Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02 - 'Otro Día'

06:30 marcaba el reloj, todos salían de aquella institución rápidamente, él caminaba con dificultad a causa del tremendo dolor físico que tenía, era la parte que más odiaba de ser el "bulleado" del salón.


"Ojalá que no esté" pensaba mientras caminaba sujetando sus libros entre sus brazos, recordando con molestia ese odioso momento que tuvo que pasar de camino a la escuela en la mañana, mientras un dolor se acentuaba en su pecho considerablemente al recordar ese momento, las asquerosas palabras que le dijo aquel hombre, y la forma tan desagradable en que trataba de tocar su cuerpo.


Entre pensamientos y recuerdos de lo que fue su día, un gran rubor inundó su rostro al recordar el momento en que el misterioso chico pelirrojo descubrió su rostro frente a él, y acto seguido, golpeó a los sujetos que lo estaban molestando, nunca nadie se había atrevido a defenderle de esa forma, mucho menos frente a un grupo de tipos como lo eran Edward y sus amigos, realmente era algo que le asombraba, pero al mismo tiempo, le confundía mucho el porqué ese sujeto se atrevió a tanto por él, siendo que ni siquiera se conocían, o al menos eso creía él.



-



Arrastraba los pies mientras miraba a los lados con fastidio, la brisa movía delicadamente sus mechones cobrizos, no tenía apuro alguno en llegar, de todos modos, su hogar siempre era cualquier cosa, menos un "hogar".


Entró al deteriorado jardín de su hogar, lugar que era custodiado por un enorme perro rottweiler que se la pasaba merodeando el jardín y ladrando agresivamente a cualquiera que se atreviera a entrar en él sin invitación.


— Hola amigo — murmuró el pelirrojo mientras se agachaba frente al perro para acariciarle ambos lados del cuello con suavidad — ¿Me extrañaste hoy?


— ¡¿Jessie?! — clamó una voz femenina desde el interior de la casa, él se levantó del suelo para sacudir sus manos y caminar hacía la puerta de su hogar.


— ¡Ya llegué! — clamó mientras entraba a su casa, sacudiendo sus manos y caminando hacía la cocina, lugar donde estaba una mujer pelirroja cortando algo de carne sobre una tablilla de madera.


— Tu padre te está esperando en el taller — dijo ella mientras miraba fijamente la carne que estaba cortando.


— Bien — dijo rodando sus ojos con molestia mientras se quitaba la mochila y la dejaba tirada en el suelo para caminar hacía la puerta de su hogar nuevamente — ¿Está solo?


— Creo que está con Ford — dijo ella mientras dejaba de lado algunos trozos de carne.


El chico de ojos verdes rodó sus ojos con molestia mientras salía de su hogar nuevamente, odiaba la vida que estaba llevando, odiaba vivir de esa forma, pero más odiaba pensar, que no tendría más opciones jamás.


-


Le faltaba poco para llegar a casa, agradecía mucho por eso, ya que no aguantaba el dolor en sus piernas, no veía la hora de llegar a casa para dejarse caer en su cama y tomar una siesta para poder reponer sus malestares corporales, lástima que las cosas no siempre se dan como todos esperan.


— Miren nada más — escuchó una tenebrosa voz que le hizo sentir un odioso escalofrío en todo su cuerpo, tenía ganas de salir corriendo, pero lamentablemente no podía, no solo por su malestar físico, sino por todo lo que significaría dejar colgado a aquel sujeto.


Volteó la mirada hacía aquel hombre de cabello algo canoso que le miraba con malicia desde el pórtico de su hogar, su casa quedaba cerca de la de él, era por ello que siempre debía pasar frente suyo cada que llegaba o se iba para la escuela, aún cuando él así no lo deseaba.


— Me alegra mucho verte, Haze — dijo mientras se acercaba a él para tomarle suavemente de las mejillas — Wow, veo que tuviste un día difícil hoy.


— Hola señor Jenkins — murmuró con la voz algo apagada, el sujeto rió de forma algo incrédula al oírle.


— ¿"Señor Jenkins"? por favor, ¿cuántas veces te he dicho que no me digas así? solo dime Dick, o "cariño" si quieres ser más amigable — un desagradable escalofrío recorrió el cuerpo de Haze en cuanto escuchó tales palabras — Luces cansado, ¿porqué no pasas para que tomes algo? Tengo algo de té en la estufa.


