Capítulo 6
¿Por qué la vida era tan injusta?
Baekhyun se llevaba preguntando eso desde que en el despacho del profesor Kang, había sacado el papel con el nombre de Park Chanyeol como objeto de su proyecto. ¿Por qué precisamente a él le tocaba sacarle fotos al gigante de pelo revuelto?
Cuando Sehun se enteró, estuvo riéndose un buen rato, más de lo necesario creía Baekhyun. Cuando al fin consiguió calmarse, lo miró con una sonrisa que no le gustó un pelo, como si se estuviera riendo de alguna broma privada que no pensaba compartir con él. Baekhyun odiaba cuando hacía eso.
- Qué apropiado que te haya tocado Chanyeol -y el tono le indicaba que sí, aquel hijo de puta se estaba riendo de algo que no pensaba decirle.
- ¿Porque ahora soy yo el que debe acosarlo y no al revés? ¿O hay algo que me estoy perdiendo, Sehunnie?
- No me gusta que me llames así -le respondió, esta vez serio.
- Pues por tu cara cuando te lo llama Luhan, cualquiera lo diría -Sehun tuvo la decencia de sonrojarse, aunque lo fulminó con la mirada.
- Luhan está trabajando cuando me lo dice y no voy a molestarlo con bobadas -sentencia, y es más rápido en cambiar de tema de lo que Baekhyun esperaría-. Y sí, es gracioso que ahora seas tú el que debe guardar las fotos de Chanyeol en su ordenador.
- ¿Quién ha dicho que vaya a conservarlas?
- ¿La carpeta con el nombre de Chanyeol en tu ordenador, quizá? -Sehun sonríe al ver la boca abierta de Baekhyun, su ceño fruncido y el color en sus mejillas-. Cuando estuve en tu casa el otro día me puse a buscar las fotos de la fiesta de cumpleaños de Kyungsoo y, oh sorpresa, encontré algo mucho mejor.
- Tú... Bastardo mal amigo...
- ¿Qué ha hecho esta vez?
La voz grave de Chanyeol lo hizo saltar en el asiento.
- Llegas tarde -le reprochó Sehun, mirando su reloj-. Y para tu información, no hice nada.
- Uno, no llego tarde, dijisteis a las cuatro y según mi reloj -se lo mostró-, son las cuatro. Y dos, tú siempre haces algo. Mira dónde estamos.
- ¿Un estudio de fotografía es algo malo? -fingió una voz dulce Sehun.
- Aún no sé cómo me he dejado arrastrar.
Se encontraban delante del estudio fotográfico de una famosa marca de ropa masculina, una con la que Sehun y Baekhyun ya habían modelado varias veces anteriormente. La crisis se había desatado el día anterior, cuando el tercer modelo que debía ir se puso enfermo y no había nadie disponible en su agencia para cubrir el hueco. Sehun había hablado con su padre, el CEO Oh, convenciéndolo de que conocía a la persona adecuada para el trabajo y que no, no era Jongin.
- Menos mal, hijo -había suspirado con alivio-. Ese chico tiene buena planta, pero...
- Papá, sabes que la horda de adolescentes hormonadas en la puerta de la oficina no fue culpa suya, ni siquiera es un modelo nuestro.
- Lo sé, hijo, pero aún tengo pesadillas con ellas, me persiguen exigiéndome una portada con desnudo y...
- No es Jongin, papá -repitió, cortando la perorata de su padre-. Te gustará, ya verás.
Al final su padre consintió en darle el voto de confianza, dejando que llevara a la persona que consideraba adecuada para el trabajo, después de amenazarlo con desmembrarlo si finalmente sí que era Jongin.
Lo difícil fue, en opinión de Baekhyun, convencer a Chanyeol.
- No.
- Chanyeol, vamos -lo animó Sehun.
- No. ¿Has visto mi aspecto? ¿Cómo quieres que modele?
- Tu aspecto no es malo, por eso pensé en ti -arguyó Sehun, girándose hacia Baekhyun en busca de ayuda. Baekhyun suspiró. Iba a arrepentirse de aquello.
