Capítulo 10
Baekhyun se estaba controlando para no mandar mentalmente a sitios improcedentes a la familia de su amigo Oh Sehun.
El bastardo había conseguido arrastrarlos de fiesta a un local cercano que acababa de abrir. Fiel a su nombre, el Monster era un local oscuro, con muchas esquinas y reservados para tener intimidad así como una pequeña pista de baile donde la gente se agolpaba restregando sus cuerpos brillantes por el sudor contra enigmáticos desconocidos.
Baekhyun había decidido hacía poco que estaba harto del rosa, del rubio, de ser alguien que no era bajo ese pelo coloreado y había vuelto a teñirse de negro, su color natural, para dejarlo así un tiempo. Quería ser él de nuevo, tan sólo Baekhyun y no estaba dispuesto a admitir en voz alta el por qué.
Si al principio Baekhyun pensaba que simplemente habían ido allí por la novedad y porque Sehun misteriosamente sentía la necesidad imperiosa de salir de fiesta, estaba muy equivocado. Al poco de llegar, el bastardo pareció encontrarse con alguien, pareció porque Baekhyun lo conoce lo suficiente como para saber que sólo finge sorprenderse por encontrar allí a Lee Carabonita Hongbin, un estudiante de su carrera un año por debajo de ellos, y le faltó tiempo para acercarlo a Chanyeol y presentárselo. Por la cara que puso Lee, era obvio que ya le había echado el ojo al alto y que sólo esperaba una oportunidad de acercarse.
La cara de Baekhyun era algo muy diferente.
Taladró a Lee con la mirada sin molestarse siquiera en disimularlo u ocultarlo, perforándolo con sus ojos cuando se acercaba a hablar en la oreja de Chanyeol con la excusa del excesivo ruido que los rodeaba. Lo odiaba por ser alto, por ser guapo, pero sobre todo por mirar de esa manera a su Chanyeol.
Cuando al fin se fue, intuía que por algo de beber para ambos, Baekhyun se acercó a Chanyeol, cabreado por tener que ponerse de puntillas para llegar a la oreja del otro y que aún así lo obligara a agacharse para poder hablarle.
- ¿De qué se supone que vas, Chanyeol? -casi le gritó para hacerse oír por encima del ruido, a lo que sumaba su enfado.
- ¿A qué te refieres? -le contestó de igual manera. No se le veía contento tampoco.
- Cogiste lo que querías y ya está, ¿no? -la garganta le estaba empezando a doler, pero no pensaba dejar que sus emociones lo controlaran, no iba a llorar-. ¿Es una especie de reto entre fanboys o algo?
No dejó que le respondiera. Se separó abruptamente y se fue por donde había venido, asegurándose antes de asesinar con la mirada tanto a Chanyeol como a Sehun, irritándolo aún más que éste último tuviera una sonrisa en la cara.
Se dirigió a la barra y pidió algo con alcohol, mucho alcohol. No le importaba qué, sólo quería nublarse los sentidos y olvidarse de Lee Hongbin toqueteando a Chanyeol delante de sus narices y de Sehun siendo el peor mejor amigo de toda la historia.
Vale, era cierto que él se había enfadado con Chanyeol el día que estuvieron en casa de Sehun, pero estaba justificado.
Completamente justificado.
Había visto a Chanyeol abrazar y sonreírle a Sehun, lo cual no le hubiera afectado de tratarse de otra persona, pero Chanyeol no era dado a demostrar su afecto físicamente. Sus sospechas crecieron un día que vio a Chanyeol salir de casa de Sehun por casualidad. Baekhyun estaba por la zona y pensó en pasar a ver al imbécil de su amigo, pero no se esperaba encontrarlo en la puerta de su casa sonriéndole de forma dulce a Chanyeol mientras éste se despedía y se alejaba. Por eso se sintió feliz cuando lo besó, porque sentía que todo aquello había sido una simple enajenación mental y que sus celos eran injustificados, y se dejó llevar porque en el fondo eso era lo que quería. Quería besar a Chanyeol, quería que el alto lo poseyera y lo dominara, que le demostrara que para él era algo más que una cara bonita en la portada de una revista.
