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Capítulo 9

Chanyeol no estaba seguro de lo que estaba a punto de hacer, pero llevaba mucho tiempo sin estar seguro de nada y ésa fue la única cosa que se le ocurrió.

El té se enfriaba en la taza de Street Fighter que Sehun le había puesto en la mano, y la mirada del modelo seguía fija en él, esperando que abriera la boca y le dijera aquello 'tan importante' que Chanyeol le había dicho que debía contarle.

Después de aquella cita con Baekhyun que ninguno de los dos se atrevió a llamar cita realmente, la relación entre ambos se movía en las aguas peligrosas que separan a los amigos de las parejas, pero a pesar de las miradas, los comentarios insinuantes y sutiles toques (al menos por parte de Chanyeol), cada vez que creía que la situación iba a mejorar, Baekhyun parecía retroceder dos casillas y Chanyeol ya no sabía qué hacer. Dos meses, llevaba dos meses sin saber qué hacer y su desesperación había llegado a su límite.

Fue aquella impotencia la que hizo que llamara a Sehun en contra de todo lo que creía o algo así, pero allí estaba. La habitación de Sehun se parecía bastante a la suya, no pudo evitar apreciar, con los pósters de videojuegos y películas, los mangas en las estanterías así como la cámara y los ordenadores. Todo era bastante similar, a excepción de las fotos de Baekhyun que Chanyeol tenía ahora escondidas en su armario. Tuvo que quitarlas cuando el más bajo comenzó a ir a su casa, no sabía por qué le avergonzaba que viera que tenía pósters y postales con su cara en su habitación cuando veía a diario la pantalla de su ordenador, pero algo dentro de él lo impulsó a quitarlo todo de la pared.

Sehun parecía bastante tranquilo, sorbía su té de cuando en cuando sin mirar a Chanyeol directamente, como si no lo hubiera llamado un sábado por la tarde terriblemente agobiado diciéndole que necesitaba contarle algo importante. Simplemente estaba allí, esperando, y Chanyeol agradecía tener tiempo para poner en orden sus ideas antes de abrir la boca y comenzar a hablar.

- Verás -empezó Chanyeol, haciendo que Sehun desviara la mirada de la Edición Coleccionista de 'El Señor de los Anillos' que descansaba en su estantería hacia él-, el problema es... tiene que ver, mejor dicho... con Baekhyun.

Chanyeol medio esperaba una carcajada escéptica o un bufido exasperado, pero nada de eso llegó. Sehun simplemente siguió observándolo, bebiendo un poco más de té. Sehun era modelo, pero parecía que estaba posando para un photoshoot por su postura y saber estar en ese momento más que escuchando a un amigo. Con nuevo valor infundido por la falta de reacción, Chanyeol siguió.

- Me he dado cuenta de que me gusta Baekhyun. No como modelo -añadió rápidamente-. Me gusta por quien es.

- Como persona, quieres decir.

- Sí -le estaba costando mirar a Sehun a la cara y creía que se estaba poniendo rojo, pero no iba a parar-. Y, bueno, a veces... A veces parece que a él también le gusto hasta que pasa... algo.

- ¿Algo? -Sehun lo miró extrañado.

- Sí, algo -inspiró, espiró intentando que las palabras llegaran a su boca correctamente-. Es como si avanzáramos y llega un punto en el que yo hago algo, y él me mira y entonces es como si despertara y retrocediera dos casillas en el juego.

- Voy a obviar esa comparación -Sehun dejó la taza sobre su escritorio, presumiblemente ya vacía-. ¿Qué es ese algo? ¿Qué es lo que haces?

- Depende, cada vez es distinto -Sehun enarcó una ceja y Chanyeol bufó. Quería ejemplos-. Por ejemplo, el otro día estábamos riéndonos de un chiste que hice...

- Probablemente uno malo... -Chanyeol ignoró el comentario.

- Y me miró, y creí que estaba, bueno, incitándome, pero de repente pestañeó, tosió y se apartó de mí -se dejó hundir en la silla un poco más, chafado por el mero recuerdo.

- ¿Sólo porque se apartó estás así?

- Es un ejemplo de muchos, Sehun, no te voy a dar cada detalle de mi vida.

