Capítulo 3
Chanyeol no sabía bien cómo había acabado en aquella cafetería, rodeado de hombres guapos y sentado al lado de Byun Baekhyun.
Bueno, sí, la primera parte era sencilla, lo habían invitado y él había aceptado, aunque no sabía que sus amigos eran tan guapos y él empezaba a sentirse cohibido por su aspecto. Aunque sólo Baekhyun y Sehun trabajaban de modelos, los demás no descuidaban su aspecto, y hasta Kyungsoo con sus gafas de pasta gruesa parecía sacado de un anuncio. Chanyeol, sin embargo, pensaba que parecía un pordiosero a su lado.
Jongin había sido el más simpático de los tres, para Chanyeol era hasta gracioso que el chico, que cuando cerraba la boca parecía un playboy, era en realidad el más abierto de los que le habían presentado. No dudó en intercambiar números con él cuando Chanyeol mencionó que le gustaba jugar a Magic The Gathering en sus ratos libres y que pensaba ir a jugar en la presentación de la nueva colección si encontraba dónde ir.
- Eres un regalo caído del cielo, a estos aburridos no les gusta jugar -le había comentado, guardando su número con un brillo de felicidad en los ojos.
- No es que no nos guste jugar, Jongin -le replicó Kyungsoo-, es que ese juego te absorbe la vida y si aceptamos jugar una partida contigo, seguramente estemos jugando durante horas.
- Chorradas, ¿cuándo ha pasado eso?
- Cada vez, Jongin -le dijo el de la cara de gato, Jongdae creía que era su nombre-. Ahora jugamos sólo cuando tú no vienes para poder parar cuando nos cansamos.
- Tenéis miedo de mi mazo rojo de ataque -se defendió el aludido.
- Me gustaría probar tu mazo rojo contra el mío azul y negro de control de hadas -le comentó Chanyeol, haciendo que Jongin lo mirara ilusionado.
- ¿No había un mazo más gay, Park? -se mofó Baekhyun-. ¿Hadas, en serio?
- Apuesto a que eres de los que usa cartas porque tienen un dibujo intimidante más que por su utilidad -se la devolvió el alto-. Las hadas pueden ponerte en más de un problema, señor macho Byun.
- Dejadlo ya -rogó Sehun, abriendo la puerta del local cuando llegaron-. Minseok hyung juró echarnos si volvíamos a discutir sobre Magic en el Lightsaber y es el único sitio donde ponen bubble tea decente.
- ¿Lightsaber? -preguntó Chanyeol, aunque se sintió un poco estúpido al entrar en el local y ver la respuesta a su pregunta con sus propios ojos.
Era una cafetería friki. En lugar de números, las mesas estaban divididas por secciones como manga, películas, juegos, y dentro de cada sección había mesas con diferentes temáticas. El mostrador era una extraña combinación de varias de esas temáticas, la cafetera estaba decorada como si fuera los relojes de puntos de las casas de Hogwarts y en la pared de detrás podía verse el nombre del local, Lightsaber, escrito con luces LED y franqueado por dos sables láser auténticos de la marca Star Wars cruzados el uno sobre el otro. Mientras se dirigían a la mesa de Star Wars, que Sehun convenientemente señaló como su mesa habitual, Chanyeol pasó al lado de la mesa de One Piece, Sailor Moon, WoW y Harry Potter.
Aún estaba tratando de asimilar lo fantástico que era el local y de no fangirlear como una quinceañera loca porque no podían haberle mostrado un lugar mejor, cuando algo que no eran los sables láser llamó su atención tras la barra. Antes de que pudiera reaccionar, sin embargo, alguien lo empujó sin delicadeza junto a Baekhyun en el sofá, el único sitio que quedaba libre ya que se había quedado embobado mirando alrededor. Cuando buscó al culpable con la mirada, Jongdae sonrió satisfecho.
- No me des las gracias, Baekhyun -canturreó feliz.
Por la cara que puso Baekhyun, no pensaba hacerlo.
Sin embargo, antes de que pudiera replicarle, un chico de cara redonda que vestía una camiseta negra con el mapa de la Tierra Media en blanco llegó a la mesa, sonriéndoles a todos mientras sacaba una libreta para anotar el pedido.
- Cuánto tiempo sin que viniérais a dejarme vuestros sueldos -les comentó alegremente, su mirada posándose en Chanyeol-. A ti no te conozco, ¿qué clase de vileza cometiste en tu vida anterior para acabar saliendo con estas personas? -soltó una carcajada-. Soy Kim Minseok, el dueño y gerente de Lightsaber, un placer conocerte.