Pero en menos de dos horas habían vuelto las sonrisas y los gestos cariñosos hacia Sehun y no pudo más que enfadarse, tanto con Chanyeol como consigo mismo por dejarse utilizar. Por creer que realmente le importaba más que como a un fan. Que no rechazara los obvios avances de Lee Hongbin en la discoteca simplemente echaba más leña al fuego de su dolor y Baekhyun no era bueno manejando aquellos sentimientos. En lugar de eso, eligió el alcohol. Sobre todo, después de ver cómo Lee arrastraba a Chanyeol a una de aquellas esquinas oscuras.
A pesar de que su trabajo a veces le exigía ir a cócteles y fiestas, Baekhyun no era buen bebedor, y una sola copa de aquello que ni siquiera el camarero se atrevió a decirle lo que era lo habría dejado completamente KO. Llevaba apenas media bebida cuando sintió unas manos que lo arrastraban a la pista de baile por las caderas, girándolo para poder mirarlo a la cara. Si Baekhyun tenía la esperanza de que fuera Chanyeol, ésta se desvaneció al girarse, encontrándose a un tipo alto pero que definitivamente no tenía las orejas adorables y despegadas.
Pero le dio igual. Dejó que el tipo bailara muy pegado a él, manoseando sus caderas de una forma que cualquier otro día le habría resultado babosa y desagradable, pero que en aquel momento le servía para no pensar en qué cosas podrían estar tocando las manos de Chanyeol. Estaba planteándose acabarse la copa que tenía aún en la mano y dejar que el tipo al fin lo besara como parecía que estaba intentando hacía un rato, cuando sintió un tirón que lo sacó de allí, haciendo que soltara la copa por sorpresa y que ésta se estrellara en el suelo.
- ¡Me has tirado la copa, gilipollas!
Pero fuera quien fuera, no hizo caso y siguió tirando de él hasta que lo sacó a los baños, donde el ruido era apenas audible gracias al revestimiento. Allí y gracias a la luz, por fin pudo verle la cara.
- ¿Se puede saber qué estabas haciendo, Baekhyun? -Chanyeol parecía muy enfadado, terriblemente enfadado, y Baekhyun se enfadó por eso.
- Pues hago lo mismo que tú con Lee, ¿no? -le espetó, su voz afectada por el alcohol.
- No sé de qué estás hablando, Hongbin y yo...
- Hongbin -se mofó el más bajo-. Ya os llamáis por el nombre y todo, y a mí me llamaste por el apellido durante meses.
- Eras tú el que no quería llamarme por mi nombre.
Se hizo un silencio. Chanyeol bufó, pasándose las manos por el pelo. Aquel día no usaba las gafas, y Baekhyun acababa de darse cuenta. Su enfado con él había hecho que apenas lo mirara cuando llegó, y ahora se maldecía porque Chanyeol vestido de negro, con camisa, lentillas y el pelo peinado hacia atrás le hacía daño.
- Baekhyun, desde lo que pasó en casa de Sehun no te entiendo -sonaba cansado, harto incluso, mientras se apoyaba en el lavabo de espaldas y sacudía la cabeza.
- No pasó nada en casa de Sehun -le dijo, haciendo que el alto disparara sus ojos hacia él.
- Entiendo -y algo en su voz hizo que a Baekhyun se le parara y se le rompiera el corazón, todo a la vez-. Perdona que te haya molestado.
Y se fue.
Baekhyun quiso reaccionar, realmente quiso ir tras él y decirle que no, que estaba mintiendo porque no quería abrirse a él y que le hiciera daño, porque le quería y no quería que mirara a nadie más que a él. Pero sus piernas no funcionaron, simplemente le fallaron y cayó al suelo, comenzando entonces a llorar amargamente. Allí lo encontró Kyungsoo un rato después, llamando a los otros para que lo ayudaran a levantarlo y llevarlo a casa. Chanyeol hacía rato que se había ido.
El lunes siguiente Chanyeol no fue a clase. Su madre le había dicho que se encontraba indispuesto y que no podría ir con él a clase. Baekhyun le había sonreído débilmente y le había agradecido la información, diciéndole que le deseaba a Chanyeol una pronta recuperación.
- Deberías ir a disculparte -le dijo Sehun en un descanso entre clases.
Baekhyun dejó de fingir que intentaba comerse el donut de chocolate que tenía en la mano, pero no lo miró.