- Está bien, está bien -concedió, levantando las manos.

Se hizo el silencio. Sehun parecía pensativo pero, a diferencia de él unos momentos antes, Chanyeol no le quitaba la vista de encima. Estuvieron así un buen rato, hasta que Sehun lo miró.

- ¿Esperas algo? -Chanyeol abrió mucho los ojos.

- ¿Consejo? ¿Ánimo? ¿Algo, bastardo insensible? -Sehun rodó los ojos.

- ¿Qué quieres que te diga? Baekhyun no me ha dicho nada, y recalco nada acerca de nada. No sé si le gustas.

- No pretendo que me digas si le gusto, pretendo que me digas qué puedo hacer.

- ¿Has pensado en declararte?

- No. Sí y no. No sé.

Sehun rió sarcásticamente.

- Lo máximo que puedo hacer es presentarte a alguien para que lo pongas celoso y ver si es sólo que está pasando por una fase extraña o si realmente le gustas.

- No soy partidario de darle celos a nadie -frunció el ceño.

- Pediste mi consejo, ése es, si no te gusta es tu culpa.

- ¿Exactamente por qué somos amigos, Sehun? Porque me lo estoy replanteando.

- Porque soy fabuloso y no puedes vivir sin mí.

- Suenas como Jongdae.

- Ya quisiera él mi belleza.

Chanyeol rió con eso, Sehun sonrió y le ofreció jugar un par de partidas al Mario Kart para Wii que tenía. En realidad, aunque Sehun no le había dado ningún consejo, o más bien ninguno que le pareciera útil y práctico, el haberlo dicho en voz alta, haber sacado aquellos pensamientos y sentimientos de su pecho le había hecho bien, y aquella noche durmió mejor de lo que lo había hecho en semanas.

Un par de noches más tarde, sin embargo, no podía conciliar el sueño.

Aquella tarde habían quedado todos para ir a casa de Sehun a echar una tarde de juegos, comida basura y azúcar. Aunque en un principio Sehun quiso hacer una fiesta ya que sus padres no iban a estar, el hecho de que le dijeran que volverían tarde por la noche lo disuadió y prefirió hacer una reunión de amigos tranquila en su casa, haciéndoles prometer a todos que saldrían de fiesta más adelante porque 'mi cuerpo se ha quedado con las ganas'.

Chanyeol estaba eufórico como el que más, viendo a Jongdae ser aplastado una y otra vez por Baekhyun en el Soul Calibur V, aplaudiendo fuertemente y riéndose con Jongin de la cara de estúpido que se le quedaba a Jongdae cuando Baekhyun le hacía un K.O. en dos estocadas sin que a él le diera tiempo de pulsar un botón.

- Si tan gracioso te parece, Yoda, deberías probar tú -le dijo, rechinando los dientes y casi metiéndole el mando en la boca. Chanyeol sólo sonrió.

- Procura no llorar, Jongdae.

Baekhyun lo miró con la ceja alzada mientras se sentaba en el suelo a su lado y elegía su personaje.

- ¿Tira? ¿En serio? -se burló el modelo, mirándolo con los ojos brillantes por la diversión-. No te hacía del tipo que le gustan las nenas tetonas con hula hops.

- Esta nena tetona te va a dar una paliza -le sonrió altanero.

- Eso ya lo veremos -replicó el más bajo, seleccionando a Raphael y asignando un escenario aleatorio.

Para Chanyeol, fue como liberar al Kraken o algo así. Durante cerca de media hora estuvieron jugando, enfrentándose el uno al otro. Baekhyun era bueno, muy bueno (no era sólo que Jongdae fuera tremendamente malo como había supuesto en un primer momento) y le costó vencerlo, pero finalmente lo hizo y miró con sorna al modelo.

- No me mires así, tuviste suerte, estaba a un combo de matarte.

- Disculpa, no te oigo por encima de la melódica risa de mi adorada Tira.

- Revancha -gruñó Baekhyun, seleccionando la opción de repetir partida-. Ahora.