- No estás mal, Chanyeol, sólo que no cuidas tu aspecto.
Chanyeol lo miró como si de repente le hubiera surgido una segunda cabeza, pero pareció que el mensaje le calaba.
- ¿En... en serio?
- Oh, vamos, ¿una palabra de Baekhyun y ya te lo crees? -rodó los ojos Sehun, haciendo enrojecer al más alto.
- No he dicho que sí -se defendió-. ¿Y creéis que con mis piernas torcidas y mis orejas seré un buen modelo?
- ¿Crees que si no lo creyera te lo estaría pidiendo, Chanyeol? -Sehun estaba exasperado, parecía a punto de arrancarse el pelo de la cabeza. Baekhyun sabía que era un trabajo importante y habían pedido tres modelos, si se presentaban sin uno, probablemente los echaran con cajas destempladas y se buscaran modelos de otra agencia.
- Chanyeol -le llamó la atención el rubio, intentando calmar el ambiente por una vez-, son sólo unas fotos y el equipo de maquillaje se encargará de que tu aspecto sea el mejor.
Chanyeol lo miró, aún inseguro. Baekhyun se mordió la lengua para no decirle que quedaba bien en fotos, que tenía ya algunas decenas de ellas en su ordenador y que sabía de primera mano que Chanyeol sería un buen modelo. Pero se negaba a decirle a Chanyeol que él era el objeto de estudio de su proyecto.
A lo largo de las dos semanas que habían pasado desde aquella reunión en el despacho de su profesor, Baekhyun había encontrado el modo de hacerle al menos dos o tres fotos a Chanyeol a escondidas cada día. Todo aquel secretismo y la cantidad de fotos que miraba al día del alto era a lo que Baekhyun culpaba por las cosas nuevas que estaba sintiendo.
Al principio, lo atribuyó a la curiosidad meramente artística por el modelo que tenía que fotografiar: la caída de sus pestañas, su perfil, la forma de sus labios carnosos o cómo abría sutilmente la boca y fruncía el ceño cuando se concentraba mirando la pizarra. Sin embargo, casi le asustó comprobar que no sólo buscaba la estética en su modelo, si no que le parecía atractivo. Ni siquiera era que únicamente le pareciera atractivo, si no que le atraía.
La primera vez que su corazón se aceleró cuando Chanyeol le dedicó una sonrisa que a sus ojos era condenadamente atractiva, casi se quedó sin aire. Algo cálido se extendió por su pecho la segunda vez, cuando sus dedos se rozaron al pasarle una servilleta para que se limpiara la boca que se había manchado de chocolate en el Lightsaber. La tercera llegó justo después de la segunda, cuando se lamió los labios para comprobar que no quedaba chocolate alguno y Baekhyun quiso gritar porque le había parecido sexy.
Empezó entonces a atribuir todo lo que estaba sintiendo a que estaba sobreexpuesto a Park Chanyeol y eso le estaba friendo el cerebro. O al menos, eso es lo que le dijo a Baekbyeon cuando éste lo sorprendió por enésima vez mirando embobado las fotos del alto en su ordenador.
- Te vas a comer la pantalla -la voz divertida de su hermano lo había hecho saltar en el sitio-. Si te quieres comer a Park, sólo tienes que andar cinco minutos hasta su casa.
- No quiero comerme nada ni a nada -replicó, sonrojado y minimizando la ventana.
- La pantalla creo que te sentaría mal, pero creo que Park te sentaría bien para quitarte esa cara de imbécil -rió un poco con socarronería-. Además, estoy seguro de que a Park no le importaría nada que te lo comieras.
- Si estás frustrado porque te gusta Yoora no es mi problema -respondió Baekhyun, sintiéndose orgulloso al ver cómo Baekbyeon perdía la sonrisa en su cara.
- No soy yo quien se pasa horas mirando sus fotos en el ordenador, Baekhyunnie -se recompuso como pudo, aunque Baekhyun supo que había dado en un punto clave. No era un secreto que a Baekbyeon le parecía guapa la hermana de Chanyeol, como tampoco lo era que ella tenía novio.