— N-No, d-digo... t-tengo prisa — murmuró mientras se apartaba un poco de él — M-Mamá me pidió que llegue temprano para ayudarle con algunas cosas de la campaña de papá, n-no puedo llegar tarde.


— Vamos, solo serán algunos minutos bebiendo té, no creo que sea para tanto, ella lo entenderá — murmuró sonriendo delicadamente y rodeando el cuello ajeno con su brazo para guiarlo hacía su puerta, Haze en verdad quería salir corriendo, pero sabía que no podía irse así como así, al menos no mientras fuera ese sujeto quien le estuviera invitando a su hogar.


Ambos entraron a aquel espacioso hogar, lleno de hermosas figuras de vidrio adornando cada estante, todo era muy hermoso a simple vista, aunque a Haze ya le causaba náuseas tan solo estar en dicho sitio.


— Ven, siéntate — dijo mientras lo guiaba al sofá, el chico de cabello negro obedeció, mientras un nudo horrible se formaba en su garganta al sentir cómo le acariciaban los hombros sutilmente — ¿Quieres algo de comer junto con tu té?


— N-No, a-así estoy bien — respondió rápidamente mientras sonreía de lado, logrando que el mayor sonriera de forma algo pícara.


— En verdad te ves lindo con la cara llena de golpes, Haze — admitió mientras pasaba su mano por la mejilla ajena, haciendo que el de ojos azules mirara a otro lado, mientras el nudo en su garganta se hacía cada vez más y más pronunciado — Iré por tu té, cariño — dijo mientras caminaba rumbo a la cocina.


El de ojos azules sacó rápidamente su inhalador para el asma y se dispuso a usarlo para calmar un terrible ataque que empezaba a tener; contuvo el aliento por varios minutos mientras dejaba que el medicamento hiciera su trabajo, odiaba que tan solo estar en esa casa le pusiera tan nervioso, pero la verdad era, que él tenía razones de sobra para ponerse nervioso cada que estaba en dicho sitio.


— Le agregué un poco de miél para que te calme — dijo aquel sujeto mientras salía con una taza de té entre sus manos, taza que dejó sobre la mesa de centro para sentarse junto al chico de cabello negro, mirándole coquetamente mientras rodeaba su cuello con su brazo nuevamente — ¿Me extrañaste?


— Y-Yo— estuvo a punto de hablar, aunque sentir cómo el mayor le acariciaba los labios con su pulgar le puso muy nervioso.


Jadeó al ver cómo intentaba darle un beso en los labios, aunque afortunadamente, el ruido de la puerta principal logró interrumpir las acciones de ese sujeto de cabello castaño.


— Jej, nunca hay privacidad por aquí — dijo incrédulamente mientras se levantaba del sofá, el chico de ojos azules cubrió sus ojos con una mano para tratar de apaciguar unas lágrimas que querían brotar de estos mismos, le avergonzaba mucho que le vieran de tal forma.


— ¡Dick, amigo mío, qué alegría verte! — habló una voz desde la puerta principal, voz que Haze logró distinguir al instante, y que le hizo jadear con preocupación.


— Freddy, amigo mío, qué alegría verte — dijo aquel cínico sujeto mientras le palmeaba el brazo y le invitaba a pasar — ¿Qué te trae por aquí, amigo?


— Quería comentarte de un nuevo plan de campaña que tengo para— estuvo hablando mientras entraba a dicho sitio, aunque se quedó callado al ver a cierto chico de cabello negro sentado en el sofá — ¿Haze?


— Ho-Hola papá — le saludó sonriendo algo apenado, el hombre de cabello negro volteó a ver al de cabello castaño con curiosidad.


— ¿Interrumpo algo?


— La verdad sí, pero no te preocupes por eso — comentó tranquilamente mientras se acercaba a él para palmearle el hombro sutilmente — Mejor háblame de esos planes que tienes en mente.


— Me gustaría hablarlo en un bar, hablar de política es mejor con licor de por medio — dijo mientras reía cínicamente, el contrario rió de igual forma mientras rodaba sutilmente sus hombros.


— Como quieras, Fred — volteó a ver al chico de ojos azules con atención — Puedes irte a casa, Haze; vé y descansa, ya hablaremos mañana.