Hubo al menos otras tres revanchas, Chanyeol siempre ganando prácticamente en el último golpe estaba poniendo a Baekhyun de los nervios. Los demás, que habían empezado a ver su enfrentamiento con diversión, hacía rato que se habían dispersado, hartos de ver lo mismo una y otra vez.

Tras el quinto asalto en el que Chanyeol volvió a ganar los dos combates necesarios para la victoria, Baekhyun tiró el mando con violencia al sofá, aprovechando que no estaba Sehun por allí para llamarle la atención sobre cómo trataba sus cosas.

- ¿Nos damos por vencidos? -Baekhyun lo fulminó con la mirada, pero le importó poco.

- Haces trampas.

- No -respondió rápidamente, dejando el mando en el suelo-. No es mi culpa que no sepas que fui campeón regional de Soul Calibur y que llegué a las semifinales nacionales.

Baekhyun lo miró con la boca abierta, conjeturando una mueca que demostraba que estaba hasta ofendido.

- ¿Eres semifinalista nacional y me dejaste pelear contra ti?

- Tenía que hacerlo, mi orgullo ante Jongdae estaba en juego.

Baekhyun se cruzó de brazos, como un niño enfurruñado y Chanyeol pensó que se veía adorable de esa manera, aunque no había nada de adorable en la manera en la que lo había mirado. Suspirando, se colocó a su lado, las espaldas de ambos apoyadas en la parte baja del sofá y el silencio tan sólo roto por la música de la pantalla de selección de personaje.

- No te enfades -le dijo al modelo, empujándolo suavemente con el hombro.

- Me has engañado.

- Estás siendo dramático, Baek -el mote escapó sus labios involuntariamente, haciendo que se mordiera el labio inferior temiendo que se lo tomara a mal, pero nada ocurrió.

- Soy modelo, se supone que debo de ser dramático -pausó apenas un segundo-, Yeol.

Chanyeol casi chilló, aunque jamás lo reconocería.

- Es sólo un juego... Además, prometo que no tengo ningún otro talento oculto.

- Ya, claro -le sonrió, girando su torso hacia él- ¿Y cómo sé que no me mentirás esta vez? No me gustan los mentirosos, Chanyeol -su tono fue más provocador de lo que al alto le hubiera gustado admitir.

- Bueno -Chanyeol se giró hacia él también, sonriendo con calidez y con el corazón latiéndole rápidamente en el pecho-. Puedes mirarme a los ojos para saber que no miento.

Pretendía ser una especie de broma, pero su voz salió en forma de un susurro ronco que incluso a él le puso la piel de gallina.

- Si te miro a los ojos... -hubo una pausa, como si buscaras las palabras adecuadas- Me siento como... en casa -la voz de Baekhyun fue apenas un murmullo, como una confesión velada, pero estaban tan cerca y él estaba mirándolo tan fijamente que si no hubiera podido escucharlo, habría sido capaz de leerle los labios.

Se miraron a los ojos, sin palabras, sin nada, sólo eran ellos dos mirándose por primera vez y era tan intenso que Chanyeol creía que se quemaba por dentro. Tenía mucho calor en todas partes, las zonas de su cuerpo en contacto con Baekhyun le ardían, simplemente necesitaba librarse de aquella sensación.

Y lo besó.

No sabe si fue él quien lo inició o si los labios de Baekhyun lo encontraron a medio camino, pero lo estaba besando, sus labios presionados contra los del modelo y cuando los movió, Baekhyun puso una mano en su cuello y le devolvió el beso.

La mente de Chanyeol era incapaz de pensar en nada que no fuera Baekhyun, sus sentidos embotados por la sensación de tener a Baekhyun tan cerca y sus manos sobre su cuerpo, sus labios tan sólo podían moverse sobre los ajenos una y otra vez y lo único que Chanyeol podía hacer era colocar sus manos en la cintura ajena y atraer al más bajo hacia sí, ganándose un gemidito por su parte que vibró en su boca y que lo excitó sobremanera.

Un golpe fuerte los hizo separarse abruptamente. Jongdae acababa de golpearse con el marco de la puerta por ir corriendo mirando a su espalda mientras huía de Kyungsoo con sus gafas en la mano, pero Chanyeol se sentía eufórico, feliz y le importaba poco la rodilla de Jongdae.