- Sabes que le debes una disculpa -lo volvió a intentar-. Le presenté a Hongbin para darte celos, Chanyeol ni siquiera quería conocerlo, pero le dije que de otra manera no aceptarías que te gusta.
Baekhyun esta vez sí lo miró, furioso.
- Bastardo.
Se levantó y tiró el bollo mordisqueado a la papelera, le habían quitado las ganas de comer del todo. Cogió su mochila y se dirigió a su siguiente clase, sin mirar si Sehun lo seguía o no. Ciertamente, había una parte de él que pensaba que debía ir a pedirle disculpas a Chanyeol, pero había otra, muy dolida y orgullosa, que aún pensaba que el chico tan sólo había jugado con sus sentimientos.
El señor Kang llegó antes de lo esperado, demasiado sonriente para ser bueno, se dijo Baekhyun, mientras los observaba desde la puerta. Baekhyun se revolvió en su sitio, inquieto. Si era un examen sorpresa, Chanyeol se lo iba a perder y habría que decírselo para que el profesor se lo repitiera. Luego recordó que Chanyeol no debía importarle y lo borró de su mente.
- Hoy no vamos a tener clase -les hablo con un tono dulce, y Baekhyun creyó que escuchó cómo a todos les saltaban las alarmas de examen en sus cabezas-. Vengan conmigo. Ah, y cojan sus mochilas, les harán falta.
Mierda, mierda y mierda. No estaba preparado ni de humor para un examen, joder. Pero sin más opciones, recogió sus cosas y se levantó, siguiendo al profesor y temiendo lo que estaba por venir.
- Tiene pinta de examen -le susurró Sehun y, en su estado de pánico, olvidó que estaba enfadado con él.
- Lo sé.
El profesor los guió hasta el Aula Magna de la facultad, obligándolos a pararse delante de las recias puertas dobles de madera. Esperó a que todos se hubieran callado y lo miraran, jugando con la tensión que había en el ambiente.
- Bienvenidos a su exposición -les dijo, abriendo la puerta y apartándose a un lado al entrar.
Baekhyun, confuso como todos, se adentró el primero en la habitación y tuvo que ahogar una exclamación. La gran sala, normalmente llena de sillas con mesa incorporada, había sido modificada. Las feas sillas habían desaparecido y, en su lugar, habían colocado algunos tabiques falsos blancos llenos de fotos. Sus fotos.
- Esta es la exposición de las mejores fotos de sus trabajos para la asignatura. He elegido una de cada uno de ustedes -miró a sus alumnos que aún estaban boquiabiertos-. Pueden pasar y verla. La exposición está abierta al público así que no se olviden de decirle a sus amigos y familiares que vengan a verla.
A Baekhyun se le había olvidado la exposición y eso que el día anterior había recibido un correo que su profesor, quien le adjuntaba la foto que había elegido de su trabajo y le pedía que le dijera un título para ella. El modelo apenas recordaba haberle contestado rápidamente. No quería pensar en nada y, de hecho, lo olvidó.
- Ayer me mandó un mensaje para ponerle título a la foto -le comentó a Sehun, quien lo miró sorprendido.
- ¿Ayer? A mí me lo mandó hace un par de semanas.
Baekhyun se encogió de hombros y comenzó a vagar por los improvisados pasillos. Ahora que veía todas las fotos en conjunto, tenía sentido que tan sólo hubiera dado tres temas para los trabajos. En su cabeza, el profesor tenía un objetivo más grande y eso se veía reflejado en las fotos. Baekhyun distinguió a algunos de sus compañeros en las fotos, incluso vio a alguien a quien le había tocado Sehun y había decidido hacerle una foto mientras estaba concentrado en clase. Era una buena foto, pensó sonriendo, aunque no pensaba decírselo a Sehun. El bastardo ya tenía el ego lo suficientemente grande.
Giró por un pasillo, el último de la exposición y finalmente vio su foto. Era la penúltima, y en ella se podía ver un primer plano de Chanyeol que sonreía tímidamente, con la cabeza baja y las mejillas algo sonrosadas. Había conseguido captar el hoyuelo de su mejilla, la sombra de sus pestañas pero, sobre todo, aquellos ojos oscuros que parecían llegarle al alma.
Home.
Fotógrafo: Byun Baekhyun.
Modelo: Park Chanyeol.