— C-Claro — murmuró mientras se levantaba del sofá y sacudía sutilmente su ropa para caminar a la puerta de ese hogar, mirando de reojo a su padre, quien le observaba con mucha seriedad "estoy en problemas" pensaba mientras se disponía a marcharse de aquel lugar finalmente, con un amargo sentimiento inundando por completo su pecho.


-


Llegó finalmente a su casa, suspirando pesadamente mientras pasaba su mano por su frente, tan solo pensar el problema que iba a tener cuando su padre llegara, le hacía considerar seriamente ahorcarse con las sábanas de su habitación.


— ¿Fredd? — habló una voz femenina que se acercaba a dicho sitio, se trataba de una mujer rubia de ojos azules, quien al llegar y ver al chico de cabello negro, frunció sutilmente el ceño — ¿Y tu padre dónde está?


— C-Con Dick— murmuró mientras trataba de recobrar el aliento.


La mujer rubia le miró de arriba a abajo con desdén, para acercarse a él y tomarlo de la barbilla para ver sus moretones con atención.


— Vé a cambiarte, tu padre tiene una fiesta muy importante esta noche, ¡y haz el favor de cubrir esto con algo de maquillaje!


— C-Claro — asintió mientras caminaba a las escaleras principales, aunque se detuvo en seco al oír cómo pronunciaban su nombre — Sasha.


— ¿S-Sí? — preguntó volteando a ver a la mujer rubia, quien le miraba con seriedad y algo de asco.


— ... ¿Dick ya te...— un amargo sentimiento inundó por completo su pecho, no podía creer lo que estaba escuchando, quería gritar y desahogarse, pero solo tuvo fuerzas para agachar la mirada y negar con la cabeza — Mh, la campaña de tu padre se ha alargado, no dudo que tarde o temprano quiera hacerlo, lo mejor será que estés listo para cuando eso pase — dicho esto, se dio media vuelta y caminó rumbo a la cocina, dejando solo al chico de cabello negro, quien miraba a la nada mientras un gran dolor se formaba en su pecho a causa de las palabras poco sutiles de su "madre".


Caminó hacía su cuarto con desgano, el dolor en su cuerpo era espantoso, pero más espantoso era el dolor que sentía en su pecho, aquella vida le mataba, se sentía atrapado en un sendero de espinas del que no tenía escapatoria alguna, solo podía seguir avanzando, tratando inútilmente de ignorar el dolor que le causaba cada una de esas espinas de las cuales no podía escapar, por más que así lo deseara.


-


06:14 marcaba el reloj, era muy temprano, pero él prefería que fuera así, prefería levantarse con el sol para irse a clases rápidamente, tratando de huir de aquel hombre de cabello castaño que no dejaba de acosarlo.


Salió de su hogar con todas sus cosas, la noche anterior la había pasado sonriendo y posando para las cámaras, a pesar de que a su padre no le agradaba que él saliera en las fotos, todo por ser un "hijo ilegítimo", lo único bueno de esa tediosa fiesta, es que él pudo irse a dormir antes de que su padre le gritara por lo sucedido en casa de Dick Jenkins, su vecino, y principal benefactor de la campaña de su padre, quien se estaba postulando para la alcaldía de aquella población, y al necesitar una buena suma de dinero, recurrieron a la ayuda "extrañamente generosa" de Dick.


Pasó un rato caminando, hasta que finalmente llegó al edificio donde veía clases, no había mucha gente aún, eso le aliviaba, llegar temprano también le ayudaba a escapar de los matones que siempre le molestaban.


Entró al aula donde veía clases, todo estaba muy callado, así que pensó que fácilmente podría entrar sin que nadie le viera, ¿para qué? nada muy trascendental, solo quería quedarse un rato a solas, aunque no estaría totalmente a solas.


Se quedó helado al entrar y ver a cierto sujeto pelirrojo sentado en una de las mesas, con la cabeza agachada mientras garabateaba algunas cosas en su cuaderno, hasta que se percató de que alguien había llegado, cosa que le hizo alzar la mirada y ver atentamente esos tímidos ojos azules con los que se estuvo topando desde ayer.


— Hola — le saludó tranquilamente, el chico de cabello negro estuvo a punto de irse, cosa que hizo que el chico pelirrojo soltara un ligero suspiro de molestia — Espera — murmuró levantándose de su asiento para caminar a la puerta.