- Estás muerto, Kim Jongdae.

- ¡No puedes matarme, hay testigos! -pareció darse cuenta de que Chanyeol y Baekhyun estaban allí por primera vez, porque los miró desesperado-. Decidle que testificaréis en su contra en mi memoria.

- Jongdae, si Kyungsoo te mata, lo ayudaría a esconder el cadáver -le replicó Baekhyun con sorna, colocándose bien el pelo.

- No tienes alma -lloriqueó.

Sehun llegó entonces, disuadiendo a Kyungsoo del homicidio bajo la amenaza de que limpiaría la sangre con su cuero cabelludo si se atrevía a matarlo sobre la alfombra del salón. Tras eso el ambiente se calmó, y la llegada de las pizzas instauró una armonía inusitada. Baekhyun no hizo amago de preguntar qué había pasado, ni en ese momento ni durante el resto de la noche, confundiendo a Chanyeol. Sabía que no lo había soñado porque aún notaba el sabor dulce de la fanta de naranja que Baekhyun había bebido en su boca, pero el modelo actuaba como si nada hubiera pasado, tanto con él como con los demás. Comieron, bromearon y jugaron hasta hartarse, pero incluso cuando Jongin, Jongdae y Kyungsoo se marcharon con el pretexto del autobús, Baekhyun seguía sin dar señales de querer hablar de lo que había pasado.

Pensó en hablar con él cuando volvieran a casa, un viaje de veinte minutos en su flamante coche nuevo de segunda mano que sus padres habían consentido en comprarle para que no perdiera la práctica al conducir. Ahí estarían solos y Chanyeol podría preguntarle qué significaba aquel beso. El mero planteamiento de la escena en su cabeza lo hizo sonrojar y ponerse nervioso, pero estaba decidido.

- Gracias por quedaros a recoger -le dijo Sehun, sacándolo de sus pensamientos. Él sonrió.

- No es molestia, tengo coche y podemos volver sin problema -Sehun simplemente asintió.

- Me alegra haberte visto bien hoy, el otro día tenías cara de muerto en vida o algo así -le dijo mientras le pasaba una caja de pizza vacía para que la metiera en la bolsa de la basura.

- ¿Preocupándote por mí? -rió un poco Chanyeol, esquivando un tapón de Coca cola que Sehun le lanzó a la cara antes de pasarle un brazo por los hombros a modo de semi abrazo y darle un par de palmaditas allí-. Gracias, Sehun. La verdad es que...

- ¿Esto lo recicláis u os da igual el medio ambiente? -entró Baekhyun abruptamente, meneando una botella de plástico vacía en el aire.

- La bolsa del plástico está... -empezó Chanyeol, separándose de Sehun, pero Baekhyun lo fulminó con la mirada.

- Le hablaba a Sehun, que yo sepa esta no es tu casa.

Chanyeol sabe que se le quedó cara de imbécil, los ojos y la boca bastante abiertos ya que no se esperaba aquello. ¿Qué demonios le pasaba? Sehun debió pensar lo mismo, porque también lo miró como si le hubiera salido de repente una segunda cabeza antes de indicarle dónde estaba la bolsa del plástico.

- ¿Se puede saber qué le pasa en la cabeza? -le susurró cuando Baekhyun fue a por el cepillo y el recogedor.

- Ni idea -contestó el alto con sinceridad.

Tras eso, Baekhyun no volvió a abrir la boca más que para despedirse de Sehun. Entró al coche de Chanyeol en completo silencio y obvió deliberadamente los intentos de éste por entablar una conversación. De hecho, se bajó sin despedirse siquiera, lo que hizo reaccionar finalmente a Chanyeol y hacerlo salir de su estupor. Antes de que se bajara por completo, lo cogió por la muñeca, exasperado por encontrar respuestas.

- ¿Baekhyun, qué ocurre? ¿Por qué estás así? -tragó saliva-. ¿Qué hice mal?

Baekhyun lo taladró con la mirada.

- Piensa, Chanyeol -y sin más, soltó su muñeca del agarre y entró en casa.

Esa noche, Chanyeol no pudo conciliar el sueño,pensando en qué había hecho para enfadar a Baekhyun.   

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