Baekhyun estaba maldiciendo mentalmente a toda la familia de Sehun, e incluso a la suya propia, mientras miraba a Park Chanyeol, sentado demasiado recto en la silla que le había traído del cuarto de su hermano mayor Baekbyeon, mientras sorbía poco a poco el té que su madre le había puesto en las manos.

El bastardo de su mejor amigo lo había llamado poco después de comer para ver qué tal le había ido la sesión matutina de modelaje. Lo malo de estudiar y trabajar al mismo tiempo era que su trabajo, a diferencia de otros, no entendía de clases ni trabajos y podían aparecer a cualquier hora del día. Ese photoshoot en concreto había sido contratado el día anterior y Baekhyun no había podido asistir a clase, tan sólo le envió un correo a su profesor y un mensaje a Sehun, pidiéndole que fuera esa tarde a explicarle lo que se hubiera perdido. El problema era que Sehun tenía el rodaje de un anuncio de bebida energética programado desde hacía un par de semanas y no iba a poder ponerlo al día, aunque le aseguró que se encargaría de ello.

Lo que Baekhyun no se esperaba era que mandara a Park Chanyeol, como si fuera un perrito abandonado, a su puerta. De hecho, fue Sehun quien lo llamó al móvil e hizo que bajara a abrir la puerta diciéndole que 'tenía un regalo', encontrándose allí con el gigante quien parecía estar dudando si pasar dentro o huir para nunca volver.

Baekhyun culpaba enteramente a Jongdae de la creencia ahora generalizada en su grupo de que le atraía el nuevo. Sí, era cierto que había comenzado a ir a clase con él al descubrir que vivían cerca y la verdad es que, aparte de alguna mirada como de incredulidad, el alto no se había comportado como un fan. Seguía sin quitar las malditas fotos de fondo de pantalla, e incluso se cambió la del teléfono por una de su primer anuncio, uno en el que salía con una gorra que le dejaron quedarse, pero aparte de eso, no tenía quejas.

De hecho, durante los dos meses que ya llevaba Chanyeol en su vida, se había dado cuenta de que tenía más cosas en común con él que con Kyungsoo, por ejemplo, y solían ser los dos que iban en contra de los demás en las discusiones acerca de temas como aquel primero de Star Wars porque de alguna estúpida manera, el alto compartía su opinión en casi todas aquellas cosas que hacían a Minseok rodar los ojos y amenazar con echarlos del local.

Aún así, que hubiera aceptado al alto en su grupo de amigos y que se llevaran más o menos bien, no implicaba de ninguna manera que le gustara o que se sintiera atraído por él. Seguía siendo el mismo tipo alto, desgarbado y desaliñado del primer día, y que cuando se echó sobre su hombro a mirar el menú le hubiera parecido sexy su ceño fruncido era simplemente debido a la falta de azúcar que sufría su cuerpo y que fue compensada con el batido que se tomó después. Sólo eso.

En cualquier caso, no esperaba estar allí, sentado en su cuarto, con Park Chanyeol mirando fijamente su taza a la espera de que el modelo le diera la señal para poder moverse y empezar a explicarle Fundamentos de la Historia del Cine, Inglés Aplicado a las Artes Cinematográficas y Metodología de la Fotografía. Además, su madre había hecho un comentario vergonzoso acerca de cómo al fin 'su Baekhyunnie había encontrado un novio guapo y responsable' que lo hizo enrojecer y al castaño tartamudear intentando explicar que tan sólo era un compañero de clase.

- Park. Eh, Park -chasqueó los dedos delante de la cara de Chanyeol, quien se sobresaltó. Baekhyun suspiró-. Deja de estar tenso, me pones nervioso y necesito que me cuentes qué disteis hoy.

- Ah, sí, perdón -se disculpó el alto, dejando torpemente la taza sobre el escritorio y sacando el ordenador de su mochila, encendiéndolo. La cara de Baekhyun le sonrió desde el fondo de pantalla otra vez, haciéndolo gemir internamente por el sufrimiento.

- Park -lo llamó, pero algo en los ojos de Chanyeol lo hizo detenerse.

- ¿Te importaría, um, no llamarme por el apellido? -le pidió, sonrojándose un poco-. Sé que no me consideras tu amigo, pero suena demasiado impersonal. Sólo los profesores me llaman Park, y ni siquiera todos.

Baekhyun se lo pensó un poco. La verdad es que era raro llamarlo por el apellido cada vez que salían todos juntos, era el único que lo hacía y, aunque no iba a admitirlo en voz alta, tenía que frenar su lengua para llamarlo Park, porque lo primero que su cerebro pensaba era Chanyeol.

- Está bien -aceptó finalmente, ganándose una sonrisa por parte del alto que hizo que el corazón le dejara de latir un segundo-. Y, oye -llamó su atención de nuevo, el alto se había girado hacia el portátil-, no es que no te considere mi amigo.

Se levantó enseguida a coger una libreta para ocultar el color rojo de sus mejillas, porque el maldito Park Chanyeol lo hacía sonrojarse con sus sonrisas y sus caras de asombro cuando le dedicaba una frase o una palabra amable, como si todo lo que rodeara a Baekhyun fuera maravilloso o algo así. Cuando volvió a sentarse, rezaba porque su cara tuviera su color habitual.

- Aunque sería más amigo tuyo si quitaras mi cara de fondo de pantalla -bufó, intentando aligerar el ambiente. Chanyeol rió.

- Tendré que conformarme con esto, entonces -le sonrió, abriendo entonces el primer documento.