- Es un trabajo para clase, a diferencia de ti, yo tengo excusa.
- ¿Así que usas esa excusa para comértelo con los ojos?
Baekhyun estaba harto de su hermano, de la sonrisa sarcástica que había vuelto a su cara y de su existencia en general. Baekbyeon debió pensar que ya era suficiente porque se largó, pero Baekhyun siguió dándole vueltas al asunto mientras miraba de nuevo la foto que había minimizado. Era una foto del grupo, en ella estaba él sentado entre Chanyeol y Kyungsoo en el Lightsaber y aunque no quería, sus ojos se desviaban inevitablemente hacia el gigante a su lado. Aún recordaba la calidez de la mano que había colocado en su hombro y que hizo que el estómago de Baekhyun diera una voltereta.
Tras unos días de absoluta negación, había pasado por unos días de odio hacia Chanyeol. Cualquier cosa que el alto dijera o hiciera le molestaba. ¿Por qué fruncía el ceño de forma atractiva? ¿No podía dejar de abultar los labios de forma adorable? ¿Se había planteado dejar de puto hablar para que su voz dejara de provocarle cosquilleos en todo el cuerpo? Hasta Sehun se había dado cuenta de su actitud, no así como Chanyeol a quien parecía que las miradas penetrantes de Baekhyun no afectaban.
- ¿Qué te ha hecho Chanyeol para que lo mires así? -le preguntó un día en el Lightsaber en el que habían ido a tomar algo mientras Chanyeol trabajaba.
- ¿Existir te parece poco? -bufó, sorbiendo su Eternal Sailor Moon mientras fulminaba con la mirada al camarero, quien en ese momento estaba cobrándole a un chico joven-. ¿Por qué tiene que sonreírle estúpidamente a nadie?
- Sonreír es su trabajo, aunque no creo que ese sea el problema -le respondió tranquilamente-. Antes no te molestaba su existencia, ni cuando el primer día descubriste que era tu fanboy. ¿Puedo saber a qué viene este cambio de actitud? -miró a Baekhyun, quien se mantuvo en silencio sorbiendo su batido-. Puedes esperar a que venga Jongdae para contestar, no hay prisa. Ya sabes que le encanta shippearte con Chanyeol.
Baekhyun casi escupe el batido.
- ¿Que Jongdae qué? -Baekhyun lo miró, aterrorizado.
- Sí, desde el principio dijo que te gustaba y que era cuestión de tiempo que lo aceptaras, y empezó a hacer montajes poco profesionales y sin sentido con fotos vuestras -rodó los ojos-. Se nota que estudia Inglés, no tiene ni idea de cómo photoshopear algo en condiciones...
- ¿Montajes? -Baekhyun se notaba palidecer poco a poco, esto no estaba pasando.
- Sip -Sehun sacó su teléfono y buscó en la galería una de las fotos. Realmente Jongdae no sabía nada de Photoshop, pero eran claramente sus caras, pegadas sobre cuerpos en una posición comprometida y debajo ponía en letras bien grandes ChanBaek. Baekhyun pensó que podría desmayarse.
- ¿Sabe Chanyeol algo de esto? -preguntó con un hilo de voz, temeroso.
- No, no lo sabe, pero podría si no me cuentas lo que te pasa.
Baekhyun suspiró, derrotado, y pasó a contarle las cosas nuevas que estaba comenzando a sentir, la conversación con su hermano y cómo todo ello lo había llevado a irritarse con cada maldita cosa que hacía Park Chanyeol. Sehun lo miró intensamente, pero no dijo nada ni se rió de él como Baekhyun pensó que haría y simplemente le dijo que Chanyeol no tenía culpa de sus paranoias mentales y que no le había hecho nada.
La actitud seria de Sehun fue lo que le hizo dejar de lado aquella rabieta infantil y aquel odio infundado hacia Chanyeol. Internamente, se había dado cuenta de que trataba de rechazar a Chanyeol porque le daba vergüenza lo que pudieran pensar de él sus amigos. Sehun, sin embargo, le había demostrado que no le importaba lo que sintiera o dejara de sentir por Chanyeol mientras no se hicieran daño. Jongdae también, su cerebro le recordó, a su estúpida manera.
