleno de marcas lo que logró atraer la tímida mirada de Haze.
— ¿Tienes una camiseta limpia? — preguntó cruzándose de brazos, Haze sacudió su cabeza para tratar de entrar en razón.
— C-Creo que tengo una — murmuró metiendo de nuevo la cabeza en su casillero, mientras un gran ardor inundaba por completo sus mejillas, "¡cálmate!" se reclamaba a sí mismo, aunque todo era en vano, estaba demasiado abrumado.
El pelirrojo miraba de forma algo incrédula cómo Haze rebuscaba en su casillero como si este fuera todo un almacén lleno de cosas, aunque aprovechó que este estaba distraído para ver de reojo aquel lugar donde acababa la espalda del chico de ojos azules, cuyo cuerpo no estaba muy formado en algunas zonas, pero en otras, lograba compensarlo por completo.
— Ten — dijo sacando la camiseta y dándosela al pelirrojo, quien la tomó y la usó para limpiar el sudor en su pecho de arriba a abajo, haciendo que Haze quedara totalmente embobado.
Le abrumó notar cómo el pelirrojo le azotaba el pecho para entregarle la camiseta, y acto seguido, se marchó del lugar, dejando solo al chico de ojos azules, quien miró muy extrañado la camiseta llena del sudor corporal del pelirrojo, de haber sido cualquier otra persona, le habría dado un asco terrible, pero al haber sido él, solo podía sentir una rara emoción en su pecho, empezaba a preocuparle las obvias intenciones del pelirrojo de constantemente molestarlo, pero por alguna razón, este intento de ser "molesto" logró hacer suspirar a Haze.
Continuará
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- Gema
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