- Minseokkie, no seas malvado.
- Vuelve a llamarme Minseokkie, Kim Jongdae, y te juro que el tubo del vapor de la cafetera será lo último que veas en tu vida.
- Soy Park Chanyeol -se presentó, poniéndose de pie torpemente e inclinándose un poco-. Soy nuevo en la ciudad y estoy en la misma clase que Oh Sehun y Byun Baekhyun.
- ¿Desde cuándo eres tan educado, Park?
Chanyeol se atrevió a mirar a Baekhyun alzando una ceja.
- Desde que me tratan con educación, Byun.
Jongdae silbó y chocó los cinco con Sehun, riendo en voz muy alta.
- Has encontrado la horma de tu zapato, Baekhyun.
El aludido hizo un mohín de disgusto, mirando de nuevo a Chanyeol.
- ¿Tú no se supone que eres mi fan? -lo señaló-. Compórtate como tal.
- Me dijiste que me echarías si te pedía un autógrafo.
- No dije que me pidieras un autógrafo, gigante friki.
- ¿Y qué se supone que debo hacer?
- Sentirte abrumado por mi belleza y mi presencia, claro está.
- Si la parejita quiere dejar de discutir -los interrumpió Jongdae, sonriendo de medio lado a Baekhyun-, me gustaría pedir algo de beber.
Baekhyun tenía pinta de ir a protestar, pero Sehun no lo permitió, pidiéndole a Minseok su bubble tea. Chanyeol se sentó de nuevo, demasiado cerca de Baekhyun para la salud de su corazón y dejó que los demás pidieran.
Claro que era fan de Baekhyun, por supuesto. Toda su sexualidad se había puesto en entredicho cuando a los dieciséis, lo vio en aquella revista, apenas dos páginas al final, en las que se presentaba como el nuevo modelo de Oh Style y mostraba sus encantos ante la cámara con una página dedicada a su cara, juvenil y sonriente, con la gorra de la marca que se suponía anunciaba. En aquel momento, Chanyeol decidió que era homosexual. O más bien Baekhyunsexual.
Chanyeol jamás confesó a nadie que se compró aquella gorra por Baekhyun. La excusa que dio fue que le gustó en la tienda cuando fue con unos amigos y simplemente la compró. También se aseguró de guardar su gusto por Baekhyun junto con la revista en lo más profundo del último cajón de su escritorio.
El problema era que aquella tan sólo fue la primera de muchas revistas en las que apareció Baekhyun y Chanyeol, aunque internamente aceptó que no podía comprarse todos los productos que Baekhyun anunciara, compró todas y cada una de las revistas en las que salió, ya fuera un anuncio, una entrevista o un photoshoot.
Quizá fuera que realmente no asimilaba que aquel chico rubio bajito sentado a su lado intentando decidir si pedía el batido especial Obi-Wan Kenobi o Jon Snow era realmente Byun Baekhyun, o quizá fuera el instinto de supervivencia que desarrolló en el instituto cuando, por descuido, alguien lo pilló observando la foto de Baekhyun en su teléfono en un descanso. En cualquiera de los casos, su lengua no se frenaba a la hora de replicar y en cierto modo, agradecía no quedarse como un vegetal cada vez que el modelo se dirigía a él.
- ¿Y a ti qué te pongo, Chanyeol?
La voz de Minseok lo despertó, haciéndolo parpadear y mirar el menú que aún tenía Baekhyun en las manos, observando por encima de su hombro mientras se acercaba para verlo mejor y ajustándose las gafas.
- Ehm... -echó un vistazo rápido a la sección de batidos-, un Phoenix Wright para mí -decidió, volviendo a su posición y sonriéndole a Minseok, quien apuntó su pedido y asintió.
- Ahora vuelvo.
Chanyeol tuvo un conflicto interno durante un momento, levantándose para ir a la barra en busca del gerente.
- Minseok, disculpa -lo llamó, algo tímido, aproximándose al hombre que había empezado a sacar granos de café de Ravenclaw para el granizado de café de Kyungsoo.
- ¿Vas a cambiar tu pedido? -le preguntó.
- No -señaló el cartel que le había llamado antes la atención tras la barra-. ¿Aún sigues buscando personal?
El hombre lo miró, alzando las cejas.