Home. Miró la palabra una y otra vez, pensando en cuando le había dicho a Chanyeol que cuando lo miraba a los ojos se sentía como en casa. Aquella vez no había mentido, realmente era como estar en casa porque Chanyeol lo entendía de una manera en la que nadie lo había entendido nunca, y eso lo atraía hacia él inevitablemente. Baekhyun sólo quería ser él mismo cuando estaba con Chanyeol, y quería que Chanyeol lo aceptara como era.
Tragó con dificultad y respiró hondo, dejando caer la cabeza hacia delante. Vería la última foto y se iría a casa, no quería tener que lidiar con nadie más. Sin embargo, al levantar la vista, se quedó en blanco.
Era él.
El protagonista de la foto era él. Él con su pelo rosa, con la cara apoyada en una mano y sonriendo levemente mientras miraba aparentemente al Chanyeol de la foto a su izquierda. También era un primer plano. Desconcertado, miró el título de la foto.
Home.
Fotógrafo: Park Chanyeol.
Modelo: Byun Baekhyun.
Era una broma. Era una jodida broma. Tenía que serlo.
Miró alrededor, pero Sehun no estaba cerca, ni él ni el profesor Kang, aunque realmente no necesitaba preguntarles para saber qué estaba pasando. Recolocó la mochila en su espalda y salió corriendo del edificio, corriendo más rápido de lo que había corrido en toda su vida.
Llegó casi sin aliento a casa de Chanyeol y tuvo que apoyarse en sus rodillas para recuperar el aliento. Mientras intentaba no morir, le llegó un mensaje de Sehun con una foto. Eran las dos fotos, la suya y la de Chanyeol, y debajo Sehun le había escrito 'Si intentas negármelo otra vez, imprimo esto y te lo hago tragar.' Tuvo que reírse, no era sólo que sus fotos encajaran la una junto a la otra, si no que los dos habían pensado el mismo título para el retrato del otro. Cuando hubo normalizado su respiración, inspiró y espiró una última vez y tocó al timbre. Casi al instante, la puerta se abrió.
- ¿Qué se te ha olvidado ya, ma...?
Chanyeol fue incapaz de seguir hablando. Sus ojos cayeron rápidamente sobre Baekhyun, quien estaba aún algo rojo de la carrera que se había pegado, y seguidamente sobre su propia ropa, que consistía en unos bóxers y una camiseta ancha. Baekhyun vio en sus ojos que iba a cerrarle la puerta en las narices, así que se coló en la casa, girándose a mirar a Chanyeol en cuanto entró.
- Tenemos que hablar -empezó, pero enseguida se corrigió-. Tengo que hablar.
- Baekhyun, no tengo ganas y estoy malo.
- Mentira -lo acusó-. Sólo no quieres verme.
Era su intuición la que le dijo eso, pero al parecer no estaba muy equivocado, porque Chanyeol se sonrojó y cerró la puerta, haciéndole un gesto para que lo siguiera a su cuarto. Una vez allí, se puso unos pantalones anchos y cómodos, cosa que Baekhyun agradeció internamente.
Sinceramente, no sabía cuánto más podría controlarse.
- Qué es lo que quieres, Baekhyun - dijo Chanyeol, sentándose en la cama. Se le veía bastante cansado, así que Baekhyun decidió no andarse con rodeos.
- El profesor Kang nos ha enseñado hoy la exposición que ha abierto con nuestras fotos -explicó, sentándose a su lado en la cama e intentando pensar que el hecho de que Chanyeol no se alejara era bueno-. Tu foto y la mía estaban colocadas una al lado de la otra.
Mientras le daba tiempo a Chanyeol de esconder su sonrojo, sacó el teléfono y le enseñó la foto que le había mandado Sehun, sin mostrarle las palabras que la habían acompañado. Chanyeol ahogó una exclamación.
- Pero esto...
- Ésa es mi foto -señaló la foto en la que aparecía el alto-. Y ésta la tuya.
- ¿Cuándo has...?
- Pero no es sólo eso -lo cortó, apagando la pantalla del teléfono y mirándolo a los ojos-. Los dos le hemos puesto el mismo título... Home.
Hubo un silencio. La mente de Baekhyun era un torbellino de ideas que se agolpaban unas sobre otras, así que tuvo que cerrar los ojos y suspirar profundamente para ponerlas en orden.