De cualquier forma, Baekhyun creía que seguramente todo se debiera a que llevaba mucho tiempo sin tener relaciones, ni románticas ni sexuales. Podía aceptar que su subconsciente hubiera aceptado el aspecto de Chanyeol y que, como el chico le caía bien, había comenzado a ver más sus virtudes que sus defectos y, bueno, había llegado a admitir que el alto era guapo, en definitiva.
Por eso ayudó a Sehun cuando le pidió a Chanyeol que fueran a modelar. Porque había aceptado que Chanyeol era guapo, que quedaba bien en fotos y que podría ser un buen modelo. Lo que no esperaba era que se le secara la boca cuando lo viera aparecer después de que el equipo de maquillaje y peluquería hubiera terminado con él.
Las gafas de pasta habían desaparecido y sus ojos levísimamente maquillados resaltaban aún más, su pelo revuelto que normalmente caía en su frente había desaparecido para dar paso a un pelo perfectamente peinado hacia atrás con el flequillo algo levantado para darle un aspecto de chico malo, junto a la ropa negra y la chupa de cuero que le habían colocado de la nueva línea de la marca. En conjunto, se veía demasiado caliente y Baekhyun pensó que podría explotar si él lo tocaba.
- Cierra la boca, Baekhyun -le susurró Sehun, sonriendo como un bastardo-. Vas a babear el suelo y no queremos que Chanyeol se resbale, ¿verdad?
- Cierra el pico -fue lo más coherente que pudo producir.
El photoshoot en sí no fue complicado de hacer, Baekhyun sabía cómo poner esa expresión chulesca que enamoraba a las adolescentes y que lo hacía ser el modelo más solicitado de la empresa. Además, sabía que su pelo, ahora teñido de un rosa frambuesa, llamaría la atención de las fans y las haría enloquecer. Lo difícil de la situación era no mirar a Chanyeol.
Para ser un chico tan socialmente incómodo, Chanyeol sabía cómo hacer que la cámara lo quisiera. Lanzando miradas penetrantes con expresión seria o abriendo la boca ligeramente mientras miraba al infinito, haciendo que a Baekhyun le temblaran las rodillas. Cuando les tocó posar juntos, el más bajo pensó que se derretiría bajo su mirada mientras intentaba concentrarse, cosa algo difícil cuando notaba a Chanyeol pegado a su espalda y respirando sobre su oreja. Mientras modelaba con Sehun, una media hora más tarde, se preguntó por qué Chanyeol le afectaba de esa manera y Sehun no, porque a sus ojos Sehun era atractivo pero tenía exactamente menos diez efecto sobre Baekhyun.
Sin embargo, cuando Sehun modelaba con Chanyeol y él estaba distraído mirando al gigante y, aunque después lo negaría, babeando, escuchó algo que hizo que sintiera algo que hacía mucho que no sentía.
- Ese chico nuevo, Park, queda muy bien al lado de Oh, ¿verdad? -le comentaba el maquillador a su asistente mientras las fotos comenzaban a aparecer en la pantalla del ordenador.
- Sí, son tan altos los dos que quedan muy bien -asintió a las palabras de su jefe el otro.
- Es tan guapo -seguía comentando el maquillador, mirando a Chanyeol y haciendo que Baekhyun empezara a molestarse-. ¿Crees que volverá a trabajar con nosotros? Creo que dijeron que era el sustituto.
- Espero que sí, quiero volver a verlos juntos -asintió su compañero.
Baekhyun se largó de allí echando humo. ¿Qué se creían esos? Primero de todo, él también quedaba bien en las fotos con Chanyeol, su diferencia de altura era adorable, según la asistente del fotógrafo; y segundo, él había visto a Chanyeol primero. Estaba aún maldiciendo cuando notó un peso cayendo sobre su espalda, asustándolo.
- Baekhyun, quiero irme a casa, no aguanto más -la voz grave de Chanyeol retumbó en su oído, haciéndolo estremecer.