Baekhyun tenía que reconocer que al menos Chanyeol tomaba apuntes más claramente que Sehun, y sus explicaciones eran más entendibles que las de su amigo, sobre todo porque al parecer habían dado un elemento clave en Metodología de la Fotografía y estaba seguro de que el imbécil de Sehun hubiera rodado los ojos a la segunda vez que Baekhyun preguntó si podía repetírselo y lo hubiera mandado a la mierda.

Chanyeol, sin embargo, tan sólo sonrió cuando aquello ocurrió, sacando su propia cámara de la mochila para que Baekhyun pudiera ver a qué se refería y pudiera probarlo él mismo. El rubio cogió su propia cámara que descansaba en la estantería y probó a echar un par de fotos, incluso le echó una de perfil a Chanyeol cuando éste estaba distraído mirando el ordenador, y sonrió satisfecho con el resultado.

- Más te vale borrar eso -le dijo el alto, señalando la pantalla de la cámara donde se le veía de perfil, el pelo revuelto, las gafas resbalándosele por la nariz y el ceño fruncido-. Tu cámara quedará maldita con mi imagen si no lo haces.

- Eres un exagerado -replicó Baekhyun, rodando los ojos, pero sonrió y apagó el aparato-. Nunca borro fotos directamente en la cámara, lo hago en el ordenador.

- Yo te he avisado -se encogió de hombros-. Mi amigo Wonshik siempre me consideró el culpable de que a su cámara se le fuera la cabeza y comenzara a borrar fotos aleatoriamente.

- ¿Y qué culpa tenías tú?

- Mi foto fue la última que sacó con ella.

Ambos se echaron a reír en ese momento por lo estúpido de la situación, aunque Chanyeol le reprochó que se lo tomara tan a la ligera, clamando que su amigo casi le obliga a comprarle una cámara nueva.

Su madre invitó a Chanyeol a que se quedara a cenar, insistiendo cuando el chico se negó de primeras, alegando que su casa no quedaba lejos, pero la señora Byun insistió tanto que al final, con tal de no parecer maleducado, aceptó la invitación. Baekhyun dejó a Chanyeol en el salón hablando con Baekbyeon del programa de humor que estaba viendo y fue a la cocina, siguiendo a su madre.

- Baekhyunnie, cariño, alcánzame la fuente grande para la ensalada.

- Mamá -le dijo, pasándole la ensaladera-, Chanyeol no es mi novio, ni siquiera me gusta -le aclaró, intuyendo las razones por las que la mujer lo había invitado a cenar.

- Puedo creerme que no sea tu novio aún, Baekhyunnie, pero no puedes engañar a tu madre -le guiñó el ojo, haciendo que el modelo rodara los ojos-. Ese chico es tu estilo y además, he visto cómo lo miras.

- ¿Cómo lo miro? -preguntó, algo hastiado-. Es un amigo, lo miro como un amigo y ya está.

- Mmmm -su madre se quedó un momento observándolo, como midiéndolo más bien, pero al final simplemente suspiró y volvió a su tarea de preparar la cena-. Bueno, Baekhyun, yo no puedo elegir por ti, pero no te obceques como haces siempre, mi niño, o puede que acabes perdiendo algo valioso.

Tras esta frase filosófica, su madre puso en sus manos el mantel y los cubiertos y lo mandó a poner la mesa. La cena transcurrió tranquila y sin incidentes, Chanyeol estaba menos cohibido de lo que Baekhyun había esperado y no dejó de sonreír durante toda la cena, haciendo que el rubio sonriera a su vez.

- Dale las gracias a tu madre otra vez por la cena, estaba todo muy bueno -le recordó ya en la puerta, dispuesto a irse.

- Creo que las otras trece veces no se enteró, seguro que la catorceava es la definitiva -bufó, rodando los ojos, pero sonrió igualmente-. Nos vemos mañana.

- Hasta mañana, Baekhyun -y su corazón latió un poco más rápido porque era la primera vez que escuchaba su nombre salir de sus labios con aquella voz ronca y le sonó demasiado bien.

- Hasta mañana, Chanyeol -le respondió, pronunciando también por primera vez el nombre del alto y haciéndolo sonreír más ampliamente-. Gracias por tu ayuda.

El castaño tan sólo sacudió su mano, restándole importancia y se fue, la sonrisa aún en su cara. Baekhyun volvió a su cuarto, se lavó los dientes, se limpió bien el rostro y encendió el ordenador, pasando las fotos de la cámara a su ordenador para, tal y como le había dicho a Chanyeol, borrar las fotos que no deseaba conservar y meter las buenas en la carpeta del proyecto que se suponía debían entregar a final de curso. Cuando llegó a la última, la de Chanyeol, sus dedos dudaron y se quedó mirando fijamente la foto. Realmente era una buena foto, se dijo. Sería una pena borrarla. Pero no tenía nada que ver con Chanyeol, la foto tenía la iluminación adecuada, no tenía mucho aire y puede que quizá, tal vez, una pequeña parte de su mente pensaba que Chanyeol salía guapo en esa foto.

La guardó en una carpeta personal, la que tenía dedicada a sus amigos y,simplemente porque le gustaba tenerlo todo clasificado, se dijo, creó una nueva carpeta a la que llamó 'Chanyeol'.Apagó el ordenador seguidamente, metiéndose en la cama y acordándose de las palabras de su madre, pensando si Chanyeol sería aquello valioso que su madre temía que podría perder.