- ¿Te interesa? -Chanyeol asintió vehemente-. En realidad, más que un puesto de trabajo es una sustitución, necesito a alguien dos tardes por semana y el sueldo no es una maravilla.
- Me interesa de todas maneras -le sonrió Chanyeol-. Seúl es más caro de lo que imaginaba y prefiero ganarme yo mismo el dinero para mis cosas, aunque sea poco.
A Minseok pareció complacerle la respuesta, porque le sonrió de vuelta.
- En tal caso, déjame tu teléfono y te llamaré esta noche cuando cierre para comentarte los detalles y el horario -el gerente le dio un trozo de papel y un bolígrafo para que apuntara el contacto-. Bienvenido al Lightsaber, Chanyeol.
Chanyeol sonrió y volvió a la mesa mientras el otro terminaba de preparar su pedido, feliz de haber conseguido un trabajo tan fácilmente y sin importarle la mirada de suspicacia que le lanzó Baekhyun cuando volvió a ocupar su sitio.
- Chanyeol -lo llamó Sehun-, estábamos discutiendo cuál es el orden adecuado para ver las películas de Star Wars, si se debería empezar por los episodios antiguos o los nuevos.
- El orden cronológico sería el más obvio a seguir, aunque el cambio en los efectos especiales sea grande creo que ayuda a entender mucho mejor el personaje de Darth Vader y su evolución.
- Gracias -clamó Baekhyun, alzando las manos y rodando los ojos-. Por una vez estamos de acuerdo, estos imbéciles dicen que se debe empezar desde los episodios antiguos.
- Cómo podéis decir eso, es el orden original de la saga, hay que respetarlo -refutó Jongdae-. Además el mundo no merece ver a Jar Jar Binks en la primera película.
- George Lucas lo ideó así -le explicó Baekhyun, como quien explica que uno más uno es dos-. Episodio Cuatro, imbécil.
- Además, el mismo Lucas dijo que no podía hacer los primeros episodios por falta de medios para hacer lo que quería -añadió Chanyeol.
- Pero... -empezó Jongin, aunque se cayó al ver acercarse a Minseok con las bebidas.
- ¿Ya estáis discutiendo sobre Magic de nuevo? Os juro que una palabra sobre ese juego dentro del local y os echo a patadas.
- Era sobre Star Wars, Seokkie -le dijo Jongdae, zalamero, y Minseok lo fulminó con la mirada- ¿Qué? No dije nada de Minseokkie.
- Chanyeol y Baekhyun dicen que es mejor verlas en orden cronológico, pero nosotros decimos que es mejor en el orden en el que salieron, ¿tú qué opinas, hyung? -lo distrajo Jongin, viendo cerca la muerte de Jongdae.
- Opino que si no dejáis de pelearos por chorradas en mi local, al final colgaré fotos vuestras en la puerta bajo el letrero de 'Indeseables'.
- ¿Nos vas a hacer un Umbridge? -exclamó Jongdae de forma dramática, llevándose la mano al pecho.
- La pobre Dolores era una incomprendida -suspiró Minseok, comenzando a colocar sus bebidas en la mesa.
El resto de la tarde transcurrió de igual manera, hablando de cosas sin sentido o insustanciales. Chanyeol tiene que reconocer que se lo pasó bien, muy bien, aunque tuvo que evitar la mirada inquisitiva de Jongdae cuando se puso algo rojo al recibir un halago de Baekhyun ya que era 'el único amante de Star Wars con dos dedos de frente de la mesa', aparte de él mismo. Pensó que hasta podrían llegar a llevarse bien cuando el rubio le dedicó una sonrisa, una sonrisa verdadera y no una socarrona o de bastardo.
Estaba equivocado.
- No me sigas.
- No te sigo.
- Claro que me sigues, me sigues a mi casa.
- Voy a mi casa, Byun.
- ¿Cómo vas a vivir en el mismo barrio que yo?
Pero era cierto, apenas a dos calles de llegar a la que era casa de Baekhyun, Chanyeol se detuvo, señalándole la puerta de su casa y sacando las llaves para abrir la puerta, demostrándole que no mentía. Baekhyun tuvo la decencia de ponerse rojo, pero miró a otro lado y murmuró algo como 'fanboy suertudo'. Chanyeol suspiró, resignado, pero Baekhyun levantó la mano en señal de despedida y le deseó buenas noches. El alto correspondió el gesto y lo miró alejarse mientras una sonrisa estúpida se expandía por su cara. Quizá no estaba equivocado.
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