- ¿Has terminado ya las fotos con Sehun? -intentó que su voz no reflejara su tumulto interior. Además, casi le daban ganas de mirar con suficiencia a mirar a los maquilladores, pero no lo hizo porque estaba por encima de eso.
- Sí, aunque ahora le quedan a Sehun sus fotos en solitario.
- Sehun ya se hizo sus fotos mientras te maquillaban, Chanyeol -rió un poco.
- ¿Ah, sí? Entonces vámonos -lo tomó de la muñeca, dispuesto a irse y haciendo que el corazón del más bajo se saltase un latido.
- Chanyeol, esa ropa no es tuya.
- Oh -se miró a sí mismo antes de volver a mirar a Baekhyun con una expresión de asombro adorable en la cara-. Cierto.
Aún riendo, el chico de pelo rosa lo guió al vestuario, cambiándose junto con Sehun y despidiéndose de todo el equipo antes de irse quienes les dieron las gracias y felicitaron a Chanyeol por su buen trabajo pese a ser principiante. Al salir, se encontraron con el padre de Sehun, que venía a comprobar que su hijo no le hubiera mentido ("Me ofende la duda, padre," había exclamado dramáticamente) y se ofreció a llevarlos a casa. Chanyeol declinó la oferta y Baekhyun, no sabe por qué, decidió no aceptar a su vez para poder volver con él a casa. ¿Qué demonios le estaba pasando?
- ¿Te ocurre algo? -le preguntó Chanyeol después de un rato andando en silencio-. Estás raro últimamente.
- ¿Yo? -lo miró, sorprendido por que se hubiera dado cuenta-. El raro aquí eres tú, Chanyeol. ¿Qué clase de fanboy eres que ni siquiera te inmutaste al ver toda mi belleza desplegada en la sesión de fotos? -sabía que estaba diciendo cosas sin sentido, pero no iba a decirle lo que realmente le preocupaba, no a Chanyeol.
- Claro que me inmuté -la respuesta le llegó más seria de lo que esperaba y giró la cabeza para mirar a Chanyeol, quien miraba hacia adelante-. Pero no pensé que fuera adecuado demostrarlo delante de toda esa gente.
Baekhyun quería gritar de felicidad cuando vio el tinte rosado que cubría las mejillas del alto, aunque una parte cruel de su cerebro quiso recordarle que hacía calor, que estaban andando bajo el sol y que probablemente se debiera a eso.
- Pu-pues muy mal, eres mi fan y debes demostrarlo.
Chanyeol lo miró divertido, parándose y, para su alarma, tomándolo de las manos.
- Hyung, eres tan increíble, se te veía tan bien echándote fotos, noticéame, hyung -canturreó, poniendo voz aguda.
- Eres idiota -farfulló entre dientes, rojo de vergüenza-. Lo dije en serio -era mentira y ambos lo sabían, pero cuando intentó librarse de las manos de Chanyeol, el agarre se afirmó y no pudo soltarse.
- Estabas muy guapo -le dijo el alto esta vez serio, con voz ronca-. Siempre estás guapo.
Baekhyun se podría haber derretido por sus palabras y la intensidad de su mirada.
- Así... está mejor -consiguió decir.
Chanyeol le sonrió y soltó sus manos, comenzando a caminar de nuevo. Pero Baekhyun lo cogió de la muñeca para detenerlo.
- Tú también estabas muy guapo hoy...
Y aunque su lengua se negó a decirle que lo veía guapo siempre, Chanyeol asintió y sonrió. Ninguno dijo nada más. Baekhyun no soltó su muñeca en todo el trayecto de vuelta, mirándolo de reojo de tanto en tanto y descubriendo dos cosas mientras caminaba a su lado. Una, que quería oírle decir que estaba guapo hoy para saber que le afectaba como él le había afectado; y dos, que por primera vez en mucho tiempo se había sentido celoso porque alguien había estado mirando algo que en su fuero interno consideraba que era suyo, aunque el mero pensamiento fuera aterrador.
Estabajodido. Jodido por Park Chanyeol.
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