ASHER

- No vas a estar solo en la cita que tendré con Maky. Te llevaré compañía. - la voz de Rosa se escuchaba a través del celular.

- Eso dijiste en las citas pasadas y no llevaste a nadie. - respondí.

- Está vez es diferente, es alguien de confianza para mí.

- ¿Y se podría saber quién es?

- Mi mejor amiga ya la conocerás.

- ¿Qué tramas medusa? - cuestione, incrédulo, mientras recogía las flores secas que había en la lápida.

- Nada... -toma una pausa-Bueno, creo que ya es tiempo de que te consigas una nueva novia....

Dejo esa frase al aire, sinceramente no me preocupaba el no tener novia, por el momento estoy bien.

- Ya no sé qué esperar de ti - rodé los ojos- está bien, espero y no sea como tú, no podré soportar otro carácter igual al tuyo.

- Pero aun así me amas, soy increíble - hizo énfasis en la última palabra- bueno ¿Pasas por mí a las ocho? Tengo que colgar, me voy a arreglar.

- ¿Tan temprano? Si faltan cuatro horas.

-Soy muy indecisa cariño, tengo que ver qué se me ve bien - no pude evitar soltar una risa, tenía razón- te dejo, no vaya a ser que por ir hablando conmigo te tropieces en una lápida.

- Que graciosa, te veo más tarde.

Guarde el celular en el bolsillo trasero de mi pantalón, andes de andar en marcha por el césped del cementerio, gire para ver la tumba de mi hermano, seguía su nombre escrito ahí, acorte la poca distancia que había entre él y yo, y con la yema de los dedos la toqué.

- Ya me tengo que ir- susurré - vendré después para decirte cómo van las cosas - le regale una sonrisa rota.

Me di media vuelta y camine hacia mi casa - no quedaba lejos de aquí - me puse mis audífonos y deje que la música invadiera mi cuerpo.

Para mí, la muerte de mi hermano fue difícil de asimilar. Cuando eres un niño las malas noticias no sabes cómo tomarlas, si estar triste, enojado, confundido... Simplemente no sabes cómo actuar. Pero imaginarme no crecer junto a mi hermano me dolió mucho mas de lo que usualmente podría llegar a dolerle a un niño de nueve años.

Mis padres lo afrontaron de distintas maneras; mamá paso los primeros meses encerrada en su habitación, cuando volvió a su rutina normal, su actitud cambio drásticamente, se volvió una mujer muy fría. Papá se fue de la casa en ese tiempo, no soportaba ver a mamá así y para él fue mejor alejarse y dejarle su espacio. Mi abuelo estaba más preocupado por quién se haría cargo de la empresa a falta de mi hermano. Pero él estuvo para mí, me llevaba a la escuela, trataba de jugar conmigo, me ayudaba con mis tareas, hacia todo lo que mis padres no me daban. Ese amor incondicional que te brindan.

Me quitó los auriculares antes de entrar a casa, pero como es de esperarse, está en completo silencio. Camino por todo el pasillo dirigiéndome a la cocina para tomar una botella de agua.

- ¿Todo lo tengo que resolver yo? Cuando será el maldito día donde no me están llamando cada rato....

Me freno en seco al escuchar voces provenientes de esa habitación. Me acerco a pasos cortos- de puntitas- para acercarme más a la puerta que está entreabierta.

- No ya deja las cosas como están, por el momento no hay que arriesgar nada. Te hago el depósito del dinero para que compres los boletos.

Fruncí el ceño algo confundido. Mi mamá está hablando con alguien, ¿A quién le compraría boletos? Según yo no tenía familiares en otras ciudades - o que tuvieron la necesidad de venir en avión-.

Entro abriendo la puerta de modo brusco, y ella se lleva la mano libre a su pecho y hace un pequeño brinco.

- Hablamos después, cuídate- su tono de voz cambia drásticamente al verme, a uno más amigable. - ¿Fuiste a ver a tu hermano?

- Si, saliendo de la escuela fui- tomé una botella de agua del refrigerador.

- ¿Sabes?, ten un poco de decencia en avisarme para no esperarte a comer- se apoya en la barra cruzada de manos.

- Se me olvidó, no vuelve a pasar, te lo prometo.

- Bien, necesito salir a hacer unas cosas, regresaré en la noche.

- Está bien- asentí - ¿Vas a ir a comprar algo? - pregunte, veo como se tensan sus hombros.

-¿Por qué la pregunta?

- Solo quería saber, necesito algunas cosas- mentí- ¿Podrías comprarlas?

Entrecierra los ojos, pero no dice nada, solo se dedica a mirarme, examinándome pies a cabeza.

—Manda lo que necesitas por mensaje yo te lo trago —deshace el cruce de sus brazos.

Abro la botella y bebo un poco de agua. Paso a un lado de ella para ir a mi habitación.

—¿No sabes dónde está tu padre? Ya tuvo que haber llegado del trabajo.

Me encojo de hombros y salgo de la cocina, subo las escaleras y entro a mi habitación.

Para nadie que viva en esta casa es un secreto que mi padre lleva bastante tiempo engañando a mi madre. Prácticamente es el tema de conversación todos los días en el desayuno. Reclamos de mi madre por ser tan descarado, mi padre diciéndole que no se metiera.

¿Por qué no se han divorciado? Muy fácil, por dos simples razones. La primera: mamá estaba enamorada del dinero y la vida que teníamos. O más bien, la vida que ella siempre soñaba. De pequeño me contaba que había sido muy afortunada por casarse con papá, porque él era su salvador de la mal vida que tenía. Al principio pensaba que mis abuelos la maltrataban o no le prestaban atención. Pero cuando fui tomando más raciocinio de las cosas y ver como mis abuelos trataban a mi madre, decidí preguntarle la verdadera razón solo me dijo:

«¿Para que te conformas con lo que tienes? Si puedes tener más, mucho más. Solo tienes que saber cómo obtenerlo. Yo eso quería y mírame, casada con tu padre y no importan las circunstancias en las que estamos, si con todo esto, yo soy feliz. »

La segunda: no quieren destruir nuestra imagen de "la familia perfecta". Lo que pase en esta casa, aquí se queda. Al momento de abrir las puertas a nuevas familias, ante algún evento importante o a la sociedad en general teníamos que lucir nuestras mejores sonrisas. Fingimos que todo está bien, que mis padres se aman, que ya habíamos superado la muerte de Christopher, mi prima había dado en adopción al bebé que esperaba. Mi abuelo no tenia deudas y yo era el mejor alumno.

Era como un show, todos teníamos un papel que cumplir, donde dice como comportarnos, que decir, como vestir, con quien convivir y que temas tocar. Pero al momento de cerrar el telón cada quien iba por su lado, todo volvía a la normalidad y los papeles dulces y angelicales que actuábamos, se convertían en indiferencia, tristeza, decepción y miedo.

Si, ser hipócritas con las demás personas tristemente es algo natural en el ser humano, todos tenemos esa faceta unos mas que otros, pero ahí está. En espera a ser activada siempre para que juegue a nuestro favor.

Llego a mi habitación y la cierro la puerta con seguro. Me dejo caer en mi cama, observo la hora, todavía falta tiempo para la salida con Rosa, así que me trataré de dormir un poco.

Presiento que será una noche interesante...

******

Se que este capitulo está algo equis, pero aquí empieza lo bueno. Muchas gracias a todxs aquellxs que le están dando la oportunidad a esta historia, de verdad muchas gracias y espero siga siendo de su agrado.

Dejen su voto si les ha gustado y recuerden seguirme. ❤️

NOTA: Días de actualización son los martes, jueves y domingo. ✨