- ¿Por qué le pusiste ese título? -su voz salió algo quebrada, pero la controló como pudo-. He sido egoísta, infantil, dramático y estúpido. Primero me obcequé en verte como un fan, sin darte la oportunidad de llegar hasta mí. Cuando acepté que podrías llegar a ser mi amigo, me cerré en que sólo podías ser eso ya que eras mi fan antes que mi amigo. Y cuando me di cuenta de que me había enamorado de ti, lo negué y en mi afán por que no me hicieras daño, te hice daño a ti.
Hizo una pausa para sorberse los mocos. Ahí va mi imagen idílica de modelo.
- Lo que pasó en casa de Sehun... -continuó al ver que Chanyeol no decía nada. En parte, lo prefería así-. Quería que me besaras. Desde hacía bastante en realidad -soltó una especie de risita nerviosa, pero que sonó algo estrangulada-. Cuando después te vi con Sehun, pensé que podría haber malinterpretado las señales y que, en realidad, para ti no era nada... Y luego le sumó el que Sehun te presentara a Hongbin -sacudió la cabeza, avergonzado consigo mismo-. Ahora veo que todo fue una estupidez.
- Yo no quería que me presentara a Hongbin -habló por primera vez el alto-. Sehun quería que te diera celos.
- Lo sé. Me lo dijo hoy.
Hubo otro silencio.
- Lo que quiero decir es -tragó saliva Baekhyun-, lo siento. Aunque quizá ya no sirva de nada, quería decirlo.
Juntó las manos en su regazo, estaba temblando, era ahora o nunca.
- Te quiero, Chanyeol.
Quería haber sido valiente y haberlo mirado mientras esperaba una respuesta, pero no pudo. Su mirada cayó a sus manos sudorosas y unidas, mientras cada segundo que pasaban en silencio le caía encima como una losa y su garganta comenzaba a escocer, aguantando las ganas de llorar.
- Le puse Home porque dijiste que mirarme a los ojos era como estar en casa -Baekhyun alzó la vista, los ojos llorosos ahora fijos en el alto-. Le puse ese nombre porque cuando yo te miro, siento lo mismo.
Su mente confusa no fue capaz de captar lo que le estaba diciendo y eso debió reflejarse en su cara en una expresión de idiotez absoluta, porque Chanyeol sonrió suavemente y se acercó un poco, tomando las manos del modelo entre las suyas.
- Yo también te quiero, Baekhyun.
Es el moreno el que toma la iniciativa de su segundo beso, lanzándose a por sus labios como si hubiera esperado durante años para hacerlo, y una parte de él verdaderamente lo siente así.
Los labios de Chanyeol son suaves y gruesos, y le encanta sentir su tacto sobre los suyos para permitir que el alto explore su boca, dejando que sus lenguas se conozcan la una a la otra. El beso es dulce y ardiente a la vez, Baekhyun de alguna manera lleva sus brazos al cuello de Chanyeol y lo rodea con éstos mientras el castaño lo sienta en su regazo, llevando sus manos a las caderas del modelo.
Cuando se separan, la calidez se ha expandido por el cuerpo de Baekhyun y lo hace feliz, buscando los labios de Chanyeol una segunda, tercera, una cuarta vez hasta que al fin es la falta de aire la que hace que se separen definitivamente. Los labios de Chanyeol ahora se ven algo más rojos e hinchados y Baekhyun se siente orgulloso de saber que él es el culpable.
- ¿Qué se siente al besar a un fan? -le preguntó, sonriendo. Baekhyun le dio un puñetazo.
- Más bien tendría que preguntar yo qué se siente al besar a tu ídolo.
- No está mal -admitió, encogiéndose de hombros-. Pero hay algo que lo supera.
- ¿El qué? -frunció el ceño, confuso.
- Hacer que tu ídolo se enamore de ti como tú estás enamorado de él -le sonrió ampliamente, haciendo sonrojar a Baekhyun a su pesar-. Eso es mucho, mucho mejor.
- Eres idiota.
Pero cuando Chanyeol rió, no pudo evitar reír con él. Porque si para Chanyeol era mejor que su ídolo se enamorara de él, para Baekhyun era mejor que alguien se enamorara de él por quien era realmente, no por quien aparentaba ser.
Y mientras lo besaba de nuevo, pensó que eso sí queera mucho, mucho mejor.
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