El de ojos azules le miró con curiosidad, mientras su pecho empezaba a latir con mucha fuerza.— Quédate, yo me iré.


— N-No, no hace falta, y-yo soy el que acaba de llegar.


— Quédate, insisto — dijo mientras pasaba junto a él y se iba, dejando a Haze con un leve rubor en sus mejillas y un gran sentimiento de confusión en su pecho, no entendía exactamente porqué, pero estar cerca de ese sujeto siempre le ponía nervioso, y al mismo tiempo, hacía que su pecho latiera con mucha fuerza, sobre todo cuando lo miraba fijamente a los ojos, "¿porqué estoy actuando de esta forma?" se preguntaba a sí mismo, mientras soltaba un pesado suspiro y se disponía a caminar al interior de ese solitario salón de clases.


-


Los alumnos empezaron a llegar poco a poco, él no le prestó mucha atención a este detalle, estaba demasiado ocupado pensando en aquel encuentro que tuvo al llegar al salón, por su mente solo podía pasar el recuerdo de ese par de ojos color jade que se posaron sobre sus hombros y le miraban con detenimiento, "¿porqué le miraba así?" no dejaba de pensar, al mismo tiempo que pasaba delicadamente el lápiz por encima del papel, tratando de recrear el mismo nivel de profundidad con el que ellos lo miraron en cuanto llegó.


— Haze — escuchó una voz conocida hablarle, por lo que rápidamente alzó la mirada, topándose con su amigo gótico, quien le miraba atentamente con algo de seriedad, se le hizo muy raro a Haze verlo sentarse a su lado, ya que él siempre prefería sentarse al frente para leer mejor lo que escribía el profesor.


— Ah, hola Shun, perdón, no te vi llegar — dijo mientras cerraba el cuaderno donde estaba dibujando, su amigo le miró con curiosidad en cuanto hizo eso.


— ¿Terminaste la tarea de ayer?


— Ah, no; discúlpame — el de mechones púrpura le miró de forma incrédula en cuanto su amigo dijo eso.


— ¡¿No terminaste la tarea?!


— No pude, mi padre hizo una fiesta ayer y tuve que estar presente.


— Mh, qué mal por ti, dejaste de lado la tarea por irte de fiesta, en verdad te compadezco, Haze — dijo de forma incrédula mientras se cruzaba de brazos y volteaba a ver hacía el pizarrón donde el profesor hablaba explicando un ejercicio.


El chico de ojos azules suspiró con pesadez mientras agachaba un poco la mirada, abriendo un poco su cuaderno, y viendo la obra de arte que estaba haciendo, era un dibujo de aquel chico de aspecto misterioso, ¿porqué lo dibujó? no estaba seguro, tal vez era porque, a pesar de todos sus problemas, desde el momento en que lo vió, ese sujeto era lo único que lograba rondar por su mente, de forma muy curiosa y misteriosa.


Jadeó al sentir cómo le golpeaban el rostro con un objeto de papel, alzó sutilmente la mirada, notando que se trataba del grupo de matones que tanto amaban molestarle, él trató de ignorar dicha bola de papel y continuar con lo suyo, pero escuchar un ligero silbido, se lo impidió.


"Ábrelo" le indicaron con un gesto, él frunció el ceño con confusión, estaba muy dudoso, pero prefirió ver porqué era todo el alboroto, así que tomó la bola de papel y la abrió para leer su contenido.


"Te veremos afuera, donde nadie te pueda defender" decía, dicha frase le hizo sentir un horrible escalofrío en todo su ser, sabía que no podía huir esta vez, y ya dudaba mucho que el chico pelirrojo quisiera defenderle, no después de la actitud boba que tuvo con él cuando se quedaron a solas, un pesado suspiro salió de sus labios mientras arrugaba de nuevo ese pedazo de papel y lo dejaba a un lado de su escritorio, y acto seguido, sacó su inhalador para agitarlo un poco y utilizarlo, tratando de calmar lo agitado de su respiración con ayuda de dicho objeto.



Continuará

Voten y comenten si les ha gustado el capítulo, también recuerden apoyar el libro en la plataforma Alphanovel para poder seguir publicando capítulos gratuitos con más frecuencia <3

Y no te olvides de dejar un comentario de apoyo, enserio te lo agradezco <3


- Gema


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro